domingo, 5 de junio de 2016

Parábolas sobre el Reino de Dios

Parábolas sobre el Reino de Dios
Edwin Mauricio Alza



Las parábolas son comparaciones o mini cuentos que contienen elementos domésticos, agrícolas o de otras actividades económicas familiares al oyente israelita. Su uso tiene el propósito de fijar la enseñanza.

Cada parábola que empieza con la frase "el reino de los cielos es semejante a" en Mateo 13, es para enseñar un aspecto del futuro reino de Dios que es la herencia y el destino final del cristiano.

En la primera parábola o ilustración Jesús es el sembrador de la semilla que produce inmortalidad. Con el evangelio del Reino él "sacó a la luz la vida"  "que estaba con el Padre" (es decir en sus planes) desde antes de la creación y explicó muchos detalles sobre el propósito divino de establecer el Reino de Dios a fin de someter los reinos de la tierra hasta desaparecerlos.

Como bien entendieron sus apóstoles la semilla es la palabra de Dios o Evangelio que sería implantada de acuerdo a la disposición del oyente, es la semilla de Dios que produce hijos de Dios por engendramiento. Si el oyente cree la palabra del reino lleva fruto para Dios según su capacidad mientras que el incrédulo tarde o temprano hace inefectiva la vida de la semilla.

De modo que no solo es el diablo y los demonios los que tratan de desaparecer la semilla sino que mas sutilmente la superficialidad de la vida espiritual, la persecución y la hostilidad a nuestra militancia en la fe y peor aún, los afanes de este mundo como vivir solo para trabajar y ganar dinero solo para acumular bienes y para el vicio del consumismo. Todo esto en desmedro de la consagración y la necesaria evangelización.

¿Trabajas duro y no congregas?
¿Ganas dinero y no predicas?
¿Compraste lo último en moda y tecnología pero no compartes con el que te pastorea y te instruye?
¿Y qué del apoyo a la obra misionera?
¡Definitivamente si haces inútil la palabra del Reino no entrarás en él cuando venga Jesús.!


Siembra y erradicación de la cizaña (lo falso)

La explicación que hace el Maestro de la parábola del trigo y la cizaña hace innecesaria cualquier interpretación aventurada. Pablo dice a Timoteo que Jesús juzgará a los vivos en su manifestación o parusía (2 Tim 4:1). A los Tesalonicenses les enseña que Jesús viene en llama de fuego para dar retribución al pecador (2 Tes 1:8). En Apocalipsis el sexto sello nos muestra a los impíos siendo excluidos del reino que vendrá a implantar Jesús (Apo 6:16).

La buena semilla son los hijos del Reino que tienen la palabra del Reino y lo esperan. Los hijos del malo son los hijos del diablo que tienen maldad y seguramente la corrupción doctrinal casi desde el principio de la historia de la iglesia (comp. Hch 20:29)

La separación de los malos será por obra de ángeles que acompañarán al Mesías para ejecutar la ira de Dios en el día del Juicio (Mat 16:27). Estos son los marcados por la bestia que deben ser quitados de en medio para que los reinos del mundo vengan a ser de Dios y de su Cristo (Apo 16:1-2). El fin del siglo NO es el fin del mundo sino el fin de esta Era mala. La Era venidera es la Era del Reino de Dios implantado  en la tierra y gobernado por el rey Jesús

"Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga."

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