“Tribulación, aflicción y sufrimiento parte del Verdadero Evangelio”
“Si sufrimos con El, también reinaremos con El”
Mucho de la confusión que existe entre sinceros creyentes que están en una constante búsqueda de agradar a Dios en sus vidas es el hecho de que se les predica el *hedonismo pintado de “cristianismo”.
Se les dice que el vivir sin dolor, sin sufrimiento, y en una constante búsqueda del placer, sin dolor, enfermedad, pobreza, es la perfecta voluntad de Dios para sus vidas…pero por el otro lado en sus vidas diarias se encuentran con tribulación, dolor, enfermedad, sufrimiento y muchas veces situaciones extremas que chocan con lo que se les ha dicho que esta fuera de la voluntad de Dios.
¿Cómo saber la verdad? Amado creyente, la única fuente autorizada para saber que es la voluntad de Dios, es la PALABRA DE DIOS, LA BIBLIA.
Y la palabra de Dios nos dice que no solo vamos a sufrir, sino que es necesario. Que la tribulación es parte de la vida del creyente, la aflicción y el dolor son rasgos del verdadero evangelio.
El creyente se pregunta: ¿Qué hice mal? ¿Que estoy haciendo mal? Yo te respondo: ¡nada! Estas caminando por el sendero correcto, estas caminando la vida cristiana en su máxima expresión.
En el libro de los hechos se nos dice que El instrumento de Dios para esparcir el evangelio fue la persecución.
Hechos 11:19
Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la
Persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta
Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a
Los judíos.
Leamos al apóstol Pablo en Romanos al decir que nada lo podía apartar de Cristo incluyendo tribulación, angustia, persecución, hambre, etc.
Romanos 8:35-39.
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Rom 8:36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.(B)
Rom 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Rom 8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
Rom 8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
El mismo apóstol les dice a los creyentes de Roma:
Romanos 12:12
Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
2Corintios 4:7 -10.
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
: 8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
: 9 perseguidos, más no desamparados; derribados, pero no destruidos;
: 10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.
2Corintios 4:16-18
Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
2Co 4:17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;
2Co 4:18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
El rasgo distintivo que caracterizaba el ministerio de Pablo era precisamente eso.
2Corintios 6:4 -10
Antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;
2Co 6:5 en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;
2Co 6:6 en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero,
2Co 6:7 en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra;
2Co 6:8 por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces;
2Co 6:9 como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos;
2Co 6:10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.
Colosenses 1:24 -29.
Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
Col 1:25 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios,
Col 1:26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,
Col 1:27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
Col 1:28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;
Col 1:29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.
Pablo entendía que era precisamente en las tribulaciones que Dios se hacía grande y le llenaba de Consolación.
2Corintios 7:4
Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.
Cuando las iglesias de tesalónica recibieron el evangelio lo hicieron precisamente bajo tribulación.
1Tesalonicenese 1:6
Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,
1Tesalonicences 3:2-4
y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe,
3:3 a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos.
3:4 Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis.
2Tesalonicenses 1:4 -5
Tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis.
1:5 Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.
En su primer viaje misionero el apóstol pablo y Bernabé exhortaron a los creyentes con estas palabras:
Hechos 14:22
Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.
Era algo de lo más natural enseñado a los creyentes después de su conversión.
De la misma manera cuando escribe a los hermanos de filipos y estando el encarcelado les escribe lo siguiente.
Filipenses 1:29 -30
Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,
30 teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.
No solo se nos ha dado el creer en Cristo sino padecer por él.
El escritor de hebreos les recuerda a estos creyentes judíos la manera en que recibieron y fueron compañeros de los mismos padecimientos.
Hebreos 10:32 -33
Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos;
:33 por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.
Efesios 3:13
Por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.
El apóstol Juan al escribir el Apocalipsis se presenta como copartícipe de aquellos que estaban (como él) en medio de tribulación.
Apocalipsis 1:9
Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
El mensaje a la iglesia de Esmirna
Apocalipsis 2:9
Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.
Razones por las que Dios nos pasa por tribulación, aflicción o sufrimiento.
1. PARA CONSOLAR A OTROS:
2Corintios 1:4
El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier
Tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
2. PARA PRODUCIR PACIENCIA Y ESPERANZA
Romanos 5:1-5
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
:3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
:4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
3. PARA SER PROBADOS
Apocalipsis 2:10
No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
1Pedro 1:3 -9
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
1Pe 1:4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
1Pe 1:5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
1Pe 1:6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
1Pe 1:7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
1Pe 1:8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;
1Pe 1:9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
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