miércoles, 28 de diciembre de 2016

El Olivo de la Fe

El Olivo de la Fe en las promesas
Edwin Mauricio Alza



"Sabed, por tanto, que los que son de la fe, éstos son hijos de Abraham." Gálatas 3:7

Los gentiles hemos sido injertados al Olivo natural, este olivo tiene sus raíces en el patriarca Abraham, así que no se trata de ser injertados en la nación de Israel o Israel histórico, más bien se trata del pueblo de Dios que se nutre de la rica sabia de la promesa que la simiente de Abraham la cual es el Mesías Jesús reinaría sobre las naciones para bendecirlas.

En términos matemáticos Israel nacional sería un subconjunto incluido en el conjunto mayor llamado el Pueblo de la Fe. Israel nacional está en Incredulidad y endurecimiento y Dios le tiene paciencia hasta su reconciliación nacional cuando regrese el Mesías. En aquel tiempo las ramas naturalezas que conservan su monoteísmo serán re-injertadas al tronco del Pueblo de la Fe en la promesa Abrahámica.

En la gran tribulación Israel será atribulado por Dios quien buscará su conversión para que deshagan el pacto con la muerte (entiéndase, el anticristo). La Iglesia de Dios que es parte integrante del Olivo de la Fe será probada y requerida en la tarea histórica y heroica de predicar el evangelio del Reino a las naciones hasta el día final pero eso es diferente a ser castigada por Dios.

Pablo es enfático en decir que la promesa a Abraham es anterior a la ley y no fue anulada para ser reemplazada por las exigencias de la ley que vino cuatrocientos treinta años después de la promesa no anula la promesa (Gal. 3:17). Los israelitas que hicieron pacto con Dios en el Sinaí "brotaban" del tronco de la fe naturalmente pero porque añadieron fe a su práctica de la ley. Si a muchos no les aprovechó la ley fue porque no añadieron la fe en las promesas del Reino.

Esto debe apercibirnos de la fijación por lo judío que está renaciendo con fuerza en este último tiempo, pues no se trata de usar mantos a rayas o kipá o usar palabras y nombre solo en hebreo. De hecho no hay nada de malo en saludar con un Shalom o recitar el Shemá en hebreo, pero exigir el uso de un sinnúmero de vocablos en hebreo y aconsejar el desuso de su correspondiente en el idioma vernáculo es francamente alienante.

Ya que hemos sido injertados en el Pueblo de la Fe en la promesa, compartamos estas promesa de la inmortalidad que se podrá disfrutar en este planeta una vez restaurado.

No hay comentarios: