LA PROMESA DE DIOS A ABRAHAM
Mario A. Olcese
El propósito de este estudio es el de aclarar en lo que se basa el reino de Dios. Hay personas que han dicho que el reino de Dios es la iglesia (¿Cual de ellas?). O que el reino de Dios está en tu corazón. Estas ideas parecerán absurdas cuando usted entienda en lo que verdaderamente está basado el reino de Dios.
Preste atención especial a las palabras claves como “promesa” y “herencia.” El concepto empieza con las promesas que Dios le hizo a Abraham en Génesis 12:3, Génesis 13:14-15 & Génesis 17:7-8. Estas promesas también fueron hechas a Isaac (Génesis 26:4) y a Jacob (Génesis 28:14) los cuales son el hijo y el nieto de Abraham. Estos tres también son conocidos como los patriarcas.
Génesis 12:3 “Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Esto es una referencia al Mesías (Jesús). Dios le prometió a Abraham que a través de su descendencia vendría alguien por el cual el mundo sería bendecido (salvo). Pablo lo confirma en Hechos 3:25-26: “Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. A vosotros primeramente, Dios habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese.”
La segunda promesa tiene que ver con la tierra. Las familias que serán bendecidas son las familias de la tierra. Y es en la tierra que las familias serán bendecidas. Dios específicamente le promete a Abraham la tierra (o nación, como se le refiere en algunos casos) como su herencia.
Génesis 13:14-15: “Y Jehová dijo a Abraham: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.”
Génesis 17:7-8: “Y estableceré mi pacto entre mí y tu, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, en pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti la tierra que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.” El Mesías vino a confirmar y a proclamar las promesas hechas a Abraham, Isaac y a Jacob. Esta es la razón por la cual Jesús vino. Como consecuencia de su muerte nuestros pecados son perdonados (somos bendecidos), y a través de su gobierno como nuestro rey en la tierra (La segunda venida de Jesús), Abraham y sus descendientes (los resucitados en Cristo) heredarán la tierra como su heredad perpetua.
Romanos 15:8: “Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para CONFIRMAR las promesas hechas a los padres.” ¿Qué promesa? Que Abraham y sus descendientes serían herederos del mundo.
Romanos 4:13: “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la PROMESA de que sería HEREDERO DEL MUNDO, sino por la justicia de la fe.” ¿Qué vino a proclamar Jesús? El reino de Dios.
Lucas 4:43: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.” Como pueden ver, Jesús vino a confirmar las promesas que Dios hizo a Abraham y a proclamar el reino de Dios, Jesús está proclamando lo que vino a confirmar.
1 Corintios 6:9: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?” A Abraham se le prometió que él heredaría el mundo. En el versículo arriba dice que los injustos no heredarán el reino de Dios. La palabra clave es “heredar.” Heredar el reino de Dios es heredar el mundo. El reino de Dios es el mundo bajo el gobierno de Dios a través de Su Mesías, Jesús. El reino de Dios = Las promesas que Dios le hizo a los patriarcas. Entrada al reino de Dios es la meta cristiana. Este es el galardón que Dios le ha prometido a los seguidores de Cristo.
Gálatas 3:29: “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.” ¿Que promesa? Que Abraham y su descendencia serían herederos del mundo.
Romanos 4:13: “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.” Se supone que nosotros heredemos el mundo junto a Abraham. Por nuestra fe en Cristo estamos considerados descendientes de Abraham y herederos de la misma promesa. Con Cristo como nuestro rey, reinaremos en la tierra.
Apocalipsis 20:4 dice: “Y vivieron y reinaron con Cristo por mil años.” ¿Dónde reinaremos con Cristo? Apocalipsis 5:10 nos dice la respuesta: “Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.” El reino de Dios es el tema de la Biblia entera. Empezó con las promesas que Dios le hizo a Abraham. Cada profeta ha tenido que decir algo de este tema. Dios a través de los profetas añadió mas detalles hasta que Jesús llegó para confirmar y proclamar el reino de Dios, no solamente a los judíos, sino al mundo entero (bendiciones, Génesis 12:3).
Abraham y sus descendientes nunca han poseído el mundo. Ellos todos murieron en fe (Hebreos 11:13), por eso es que habrá una resurrección, para que las promesas de Dios sean cumplidas. ¿Cuándo sucederá la resurrección? En los últimos días de este siglo, en la venida de la nueva era (que se inaugurará en el regreso de Jesús). Es aquí cuando Abraham y sus descendientes serán herederos del mundo.
Lucas 20:35: “Mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos.” Juan 11:23-24: “ Jesús le dijo: ‘Tu hermano resucitará.’ Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.”
Resumen – La historia del hombre y la mujer empezó en la tierra con Adán y Eva. Ellos la corrompieron por su desobediencia a Dios. El mensaje del reino de Dios empieza en Génesis y termina en el Apocalipsis. Es el plan de Dios de salvación para la raza humana devolviendo al hombre y a la tierra a su condición original. En las páginas 15 y 24 de la Nueva Biblia Americana verán un resumen excelente: “El plan de salvación pronosticado por los autores sagrados, detallado y explicado por ellos, es hallado como la verdadera palabra de Dios en los libros del Antiguo Testamento.
El propósito principal en el cual el antiguo pacto fue dirigido fue para preparar para la venida de Cristo, el redentor de todos y el del reino mesiánico, para anunciar esta venida mediante la profecía. Otro tema importante en predicación profética es el mesianismo. Dios castiga la infidelidad a Su pacto. Israel ha sido humillada por sus pecados. Pero en alguna fecha futura el reino de Dios en la tierra será restaurado.
El vicegerente de Dios, el Mesías, ungido de una dignidad majestuosa, reinará en ese reino. Usted debe de prestar atención a esta expectación mesiánica en la literatura hebrea. Esto es necesario para entender la literatura del Nuevo Testamento, la cual ve el cumplimiento de esta profecía mesiánica en Jesús de Nazaret. En otras palabras, el movimiento del Nuevo Testamento es el cumplimiento de la Biblia hebrea. Jesús de Nazaret proclama que él es el Mesías prometido (ungido) rey venidero, para estabilizar el reino (reinar, gobernar) de Dios, por el cual el Antiguo Testamento predico.”
Así que ¿Por qué hay personas que piensan que nuestro premio es el cielo? Esta idea vino a través de la influencia de la filosofía griega sobre la iglesia primitiva del segundo, tercer y cuarto siglo. Existe un documento mencionado al final, que trata específicamente con la muerte. Una vez que usted entienda en lo que está basado el reino de Dios (las promesas hechas a los patriarcas), entonces usted verá fácilmente el error en creer que el reino de Dios es la iglesia, o que está en su corazón.
Este documento es el principio de la enseñanza mas importante del mundo. Hay muchos versículos para estudiar y muchos más para aprender acerca de la enseñanza más importante de Jesús.
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