CONFIANDO EN LAS PROMESAS DE DIOS
Por David Wilkerson.
Tanta angustia. Tanta aflicción. Tanta pena causada por enfermedades, dolencias y desastres. Tantos creyentes dolidos. Tantas personas pasando por crisis financieras. La Biblia nos dice,
“Muchas son las aflicciones del justo…” Sin embargo, la frase que sigue en este verso cambia todo el significado: “…pero de todas ellas lo librará Jehová” (Salmo 34:19).
David clamó, “Acuérdate, Jehová, de David y de toda su aflicción” (Salmo 132:1). Este hombre devoto enfrentó muchos problemas. Su oración fue, “Señor, tú has librado a otros de sus aflicciones. No te olvides de mí. Ayúdame, líbrame.”
El apóstol Pablo también soportó muchas aflicciones. El escribió, “El Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio [me dice] que me esperan prisiones y tribulaciones” (Hechos 20:23).
Pablo añadió, “que nadie se inquiete por estas tribulaciones” (1 Tesalonicenses 3:3). Él estaba diciendo, “Amados santos, no cuestionen porqué tengo que enfrentar tan grandes aflicciones. Estas cosas no hacen que yo cuestione a Dios.”
“Antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias” (2 Corintios 6:4). Note el énfasis de Pablo aquí: “en mucha paciencia.” ¿Ha estado usted perdiendo paciencia en su aflicción? ¿Se ha descorazonado hasta el punto de dejar a un lado su fe?
Un pastor y su esposa me escribieron, “Estamos tan descorazonados. Hemos sido maltratados y no nos han apreciado. Estamos financieramente devastados y vemos muy pocos frutos de nuestro trabajo. Hemos orado, hemos creído y nos hemos sujetado a la fe. Pero ahora estamos al final de nuestro aguante. No queremos dudar, pero necesitamos un milagro. Necesitamos por lo menos ver algo bueno para poder continuar.”
Cualquier palabra que pueda tener para animar al abatido parece inadecuada. Pero esto yo sé: servimos a un Padre amoroso y bueno. Su Palabra dice que él es tocado por los dolores de nuestras aflicciones. Y yo creo firmemente que aun ahora mismo, él está esperando que usted deje caer al suelo todos sus miedos, ansiedades, preguntas – todas sus preocupaciones y cargas – y que confíe que él lo librará, por la amorosa bondad que él tiene por usted.
Agárrese de las siguientes Escrituras, y deje que la fe se levante en su corazón. Dios no se ha olvidado de usted.
· Salmo 117:2: “Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya.”
· Salmo 119:76: “Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.”
· Isaías 54:7-8, 10: “Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.”
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