por Edwin Mauricio Alza.
En varias epístolas Pablo escribe sobre un misterio que por su ministerio y predicación es revelado y se trata de la inclusión de los gentiles en la participación del Reino que Jesús inaugurará cuando retorne a la tierra. Para los doce apóstoles que anduvieron con el Mesías solo las ovejas de Israel eran destinatarias del mensaje de la invitación al Reino de Dios y esto es notorio en casa de Cornelio donde expresan su sorpresa por la inclusión de los gentiles en la gracia.
A los Romanos Pablo les dice que los gentiles alabarán a Dios participando de las promesas dadas a los patriarcas del pueblo de Israel.
"Pues os digo que Cristo se hizo servidor de la circuncisión para demostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas dadas a los padres, y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia; como está escrito: POR TANTO, TE CONFESARE ENTRE LOS GENTILES, Y A TU NOMBRE CANTARE. Y vuelve a decir: REGOCIJAOS, GENTILES, CON SU PUEBLO. …" Romanos 15:8-10
A los Colosenses (en su mayoría gentiles) Pablo les dice también para ellos Jesús es la esperanza de ser glorificados con inmortalidad para disfrutar del Reino eterno.
"... el misterio que ha estado oculto desde los siglos y generaciones pasadas, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en ustedes la esperanza de ser glorificados."
Colosenses 1:26-27.
A los Efesios Pablo les dice que el misterio es que Jesús será el soberano de los ángeles y de las naciones todo reunido en su reino. Pablo resalta que la herencia de los Efesios gentiles es la posesión comprada por Jesús con su sangre, es decir. Tierra.
..."nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en El, con miras a una buena administración en el cumplimiento de los tiempos, es decir, de reunir todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En El también hemos obtenido herencia..." Efesios 1:11
De esta manera, tomando la idea de Pablo, el misterio de nuestra piedad/ devoción/ religión es que Dios escogió al humano perfecto o postrer Adán que él trajo a la existencia en María pese a su humana posibilidad de ceder a la tentación y no obstante el trance doloroso de la traición, la soledad, VENCIÓ y fue aprobado para ser el que limpie nuestros pecados. Todo esto queda registrado en el antiguo poema de la Victoria y exaltación de Jesús el Mesías.
A Timoteo Pablo le comparte este poema que la iglesia debe guardar como columna y valuarte de la verdad. La gran verdad es que Jesús ha sido exaltado por Dios como segundo al mando de la creación y esto será cumplido en el reino que implantará Jesús a su retorno.
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
El fue manifestado en la carne, vindicado en el Espíritu, contemplado por ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria. 1Tim. 3:16.
"Ser manifestado en carne" es ser humano sujeto a fragilidad y tentación, es una expresión hebrea semejante a " Él (Jesús) participó de carne y sangre"(Heb. 2:14) o "Jesús en los días de su carne"(Heb. 5:7). Otras expresiones hebreas para este mismo significado son "venir mediante agua y sangre" (1Jn.5:6) y "venir [a la existencia] en carne" (1Jn.4:2), como también "brazo de carne" e "hijo del hombre".
El climax del poema dice "recibido arriba en gloria" lo cual elimina la palabra que aparece en los manuscritos tardíos donde dice que "Dios fue manifestado en carne", de Dios no se puede decir que es recibido arriba glorificado porque él tiene la posición más gloriosa en el universo y jamás ha menguado. Más bien el misterio de nuestra devoción a Jesús, lo que es llamado la verdad aquí como ante Pilatos.
Jesús es el humano sujeto a debilidades y a tentación que venció en perfecta obediencia a Dios quien aceptó su sacrificio y le exaltó a la posición de señor y amo de la creación, la misma que perdió Adán al principio.
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