viernes, 6 de mayo de 2016

Precisiones bíblicas

Precisiones Bíblicas
Anthony F. Buzzard



Los gnósticos creían que todos éramos “almas” preexistentes temporalmente atrapadas en cuerpos, cuya deseaban ser liberadas de estos cuerpos, para que pudiéramos "ir a casa" en el cielo, de dónde venimos.
La historia de la Iglesia muestra que la iglesia del segundo siglo luchó contra este flagrante Gnosticismo. Pero la verdad fue que a pesar de sus pretensiones e intenciones, permitió a través “de la puerta trasera” elementos gnósticos muy paganos cual creían haber excluido. Así que hoy en día la doctrina del alma inmortal, cual nos hace pensar que los muertos realmente están vivos sin cuerpos, prevalece como un dogma incuestionable en muchos círculos. De la misma manera himnos cristianos y la oración y canciones populares están entrelazadas con un lenguaje engañoso de "ir a casa," volando hacia el cielo, dejando esta tierra hacia nuestro destino final.
Todo esto no suena como Jesús en absoluto. Muchos estudiosos, entre ellos el Obispo N. T. Wright, se quejan del paganismo que erróneamente llamamos Cristianismo.
Ningún lenguaje de “ir al cielo cuando morimos” refleja a Jesús. Aunque muchos profesan ser seguidores y amadores de Jesús, su lengua cotidiana nos dice otra historia.
Recientemente en un crucero me encontré con un léxico Griego estándar en la biblioteca del barco. Tomándolo de la estantería me dirigí a la definición de la palabra "tierra" en griego, que es una palabra de dos letras escrita "ge" (pronunciado en el griego moderno "ge", proveniente de geografía, el estudio de la tierra). Esta palabra significa simplemente "el mundo, la tierra" y como señala el diccionario, significa "la tierra en oposición a los cielos." 


Los amantes de Jesús muestran hasta donde la tradición les ha movido el corazón de él cuando constantemente hablan y cantan sobre el "cielo", como nuestro objetivo. En vano mi primo, el Profesor J.A.T. Robinson, dijo desde Cambridge: "En la Biblia, en ningún lugar es el cielo el destino de los muertos." ¡La opinión popular es desenfrenada tanto por los eruditos, así como por el mismo Rabí Jesús! Jesús habla siempre de la recompensa cristiana y destino como el "mundo": “De que manera grandiosa serán los humildes felicitados, ellos recibirán la tierra/el mundo como herencia." (Mat 5:5). La Good News Bible pierde esa preciosa promesa de una manera muy injusta e imprecisa parafraseando las palabras de Jesús: "Bienaventurados los humildes, ellos heredarán lo que Dios les ha prometido." ¡De la claridad brillante, "el mundo, la tierra", a una vaga esperanza!
Amar a Jesús incluye amar lo que dijo, sus palabras. De lo contrario, podríamos ser justamente acusados por él con “labios vacíos de servicio”. "Me llaman Rabí y señor," dijo Jesús, "y hacen bien" (Juan 13:13). Pero, ¿“hacemos bien", si no aprendemos a pensar y hablar como el rabino que proclamamos como Señor? Es el Gnosticismo, una filosofía pagana, la fuente real de la lengua dentro y fuera de la iglesia, ¿o es Jesús? 
Lo que constantemente decimos nos enseña a pensar de una cierta forma. Lo que decimos será copiado por nuestros hijos. Sólo cuando el lenguaje de Jesús sobre el Reino de Dios que viene sobre la tierra es reintegrado y se encuentra en los labios de los cristianos, la lección se hará aprendida. Mientras tanto, esta revista perseverará, impávidamente, intentar que “sonemos como Jesús."

Apocalipsis 5:10 y Mateo 5:5 bien podrían ser colocado en el refrigerador hasta que aprendamos a seguir a Jesús en su pensamiento y hablar. Mejor aún, nuestros cantantes y escritores talentosos prestarían sus dones a la producción de letras y bellas melodías, celebrando las verdades gloriosas de Mat 5:5 y Ap. 5:10, e incluso, con cierta ingenuidad creativa, Mat 19:28 "ustedes que me han seguido: Cuando el mundo renazca, se sentaran en tronos para administrar las 12 tribus de Israel.” Él no estaba hablando de tocar un arpa en una nube, ni, con Billy Graham, de “pulir arco iris, tendiendo jardines y preparando platos celestiales.” Jesús, por supuesto, también dijo: “El que se avergüenza de mí y de mis palabras, yo avergonzará de él cuando vuelva" (véase Marcos 8).

Sin duda necesitamos una nueva tradición de palabras bíblicas en nuestras canciones y sermones. Tenemos que suavizar el lenguaje del dicho "cuando fui salvo" (aunque no es mal) y prestar atención también a los textos como Rom 13:11, "nuestra salvación está ahora más cerca que cuando inicialmente creímos" (y no ¡"más atrás de nosotros"!). La salvación es sobre todo en el futuro en el NT. Es la meta de nuestra lucha cristiana actual.

Juan 3:16 es un texto hermoso, por supuesto, pero por si solo vago y no claro, si no es apoyada por el resto de lo que Juan escribió y el resto de lo que Jesús dijo. Jesús también dijo: "el que oye mi palabra y cree al que me envió..." ha pasado de muerte a la vida, de la oscuridad a la luz. Pero, ¿qué significa eso? ¿Qué es "mi palabra"?

Si uno está leyendo "mi palabra" en el sentido de un mensaje sólo sobre la muerte de Jesús por los pecados y de su resurrección, uno no está entendiendo a esto texto y muchos otros. Para averiguarnos sobre “la palabra, Evangelio" que Jesús predicó y pidió creer, tenemos que ir a Mateo, Marcos y Lucas. En Mateo 13:19, nos dice que "la palabra" es "la palabra acerca del Reino de Dios." Este es el tema critico—el Reino de Dios, cual es exactamente el mismo que el Reino de los Cielos (todos ellos basados en Daniel 7: 14, 18, 22, 27). "El que oye mi palabra," por lo tanto significa "el que escucha, entiende, cree y obedece a mi evangelio/Mensaje/Palabra sobre el Reino de Dios.”

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