¡CUIDADO! ¡HAY UN VIRUS!
Marcos Andrés Nehoda
Comprendo la posición de aquellos que han edificado un cuerpo de doctrina, una estrategia, un método e incluso toda una organización tomando algunos elementos, estrategias, doctrinas, métodos y aspectos de la organización
del G12, con la sincera intención de desechar todo lo malo y solamente asimilar, copiar, adaptar aquello que consideran bueno, espiritual, bíblico y correcto.
Digo que los comprendo, porque cuando una iglesia está montada, basada en una visión, aunque haya sido copiada en forma parcial, literalmente se derrumba, si se le muestra que su base está equivocada. Muy pocos están dispuestos a derribar todo lo edificado hasta ahora y comenzar de cero.
Permítanme comentarles que varias veces mi PC tuvo que ser formateada. ¿Qué significa esto? Pues, que la computadora queda en cero; todos los programas, todos los formatos, todos los protectores de pantallas, todos los íconos, todo absolutamente debe ser borrado. ¡Cuántas veces quise evitarlo! ¡Me daba mucha pena hacerlo, porque mucho trabajo me había tomado cargar los programas y adecuarlos a mis necesidades!
Pero un VIRUS había entrado, a pesar de contar con anti-espías, firewall, antivirus, anti-troyanos, etc. Si continuaba con mi empecinamiento acabaría por arruinar todos mis archivos, que tanto me había costado preparar.
Lo mismo sucede con el G12 y todas sus copias, parciales, corregidas, ampliadas, adecuadas y adaptadas. Son programas que han sido adecuados con la mejor intención y que ha costado mucho ponerlos en funcionamiento.
¡Pero están contaminados por un VIRUS!
En nuestra congregación todo parecía gozo, felicidad, espiritualidad. Pero yo sabía que era todo una espuma; era un virus que no había podido evitar o no supe evitar y que se había introducido sutilmente a través de un
hermano no sujeto. El resultado fue desastroso: así como se potenciaron la emoción, la alegría, el entusiasmo, así igualmente se potenciaron el deseo pecaminoso, la carnalidad, las peleas, los pecados sexuales y las discusiones matrimoniales.
Hemos leído acerca de la experiencia de alguien que parecía estar en las nubes de la exaltación espiritual, al haber pasado por un Encuentro. Y posteriormente nos enteramos con tristeza, de todo lo que ocurrió al poco tiempo; este suceso que nos ha tocado tan de cerca debiera bastarnos para comprender que la implementación total de la pretendida visión de César o la copia parcial o la adecuación y adaptación de la metodología y estrategia ESTÁ TODA CONTAMINADA CON UN VIRUS.
Y nos vamos a golpear muchas veces la cabeza, hasta que entendamos que debemos empezar de cero otra vez, así nos cueste muchas lágrimas, así tengamos que soportar las burlas y los desprecios.
Pero cuando la pared está torcida de nada sirve colocarle encima hileras correctas de ladrillos; hay que tirar la pared abajo y empezar de nuevo. Y sino, tendremos que atenernos a las consecuencias.
Hace un tiempo me dirigía a la escuela adonde concurre mi hijita, para esperarla a la salida, y pasé por una calle en donde había mucha gente; había dos dotaciones de bomberos pero no veía ningún fuego. ¿Qué había sucedido? Pues, el techo de material de una casa antigua se había derrumbado y una abuela con sus nietos se escapó a tiempo, cuando uno de los nietos escuchó que el techo crujía. Aproveché para predicarle el Evangelio a esta anciana y ella me pidió oración por su vida y por su familia.
Hermanos, no esperemos a que se derrumbe el techo. Si es necesario, derribemos nosotros mismos el techo, las paredes, en fin todo lo que esté mal construido. No sea cosa que en el momento menos pensado el techo se nos venga abajo y haya muchas pérdidas de vidas y testimonios.
Digámosle ¡NO! al Gobierno de los Doce Y A TODO LO QUE HAYA SIDO COPIADO, ADAPTADO, ADECUADO EN FORMA PARCIAL.
Hay un VIRUS en muchas iglesias; y nada que no sea formatear el equipo, humillarnos como pueblo de Dios y volvernos al Señor podrá solucionarlo.
Antes que sea demasiado tarde.
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