Nanoalimentos en su mesa
La nanotecnología, la ciencia que manipula átomos y moléculas a una nanoescala (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro), gana cada vez más espacios en la cocina.
A través de la utilización de nanopartículas -que son microscópicos fragmentos parecidos al polvo con diámetros inferiores a 100 nanómetros, es decir la milésima parte del grosor de un cabello humano- la industria de los alimentos está creando productos de consumo diario con nuevos sabores, colores, estructuras y características energéticas y nutritivas.
"Muchos se refieren a la nanotecnología como la ciencia del futuro, pero la realidad es que ya está presente en muchos alimentos de consumo diario", dice a BBC Mundo, Eric Gaffet, Director de Investigación del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia.
El término de nanoalimentos, que se refiere a aquellos que contienen nanopartículas, fue utilizado por primera vez por el profesor Dong-Myong Kim en 1998.
Aunque el uso de los nanomateriales en la alimentación se ha ido expandiendo con los años, no están claros los efectos de las nanopartículas sobre la salud, explica Gaffet, quien además es miembro del grupo de investigación sobre nanomateriales de la Academia Europea de las Ciencias.
Tampoco los europeos saben lo que consumen debido a que no hay ninguna directiva que obligue a la industria a informar qué productos contienen estos elementos.
Nanoplatillos
El Director del Nanocentro de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, Jeroen Lammertyn, estima que en los supermercados circulan alrededor de 500 productos que contienen nanopartículas.
Muchos se refieren a la nanotecnología como la ciencia del futuro, pero la realidad es que ya está presente en muchos alimentos de consumo diario
Eric Gaffet, Centro Nacional de Investigación Científica de Francia.
Debido a que la industria no tiene obligación de informar, no se sabe cuáles son estos productos, aunque diversos estudios han identificado nanoingredientes en la leche, la crema, el chocolate y en harinas en polvo, azúcar glas, aguas de sabor instantáneas, salsa de tomate y preparados para hacer pasteles.
"El ejemplo más claro de cómo operan las nanopartículas es la salsa ketchup. Las partículas fueron alteradas para modificar los fluidos y darle otra viscosidad. De no tener nanopartículas, al voltear el envase de cabeza el liquido se desplomaría como leche", explica en entrevista con BBC Mundo Lammertyn.
Según el académico, la industria apenas está descubriendo las potencialidades de esta rama de la nanotecnología, por lo que habrá que esperar en un futuro cercano la aparición de nuevos nanoalimentos.
De acuerdo con investigaciones en curso, en los laboratorios de las grandes trasnacionales se trabaja para crear helados y mayonesas con menos calorías y sin alterar su sabor, chicles que conserven su sabor sin importar el tiempo que se mastique, y aguas refrescantes cuyo color y sabor podrá ser alterado en hornos de microondas.
Piden inventario
El Parlamento Europeo pidió recientemente a la Comisión Europea que estudie los posibles riesgos de la utilización de nanopartículas y nanoalimentos en la alimentación.
Es importante que las autoridades europeas aclaren el debate con evidencias científicas y que hagan llegar la información correcta a la ciudadanía
Jeroen Lammertyn, Universidad Católica de Lovaina
Un informe de la Comisión Parlamentaria de Seguridad Alimentaria promovido por la eurodiputada holandesa de la Izquierda Verde Europea Kartika Liotard sostiene que no puede continuar la comercialización de estos productos sin la existencia de reglas claras.
La Eurocámara, que será renovada durante las elecciones europeas del cuatro al siete de junio próximo, demanda introducir un sistema de etiquetado obligatorio para informar al consumidor.
También exige el Ejecutivo comunitario crear un inventario, a más tardar para 2011, de los nanoalimentos disponibles en el mercado europeo, aclarando si son o no peligrosos para los seres humanos y el medio ambiente.
Polémico y suspicaz
El experto Lammertyn asegura que existe el peligro de que los nanoalimentos sufran el mismo destino de los productos genéticamente modificados (GM)
"No debemos caer en el mismo error de los GM, que debido a la percepción equivocada que tienen en la opinión pública, no han podido desarrollar sus potencialidades.
"Es importante que las autoridades europeas aclaren el debate con evidencias científicas y que hagan llegar la información correcta a la ciudadanía".
Lammertyn insiste en que la nanotecnología puede mejorar la calidad de los alimentos con potentes aditivos nutricionales o potenciadores del sabor y la estructura, pero al mismo tiempo reconoce las dudas que existen sobre los efectos potenciales en la salud del consumidor.
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