UNA ADVERTENCIA TERRIBLE CONTRA EL DESOBEDIENTE Y AQUELLOS QUE ENSEÑAN FALSAS DOCTRINAS
El libro de Deuteronomio contiene una profecía sobre el ministerio de Jesucristo junto con una advertencia terrible contra aquellos que rehúsan a obedecer Sus palabras y aquellos quienes enseñan falsas doctrinas en Su nombre: “Profeta les levantaré [Jesucristo] de en medio de sus hermanos, como tu [Moisés], y pondré mis palabras en su boca; y Él les hablará todo lo que yo le mandaré. Mas cualquiera que no oyere mis palabras [oír atentamente y obedecer] que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta ” (Deuteronomio 18:18-19). ¡Está advertencia se aplica a cada ser humano, pero particularmente hacia aquellos que profesan seguir a Jesucristo!
El siguiente versículo pronuncia aun más severo juicio sobre aquellos que son maestros, o se declaran ser maestros, de la Palabra de Dios. Note la advertencia de Dios: “El profeta [cualquiera que está enseñando] que tuviere la presunción de hablar palabra en Mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos [falsas doctrinas pasadas como las verdaderas enseñanzas de Dios], el tal profeta morirá” (versículo 20).
¡Jesús Mismo, el profeta cual fue prometido de venir, repitió la misma advertencia! “Al que oye mis palabras, y no las guarda [no obedece], yo no le juzgo; porque no he venido [en ese tiempo] a juzgar al mundo, sino a salvar el mundo. Él que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue. La palabra [el mensaje entero--todas las palabras de Jesús] que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. Porque yo no he hablado por mi propia cuenta [Él no enseño nada de Su propia iniciativa], el Padre que me envío, Él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he hablar. Y sé que Su mandamiento es vida eterna” (Juan 12:47-50).
Dios Mismo inspiró a Jesucristo hablar estas palabras ye hizo que fueran preservadas para nosotros hoy. Cualquiera que con una actitud presuntuosa se levanta contra Dios y Su Palabra, por el uso incorrecto de las Escrituras y enseña falsas doctrinas, ya tiene el juicio de Dios pronunciado contra él. Hoy, las iglesias de Dios--y todos los que profesan ser cristianos en el mundo-- están siendo asaltados con falsas enseñanzas. Estas enseñanzas están siendo recibidas y aceptadas porque la gente no quiere aceptar doctrina firme. Ellos no se pueden mantener quietos y oír las palabras sanas de Jesucristo.
Esta condición de decadencia espiritual fue profetizada por el apóstol Pablo. “Porque vendrá tiempo [ese tiempo es ahora] cuando no sufrirán [no escucharán] la sana doctrina; sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias. Y apartarán de la verdad el oído [la Palabra de Dios es Verdad], y se volverán [del camino de el Señor] a las fábulas [doctrinas falsas]” (II Timoteo 4: 3-4).
Muchos en las iglesias de Dios hoy están siendo víctimas de este engaño. En el momento presente un gran número de miembros y ministros están siendo engañados con todo tipo de nuevas doctrinas. Aunque algunos han estado presentes y han servido en sus iglesias por muchos años, ellos no están espiritualmente fundados porque no han estado estudiando las Escrituras con diligencia.
Como resultado, mientras ellos piensan que pueden discernir verdad entre error, ellos están tristemente mal equipados para reconocer estas ingeniosas, sutiles, falsas doctrinas que suenan como si fueran verdad. Mientras ellos debieron de estar instruidos y fundados en las Escrituras, no lo han sido. Ellos han estado solamente siendo alimentados de la leche de la Palabra y en consecuencia se han mantenido en un estado de infancia espiritual. Como Pablo advirtió, “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño” (Hebreos 5:12-13).
SENTIDOS EJERCITADOS PARA EL DISCERNIMIENTO
Cristianos que no están espiritualmente maduros están preparados para ser llevados por doquiera de todo viento de doctrina. Ellos son como hojas secas, cogidas en un remolino de viento, girando y dando vueltas. Porque ellos no tienen conocimiento de su condición espiritual debilitada, es fácil ser engañados por falsas doctrinas que parecen ser correctas pero en realidad están en error. El engaño más ingenioso que Satanás ha inventado es la falsa doctrina que suena muy santísima y correcta.
Esto es lo que cristianos están afrontando hoy--muchas falsas doctrinas que son enseñadas con sutileza, también llamadas fábulas o mitos. No es suficiente proclamar que una doctrina es verdadera, o denunciar una doctrina como falsa. Aquellos que en verdad quieren seguir a Cristo necesitan estudiar doctrina firme y conocer y entender la Verdad y porqué es verdad. Y tenemos que saber y entender la falsa doctrina y porqué es falsa.
Si no somos capaz de discernir verdad entre error, seremos desviados del camino angosto de la Palabra de Dios, que lleva hacia la vida eterna. Para no seguir el camino ancho de destrucción, como muchos han hecho, necesitamos estar estudiando con diligencia la Palabra de Dios, siguiendo toda Su verdad fundamental y todas Sus reglas para discernir el verdadero significado de las Escrituras. Favor de leer los Catorce Puntos Para Estudio Bíblico en la próxima. Estos presentan un método de paso por paso, y sistemático para estudio Bíblico.
Pocos cristianos piensan de ellos mismos como estudiantes, pero cada verdadero cristiano es un discípulo de Jesucristo. La palabra “discípulo” quiere significar “aprendedor” o “estudiante”. Como estudiantes de Jesucristo, necesitamos diariamente estudiar Sus enseñanzas. No debemos de estar siguiendo las doctrinas y tradiciones de hombres, no importa cuán autoritarias parezcan ser. Ni tampoco debemos de basar nuestras creencias en comentarios Bíblicos u otros escritos de hombres. Debemos de seguir estrictamente la Palabra de Dios, tenemos que dividirla correctamente y trazarla con sabiduría. Solamente con esta manera de estudiar las Escrituras podremos llegar a un entendimiento completo de la Verdad.
Sabiendo que tenemos que empeñarnos en estudio profundo, de las Escrituras, habrá preguntas sobre que versión de la Biblia es mejor usar, especialmente para estudio doctrinal. Varias traducciones de las Escrituras están disponibles hoy para escoger, y nuevas versiones siguen siendo publicadas. Las versiones modernas serán muy atractivas porque son más fáciles para leer comparado a las anteriores que contienen expresiones y palabras arcaicas.
Cuando uno inicia un estudio de las Escrituras de cualquiera tópico doctrinal, debemos de examinar cada versículo y pasaje que tiene que ver con el tópico. Si el significado del texto está dudoso o el fraseo en español no está claro, será necesario a ser un estudio más profundo del lenguaje original, Hebreo o Griego, para poder determinar el significado preciso de las palabras originalmente inspiradas.
Este método nos dará un entendimiento claro de lo que la Biblia está actualmente enseñando y nos permitirá llegar a un entendimiento correcto de cualquier tópico doctrinal. Los Catorce Puntos Para Estudio Bíblico en la próxima proveerá un método sistemático para entender todas las doctrinas esenciales de las Escrituras--aun las más difíciles.
CATORCE PUNTOS PARA UN ESTUDIO BÍBLICO
1) Empiece con Escrituras que son fáciles de entender.
2) Deje que la Biblia se interprete y prueba a ella misma. No busque lo que quiera comprobar; busque lo que la Biblia enseña nítidamente.
3) Entienda el contexto del versículo--los versículos anteriores y posteriores, los capítulos anteriores y los que siguen. ¿El entendimiento suyo de algún versículo, armoniza con el resto de Biblia?
4) Estudie el lenguaje original, Hebreo o Griego. Nunca trate de establecer doctrina dogmática o enseñanzas por el uso de una concordancia. Puede que ayude en varias ocasiones, pero son limitadas.
5) Pregunte, ¿qué dice la Escritura claramente?
6) Pregunte, ¿qué es lo que la Escritura no dice?
7) Pregunte, ¿hacia quien fue escrito el libro?
8) Pregunte, ¿quién lo escribió?
9) Pregunte, ¿quién lo dijo?
10) Considere, ¿en qué periodo de historia fue escrito el libro? Contexto histórico.
11) No traiga su propia asunción personal e ideas preconcebidas en su entendimiento o conclusiones.
12) Siempre recuerde fundar su estudio en versículos de las Escrituras que ya entiende. ¿Qué es lo que sabe hasta este punto?
13) No formalice conclusiones basadas en verdades parciales o en información insuficiente, o las opiniones y especulaciones de otros.
14) Opiniones o convicciones personales, no importa cuán fuerte sean, no cuentan. Las Escrituras tienen que ser su norma y guía.
Este es el método completo de estudio Bíblico. Cuando empecemos un estudio de la Biblia, tenemos que siempre usar este método, junto con oración, confiando en Dios que nos guiara con su Espíritu Santo de Verdad. Sabemos que Él cumplirá Sus promesas de dirigirnos a TODA VERDAD, si estamos buscando con diligencia entender Su Palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario