viernes, 22 de abril de 2016

Jesús y su descargo de la acusación de blasfemia



Jesús y su descargo de la acusación de blasfemia
Edwin Mauricio Alza



En el pasaje de Juan 10:29-39 los judíos que despreciaban a Jesús mal entendieron sus palabras por su predisposición negativa. Tomaron la expresión "el Padre y yo uno somos" como una blasfemia y transgresión al Shemá.

Deuteronomio 13:6

 Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto:Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis,
de los dioses de los pueblos que están en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella;
no consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás,
sino que lo matarás; tu mano se alzará primero sobre él para matarle...

 Esa fue la causa del intento de apedrear a Jesús, nuestro Señor por su puesto, sabía de lo riguroso del Shemá, entendía lo que configuraba como blasfemia y procedió a corregir a los judíos argumentando en que sentido se identificaba como Hijo de Dios, dejando claro que no trató jamás de hacerse igual a Dios (esto dicta el verdadero sentido de la frase de Pablo en Filip. 2:6). Debemos partir del hecho que Jesús negó infracción alguna contra el Shemá, entonces llamarse Hijo de Dios no conlleva la idea de co-igualdad.

 Nuestro señor el Mesías había hablado claro, en el verso anterior al malentendido dijo que el Dueño de las ovejas era Dios y que Jesús las había recibido de su mano, dejo claro que el Padre está sobre todos, incluso sobre el receptor de las ovejas.
Juan 10:29
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.

 Si el Padre está sobre todos,  entonces, su Hijo era uno con Él en armonía y propósito y eso se demostraba en su obediencia. Lamentablemente el día de hoy muchos comentarios bíblicos entienden el versículo en cuestión en la misma visión errónea que los enemigos de Jesús, sin tomar en serio el descargo de la imputación de blasfemia.

Juan 10:33
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
Jesús les respondió:Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?
Le respondieron los judíos, diciendo:Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
Jesús les respondió:¿No está escrito en vuestra ley:Yo dije, dioses sois?
Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),
¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís:Tú blasfemas, porque dije:Hijo de Dios soy?

 El Maestro asegura que al llamarse Hijo de Dios no blasfema, no se hace igual a Dios, porqué los jueces de Israel no blasfeman al ostentar el título de Elohim o Dios, dado que este término no sólo es para Jehová Dios sino para las autoridades de Israel, la máxima autoridad sobre la tierra en el futuro es Jesús el Mesías, no en vano es llamado el Rey de reyes y Señor de señores, por tanto nadie más como él para llevar este título de Hijo de Dios o incluso Elohim en este segundo sentido del término.

Salmo 82:6
Yo dije:Vosotros sois dioses,
Y todos vosotros hijos del Altísimo;
Pero como hombres moriréis,
Y como cualquiera de los príncipes caeréis.
  
 Traer a colación el título de los humanos jueces de Israel es colocarse en esa categoría, esto es cierto si captamos que el Salmo 82 citado aquí, es una reprensión a los dioses jueces, en cambió Jesús nuestro Señor es el obediente y perfecto Hijo de Dios nacido como el centro de los propósitos divinos y la máxima autoridad del siglo venidero. Ninguno como él para llevar el título Elohim.
Ante este descargo los judíos desistieron de lapidarlo persuadidos que no existió blasfemia , sólo para buscar en las palabras siguientes motivos infundados para llevarle ante los sacerdotes.

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