lunes, 29 de junio de 2009

El té verde podría retrasar el cáncer de próstata

Taza de té verde

No es la primera vez que se asocia el té verde con beneficios para la salud.

El té verde y el cáncer de próstata

BBC Mundo

Un grupo de científicos cree que una sustancia química hallada en el té verde podría retrasar el avance del cáncer de próstata.

Durante años, al té verde se le han atribuido efectos positivos en una diversidad de enfermedades, algunas de ellas relacionadas con el corazón, el cáncer y el Alzheimer.

En la investigación, que se dio a conocer en la publicación especializada estadounidenseCancer Prevention Research, se demostró una significativa reducción de algunas de las señales que indican el desarrollo del cáncer.

Una organización no gubernamental en el Reino Unido señaló que el té podría ayudar a los hombres a controlar tumores de riesgo bajo.

En este estudio, llevado a cabo en Filadelfia, los científicos estudiaron un componente llamado Polyphenon E.

Su objetivo era buscar algunas moléculas como el Factor de Crecimiento Endotelial Vascular (FCEV) y el Factor de Crecimiento del Hepatocito (FCH). Ambas moléculas son indicadoras del desarrollo de un cáncer.

Por otra parte, también estaban tras la pista del Antígeno Específico de la Próstata (AEP), una proteína sólo hallada en ese órgano.

Los niveles de esa sustancia pueden aumentar si el cáncer está presente.

12 tazas

Creemos que el uso de los polifenoles del té por sí solos o en combinación con otros componentes, actualmente usados para los tratamientos de cáncer, deberían ser explorados desde una perspectiva que prevenga la evolución del cáncer y su recurrencia

James Cardelli, director del estudio

En el estudio participaron 26 hombres, cuyas edades oscilaban entre los 41 y los 72 años, que habían sido diagnosticados con cáncer de próstata y quienes tenían previsto someterse a una cirugía de próstata.

Los pacientes ingirieron, durante 34 días, cuatro cápsulas que contenían Polyphenon E, lo que equivale a 12 tazas de infusiones de té verde concentrado.

El último día de su ingesta se hacía coincidir con el día previo a la cirugía.

La investigación encontró una disminución significativa de los niveles de FCEV, FCH y AEP. En algunos pacientes se observó una reducción de más del 30% de esas moléculas.

El doctor James Cardelli, del Centro de Cáncer Feist-Weiller, señaló que el componente, que fue suministrado por la compañía Polyphenon Pharma, "podría tener el potencial de reducir la incidencia y retrasar el desarrollo del cáncer de próstata".

Se registraron pocos efectos secundarios y el funcionamiento del hígado se mantuvo normal.

"Creemos que el uso de los polifenoles del té por sí solos o en combinación con otros componentes, actualmente usados para los tratamientos de cáncer, deberían ser explorados desde una perspectiva que prevenga la evolución del cáncer y su recurrencia", indicó Cardelli.

"Existe una evidencia razonable y buena de que muchos tipos de cáncer pueden ser prevenidos y nuestros estudios (en los que se usaron sustancias derivadas de la planta de té,
Camellia sinensis) refuerzan la idea de que el consumo de los componentes de esa planta, puede jugar un papel clave en prevenir el desarrollo del cáncer y su avance", señaló el médico.

Aislar la expansión

Hay muchos estudios relacionados con el té verde y sus beneficios potenciales, pero todavía no hay una evidencia determinante

John Neate, Fundación Cáncer de Próstata

John Neate, director ejecutivo de la fundación británica Cáncer de Próstata, señaló: "Hay muchos estudios relacionados con el té verde y sus beneficios potenciales, pero todavía no hay una evidencia determinante".

"Los resultados de este análisis sugieren que se deben hacer más investigaciones sobre los efectos de los extractos de té verde, relacionados no sólo con la prevención del cáncer de próstata, sino con el control del mismo", indicó Neate.

De acuerdo con el médico, estos hallazgos positivos podrían indicar que el té verde asumiría un rol de "vigilante activo", en una etapa donde el desarrollo de la enfermedad es lento y el riesgo de un tumor es bajo.

Es en esa fase que los pacientes monitorean los cambios y buscan frenar la evolución del cáncer.

"Potencialmente, podría significar que, en algunos casos, los pacientes no tengan que someterse a las usuales intervenciones médicas y a sus efectos colaterales", señaló Neate.

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