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sábado, 5 de noviembre de 2016

Un Divino "Nuevo Orden Mundial"

Un Divino “Nuevo Orden Mundial” con Gente Recta:
por Mario A. Olcese



En el Salmo 37 encontramos hermosos versículos que nos hablan de una tierra “nueva” en donde las cosas malas del pasado habrán desaparecido por completo. Veamos algunos pasajes:
Verso 9: “Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra”.
Verso 11: “Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz”.
Verso 22: “Porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos”.
Verso 29: “Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella”.

El hijo del rey David, Salomón, dijo: Proverbios 2:21: “Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella”. Proverbios 10:30: “El justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra”. Notemos que el sabio Salomón afirma que los rectos, justos y perfectos habitarán la tierra, y no serán removidos de ella. Esto es muy interesante, dado que la teología tradicional ha enseñado lo contrario, diciendo que los hombres justos y rectos serán removidos de la tierra al cielo para vivir como angelitos alados, y tocando un arpa celestial.

Pero, ¿quiénes son los perfectos? La Biblia responde a esta pregunta muy directamente. En una ocasión Jesús les dijo a sus discípulos: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48). Aun Jesús Cristo, el Hijo de Dios, hará de la tierra su habitación, pues él mismo es el más grande justo de todos los tiempos. Dice la Biblia que Jesús era un hombre justo en Mateo 27:19,24; Lucas 23:47; Hechos 7:52; 22:14. También se afirma que los cristianos son justos, y en consecuencia, son ellos los que heredarán la nueva tierra de justicia en el reino de Cristo (Romanos 3:26; 5:19).

El Reino de Dios es Básicamente para los Desposeídos del Mundo:

Es lógico suponer que los ricos no se interesen por un mundo de justicia y de prosperidad para todos, ya que ellos tiene todo lo que alguno quisiera tener ahora. Ellos no tienen mayor necesidad material o espiritual, pues se creen los amos y señores del mundo. Dice Santiago 2:5 que “Dios escogió a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido a los que le aman”. También encontramos la sentencia de Jesucristo para los ricos de este mundo: “¡Cuán difícilmente entrarán al reino de Dios los que tienen riquezas!” (Lucas 18:24).

De modo que aquí tenemos que el reino o gobierno de Cristo, en la era venidera, estará compuesto mayormente por personas que hoy no tienen casi nada, y que no han recibido, probablemente, una educación formal en un colegio, o en alguna universidad. Recordemos que los discípulos de Cristo estaban constituidos por gentes iletradas, o del vulgo, pero que aceptaron la esperanza del reino o gobierno de Cristo como un niño acepta una promesa o un regalo. Dice Jesús: “De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.” (Lucas 18:17). Hoy las naciones ricas explotan a las pobres otorgándoles préstamos que se les hacen imposibles de pagar. Éstas sólo pueden pagar parte de los intereses, que de hecho ya son altos. Los gobernantes no tienen la posibilidad de lograr el contentamiento de sus gobernados, pues tienen que destinar la mayor parte de sus ingresos al pago de la deuda externa. Siempre habrá inconformidad e insatisfacción dentro de cualquier nación del mundo donde pesa la deuda externa.

Un Mensaje Poco Popular:

El mensaje de Cristo sobre un reino en la tierra, con un rey que viene del cielo para regir el mundo desde Jerusalén, no es creído tan fácilmente. Y es que después de haberse enseñado por siglos una doctrina totalmente distinta, y fuera de este mundo, a las personas se les hace difícil aceptar una doctrina que concentra las esperanzas cristianas en la tierra. Para esas personas, nuestra propuesta cristiana sabe a “judaísmo” y no a “cristianismo ortodoxo”. Pero los tales se olvidan que Cristo era un Judío, e igualmente todos sus apóstoles. La primera iglesia en Jerusalén era judía, y aun las Escrituras Hebreas que se usaban y se usan aún hoy son precisamente eso---Hebreas.

Incluso el Nuevo Testamento fue escrito mayormente por Hebreos, con excepción del evangelista Lucas. La Salvación Viene de los Judíos: Sí, los “antisemitas cristianos” debieran recordar lo dicho por el mismísimo Jesús, su Señor y Maestro: “Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos” (Juan 4:22). Esta es una crucial declaración de nuestro Señor Jesucristo que ha sido ignorada por el catolicismo romano y por algunas denominaciones protestantes.

Los católicos, por muchísimos siglos, han mantenido una posición antisemita, o antijudía, persiguiendo y matando a miles de Judíos en Europa y cerrando los ojos ante la barbarie Nazi de la Segunda Guerra Mundial. Los católicos ahora piden perdón por su ignorancia pasada contra los judíos, aunque en la práctica no llegan a entender que al pueblo Hebreo Dios le ha prometido la tierra santa, y no a los árabes (Génesis 12:3, 13:15;15:18; 21:10). Ahora los católicos, a través de su representante, el Papa, están impulsado hacer de Jerusalén una ciudad dividida o internacionalizada para que sea gobernada por árabes y judíos por igual, ignorando así las Palabras de Dios sobre el asunto.

En Romanos 11:1,2 el Hebreo Pablo afirma que Dios no ha rechazado a su pueblo al cual conoció primero. Estas son sus palabras: “Digo, pues: ¿ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No a desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció...” Además, él mismo afirmó: “Que son israelitas, de los cuales son (no “eran”) la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas” (Romanos 9:4).

Por otro lado, Pablo sostiene que el actual estado de incredulidad hacia Cristo de los judíos tiene como fin el ingreso de los no judíos al pueblo de Dios. Los que desecharon a Jesús son reemplazados por los cristianos gentiles o no judíos, y de ese modo el pueblo de Dios es un pueblo mixto de creyentes que han aceptado el evangelio salvador de Cristo. No obstante, el apóstol Pablo sigue afirmando que el árbol de olivo, que representa al pueblo Hebreo, y su rica savia, que representa los pactos y promesas de Dios, “nutren” a los gentiles y no al revés (Romanos 11:17-25).

Las promesas judaicas serán también compartidas por los creyentes que no son judíos, porque han creído en Cristo y en su evangelio del reino. Leer también Efesios 2:11-19 para hallar más luz sobre este tema profundo. Yo espero que el Espíritu Santo pueda guiar al lector de este estudio para que comprenda el plan de Dios. Si, el pueblo Hebreo o llamado también Judío o israelita, tiene una preferencia o predilección de parte de Dios. Pablo vuelve a decir: “Así que en cuanto al evangelio, son enemigos a causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres” (Romanos 11:28).

¿Quiénes son los padres? La respuesta es que son los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, y también David. A Abraham, Dios le dijo que él sería bendición para toda la humanidad (Génesis 12:1)---¿Cómo? A través de su simiente o descendencia. Sí, Abraham procrearía un hijo, el cual, a su vez, procrearía a otro hasta llegar a Jesucristo, el hijo de la promesa final. A Abraham Dios le promete, además, darle una tierra, la cual sería la sede de su reino---el reino milenario de Dios (Génesis 13:15;15:18; 1 Crónicas 28:5). Sí, Dios le dijo a Abraham que tendría un hijo especial que sería para la bendición del mundo entero. Este hijo sería un gobernante o soberano mundial que traería la justicia y la paz nunca antes vistas por hombre alguno.

Es por eso que Mateo comienza su evangelio diciendo que Cristo es hijo de Abraham e hijo de David, pues de ambos desciende. Nótese que desciende de un rey---¡David! Eso quiere decir que Cristo es de linaje real, un hombre noble, un príncipe heredero del trono de David, por ahora suspendido. Así como Jordania tiene un rey o una monarquía real, así también lo tendrá Israel cuando regrese del cielo el heredero del trono de David, el Señor Jesucristo (Léase Mateo 25:31,34).

Si, Israel será nuevamente un estado monárquico con Cristo a la cabeza de su reino restaurado. Usted Puede ser Un Hijo de Abraham: Si usted se hace judío espiritual por medio de convertirse en un hijo adoptivo de Abraham por la fe en Jesucristo, usted será un protagonista en el gobierno mundial y milenario de Cristo. Este es su potencial como un hijo de Dios y el propósito de su vida en Cristo. Dice Pablo en Gálatas 3:16,29: “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa”.

Y también Pablo dice: “Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham” (Gálatas 3:7,9). Sí, usted puede ser un hijo de Abraham, y ser bendecido con él de las promesas de Dios. Recuerde que Dios le prometió a Abraham lo siguiente: “Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre” (Génesis 13:15).Y como ya vimos en Gálatas 3:16,29, la descendencia principal y singular es Cristo.

Por tanto Abraham y Cristo heredarán el mundo. También dice Pablo de Jesús: “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe” (Romanos 4:13). No obstante, si usted es un cristiano (de Cristo), y cree en el mensaje del evangelio del reino, usted es constituido inmediatamente en otro hijo de Abraham, y también en hijo de Dios y con iguales derechos que Cristo para heredar las promesas de la herencia del mundo.

Dice Pablo al respecto: “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” (V.R.V. 1960) (Romanos 8:17). Si mi amigo, ni Jesús, ni nosotros, viviremos en el cielo con Jesús. Lo que la Biblia en verdad enseña es que viviremos en esta tierra hecha nueva, con Cristo y los salvos, es decir: Los que han creído en Cristo y en su evangelio del reino, y han hecho de éstos, el objeto o la razón de su existencia. Cristo y su iglesia están llamados a regir el venidero mundo de justicia, cuando se reinaugure el gobierno o reino de Dios en la tierra, al regreso de Cristo a la tierra con gloria y poder desde los cielos. Este es el destino final de los elegidos de Dios---¡No una estada eterna en el cielo!.

miércoles, 26 de octubre de 2016

¿Cuál es el lugar que Jesús está preparando?

¿CUÁL ES EL LUGAR QUE JESÚS ESTÁ PREPARANDO?
Mario A. Olcese



He aquí una concienzuda y reveladora explicación de un texto que ha sido malcomprendido. ¿Acaso dijo Jesús que irían al cielo los cristianos? Muchos en la actualidad creen que Jesús le dijo a sus discípulos que los cristianos pasarían la eternidad en "moradas" celestiales. Ellos citan Sus palabras encontradas en Juan 14:1-4. ¿Acaso Jesús quiso decir que nuestra recompensa sería una morada en el cielo?

¿Cuál es la Casa del Padre?

En la casa de su Padre, dijo Jesús con toda claridad, hay muchas "moradas". Si no fuera así, continuó, Él nos lo hubiera dicho. El vocablo griego vertido al castellano como "morada", significa también habitación, aposento, un lugar de alojamiento, una cámara. Así, en la casa del Padre hay un número de habitaciones, aposentos o cámaras. Pero, ¿cuál es la casa del Padre? ¿Qué es lo que la Biblia dice ser la casa del Padre?

Cuando en cierta ocasión Jesús entró en el templo de Jerusalén, al ver que los Judíos vendían allí dentro palomas y ganado, les dijo: "Quitad de aquí esto, y no hagáis de la CASA DE MI PADRE casa de mercado" (Juan 2:16). Aquí se encuentra una sencilla definición de lo que es la casa del Padre. Más aun, el templo de Jerusalén era el tipo terreno (Hebreos 8:5) de la casa del Padre en el cielo. Lucas 19:46 e Isaías 56:7 también citan al Señor quien se refirió al templo con las siguientes palabras: "Mi casa es casa de oración..."

Así, el templo de Jerusalén en los días de Cristo era un tipo de la casa del Padre en el cielo. Pero, ¿tenía el templo muchas "moradas" o aposentos? ¡Ciertamente! En Jeremías 35:2 leemos: "...Habla con ellos, e introdúcelos en la casa del Eterno, en uno de los aposentos...". En el versículo cuarto del mismo capítulo, notamos que diferentes aposentos estaban asignados a personas de diferente rango. Hanán, varón de Dios, tenía su aposento o habitación "junto al aposento de los príncipes, que estaba sobre el aposento de Maasías ... guarda de la puerta".

Los varios aposentos o "moradas" corresponden con la jerarquía de las personas que los ocupan. Cada aposento del templo--un tipo de la casa de Dios-- designaba no tan sólo la residencia de cada funcionario, sino que también indicaba su posición o colocación fuera este guarda de la puerta o un príncipe. Aun el comentador bíblico, Adam Clarke, anota en su comentario: "Nuestro Señor hace referencia aquí al templo, el cual se llamaba la casa de Dios, en cuyos atrios se encontraban un gran número de cámaras. Véase también 1 Reyes 6:5; Esdras 8:29 y Jeremías 36:10.

No Es el Cielo

En ninguna parte dice la Biblia que el "cielo" es la casa del Padre. ¡La casa del Padre está siendo construida EN el cielo, pero no está situada en el cielo! En ninguna parte dice que el cielo tiene "moradas". El antiguo tabernáculo que Moisés construyera constaba de dos compartimientos, el interior, llamado Lugar Santo, era una reproducción exacta del trono de Dios--del cielo mismo. No tenía moradas. Léase Hebreos 8:5 y 9:1-7 para enterarse de cómo es el cielo. No, Jesús no se estaba refiriendo al cielo. Él hizo referencia a un lugar que estaba siendo preparado en el cielo.

¿Cuál es el lugar que Está siendo Preparado? Consideremos ahora el resto de la conversación que tuviera Jesús con sus discípulos. Jesús dijo: "...voy, pues, a preparar lugar para vosotros..." Por las Escrituras aprendemos que Jesús se fue al cielo a la diestra del Padre, donde está actuando como nuestro "Sumo Sacerdote" (Hebreos 9:11). ¿Comprende usted lo que esto significa? Otro deber del Sumo Sacerdote es la preparación de un lugar para cada uno de nosotros tal como Jesús lo prometiera a sus discípulos. La preparación de cada lugar se está efectuando en el cielo, pero Jesús no dijo que esos lugares eran una parte del cielo. La esposa prepara los alimentos en la cocina, pero los alimentos no son una parte de la cocina. Puesto que el cielo. el lugar donde está situado el trono de Dios, carece de aposentos o moradas, ¿cuáles son los "lugares" que están siendo preparados? ¿Nos dice la Biblia qué es lo que se está preparando?

Existen solamente dos versículos en la biblia que nos dicen lo que está siendo PREPARADO. El primero se encuentra en Mateo 25:34. Aquí Cristo dijo: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo". El otro texto se encuentra en Apocalipsis 21:2: "Y yo Juan vi la santa ciudad la nueva Jerusalén, descender DEL CIELO, de Dios, dispuesta (preparada) como una esposa ataviada para su marido".

El templo de Jerusalén que existía en los tiempos de Jesús, era un tipo del reino de Dios y de la Nueva Jerusalén. La Biblia dice que los únicos lugares que están siendo preparados son el Reino de Dios y la Nueva Jerusalén. Siendo que es el Reino y la Ciudad Santa los que finalmente son preparados para todos nosotros, entonces, entonces lo que Jesús está preparando para cada uno de los verdaderos cristianos, necesariamente tiene que ser el cargo (posición) en el reino y en la nueva ciudad, Jerusalén. Ahora es claro porqué Cristo se refirió al templo como un ejemplo del Reino de Dios y de la Nueva Jerusalén.

El templo tenía aposentos que servían como oficinas para los varios residentes con diferentes posiciones o rangos. De la misma manera, cada uno de nosotros tendrá su lugar personal o posición en la Ciudad Santa, de acuerdo a qué tan eficientemente hayamos usado los talentos que se nos han sido dados por Dios. Entre más se venza en esta vida, más honorable será nuestro lugar en la Nueva Jerusalén y más importante y responsable será la posición que ocupemos en el reino.

¡La Casa del Padre Desciende a la Tierra!

Apocalipsis 21:2 prueba con toda claridad que la Ciudad Santa---la casa del Padre, o su hogar, puesto que Él la hará su Futura residencia (Apocalipsis 21:3 y 22:3)--- es una de las cosas que Jesús está preparando ahora en el cielo. Dios el Padre y Su Hijo le han estado dando forma, ya que lo que el Padre hace, el Hijo hace lo mismo (Juan 5:19). Puesto que la ciudad desciende del cielo es allí en el cielo donde se está preparando, tal como Jesús dijo que lo haría.

Nótese también, que la ciudad desciende del cielo. Nótese también que No dice que nosotros iremos al cielo. Veamos ahora lo que la Biblia dice acerca del Reino que está siendo preparado en el cielo, y que vendrá a la tierra. Jesús se fue de regreso al cielo a recibir el reino (Lucas 19:12). Él ha de estar preparándolo a la vez que está ocupando el puesto de Sumo Sacerdote. Puesto que el Reino está siendo preparado para que todos nosotros lo heredemos, entonces el lugar en particular que cristo está preparando para cada uno de nosotros tiene que ser nuestra propia posición u ocupación en ese reino.

Lugar significa posición, ocupación, rango, a la vez que sitio geográfico. Nuestro lugar o posición en el gobierno de Dios dependerá del puesto (ocupación, empleo) que ocuparemos. Cristo tiene el primer lugar, puesto que Él es el Rey de reyes. Todos nosotros ocuparemos lugares secundarios, posiciones inferiores bajo su autoridad. El Reino de Dios es el gobierno de Dios, cuyos miembros irán a nacer de Dios. Al ser nacidos de Dios quiere decir que todo el reino, viene a ser la familia de Dios. "...el que no naciere de agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios." (Juan 3:5).

Esta es la razón por la cual Jesús usó el antiguo templo como un tipo físico de la familia espiritual o del Reino de Dios. Ahora se está haciendo más obvio el por qué nuestro lugar o posición en el gobierno de Dios ha tenido que ser preparado en el cielo por el mismo Jesús. No podíamos haber recibido el Espíritu Santo, el único medio por el cual podemos entrar en el reino, hasta que Cristo ascendiera al cielo (Juan 16:7). La manera como Cristo prepara nuestro lugar o posición en el reino es siendo nuestro Sumo Sacerdote, intercediendo por nosotros y dándonos el Espíritu Santo.

Los lugares y posiciones---las responsabilidades de la ocupación---están siendo preparadas a la vez que nosotros somos adiestrados y educados para ocupar dichos puestos. Jesús, como nuestro Sumo Sacerdote, ha estado llamando, justificando, y perfeccionando a cada uno de nosotros para su Reino, y así cuando el Reino de Dios venga a la tierra (Mateo 6:10), cada una de sus posiciones o puestos estarán debidamente preparadas para ser ocupadas por cada uno de nosotros.

Si Cristo no estuviera en el cielo actuando como nuestro Sumo Sacerdote, el reino no estaría preparado. No habría nadie capacitado para ocupar sus diferentes posiciones. Volveré Otra Vez Cristo tenía que irse al cielo, pero antes de partir Él dijo: "Y si me fuere y os preparare lugar, VENDRÉ OTRA VEZ, y os tomaré a mi mismo, para que DONDE YO ESTOY, vosotros también estéis." (Juan 14:3). ¡Aquí tenemos la promesa de Jesús de que Él volvería otra vez! Jesús volverá del cielo en la nubes. Nosotros iremos a encontrarle en el aire (1 Tesalonisenses 4:15-17). En este tiempo Jesús nos dará a cada uno nuestra posición o responsabilidad en el reino, de acuerdo con lo que hagamos con lo que se nos ha dado.

Algunos recibirán una recompensa en oposición pequeña por no haber crecido espiritualmente como deberían haberlo hecho. Estúdiese la parábola en Lucas 19:12-27. Una vez que hayamos recibido nuestras responsabilidades, descenderemos juntamente con Jesús al monte de los Olivos en ese mismo día. Este día es el mismo en que Cristo vuelve a la tierra, no en el que regresa al cielo (Zacarías 14:4). ¡El viene a establecer el Reino sobre la tierra! Comoquiera que nosotros heredemos el reino, nosotros, también, estaremos en la tierra, no en el cielo. Es así entonces que los cristianos no van a ir al cielo. Vamos a estar con Jesús aquí en la tierra--- "Para que DONDE YO ESTOY [en el plan de Dios], vosotros también estéis". Estaremos gobernando a las naciones juntamente con Cristo (Apocalipsis 20:4).

Y después de esto, la Nueva Jerusalén desciende del cielo a la nueva tierra. Aun el padre mismo habitará entre nosotros aquí en la nueva tierra donde viviremos y reinaremos por los siglos de los siglos. No es extraño entonces que Jesús dijera que los mansos recibirán la tierra por heredad (Mateo 5:5).

jueves, 29 de septiembre de 2016

La Promesa al patriarca Abraham

LA PROMESA DE DIOS A ABRAHAM
Mario A. Olcese



El propósito de este estudio es el de aclarar en lo que se basa el reino de Dios. Hay personas que han dicho que el reino de Dios es la iglesia (¿Cual de ellas?). O que el reino de Dios está en tu corazón. Estas ideas parecerán absurdas cuando usted entienda en lo que verdaderamente está basado el reino de Dios.

Preste atención especial a las palabras claves como “promesa” y “herencia.” El concepto empieza con las promesas que Dios le hizo a Abraham en Génesis 12:3, Génesis 13:14-15 & Génesis 17:7-8. Estas promesas también fueron hechas a Isaac (Génesis 26:4) y a Jacob (Génesis 28:14) los cuales son el hijo y el nieto de Abraham. Estos tres también son conocidos como los patriarcas.

Génesis 12:3 “Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Esto es una referencia al Mesías (Jesús). Dios le prometió a Abraham que a través de su descendencia vendría alguien por el cual el mundo sería bendecido (salvo). Pablo lo confirma en Hechos 3:25-26: “Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. A vosotros primeramente, Dios habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese.”

La segunda promesa tiene que ver con la tierra. Las familias que serán bendecidas son las familias de la tierra. Y es en la tierra que las familias serán bendecidas. Dios específicamente le promete a Abraham la tierra (o nación, como se le refiere en algunos casos) como su herencia.

Génesis 13:14-15: “Y Jehová dijo a Abraham: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.”

Génesis 17:7-8: “Y estableceré mi pacto entre mí y tu, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, en pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti la tierra que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.” El Mesías vino a confirmar y a proclamar las promesas hechas a Abraham, Isaac y a Jacob. Esta es la razón por la cual Jesús vino. Como consecuencia de su muerte nuestros pecados son perdonados (somos bendecidos), y a través de su gobierno como nuestro rey en la tierra (La segunda venida de Jesús), Abraham y sus descendientes (los resucitados en Cristo) heredarán la tierra como su heredad perpetua.

Romanos 15:8: “Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para CONFIRMAR las promesas hechas a los padres.” ¿Qué promesa? Que Abraham y sus descendientes serían herederos del mundo.

Romanos 4:13: “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la PROMESA de que sería HEREDERO DEL MUNDO, sino por la justicia de la fe.” ¿Qué vino a proclamar Jesús? El reino de Dios.

Lucas 4:43: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.” Como pueden ver, Jesús vino a confirmar las promesas que Dios hizo a Abraham y a proclamar el reino de Dios, Jesús está proclamando lo que vino a confirmar.

1 Corintios 6:9: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?” A Abraham se le prometió que él heredaría el mundo. En el versículo arriba dice que los injustos no heredarán el reino de Dios. La palabra clave es “heredar.” Heredar el reino de Dios es heredar el mundo. El reino de Dios es el mundo bajo el gobierno de Dios a través de Su Mesías, Jesús. El reino de Dios = Las promesas que Dios le hizo a los patriarcas. Entrada al reino de Dios es la meta cristiana. Este es el galardón que Dios le ha prometido a los seguidores de Cristo.

Gálatas 3:29: “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.” ¿Que promesa? Que Abraham y su descendencia serían herederos del mundo.

Romanos 4:13: “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.” Se supone que nosotros heredemos el mundo junto a Abraham. Por nuestra fe en Cristo estamos considerados descendientes de Abraham y herederos de la misma promesa. Con Cristo como nuestro rey, reinaremos en la tierra.

Apocalipsis 20:4 dice: “Y vivieron y reinaron con Cristo por mil años.” ¿Dónde reinaremos con Cristo? Apocalipsis 5:10 nos dice la respuesta: “Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.” El reino de Dios es el tema de la Biblia entera. Empezó con las promesas que Dios le hizo a Abraham. Cada profeta ha tenido que decir algo de este tema. Dios a través de los profetas añadió mas detalles hasta que Jesús llegó para confirmar y proclamar el reino de Dios, no solamente a los judíos, sino al mundo entero (bendiciones, Génesis 12:3).

Abraham y sus descendientes nunca han poseído el mundo. Ellos todos murieron en fe (Hebreos 11:13), por eso es que habrá una resurrección, para que las promesas de Dios sean cumplidas. ¿Cuándo sucederá la resurrección? En los últimos días de este siglo, en la venida de la nueva era (que se inaugurará en el regreso de Jesús). Es aquí cuando Abraham y sus descendientes serán herederos del mundo.

Lucas 20:35: “Mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos.” Juan 11:23-24: “ Jesús le dijo: ‘Tu hermano resucitará.’ Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.”

Resumen – La historia del hombre y la mujer empezó en la tierra con Adán y Eva. Ellos la corrompieron por su desobediencia a Dios. El mensaje del reino de Dios empieza en Génesis y termina en el Apocalipsis. Es el plan de Dios de salvación para la raza humana devolviendo al hombre y a la tierra a su condición original. En las páginas 15 y 24 de la Nueva Biblia Americana verán un resumen excelente: “El plan de salvación pronosticado por los autores sagrados, detallado y explicado por ellos, es hallado como la verdadera palabra de Dios en los libros del Antiguo Testamento.

El propósito principal en el cual el antiguo pacto fue dirigido fue para preparar para la venida de Cristo, el redentor de todos y el del reino mesiánico, para anunciar esta venida mediante la profecía. Otro tema importante en predicación profética es el mesianismo. Dios castiga la infidelidad a Su pacto. Israel ha sido humillada por sus pecados. Pero en alguna fecha futura el reino de Dios en la tierra será restaurado.

El vicegerente de Dios, el Mesías, ungido de una dignidad majestuosa, reinará en ese reino. Usted debe de prestar atención a esta expectación mesiánica en la literatura hebrea. Esto es necesario para entender la literatura del Nuevo Testamento, la cual ve el cumplimiento de esta profecía mesiánica en Jesús de Nazaret. En otras palabras, el movimiento del Nuevo Testamento es el cumplimiento de la Biblia hebrea. Jesús de Nazaret proclama que él es el Mesías prometido (ungido) rey venidero, para estabilizar el reino (reinar, gobernar) de Dios, por el cual el Antiguo Testamento predico.”

Así que ¿Por qué hay personas que piensan que nuestro premio es el cielo? Esta idea vino a través de la influencia de la filosofía griega sobre la iglesia primitiva del segundo, tercer y cuarto siglo. Existe un documento mencionado al final, que trata específicamente con la muerte. Una vez que usted entienda en lo que está basado el reino de Dios (las promesas hechas a los patriarcas), entonces usted verá fácilmente el error en creer que el reino de Dios es la iglesia, o que está en su corazón.

Este documento es el principio de la enseñanza mas importante del mundo. Hay muchos versículos para estudiar y muchos más para aprender acerca de la enseñanza más importante de Jesús.

viernes, 13 de mayo de 2016

"Cielos nuevos y tierra nueva" ¿que significa?

“NUEVOS CIELOS Y NUEVA TIERRA”: ¿QUÉ SIGNIFICA REALMENTE?
Mario Olcese Sanguinetti



1).- La creencia popular sobre el Futuro de la Tierra

Una creencia popular cristiana es la destrucción de la tierra y de  los fieles que son tomados y que se les entrega una nueva morada eterna, cuando el Mesías retorna a la tierra. Este concepto de la destrucción de la tierra presenta contradicciones en la Biblia. Sería de esperar que no deba haber contradicciones en la palabra inspirada de Dios. Esta contradicción tiene su origen en la segunda epístola de Pedro, que establece lo siguiente.

“Los elementos (que) se fundirán, la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.” (2 Pedro 3:10)

Detalles del Antiguo Testamento sobre el destino de la Tierra

En contraste, muchas referencias aparecen en el Antiguo Testamento sobre los últimos días, cuando el Señor juzgará a las naciones desde Jerusalén (Isaías 2:2-4) y tras una gran guerra, el Señor morará en Sión y Judá ‘será habitada para siempre’” (Joel 3:17-20). Los que se quedan de las naciones que lucharon contra Israel “subirán de año en año para adorar a Yahvé» (Zacarías 14:16). Hay muchos otros pasajes que transmiten el mismo mensaje y se nos dice que la tierra permanece para siempre” (Eclesiastés 1:4). Isaías 66 y el libro de Apocalipsis mencionan un ‘cielo nuevo y una tierra nueva’.

Al examinar esta cuestión, es esencial que examinemos las apariciones de la utilización de la frase un «cielo nuevo y una tierra nueva” en los registros bíblicos.

2) Nuevo Cielos y una Nueva Tierra como se utiliza en la Biblia

Lo primero que debe examinarse es el uso de la palabra «nuevo» en el Antiguo y Nuevo Testamento.
Isaías 66 se ocupa ampliamente de Jerusalén. Al seguir las palabras del profeta a través de este capítulo, se revela el destino de Israel. Fuera de la tribulación, la opresión y el conflicto, Jerusalén se levantará de nuevo. El profeta habla de la ira de Yahvé siendo derramada.
“Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y con sus carros como un torbellino, para descargar su ira con furor, y la reprensión con llama de fuego.” (Isa.66: 15)

Entonces, el Señor usará “fuego” y la “espada” para pelear con toda carne y habrá muchos muertos. Tenemos aquí un conflicto de gran envergadura contra las naciones, que son sometidas. No hay una completa aniquilación de la población, como el capítulo prosigue para demostrar que habrá culto establecido en Jerusalén.

“Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová” (Isaías 66:20)
Es aquí que el profeta se refiere a los nuevos cielos y la nueva tierra, en Isaías 66:22.
“Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago, permanecen delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. De una luna nueva a otra, y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dice Jehová. “
“Nuevo”: como una nueva renovación y cambio

Nótese que aquí hay una referencia a toda “carne”, lo que sugiere un estado mortal de la humanidad. Lunas Nuevas y Sábados indican una relación con el mundo como la conocemos. También tenemos referencias aquí a Jerusalén, la montaña, la casa y toda ‘carne’. Hay un juicio de fuego, pero no hay ninguna mención de la tierra siendo destruida.

La palabra «nuevo» en el Antiguo Testamento se utiliza en el sentido de reconstrucción o renovación. Su significado se obtiene de la concordancia. (Strong: las palabras provienen de 2319 y 2318)

La aparición de la palabra en el Apocalipsis en ‘nuevos cielos’ y una ‘ tierra nueva’ se relaciona con “frescura” (Strong 2537). Su uso en el Nuevo Testamento es más estrechamente relacionado con los ‘cambios’ y no una creación de algo diferente. Tenemos que examinar el uso de esta palabra en su contexto. Algunos ejemplos son los siguientes:

En Mateo 26:28 leemos que “esto es mi sangre del Nuevo Pacto.” Ha habido un cambio de la Ley de Moisés a la Ley del Mesías. Esto significó un cambio en el modo de culto, como el Ungido había cumplido con todos los aspectos del sacrificio de la ley.

En 2 Corintios 5:17, leemos: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo (el Ungido) es una nueva criatura.” Esto de ninguna manera apoya la destrucción de la persona, sino un cambio en la actitud de la persona, la fidelidad y su forma de vida.

Efesios 4:24 transmite el mismo mensaje cuando se dice “vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en justicia y  verdadera santidad.” Una vez más, el hombre físicamente aparece el mismo, pero la transformación es de nuevo en su modo de vida.

Hebreos 9:15 se refiere a los cambios que fueron puestos en marcha por la crucifixión del Mesías. El antiguo pacto fue sustituido por un nuevo pacto, que se basa en los principios de la Antigua Alianza, que fue la Ley de Moisés, y que a su vez se basaba en el pacto de Abraham. La obra del Mesías no se puede entender que no sea a la luz de la Ley de Moisés. Es aquí donde vemos un cambio, que se basa en los principios divinos establecidos anteriormente. “Y por esta causa el es el mediador del Nuevo Testamento.

La frase ‘Cielos y Tierra’ usada en sentido figurado

El uso de ‘los cielos y la tierra’ en la Biblia a menudo es figurativo y se utiliza metafóricamente.

En Isaías 1:2 leemos: “Oíd, cielos, y escucha tú, tierra”. Isaías se dirige a los gobernantes (el cielo) y los gobernados (la tierra). Esto se ve en Isa.1: 10. Esta forma de dirección se utiliza a menudo cuando Yawheh está hablando y amonestando al pueblo de Israel.

En este caso, como en otros lugares, las palabras están dirigidas a los gobernantes y el pueblo de Israel. El siguiente es otro ejemplo en donde la nación de Israel está siendo dirigida y se utiliza un lenguaje metafórico, con los gobernantes representados como el cielo y el pueblo como la tierra.
“Escucha, oh cielos, y hablaré; y escucha tierra, las palabras de mi boca”. (Deuteronomio 32:1)

Simbólicamente, las estrellas y la luna se utilizan a menudo para representar a los gobernantes en la Biblia. Un interesante y, a menudo mal entendido caso se encuentra en Isaías 14:4. Isaías introduce el tema siendo abordado en los siguientes versículos.
“Toma este proverbio contra el rey de Babilonia, y di, ¿Cómo ha cesado el opresor!”

El rey de Babilonia es la persona que está siendo amonestada. Su poder se ha roto y ha caído de su posición de fuerza y dominación. En el lenguaje figurativo se representa como una estrella caída.
“Descendió al Seol tu soberbia… ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitas a las naciones. “(Isaías 14: 11-12)
El rey de Babilonia, había oprimido a muchas naciones y había sido un gobernante fuerte y poderoso de su época. El término Lucifer es una palabra que significa ‘estrella de día’. Era un símbolo que denota su poder y autoridad.

La palabra 1966 de la concordancia de Strong se relaciona con la palabra 1984 de Strong. Se traduce indistintamente como brillo o gloria, hacer un show, jactarse y de ahí ser tonto. Un ejemplo se da en Jeremías 9:23 con la palabra traducida como ‘gloria’.
“No se gloríe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se gloríe el valiente, ni el rico se gloríe en sus riquezas.”

El rey de Babilonia se había gloriado de su poder y como resultado fue cortado y cayó del poder. Este es un ejemplo de la utilización de los símbolos de las estrellas para representar a los hombres en el poder en el Antiguo Testamento. Esta simbología se utiliza ampliamente en la Biblia.

3) La Tierra Diseñada para durar

Las referencias de las Escrituras indican que la tierra ha sido diseñada para durar y no fue diseñada para destrucción. Considere cuidadosamente las siguientes referencias y el acuerdo entre los escritores.
Eclesiastés afirma que “La tierra permanece para siempre.” (Eclesiastés 1:4)

En Isaías 14:18 la intención del creador, es declarado como: «Él no la creó en vano, sino que la formó para ser habitada.”
Y Números 14:21 declara que, “Toda la tierra será llenada de su gloria.”
Yahweh tiene un propósito con esta tierra y con la humanidad y no parece haber ninguna evidencia en los registros escritos que sugiera que la tierra será destruida.

Cuando el salmista observó el mundo que le rodea, declaró, “El cielo y la tierra manifiestan la obra de sus manos”. No nos sorprenden las maravillas de la creación? Para nuestros propios ojos las maravillas de la creación deben reflejar su perfección en las cosas naturales que nos rodean y las complejidades de la planta más pequeña o criatura. ¿Por qué tanta magnificencia será destruida? Se nos dice que el león y el cordero se echarán juntos y las tierras secas volverán a florecer y ser productivas. «El yermo se gozará y florecerá como la rosa, es un pasaje bien conocido que representa la regeneración de las tierras secas en esta esfera. (Isaías 35:1)
Considere también la inundación de los tiempos de Noé y la promesa en Génesis 8:21.

 “No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho”.

¿Vamos a creer esta promesa? El arco iris se presenta como una señal de este compromiso antiguo, incluso para nosotros hoy. Mateo 24:37-39, nos advierte que nuestra civilización actual se enfrenta a una crisis similar a la de los días de Noé, y se nos ha dado la seguridad de que el Señor nunca más volvería a destruir a la humanidad por completo. Si la tierra iba a ser destruida, ¿cómo se sostendría esta promesa y la promesa de que la tierra se llenará de la gloria de Yahweh?
La tierra permanece para siempre. (Eclesiastés 1:4)

Predicción de Pedro Examinada

Pedro se refiere al diluvio en 2 Pedro. 3:6 y lo compara con el mundo como que perece o  es destruido.

“Por el cual el mundo que era entonces, siendo anegado en agua pereció.
 Sabemos que la tierra no pereció, se mantuvo. Fue la civilización que fue destruida, no la tierra física. La tierra sigue siendo literal. Pedro también declara lo siguiente.

“los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos se fundirán, la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.” (2 Ped.3:10).

La palabra ‘quemadas’ viene del griego ‘quemar hasta el suelo. El N.V.I Traduce este versículo de la siguiente manera: “Los cielos pasarán con grande estruendo, los elementos serán destruidos por el fuego y la tierra y todo lo que en ella hay serán quemados.”

Esta traducción no sugiere que la tierra misma será quemada. En 2 Ped.2: 5, Pedro establece que ‘no perdonó al mundo antiguo’. Pedro está aquí refiriéndose a la época del diluvio. Fue la civilización que fue destruida, no la tierra. Los ‘elementos’ que Pedro habla se refieren a “los rudimentos y preceptos”, como en Colosenses 2:20.

‘Pues si sois muertos con Cristo cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis á ordenanzas “

Esto se refiere a la eliminación de las ordenanzas actuales y de la civilización y no prueba que Pedro cree que la tierra será destruida. La misma idea y la misma palabra se producen en Gálatas 4:3.

“Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos siervos bajo los elementos del mundo.”

La palabra se utiliza de nuevo en el versículo 9, ‘¿cómo os volvéis de nuevo á los flacos y pobres rudimentos, en los cuales queréis volver á servir?

Estos ‘elementos’ particulares no son cosas físicas o cosas tangibles, sino que son los aspectos sociales e ideológicos, y las leyes del mundo civilizado.

2 Pedro 3:7 indica que ‘los cielos y la tierra están ahora … reservados para fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.”

Esta es una situación muy similar a la descrita en Isaías 66 de la que se hizo referencia anteriormente. La explicación más lógica para este verso es que los cielos y la tierra representan los gobernantes y el pueblo. Ellos son los que serán juzgados, no el cielo y la tierra física.
Los  cielos y la tierra representan a los gobernantes y a la gente que serán renovados

Pedro estaba familiarizado con las Escrituras del Antiguo Testamento y la simbología utilizada. Este versículo sigue directamente de donde se dice que ‘el mundo … pereció’ en el tiempo del diluvio. Sería una transición lógica para el siguiente verso y el juicio del último día que vendrá sobre la humanidad. Una vez más es el “Kosmos” o la sociedad como lo conocemos que se hace referencia, y, son las instituciones sociales del mundo que serán destruidas y cambiadas, pero la tierra permanecerá, como ocurrió en el tiempo de Noé.

Isaías está totalmente de acuerdo con Habacuc 2:14 y Números 14:21, cuando dice:

‘Ellos no dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra será llena del conocimiento de Yahvé, como las aguas cubren el mar. (Isaías 11:9)”.