jueves, 28 de mayo de 2009

Que nos motiva seguir a Cristo?

SEGUIR POR SER LLAMADO
Mateo 4:18-20
Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.

Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.

Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.

Muchos de nosotros hemos venido a Jesús no por enfermedad u otro problema parecido, es decir muchos vienen a los pies de Jesús porque simplemente tienen la necesidad de que se les perdonen sus pecados, hay mucha gente que antes de recibir a Cristo en su corazon tuvieron vidas tranquilas, prosperas y sanas aunque realmente todos hemos venido a Jesús por un factor común llamado Pecado.

Muchos son llamados no solo a convertirse, sino a un liderazgo a una misión especial desde muy temprano.

SEGUIR POR CONVICCION
Lucas 5:1-11

También hay gente que ha seguido y siguió a Jesús por que fueron testigos de su poder y han podido vivir en carne propia un milagro de Dios y después de haber pasado por esa experiencia deciden seguir a Cristo

SEGUIR POR NECESIDAD
Marcos 3:7

Dios tiene una infinita misericordia, un eterno amor que nos cuida y nos protege y que nos suple todas y cada una de nuestras necesidades y a través de estas hermosas cualidades muchos han llegado y seguirán llegando a los pies de Cristo.

Muchos son los que a través de una necesidad han llegado a Dios y por eso muchos lo siguen por gratitud.

SEGUIR POR CONVENIENCIA
Juan 6:26

También durante los años la gente a intentado o intento seguir a Cristo solo por conveniencia, todos tenemos necesidades pero cuando la necesidad se vuelve el centro de nuestra vida y no Cristo hemos caído en un grave problema.

Mucha Gente sigue a Jesús solo para que la sane, los alimente, los cuide y los prospere económicamente entre otras muchas cosas, pero no lo siguen por amor, ni le dan la gloria debida a su nombre , recordemos siempre y vivamos bajo el principio bíblico de Mateo 6:33

SEGUIR POR EMOCION
Mateo 8:19

Hay muchos que seguimos a Jesús solo por emoción, vimos un mover de Dios o como suplió una necesidad en nuestra vida y prometimos seguirle y prometimos cosas sin ni siquiera pensar en el compromiso que estábamos haciendo. Dios demanda de nosotros un compromiso, demanda lealtad y muchas veces seguimos a Jesús solo por una emoción y cuando la emoción termina el compromiso también termina.

No es malo emocionarse por las cosas de Dios si no lo hiciéramos no seriamos seres humanos, lo malo es que solo vivimos en la emoción y no nos comprometemos a mantener una vida cristiana a largo plazo.

EL SEGUIR DE LEJOS
Marcos 14:51

Al igual que este joven de quien relata este versículo, muchos han sufrido penas por ser descubiertos “Seguidores de Cristo” y no penas por su fe, sino penas porque se sienten avergonzados de que se descubra que siguen a Jesús, que son cristianos, quieren seguir a Jesús de lejos donde nadie los vea y cuando son descubiertos corren como si estuvieran desnudos a causa de su vergüenza.

Todos estos ejemplos son para que nos identifiquemos y veamos que tipo de seguidor de Cristo soy.
  • ¿Por qué sigo a Cristo?
  • ¿Realmente lo estoy siguiendo?
  • ¿Lo sigo de cerca o de lejos?

El que yo este siguiendo, buscando a Cristo me llevara a algo, a ser su discípulo.

DISCIPULO.
Discípulo significa persona que recibe la enseñanza de un maestro.
¿Qué diferencia hay entre un discípulo y un seguidor?

Podemos seguir a Cristo sin convertirnos en sus discípulos, por ejemplo en nuestros tiempos muchos desean seguir a Cristo y van a la iglesia y leen la Biblia y hacen muchas cosas dentro de ella sin tener un compromiso real con Cristo.

Todos hemos empezado por seguir a Cristo, pero cuando hacemos un compromiso con el de vivir un vida conforme a su voluntad entonces damos el paso de convertirnos en discípulos de Cristo. Para ser discípulo de Jesús tengo que estar con el y recibir la enseñanza de el.

Muchos pasamos la mayor parte del tiempo en las actividades de nuestra congregación, estudios bíblicos, congresos, etc... Sin pasar unos minutos a solas con Jesús. Para ser discípulos de Cristo tengo que pasar tiempo con el y recibir su enseñanza Lucas 10:39

Analicemos el siguiente texto bíblico.
Marcos 3:13-15
1 Jesús fue al monte (Jesucristo paso mucho tiempo de su ministerio orando en el monte, aquí subió para pedirle al padre que le mostrara a quien tenia que llamar)
2 Llamo a los que el padre le indico y ellos respondieron al llamado.
3 Los escogió para que estuvieran con el.
4 Para enviarlos a predicar.
5 Les dio el autoridad para hacer su obra.

Durante el tiempo la iglesia ha confundido estas prioridades que Jesús puso, muchos quieren ir a predicar sin pasar tiempo primero con Jesús, quieren hacer milagros sin gastar tiempo con el y muchos se han ido a un de ministros y han dejado desamparada su familia sin ser llamados primero por Dios.

El discípulo de Cristo pasa tiempo con el, lo conoce, sabe como es su maestro, lo que le gusta y lo que le desagrada.

El ser discípulo de Cristo no es ir a una iglesia, leer la Biblia y cantar es mas que eso, es adoptar la forma de vida de su maestro.

Dios moldea el corazón del discípulo cada día, todos nosotros nunca dejaremos de aprender de Cristo todos tenemos un carácter, una forma de ser que Dios se encargara de cambiarla hasta formar a su hijo amado en nosotros, en nuestro ser interior si es que en verdad lo deseamos.

Recordemos a los primero discípulos del Señor, eran personas comunes, algunos de ellos talvez estudiados y otros no, pero Jesús se encargo de formarlos y de transformarlos también y no tomemos sus errores para justificarnos sino al contrario tomemos de sus errores como una advertencia para corregir los de nosotros.

Veamos por ejemplo a Simón Pedro, era una persona hasta agresiva como lo podemos ver en los evangelios, compulsivo y hasta arrebatado lleno de emociones contradictoria, a veces decía una confección de fe extraordinaria y luego decía cosas que el mismo Señor reprendía.

Pero comparemos a este Pedro con el de sus cartas, un anciano amoroso que manda someterse a toda autoridad, ya no es el Pedro que corto la oreja a un oficial, ahora es un Pedro diferente porque estuvo a los pies de Jesucristo.

Dios puede cambiarnos y puede hacer de nosotros unos verdaderos discípulos si nosotros en verdad lo deseamos, pero hay un precio tal vez para muchos muy caro y para otros no tan caro, pero recordemos lo que nuestro Salvador tubo que pagar por nosotros, comparémoslo y nos daremos cuenta que no es tan caro el precio que tenemos que pagar nosotros.

Bendiciones

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