El lastre adventista
Yo, Wolfgang Streich, luego de haber nacido en una familia Adventista de 3º generación, y haber sido miembro por 21 años, y pastor de Misión Global por casi 5 años, creo firmemente, luego de varios años de haber dejado la denominación, que la Iglesia Adventista nunca va a cambiar. Seguirá siendo un 80 % evangélica y cristiana, pero un punto teológico afectará siempre a otros puntos, como la levadura leuda la masa, y eso siempre traerá problemas más serios.
La escatología adventista es ultra recalcitrantemente disparatada, gracias a los dos aspectos que yo considero la desvían de la Verdad: La doctrina de que Cristo entró en el lugar Santísimo en el cielo el 22 de octubre de 1844 para realizar un “Juicio Investigador”, y todo lo demás fundamentan en la infalibilidad papal de la profetiza Elena de White.
Todo lo demás, la justificación, la santificación y la glorificación está llena de un Adventismo-centrismo aberrante que contradice la verdad fundamental del Evangelio: Solo Cristo – Cristo es el centro del todo.
Esto va a continuar así posiblemente para siempre, hasta que Cristo venga en Gloria y Majestad. Es muy humillante para cualquier Adventista Histórico reconocer que su iglesia estuvo equivocada durante más de una centena de años.
El último año de mi ministerio en la iglesia Adventista (1998) llegó a nuestro campo con bombos y platillos el libro del Dr. Samuel Koranteng Pipim, “Recibiendo la Palabra”. Ese fue el toque final para que yo decidiera salir del Adventismo. Allí se presenta la postura de que los que dejamos de creer en Elena de White, y en la doctrina del Santuario, que somos unos “liberales” de la escuela de la “alta crítica” y que así como dejamos de creer en las “doctrinas distintivas” tampoco creemos en la fidelidad de la Biblia. ¡Eso es una falacia!… ¡Eso es una falacia!… ¡Eso es una falacia! Al dejar la iglesia Adventista Histórica, fue cuando mejor pude estudiar la Biblia, con una lupa, sí, con una lupa para ver a profundidad lo que dice el texto, y con un borrador, para borrar las estupideces que me enseñaron, y con auriculares, para no escuchar la voz de las teorías humanas, sino solo la voz de Dios.
Por eso, no soy Adventista del 7º día, Histórico. No creo en la dirigencia de los Adventistas del 7º día. Son todos dominados por una ciega pasión, temiendo modificar una coma o una tilde a las posturas históricas de la Sra. Elena White, a pesar de que muchos saben que cosas hay en juego detrás de todo esto.
Aseguro categóricamente que las escuelas Adventistas, los colegios y Universidades dirigidos por la Denominación han perdido el rumbo. Más que crear espacios plurales de pensamiento, han creado sistemas de estructuras mentales por los cuales los jóvenes Adventistas están determinados a creer solo en lo que enseña la denominación, sin tener la más mínima posibilidad de diferir ni de comparar sus creencias con las de otros.
Mi anhelo y mi oración son por los Adventistas, que están adentro de la organización. Tanto por los miembros como por los líderes. Solo un milagro puede abrir sus mentes. Solo un milagro los sacará del Obscurantismo en que está toda esta organización de cerca de 15 millones de personas.
Muchos me dirán. Pero ¿No tiene acaso la iglesia Adventista las mejores universidades del mundo? ¿No es la iglesia una de las de mayor crecimiento? ¿No ve nuestros sanatorios? ¿Y nuestras casas editoras? ¿No es eso señal de que Dios nos está bendiciendo?
Yo solo respondo: ¿No tienen los testigos de Jehová un crecimiento similar, y casas editoras similares? ¿No tienen los mormones templos suntuosos en cada barrio del planeta tierra? ¿No tiene el consumismo catedrales para sus millares de fieles en cada ciudad (shopings, discotecas, y supermercados)? Acaso ¿Dios no los está bendiciendo a ellos también?
El hace llover sobre justos y sobre injustos. El da el sol a buenos y malos. Pero al final no contará ante el Trono de Dios el tener tantos colegios, tantos sanatorios, tantas universidades, o tantos seguidores. La pregunta será “¿Qué has hecho de Jesús el Cristo?” Y “¿Qué has hecho con mi Palabra?”
“Si alguno le añade algo, Dios le añadirá las plagas descritas en este libro. Y si alguno quita palabras de éste libro de la profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, descritos en este libro” Ap 22:18 19
Entrevista a Wolfgang Streich(Ex Adventista del Séptimo Día)
¿Cuáles son sus antecedentes o vínculos con la iglesia Adventista?
En primer lugar quisiera explicar que soy un ex adventista, fui estudiante graduado de uno de los mayores seminarios teológicos Adventistas, y también trabajé abriendo obras nuevas en distintos lugares de Argentina y Paraguay. Nací en una familia Adventista y la mayoría de mis familiares son de esta denominación. Aprecio a muchas personas que son miembros de esta iglesia aunque disiento profundamente con su teología y el rumbo que como denominación están llevando.
¿Cree usted que la iglesia Adventista tiene enseñanzas no ortodoxas, que tienden hacia un alejamiento de los principios de la fe evangélica?
Definitivamente creo esto. Muchos años pensé que los adventistas estaban en un proceso de maduración, y que pronto dejarían como denominación a un lado las enseñanzas de la historia denominacional que no tenían fundamento bíblico seguro. Esto pensaba yo hace unos 15 años atrás. Pero esto no ocurrió sino todo lo contrario.
Pienso que aunque muchas doctrinas de la iglesia Adventista tienen raíces protestantes, estas se alejan completamente del principio Sola Scriptura, dado que cada vez es mayor el apego de los dirigentes a proteger a toda costa su identidad especial basada en los supuestos escritos inspirados de la fundadora del movimiento Elena de White. Tras esto los principales teólogos actuales incentivan un creciente adoctrinamiento Whitesista a todos los miembros distribuyendo de forma casi gratuíta una colección de 11 libros de esta autora.
¿Cuál cree Ud. que es la doctrina que más se aleja del evangelio de Cristo?
Un aspecto que considero muy peligroso es el que los Adventistas predican un evangelio que mezcla aspectos del antiguo pacto con los del nuevo, tanto en lo que se refiere al descanso sabático, como al tema de los alimentos impuros. Pero más peligrosa es su interpretación de las profecías de Daniel y Apocalipsis, enseñando que su denominación es la “iglesia remanente del tiempo del fin”, y que en el cielo Cristo entró el 22 de octubre de 1844 en el lugar Santísimo, para realizar un juicio de los cristianos, para verificar quienes son “los cristianos verdaderos” en base a la ley de los 10 mandamientos.
Aunque la iglesia Adventista afirma creer en la doctrina de la Justificación por la fe, en realidad ellos predican una fe caracterizada por la obediencia de las leyes del pacto Mosaico. Por lo tanto su predicación no está centrada en el evangélico de Cristo, sino en la observancia del Sábado, y la adhesión a la única iglesia verdadera, que es según ellos la suya.
¿Cuán peligrosas piensa que son las enseñanzas de la iglesia Adventista?
Todas las sectas son extremadamente peligrosas ya que están fuera del camino verdadero de la vida. Como toda secta, el propósito de la Iglesia Adventista del séptimo día no es predicar a Jesucristo, sino predicarse a si misma. No trata de presentar el evangelio de Jesucristo, sino de presentarse a sí misma como el único remedio, y el ámbito exclusivo del remanente fiel de la iglesia de Jesucristo, donde las demás presuntas presentaciones del evangelio, son solo partes de una iglesia apóstata, y así mostrar que no hay fidelidad ni salvación posible que no sea perteneciendo a este grupo.
¿Cuál es la postura oficial de los evangélicos referente a la iglesia Adventista?
Miembros representativos de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial (AEM) se reunieron del pasado 5 al 10 de agosto de 2007 Las dos organizaciones realizaron unas conclusiones del encuentro que se han plasmado en una declaración conjunta:
COINCIDENCIAS TEOLÓGICAS
Las dos instituciones compartieron una “gran medida de cuestiones y acuerdos teológicos”, dijo Ángel Rodríguez, director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Iglesia Adventista. De hecho, los participantes adventistas se adhirieron a la Declaración de Fe de la AEM, que se centra en la Biblia como la Palabra de Dios, la persona de Jesucristo y su obra de salvación, la justificación por la fe, la oración, la conversión, la santificación y la Segunda Venida de Cristo.
Por lo tanto, se aceptó por ambas partes sin duda alguna la autoridad y la supremacía de la palabra de Dios, la Trinidad, las naturalezas divinas y humanas de Cristo, la salvación por la fe en Cristo solamente, la importancia de la oración, la conversión personal, y la santificación, y la esperanza de la segunda venida de Cristo y del juicio final. Hubo también acuerdo acerca de no fijar nunca una fecha concreta con respecto al segundo advenimiento.
Y LAS DIVERGENCIAS
Según relata el informe se hallaron también significativas áreas de desacuerdo entre las dos organizaciones, fundamentalmente en relación con las enseñanzas adventistas del juicio previo al advenimiento, el papel y la autoridad de Elena G. de White y el sábado como día de reposo para los cristianos.
Por ello, y a pesar de las antes mencionadas coincidencias, estos puntos de divergencia se consideraron lo suficientemente importantes como para no poder estar vinculadas en ningún aspecto religioso las entidades representativas de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial.
¿Puede Ud. agregar algún otro aspecto relevante para los lectores?
En primer lugar debo agradecer por esta entrevista. Quiero aclarar que un grupo de pastores ex adventistas, actualmente miembros de iglesias evangélicas en diversos países del mundo estamos orando por los miembros de la iglesia Adventista. Jesús vino a traer gran luz a los que estaban en tinieblas. Y deseamos que esa luz llegue a nuestros hermanos y familiares con quienes anteriormente teníamos compañerismo. Hay muchos datos que los líderes de los adventistas ocultan a sus miembros sobre Elena de White. Hay muchos textos fuera de contexto de la Biblia que son enseñados, sin una correcta exégesis y una aberrante hermenéutica.
Deseamos que estos hermanos, como dice el texto bíblico, puedan entender el cambio radical que trajo Jesús, y las irreconciliables diferencias entre el Nuevo Pacto y el antiguo. Las enseñanzas de Jesús no eran tan solo un remiendo que se iba a aplicar al sistema religioso judío. Es inútil tratar de entretejer las buenas nuevas del Reino con las desgastadas observancias de la ley judía. El intento actual de la iglesia adventista de unir lo nuevo con lo viejo da como resultado que “el vestido está por romperse” y “los odres están a punto de reventarse”. Creo que solo un milagro puede traer al verdadero evangelio a los adventistas del 7º día. Estamos orando por ese milagro.
1 comentario:
que buen reportaje ojala algun dia cambien de parecer ests sectarios ,,sigams orandopor ellos
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