domingo, 31 de mayo de 2009

Nuestra consagracion es mas que un dia

Ahora, todas esas consideraciones son para establecer la realidad de la identidad y dominación del Nuevo Pacto. El Sábado - y si usted no escuchó el mensaje la semana pasada usted necesita escucharlo - es inseparable del Antiguo Testamento. La característica dominante del Antiguo Pacto era la ley del sábado que fue diseñada, como le dije la semana pasada, para detener a todo el mundo de sus actividades, hacer que dejaran de hacer lo que normalmente hacían, detener las rutinas normales de la vida, sentarse y reconocer su posición ante Dios. No era simplemente un día en donde se juntaban como tuviésemos un servicio religioso y cantar algunas canciones y tener un poco de comunión. No salían de sus casas. No acudían a ningún lugar; no se congregaban con alguien sino con la familia en la casa. Y la idea no era la de congregarse. La idea era de aislamiento.

Usted no podía tomar el día sábado y convertirlo en un día donde todas las personas se reunían. Porque si usted entiende la ley del sábado, nadie puede ir allí. Ahora, ustedes tiene algunas fiestas y días festivos y todo eso que llamaban sábados donde las personas se reunían en Jerusalén, por supuesto. Pero éstos eran los días, yo creo, no sólo para la contemplación de la grandeza de Dios, sino para el reconocimiento de que no sólo sería siempre y ha sido siempre y lo es hoy en día el séptimo día para recordar que Dios creó el universo en seis días, sino primordialmente para considerar su vida siendo medida contra la ley, y ver que usted se queda corto, y estaba diseñado para producir penitencia.

Y ¿recuerda lo que le mencioné esta mañana? Es decir si usted viviese en los tiempos del Antiguo Testamento y usted se inclinaba a la ley del Antiguo Testamento, usted sería confrontado con su pecado en cada momento. Cada sábado que pasaba, usted tenía que considerar su posición ante la ley de Dios al estar en su casa, y no podía hacer nada. Cada vez que usted hacía sacrificio, cada vez que un niño nacías, la madre tenía que ir después de 40 días y hacer un sacrificio, o después de 80 días si era una niña y luego hacer sacrificio. Cada niño que nacía, cada niño, tenía que circuncidarse. Una vez más, era un símbolo del pecado. Todo en esa le echaba en cara su pecado. ¿Por qué? Porque Dios quiere que los pecadores se lleguen al reconocimiento de su necesidad y se entreguen a su misericordia. Y ese era todo el punto. Y eso era todo el fundamento del Antiguo Pacto.

Ahora, ¿qué hace hoy? ¿Qué hace hoy? Jesús dijo esto en Juan 16. Cuando el Espíritu venga: “él convencerá al mundo de pecado y de justicia y”… ¿y de qué? “de Juicio”. Esa es la función única del Espíritu Santo en el Nuevo Pacto hacer la obra de convencer. Claro, la ley de Dios necesita ser proclamada, necesita ser predicada. La ley de Dios es igual. Es aún santa, justa y buena. Puede todavía, bajo el poder del Espíritu Santo, quitar la vida al pecador. Pero no hay en el Nuevo Pacto un símbolo externo de eso. No lo ay - no hay un reino teocrático en este punto en particular. No hay nación donde exista alguna clase de símbolo nacional o acontecimiento nacional. Nada de eso existe en la iglesia. Tenemos dos ordenanzas. Una es el bautismo, y eso celebra nuestra liberación del pecado. Y la otra es la comunión, y eso celebra nuestra liberación del pecado. No tenemos ninguna ordenanza dada por Dios que celebre nuestro pecado. El Espíritu Santo hace la obra de convicción.

De esta manera el Nuevo Pacto es único como un pacto superior, exportando del Antiguo Pacto las complejidades del sábado. E introducirlas en el Nuevo Pacto confundiría el carácter del Nuevo Pacto. Simplemente agrego como una nota al pie: En ninguna parte en toda la explicación del Nuevo testamento de la nueva vida existe un mandato para guardar el domingo. Además, nunca hace el Apóstol Pablo o cualquier otro escritor del Nuevo Testamento amonesta a las personas por violar el sábado. Y no hay ninguna instrucción o cualquier cosa que nos haga decir que guardemos el sábado. ¿No asumiría usted que en una iglesia gentil, si el día sábado debía ser apegado bajo los términos del Antiguo Pacto, en algún punto ¿alguien le hubiera dicho eso a los Gentiles? Nunca se hace. De hecho, se hace lo contrario. El Concilio de Jerusalén en Hechos 15 se asegura que usted no está obligado a imponer el Sábado a los gentiles.

Nada en el Nuevo Testamento, nada en las epístolas del Nuevo Testamento, se instruye a la iglesia a ninguna adherencia al sábado. Así que cuando usted mira el Nuevo Pacto, no existe. Y si fuera central para el Nuevo Pacto, tendría que estar allí. Y si los cristianos lo violasen, sería necesario que se les dijera. Déjeme decirle: Pablo no se molesta cuando encentra a cristianos en violación de algunas de sus responsabilidades cristianas. ¿Estaría de acuerdo con eso? Sus epístolas están llenas de confrontaciones acerca del pecado. Tome 1 Corintios, por ejemplo. Quiero decir que él simplemente va uno tras otro, tras otro al acusarlos de violar lo que honra a Dios. Repetidamente. Pero nunca en algún momento discute ningún tipo de violación relacionada a cualquier obligación del sábado. No existe. Es más, con todos gentiles convirtiéndose en el ministerio de Pablo, usted supondría en algún punto que él les diría recuerden, hermanos, sabemos que no es a lo que ustedes están acostumbrados pero guardamos el día de sábado como santificado. Nunca les dice eso. Nunca. Y la razón por la que no existe es porque no es un símbolo del Nuevo Pacto. Es un símbolo del Antiguo Pacto.

Bueno, eso se trata la primera categoría cuando usted responde a la pregunta de que si el sábado entra en la iglesia en el Nuevo Pacto. La primera, usted tiene que considerar el carácter del pacto. Y vamos a ver más acerca de eso. La segunda y la tercera categoría, usted tiene que considerar cómo Jesús trató con el sábado - eso es fabuloso, simplemente fascinante - y eso lo lleva a la narración de la vida de Jesús. Simplemente le daré una pequeña pista acerca de esto.

El conflicto número uno en la vida de Jesús fue su conflicto, el conflicto continuo con Jesús y los fariseos. Y el punto de ese conflicto era cómo Jesús trató con el sábado. Así que hay muchísima información sobre el Nuevo Testamento acerca de eso. Es excitante y dramático ver a Jesús chocar con los fariseos en el asunto del sábado. Esto será para la próxima vez. Y la tercera categoría, ¿qué dice la enseñanza del Nuevo Testamento acerca del sábado? Y vamos a averiguar eso. En lo que respecta al sábado. Pablo enseñó sobre eso. Su enseñanza es más clara que el agua. Y haremos eso después la noche del domingo. Pues bien, es casi como una clase de teología ¿no es así? Espero que si - es claro para usted.

Oremos…

Padre, de nuevo cómo la Palabra, tan rica y emocionante a nosotros, y nos sentimos como si – estuviéramos construyendo una pared ladrillo por ladrillo, la pared que constituye un sólido, sólido entendimiento de tu verdad. Te damos gracias, gracias por la gloria del Nuevo Pacto. Te agradecemos que nos hayas liberado de la esclavitud de la ley y de la maldición de la ley porque Jesús fue hecho maldición por nosotros. Qué gran verdad. Gálatas 3: “Maldito todo aquel” que infringe la ley. La quebrantamos. Pero Jesús fue hecho maldición por nosotros. Tú hiciste maldición, para poder salvarnos. ¿Qué gracia maravillosa es esto? Te damos gracias por eso. Y Señor, que podamos regocijamos y alabarte y te agradezcamos por las maravillas del Nuevo Pacto. Amén.

Este mensaje fue presentado en Iglesia Grace Community en la Ciudad de Panorama, California, por John MacArthur Jr. Es transcrito de la cinta, GC 90-223, bajo el título “The Sabbath Question: The Nature of the Old Covenant”.

Transcrito por Bonnie Frankfurt de Iglesia Grace Community Tomado de Bible Bulletin Board:

Traducido por Armando Valdez

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