TIPOS DE TEXTOS
Los numerosos manuscritos han sido catalogados y ubicados en lo que los especialistas llaman «familias de textos». Estas «familias» se formaron en relación con un centro importante de la cristiandad antigua: Alejandría, Antioquía, Constantinopla, Cartago y Roma. Las copias que se hicieron a partir de la primera copia de algún escrito bíblico que llegó a Roma reflejan características peculiares a ese importante centro. Y así sucede con el resto de lugares claves. Así tenemos las siguientes familias de textos:
1. Texto Alejandrino
Sus características son la brevedad y la austeridad. Esto es, el Alejandrino es generalmente más corto que otras clases de texto, y no exhibe el grado de pulidez gramatical que caracteriza al tipo de texto Bizantino y en menor grado al tipo de texto Cesariense. Los dos principales testigos del tipo de texto Alejandrino son:
El códice Vaticano y
El códice Sinaítico
2. Texto Occidental
Este tipo de texto era corriente en Italia, Galia, África del norte y otras partes, incluido Egipto. Puede también retrotraerse hasta el siglo segundo. Utilizado por varios de los padres como fueron Cipriano, Tertuliano, Ireneo, y Tatiano, su presencia en Egipto está demostrada por dos papiros: El papiro 38, cerca del 300 después de Cristo y el papiro 48, cercano al final del siglo III.
Los manuscritos griegos más importantes que representan el tipo de texto Occidental son:
El códice Bezae, del siglo V o VI, que contenía Evangelios y Hechos.
El códice Claromontanus, del siglo VI, que contenía Epístolas Paulinas y,
El códice Washingtonianus, del final del siglo IV, que contenía desde Marcos capitulo 1, versículo 1 hasta el capitulo 5, versículo 30.
De igual manera, las viejas versiones latinas son testigos notorios del tipo de texto Occidental, y se encuentran dentro de grupos principales, tales como las formas africana, italiana e hispana del texto latino antiguo. La característica principal del tipo de texto Occidental es su intensa paráfrasis (comentarios).
3. Texto Cesariense
Parece haberse originado en Egipto. Está respaldado por el papiro Chéster Beatty 45. Fue traído quizá por Orígenes a Cesarea, donde fue utilizado por Eusebio y otros. De Cesarea fue llevado a Jerusalén, donde fue usado por Cirilo y por armenios que en épocas tempranas tenían una colonia en Jerusalén. Los misioneros armenios llevaron el tipo de texto Cesariense a Georgia, donde influyó en la Versión Georgiana, como también en el manuscrito griego del siglo IX, el códice Korideti.
Parece, pues, que el tipo de texto Cesariense tuvo una larga y accidentada carrera. De acuerdo con los puntos de vista de la mayoría de eruditos, se trata de un texto oriental, y está caracterizado por una mezcla de lecturas occidentales y alejandrinas.
4. Texto Bizantino
Lo caracteriza por aparecer completo y con mucha lucidez. Este tipo de texto, fue llevado a Constantinopla, donde fue distribuido ampliamente a través de todo el Imperio Bizantino. Su mejor representante hoy es el códice Alejandrino y la gran masa de manuscritos minúsculos. Así, durante el período transcurrido entre el siglo VI hasta la invención de la imprenta en el siglo XV, el tipo de texto Bizantino fue reconocido como el texto autorizado, fue el de mayor circulación y el más aceptado.
Este es el texto del NT más fidedigno que conoce la historia del cristianismo, ha sido llamado a través de la historia con seis nombres diferentes:
Texto Bizantino
Texto Imperial
Texto Tradicional
Texto de la Reforma
Texto Mayoritario
Texto Recibido o Textus Receptus, el nombre más común que se le dio al texto
universal del NT a partir de finales del siglo XVI.
TEXTOS GRIEGOS
El primer NT griego impreso fue preparado por sabios españoles en 1514, bajo el patrocinio del Cardenal Cisneros. Su preparación tomó casi diez años y fue publicado junto con el AT. Tomó el nombre de “Biblia políglota complutense”, por estar en varias lenguas y haber sido publicada en Alcalá (Complutum, en latín). El AT se imprimió en tres columnas asociadas con el texto hebreo, la Vulgata latina y la versión griega de los Setenta. El NT aparecía en griego y latín. Sin embargo, esta no fue la primera edición griega del NT que vio la luz pública. Su publicación sólo se autorizó a partir de 1520.
El Textus Receptus o Texto Recibido
Mientas tanto el holandés Erasmo de Rótterdam (1469-1536) publicó por lo menos cinco ediciones del texto griego del NT en 1516, que fue todo un éxito editorial. El texto griego de Erasmo tuvo mucha importancia. Lutero y los traductores de los siglos XVI y XVII, como Reina y Valera (español), Almeida (portugués), y la traducción al inglés de la versión de King James, utilizaron el texto de Erasmo. Estéfano publicó otras cuatro ediciones en los años de 1546 al 1551. Teodoro Beza también publicó diez ediciones. Esta familia de Textos griegos se conoce con el nombre de Textus Receptus o más bien para nosotros Texto Recibido. Así se le llamó a la edición del Texto griego hecha por los hermanos Elzevir en el año de 1633, quienes escribieron en la presentación de su publicación la frase: “Así que aquí tenéis el texto ahora recibido por todos (Textum ab Ómnibus Receptum) el cual te damos con nada cambiado o corrompido” De aquí viene el término Textus Receptus. Esta versión griega del NT y sus subsecuentes ediciones fueron ampliamente difundidas, reconocidas y aceptadas como el texto normativo de la iglesia protestante.
Pablo Besson, misionero suizo muy documentado en esta materia, afirma que el TR sirvió de base para traducir el NT de la versión llamada Peshitta. Esta versión fue hecha alrededor del año 170 de la era actual. Este dato envuelve extraordinaria importancia en lo que se refiere a la antigüedad del TR. A la versión Peshitta siguieron la Itala, la Vulgata y otras, traducidas todas del TR. El Dr. Wilkinson nos dice que el primer editor del TR fue Luciano de Antioquía, en el siglo III, quien sacó a muchos de la incertidumbre en que se hallaban por causa de las ediciones y comentarios bíblicos del filósofo Orígenes. El editor parisino Robert Etienne (Stephanus, en latín; 1503-1559) usó el texto de Erasmo para su edición griega del NT al cual introdujo por primera vez al aparato crítico (lista de «variantes»), y la división en versículos, que seguimos utilizando hoy.
El Textus Críticus o Texto Crítico
Los británicos B. F. Westcott (1825-1901) y F.J. Hort (1828-1892) publicaron una edición reconstruida del texto griego del NT que alcanzó reconocimiento internacional. Este trabajo fue realizado durante el siglo XIX. El texto griego de Westcott y Hort fue apenas variado por Nestle y, partiendo de éste, se elaboró el NT Griego, publicado por las SB. Éste en cuya edición colaboró incluso Carlo Martini, un (prelado católico).
Según confesión de los propios Westcott y Hort, la base de su texto griego del NT es, fundamentalmente el contenido en los manuscritos conocidos como Sinaítico y Vaticano. Los defensores de las nuevas versiones bíblicas insisten en la antigüedad y exactitud de estos dos manuscritos que, supuestamente, justificarían alteraciones del texto bíblico.
E. Nestle (1851-1913) elaboró el moderno TR en su NT griego publicado en 1898, que realmente es más bien ya el TC. En efecto, Nestle utilizó el texto griego producido por Westcott y Hort, comparándolas con un gran número de variantes de otros manuscritos neotestamentarios. Este trabajo fue complementado por su hijo E. Nestle (1883 1972) y por K. Aland, quienes se unieron posteriormente. La edición del NT griego, que lleva su nombre (Nestle-Aland), revisado y actualizado con el estudio de los papiros y manuscritos recientemente descubiertos, ha llegado a ser el texto base de numerosas traducciones modernas del NT.
Naturalmente, al examinar siquiera sucintamente estos datos surge una serie de preguntas obligadas. ¿Por qué Westcott y Hort prefirieron el Sinaítico y el Vaticano como base de su texto del NT griego en lugar del TR? ¿Qué les llevó a tomar una decisión así que contradecía la lógica, el conocimiento y la historia del cristianismo a lo largo de casi dos milenios? ¿Se trató de un simple error? ¿De mera ignorancia combinada con buena fe?, la elección de Westcott y Hort fue consciente pero no se basó en la ignorancia, sino en motivaciones mucho más turbias y peligrosas.
LA CRÍTICA TEXTUAL vs. EL TEXTO RECEPTUS
El Textus Receptus es un texto mayoritario, más antiguo y más fiable:
Frente a las penosas características que padecen los manuscritos Sinaítico y
Vaticano, el TR del NT presenta unas notas de enorme interés.
1. El TR es un TM. Algo más del noventa y cinco por ciento de los manuscritos del NT que han llegado hasta nosotros coinciden con el TR.
2. El TR es un texto más antiguo. El TR no sólo es anterior al Siglo IV (siglo en que se redactaron el Sinaítico y el Vaticano) sino que sirvió de base para las primeras traducciones del NT a lenguas vulgares y fue el citado por los primeros autores cristianos, los denominados Padres de la Iglesia.
Los ejemplos que se pueden mencionar al respecto son innumerables y tenemos que limitarnos a unos pocos nada más. Baste decir que la Peshitta realizada en torno al 170 d.C.; es decir, unos dos siglos antes del Sinaítico y del Vaticano utilizó el TR; que la iglesia gala del sur de Francia (177 d.C.) utilizó el TR. Y que la Versión itálica (250 d.C.) se valió del TR.
Ya más adelante, en pleno siglo IV, el TR siguió siendo preferido a textos como el Sinaítico o el Vaticano que ya existían. Así la versión gótica (siglo IV) se valió del TR; el Códice W de Mateo (siglo IV-V) reprodujo el TR y el Códice Alejandrino (siglo V) sigue el TR.
No menos significativo es el caso de las citas del NT contenidas en los escritos de los Padres de la Iglesia. Éstos pese a citar de memoria no pocas veces siguen de manera aplastante el TR. Por ejemplo, el texto de 1 Timoteo 3:16 donde se afirma que "Dios fue manifestado en la carne" es citado de la misma manera por Ignacio, Bernabé e Hipólito (siglo II), Diodoro de Tarso (m. 370), Gregorio de Nisa (m. 394), Juan Crisóstomo (m. 407), Atanasio y Eutalio (siglo V), y un largo etcétera, ni uno sólo de los Padres de la Iglesia se opone al texto como aparece en el TR.
De 254 manuscritos griegos, 252 presentan el término "Dios" como en el TR; dos leen "hos" (el cual) y ni uno contiene "Cristo" como la Versión Popular.
3. El TR es un texto más fiable. De todo lo anterior se desprende, de manera lógica, que el TR es un texto mucho más fiable que el elaborado por Westcott y Hort a partir del Sinaítico y del Vaticano. Con el TR coincidieron las citas del NT contenidas en los Padres de la Iglesia y en los leccionarios, pero además también sirvió de base ya desde el siglo II para las traducciones del NT a lenguas vulgares. No sólo eso. El TR fue asimismo la base para la inmensa labor en favor de la difusión y lectura de la Biblia que se inició a principios delsiglo XVI. Fue el texto utilizado por la Biblia Políglota Complutense publicada en Alcalá de Henares, España en 1522 y, posteriormente, por las traducciones bíblicas de Lutero al alemán (1522), de William Tyndale al inglés (1525), de Oliveton al francés (1535), de Coverdale al inglés (1535), de Matthews al inglés (1537), de Taverners (1539), de Ginebra (1557-60), de Reina al castellano (1569), al checo (1602), de Diodati al italiano (1607) y del Rey Jaime al inglés (1611).
El TR constituyó la base asimismo para las ediciones del NT griego realizadas por Erasmo (1516), Stephanus (1546-51), Beza (1598) y Elzevir (1624).
Que así fuera tiene una lógica indiscutible. Los eruditos, los reformadores, los teólogos que no pocas veces tuvieron que arriesgar su vida y sus bienes optaron siempre por el TM, el TR, como base para su estudio, su enseñanza y sus traducciones del NT. A fin de cuentas, ése era el texto que contaba con el apoyo prácticamente unánime de la cristiandad, al menos, desde el siglo II.
El abandono del Texto Mayoritario
La primera de ellas es el abandono del TM también conocido como Texto recibido o TR del NT y su sustitución por un TC, este constituye actualmente la base para traducir el NT en casi cualquier lengua sea quien sea quien realice la traducción. Así además de servir para la VP, y la NVI, ha sido utilizado por versiones católicas como la Biblia del Peregrino (1993) o la Biblia de la Casa de la Biblia (1993).
Las dos ediciones manuales más populares del texto griego hoy, la Nestle- Aland y la de las SBU realmente varían poco del texto de Westcott y Hort
El Sinaítico y el Vaticano son textos corruptos
Para empezar, hay que señalar desde el principio que tanto el manuscrito Sinaítico como el Vaticano constituyen textos del tipo que suele denominarse corrupto. Con esto se quiere indicar que no sólo constituyen obras incompletas, sino que además han sido objeto de alteraciones que invalidan sustancialmente su valor
Por mencionar sólo algunos datos al respecto debe señalarse que el Vaticano omite toda la I carta a Timoteo, toda la segunda carta a Timoteo, toda la carta a Tito, casi todo el Génesis (Génesis 1 a 46:29), extensas porciones de Samuel, Reyes, Nehemías, los últimos doce versículos del Evangelio de Marcos, la oración de Jesús en la cruz pidiendo el perdón de sus enemigos, la agonía de Jesús en Getsemani, los últimos cuatro capítulos y medio de la carta a los Hebreos, treinta y tres de los Salmos y un largo etcétera. Sin embargo, añade libros apócrifos como Tobías, Judit o la historia de Bel y el dragón, todos ellos, por cierto, contenidos en la VP Dios habla hoy. Asimismo en Job presenta adiciones en unos 400 versículos de acuerdo a las enseñanzas de un discípulo del hereje Marción.
En relación con el TR, omite al menos 2.877 palabras, añade 536, sustituye 935, cambia de lugar 2.098 y modifica 1.132. En total contiene 7.578 divergencias.
Su importancia, sin embargo, es enorme ya que unas nueve décimas partes de las alteraciones del NT griego en relación con el TR derivan de este manuscrito.
En el caso del Sinaítico, el carácter de texto corrupto no es menor. De hecho, nos encontramos con un documento en el que realizaron modificaciones no menos de diez escribas diferentes a lo largo de un periodo no inferior a setecientos años.
Como señaló Tischendor, su descubridor, el Sinaítico contiene no menos de 14,800 alteraciones. No es extraño, por lo tanto, que sólo en los Evangelios omita unas cuatro mil palabras, añada unas mil, y cambie de lugar y altere otras tres mil.
Además de esto contiene unas mil quinientas lecturas que no aparecen en otros manuscritos. En relación con el TR, las diferencias llegan casi a la cifra de nueve mil, prácticamente una por versículo. Como en el caso del Vaticano, las omisiones son asimismo frecuentes. Carece de los finales de Marcos y de Juan; de treinta y nueve palabras en Juan 19:20-1, de veinte palabras en Juan 20:5-6; de diecinueve palabras de Marcos 1:32-4; de catorce palabras en Marcos 15:47; de pasajes como Juan 5:4; Mateo 16:2-3; Romanos 16:24; Marcos 16:9-20; I Juan 5:7; Hechos 8:37; Génesis 23:19-24, 46; Números 5:27-7:20; I Crónicas 9:27-19:27, etc.; de libros como Éxodo, Josué, I y II Samuel, I y II Reyes, Oseas, Amós, Miqueas, Ezequiel, Daniel y Jueces. Sin embargo, añade apócrifos como Bel y el Dragón. Tobías y Judit, todos ellos presentes en la VP Dios habla hoy.
Señalemos finalmente que además el Sinaítico y el Vaticano ni siquiera son coincidentes entre sí. El Vaticano contiene cerca de ocho mil alteraciones y el Sinaítico cerca de nueve mil en relación con el TR pero esas variaciones ni siquiera son las mismas en los dos manuscritos. De hecho, el Sinaítico y el Vaticano discrepan entre si no menos de una docena de veces por página.
Ciertamente, analizado desde un punto de vista meramente científico y racional, resulta obvio que pretender fundamentar una versión adecuada del NT griego correcta sobre manuscritos tan cargados de deficiencias resulta menos que aceptable. De hecho, constituye un disparate sin paliativos.
El Sinaítico y el Vaticano son textos tardíos
Además de corruptos, tanto el Sinaítico como el Vaticano son manuscritos que, en comparación con el TR, no sólo no resultan antiguos sino modernos. Pertenecientes ambos al siglo IV, resultan posteriores a diversas traducciones anteriores de la Biblia, a veces, incluso en dos siglos que partieron lógicamente no del Sinaítico y del Vaticano sino de textos del NT griego más antiguos
El Sinaítico y el Vaticano son textos minoritarios
Al hecho de ser textos corruptos y tardíos, el Sinaítico y el Vaticano añaden otra circunstancia negativa no menos importante. Nos referimos al hecho de que el Sinaítico y el Vaticano encuentran un apoyo mínimo dentro del conjunto de manuscritos del NT griego que han llegado hasta nosotros. De hecho, sólo menos de un cinco por ciento de los 5,309 manuscritos que contienen, en todo o en parte, el texto griego del NT coinciden, siquiera parcialmente, con el texto del Sinaítico o Vaticano. Para colmo, como ya indicamos, ni siquiera estos dos manuscritos son totalmente coincidentes entre si, ya que el número de discrepancias existentes entre el Sinaítico y el Vaticano resulta espectacularDiferencias entre el Texto Mayoritario y el Texto Minoritario
La edición de 1985 el Nuevo Diccionario Bíblico de Samuel Vila y Santiago Escuaín afirma que el grupo más aceptado en la actualidad es el Egipcio (El Texto Alejandrino) (Pág. 1144). Lo que equivale a decir que el texto más aceptado por los escolares para las nuevas versiones y revisiones de la Biblia hoy en día es el Tm (Texto minoritario), no el Mayoritario. Veamos un resumen de las diferencias entre estos dos grupos.
El códice Vaticano omite gran parte de los pasajes bíblicos que a la iglesia de Roma le ha convenido suprimir.
En numerosos pasajes el manuscrito repite palabras y frases consecutivas. Una
muestra del descuido y la desidia con que fue copiado. Es más fácil encontrar dos versículos consecutivos en los que estos manuscritos (Vaticano y Sinaítico) difieren que dos en los que concuerden”.
El Dr. C. V. Manzanares dice que "ni uno solo de los padres de la Iglesia se opone al texto del NT como aparece en el TR.” David Otis Fuller afirma que las más de 86,000 citas que hacen los padres de la iglesia concuerdan con el TR. A pesar de esto el Tm es el más aceptado hoy en día.
Se cree que estos dos manuscritos (el Vaticano y el Sinaítico) fueron revisiones de los escribas egipcios que se basaron en el TM. Así acomodaron la Biblia a las exigencias de las creencias filosóficas muy difundidas en Alejandría en aquella época.
¿Por qué, si estos dos manuscritos que sólo coinciden en un 5% con la granmayoría de los más de 5,000 manuscritos existentes, y el TR que coincide en más del 90% de los casos con todos los manuscritos que se conocen, se ha de descartar el TR y adoptar el Tm como el "más aceptado en la actualidad?” La respuesta, según C. V. Manzanares, está en la gran influencia que ejercieron dos exégetas y miembros del comité revisor de 1870, que además fueron los autores del texto griego que ha servido de base para el que hoy tenemos de Eberhard Nestlé y Kurt Aland. Estos exégetas fueron Brook Foss Westcott y Fenton John Anthony Hort. Estos hombres fueron ocultistas, aceptaron las teorías de la evolución de Darwin, y negaron la inerrancia y la infalibilidad de las Escrituras. Pasaron del liberalismo modernista al ocultismo; se convirtieron en abiertos enemigos de la Palabra de Dios. Hicieron su propia versión del texto griego, la que luego utilizaron Nestlé y Aland para revisarla y hacer la edición del griego de la que se ha valido la editorial Clie para publicar el NT Interlineal Griego -Español.
Cabe señalar aquí que el Dr. Henry Morris, fundador del Instituto del Creation Research, ha aseverado que Eberhard Nestlé y Kurt Aland, al igual que Westcott y Hort, eran partidarios de las teorías de la evolución, y que Nestlé y Aland se contaban entre los teólogos escépticos de Alemania.
En su libro Una Historia Comprensible de la Biblia, Samuel Gipp hace mención de por lo menos ocho miembros del comité revisor, sin contar a Westcott y Hort, que negaban la inerrancia y la infalibilidad de la Biblia.
1 comentario:
Me gustaria saber en que se basa para hacer las siguientes afirmaciones:
“Estos exégetas fueron Brook Foss Westcott y Fenton John Anthony Hort. Estos hombres fueron ocultistas, aceptaron las teorías de la evolución de Darwin, y negaron la inerrancia y la infalibilidad de las Escrituras. Pasaron del liberalismo modernista al ocultismo; se convirtieron en abiertos enemigos de la Palabra de Dios. Hicieron su propia versión del texto griego, la que luego utilizaron Nestlé y Aland para revisarla y hacer la edición del griego de la que se ha valido la editorial Clie para publicar el NT Interlineal Griego -Español.
Claro usted cita de otros, pues que argumentos citan esos eruditos para decir que eran ocultistas, evolucionistas y que no creían en la infalibilidad de la Biblia
Generalmente atacar a las personas es una técnica de quien no tiene otros recursos.
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