viernes, 12 de junio de 2009

Amalec..."el yo" del cristiano

Y el SEÑOR dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo. (Ex. 17:14)

Siempre, como cristiano, me pregunte el por qué es tan dura la batalla, he aprendido que los discípulos tenemos tres enemigos acérrimos: SATANAS, EL MUNDO Y SUS PLACERES Y LA CARNE O MEJOR CONOCIDA COMO "EL YO".
El Antiguo Testamento no solo son buenas historias de un pueblo o una nación que tenia por Dios a Jehová de los Ejércitos, sino que, en esa nación Dios nos dio el paso a la madures espiritual, por eso, Pablo se refiere a que el Antiguo Pacto fue nuestro ayo, así esta nación fue educada por Dios para que nosotros en ella aprendiéramos muchas cosas que el Señor Jesucristo les enseño a ellos a lo largo de su travesía en la Historia.

En Éxodo 17: 8-16 dice la palabra:

8 Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim.
9 Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.
10 E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado.
11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.
12 Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la
pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.
13 Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.
14 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.
15 Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre el SEÑOR es mi Estandarte;
16 y dijo: Por cuanto una mano se levantó contra el trono del SEÑOR, el SEÑOR tendrá guerra con Amalec de generación en generación.

Israel es una Nación escogida por Dios, el Señor le prometió a Abraham que su pueblo iba a ser cautivo por un periodo de 400 años y que después, El iba a escuchar su clamor e iba a descender y los rescataría de ese cautiverio, y así fue, en el libro de EXODO vemos esa liberación divina, pero los hebreos salieron de Egipto contaminados, llenos de idolatría, llenos de heridas, llenos de rencor, llenos de odio, llenos de deseos de hacer lo opuesto al cautiverio: “correr a su antojo y hacer lo que bien les pareciera”. Pero el Señor tenia otro plan para ellos, El quería limpiar sus corazones, El Señor iba a poner aceite en la herida y los iba a vendar, El quería restaurar a su pueblo, para que, cuando llegaran a la tierra que fluye leche y miel, esa tierra prometida no fuera contaminada. He aquí una de las principales razones de atravesar un desierto antes de poseer una tierra prometida, una tierra santa, el Desierto para Israel fue una etapa muy dura, donde tuvo que morir una generación completa para alcanzar el propósito divino. “Si no hay muerte al viejo hombre no hay vida para el Nuevo hombre”.

Cuando Israel iba en el desierto hacia el Sinaí, a tener un encuentro con el Dios de los dioses, con JEHOVÁ, para recibir esa revelación de Su Palabra, pues El se iba a dar a conocer a su pueblo, a solo 20 km de este monte, de este encuentro, vino un pueblo llamado Amalec y devasto a Israel toda su retaguardia.

De igual manera es nuestro caminar en el evangelio, nuestro Señor Jesucristo nos saco de nuestro Egipto, dolidos, molidos por nuestra manera de vivir, llenos de odio, de rencor, de frustración, vacíos, insatisfechos, etc., y entramos en un periodo de purificación y restauración.
Primero, así como Israel hizo fiesta el día de su liberación, igual nosotros, pues recordemos cuando los hombres eran sanados y salvados por el Señor Jesucristo, lo primero era regocijo y jubilo, así igual nosotros cuando la venda se cae de los ojos y conocemos el evangelio; Entonces al entrar al desierto, no todo era como pensábamos, y aunque quisiéramos a nuestro antojo correr en medio de ese desierto no hay a donde ir, sino solo buscar la presencia del Señor, no nos queda mas que caminar en un largo peregrinaje hacia nuestro Sinaí, un peregrinaje donde Dios nos prueba, donde hay calor, donde hay aridez, donde solo la Oración, la Revelación de la Palabra (Maná) y la consagración (Santidad) al Señor nos sostienen, un camino largo que a Israel le costó la vida, y de igual manera, ¡A nosotros el camino de Avivamiento nos costara la vida entera!, pero El, el mismo Jesucristo Señor Nuestro esta caminando al lado de nosotros, sosteniéndonos con su mano, escuchando cada oración, escuchando cada lagrima, cada grito de desesperación PORQUE EL DESIERTO QUEMA, escuchando como a veces el gemido es como de palomas, pero es bien cierto que en el Desierto Dios a pulido a sus mejores Hombres, y ese es el propósito divino del Señor para con nosotros.

Siguiendo Nosotros por ese desierto, a tan solo un paso de llegar a nuestro Sinaí se levanta un enemigo, enemigo que a veces subestimamos mucho, y que en muchas ocasiones lo consentimos y con nuestros actos dejamos que se haga más fuerte, estoy hablando de nuestra carne “EL YO”, y cuando menos lo esperamos por la retaguardia espiritual, ¡nos ataca!, dejamos de orar, porque la carne se siente cansada, porque ya hay apatía, ya no hay ganas de hablar con el Señor, dejamos que venga “EL YO” y murmure en medio de la prueba, que pida mas la carne para sus propias satisfacciones, y empieza a hacer atrocidades en nuestra vida este “YO” que se revela de constante contra Dios, pues por eso dice: El espíritu está dispuesto, mas la carne es débil”. Entonces lo que nos queda en ese momento, (porque todos pasamos por ese momento) es levantar a ese moisés, a ese Josué, a ese Aarón y Hur a pelear la batalla.

Moisés era un varón que hablaba con Dios, un hombre que se dedicaba a conocer al Señor, Josué era un varón lleno de Fe, fortalecido por lo que no veía pero creía, esperanzado a que lo que creía ya estaba hecho, Aarón era un sacerdote escogido por el Señor mismo, un hombre consagrado para El, y aunque la Biblia no habla mucho de Hur sabemos que era un fiel siervo allegado a Aarón y Moisés, Josefo afirma que fue esposo de María, es decir, cuñado de Moisés.

En nuestra vida, Moisés representa a nuestro Corazón, es decir, la comunión que tenemos con el Señor, ¿cada cuándo vamos al lugar secreto?, ¿diario intimamos con Nuestro Señor?, ¿cuándo subimos a esa montaña y vemos la zarza hablándonos?, ¿cada cuándo levantamos la vara en medio de el acorralamiento?, ¿cuando tenemos problemas, qué tanto buscamos al Señor? Ese es nuestro Moisés peleando y levantando la vara en Refidim, clamando al Señor, orando con toda pasión, desesperación y clamor, entonces paralelamente, tenemos que enviar a nuestro Josué a pelear la buena batalla, sin Josué el pueblo de Israel no hubiera hecho nada, sin ese caudillo obediente y sumiso, Israel hubiera caído en las manos de Amalec, ¡Si un cristiano no tiene FE es como si Israel no hubiera tenido a Josué!. Cuando “EL YO” se levanta, tiene, por fuerza y perseverancia, que crecer la Fe, la Fe es lo que nos sostiene, Moisés no mando a Josué porque era su sirviente mas cercano, lo mando por que él veía en ese hombre, la mirada de un hombre que ya había vencido a sus enemigos, la mirada de un hombre confiado en su Señor, un corazón valiente y lleno de denuedo por la FE. Ahora, la Fe, viene por el oír y el oír por la Palabra del Señor, si en ese camino de avivamiento no hay palabra tampoco habrá Fe, así que el escudriñar su palabra, con el Espíritu, trae revelación, y la palabra revelada trae consigo FE, FE verdadera, Fe que impulsa a actuar y a obedecer, ¡AMEN!. Moisés y su Obediente Josué caminaron juntos, al mismo tiempo, ¡UN CORAZON QUE ORA Y BUSCA CONOCER A SU SEÑOR, ASISTIDO DE FE, ES UN CORAZON LLENO DE PODER VIVO!
Cuando Moisés, se canso, se sentó sobre una roca, y Aarón y Hur, sostenían sus manos, y había firmeza, he Israel prevalecía sobre Amalec. Este pasaje en especial es usado por los pastores, para decirle a la iglesia que necesita ayuda, y que es necesario que la Iglesia ore mucho por el pastor, y es cierto, todos sabemos que es una buena simbología del Pastor en unidad con los siervos de la Iglesia, pero hay algo más profundo en esto, mucho mas profundo que sostiene almas en lo individual.
Muchas veces en avivamiento, por mas que oremos, adoremos y resistamos, tarde o temprano nos cansaremos, no es fácil seguir a Dios y menos en estos tiempos, duele y dan ganas de correr a los brazos del Señor como un niño asustado, mas de una vez mi oración con el Señor a sido esta: Padre mío, ¡tengo miedo, mucho miedo!, ¡ayúdame!, enséñame a ser valiente, tu eres fuerte y yo débil. Moisés se canso de tener sus manos alzando una vara, los cristianos nos cansamos de sostener una Cruz, y moisés se sentó en una Roca, hoy los discípulos nos sentamos en la Roca que habla Mateo.

En mateo 7: 24,25 dice:
24 Todo aquel, pues, que Me oye estas palabras, y las pone por obra, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
25 Descendió la lluvia, y vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; y no se cayó, porque había sido cimentada sobre la roca.

El hecho de sentarse sobre la Roca es hacer esto: OIR LA PALABRA DEL SEÑOR Y PONERLA POR OBRA, que es algo muy distinto a solo decir como si fuera una palabra mágica, ¡Jesús es mi Roca!, ¡Cuantos cristianos hacen esta declaración y sus vidas son tibias, dobles, mundanas y carnales!, no basta con declararlo, basta con obedecer, y Moisés era un varón que se había apoyado en LA ROCA, ahí descanso, y alzó sus manos, Moisés no estaba sentado en esa roca viendo como Josué peleaba la batalla, Moisés estaba orando, clamando al Señor, muchos cristianos en medio de la prueba, en medio de la batalla, se sientan en ese dicho, y dicen con alegría ¡Jesús es mi Roca! Y confiados en el error esperan que por “Fe” sus vidas cambien y sean transformadas, siendo que sus vidas son solo cosas terrenales (Trabajo, éxito, distracciones, televisión, videojuegos, vida social, auto-reconocimiento, etc.) , pero si Moisés hubiera dejado solo a Josué, Josué hubiera sido vencido, Josué al ver que Moisés no respondía hubiera flaqueado en medio de la batalla, así mismo, ¡Cuando nuestra FE VE QUE NO PASAMOS TIEMPO EN ORACION Y COMUNION CON EL SEÑOR, que no cambia nuestro tiempo de ocio, que mi carácter es el mismo, que sigo igual o peor de confundido, que hay dudas que no se aclaran, que el Señor tal parece que no nos hablase(porque no hablamos con el en oración), que me sigo enojando por simplezas, que soy sabio en mi propia opinión, que hago muchas cosas por vanagloria y contienda, la FE FLAQUEA!. Un cristiano obediente es un cristiano lleno de paz, tiene su conciencia tranquila ante su Señor, entonces con toda libertad puede pedir lo que sea, el Señor le Responderá y lo librará, Si como Moisés obedeciéramos, estaríamos descansando en la Roca y al alzar la vara con nuestras manos, obtendríamos respuesta departe de Dios en medio de la mas fuerte batalla.
Pues precisamente este versículo de mateo es una revelación, de esa obediencia, y que solo así, podremos PERMANECER, que ésta, es la verdadera gran comisión de cada cristiano “EL QUE PERSEVERARE HASTA EL FIN ESTE SERA SALVO…”. No dice la palabra “EL QUE EVANGELICE MAS Y GANE MAS ALMAS ESTE SERA SALVO” aun no se porque los grandes teólogos al hacer las divisiones de capítulos y versículos, le nombraron “la Gran Comisión” al mandato que Dios le dio a sus discípulos de hacer discípulos, hoy la Iglesia en verdad cree que esto es el TODO del cristiano, y está loca por evangelizar al mundo entero, aun a costa de su propia destrucción, pues el Señor dijo: ¿de qué te sirve granjearte a todo el mundo si tu alma estuviere perdida?, y aun dice: por camino de gentiles no vayáis antes id a las ovejas perdidas de Israel, y otra vez dice: porque es justo que el juicio comience por la casa de Dios. Primero debemos discipular nos a nosotros mismos, y después a nuestra esposa e hijos y después a nuestros vecinos y compañeros de trabajo, ¡ese es el orden de Dios!. Imagine que la generación que salió de Egipto, esa misma generación hubiera sido la generación que conquistó a la tierra prometida.
Hubiera sido un desastre.

Pero de esto hablo, de acabar con este YO que no nos deja, y que nos persigue día a día, SIN OBEDIENCIA NO HAY PERSEVERANCIA, es necesario que como discípulos seamos hombres de oración, de intimidad con el Señor, hombres de Fe y hombres Obedientes, pero que hubiera hecho Moisés y Josué sin Aarón y Hur, estos son el tipo de SANTIDAD que debe haber en nuestras vidas como discípulos, ¡qué tan CONSAGRADOS a Dios estamos hermanos! Un discípulo lo peor que puede hacer en medio de la batalla, es alimentarse del mundo o de esperanzas vanas, o de cosas superficiales, hay un sin fin de libros de cómo ser un cristiano de éxito, Como ser un gran Líder, como ser rico y prospero en los negocios “en el Señor”, como tener la esposa perfecta, 7 pasos para que el hijo obedezca, 12 para que la iglesia crezca, 17 para que no cometa errores, 21 mas para ir directo al cielo, ¡WOW! Esto es música para los oídos, pero que de LA SANTIDAD Y CONSAGRACION AL SEÑOR, dice El: Sed Santos Por Que Yo Soy Santo. Muchas veces oramos, nos metemos a la palabra en nuestro diario vivir y la fe aumenta, pero seguimos alimentándonos en el mismo día de cosas que no agradan al Señor, participando de pecados ajenos, metidos en platicas que contaminan a nuestro corazón, y que corrompen las buenas costumbres, y cuando esa vida mezclada, se cansa, empezamos a descansar en el mundo, en lugar de descansar en la roca, nos levanta el animo no la consagración al Señor, sino las emociones, o palabras lisonjeras que nuestro ego quiere escuchar, y es ahí donde muchos cristianos pierden la batalla, y donde el pueblo de Israel la perdió tiempo después. SIN SANTIDAD NADIE VERA AL SEÑOR, hoy la iglesia no quiere oír de Santidad, quiere oír de cómo poder hacer para que no todo sea pecado, pues el Señor dijo a Israel NO TE MEZCLES ni hagas como las naciones que yo arrojo delante de ti, e Israel hizo caso omiso y fue desechado.

DEUTERONOMIO: 25:18
De cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios.

Cuando tu camino de avivamiento, que ha sido duro y cansado, parezca que ya casi llegas a tocar la Gloria del Señor, Amalec vendrá y te atacara por donde no te imaginas, pero si usas de LA ORACION, DE LA FE, DE LA OBEDIENCIA Y DEL APARTARTE PARA EL SEÑOR serás guardado, como lo fue moisés y el pueblo en esta batalla, pero sino observa que hizo Amalec, cuando Israel desobedeció al Señor, y no hubo oración sino que como dice: comió bebió, y se sentó a jugar, la fe era muy flaca y por si fuera poco “SU YO” más que nunca se levanto a vencerlos pues, se alimentaban de los pensamientos de Egipto, y deseaban sus ajos y sus cebollas, sus panes y sus peces, veamos que dice:


NUMEROS: 14: 41-45
41 Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el mandamiento del SEÑOR? Esto tampoco os saldrá bien.
42 No subáis, porque el SEÑOR no está en medio de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros enemigos.
43 Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis negado a seguir al SEÑOR, por eso no estará el SEÑOR con vosotros.
44 Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero el arca del Pacto del SEÑOR, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento.
45 Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Hormá.

Aquí vemos los estragos que hace el caminar este desierto, con carnalidad, con “EL YO” muy vivo. Suena a la vida de muchos cristianos, cuando están en el desierto y están pasando una mala racha económica, marital, familiar, etc., y el Señor viene y nos dice: Hijo ve la tierra que yo te voy a entregar, es hermosa, observa a tu esposa(o) yo te la daré, ve a tus hijos, ellos me van a servir, tu economía, no te preocupes por ella yo te voy a bendecir, no te desanimes, sigue caminando, y le contestamos a Dios: Señor pero ve, esta mujer no entiende, es mas terca, mis hijos son unos rebeldes, y por si fuera poco necesito un carro último modelo y una casa Señor, y creyéndonos más sabios, concluimos que esa tierra está infestada de Gigantes. Falta de Fe, desconfianza en Dios, es lo único que demuestra esa actitud tan carnal, y por si fuera poco no nos volvemos al desierto, no nos volvemos a orar, a buscar del Señor, a tomar su palabra y buscar maná fresco, nuestra Fe flaquea, y ahora hacemos las cosas a nuestro modo, nos obstinamos en subir a la cima del monte y empezamos a pelear solos, ¡LA DESTRUCCION COMPLETA ES LO QUE NOS ESPERA CUANDO HACEMOS ESO!.

AMALEC, se enseñorea de nosotros cuando desobedecemos, es como si Amalec fuera el verdugo enviado por “EL YO”, cuando hay carnalidad, cuando más pensamos que somos nosotros y no el Señor, cuando nos amamos mas a nosotros que al Señor, cuando creemos que nosotros somos las víctimas, y que somos unos pobres míseros que nadie entiende, ¡va! ¡Qué hijo del Señor pensaría eso! sino uno que fuera tan carnal como Israel lo fue en el Desierto. Dijo el Señor, extermina a Amalec cuando ya te haya dado tu tierra prometida pero Israel hizo caso omiso, y Amalec lo metió en pobreza, en esclavitud, lo saqueaba por completo y no dejaba nada a Israel.

JUECES 3:13
13 Éste juntó consigo a los hijos de Amón y de Amalec, y vino e hirió a Israel, y tomó la ciudad de las palmeras.
14 Y sirvieron los hijos de Israel a Eglón rey de los moabitas dieciocho años.
JUECES 6:3-6
3 Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban.
4 Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos.
5 Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en gran multitud como langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devastarla.
6 De este modo se empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron al SEÑOR.

Así exactamente pasa cuando dejamos vivos pecados y no somos obedientes al Señor, viene “EL YO” y no viene solo sino acompañado de esos pecados, viene y hace estragos en nuestras vidas, por eso la orden del Señor de raer de la tierra a Amalec, a nuestro “YO”, Dios dejo establecido acabar con nuestro “AMALEC” dijo Jesucristo ¡NIEGATE A TI MISMO!, en pocas palabras, ¡DALE UNA CEVERA CRUCIFIXIÓN A TU YO! El Señor dejo establecido buscarle, humillados y contritos de corazón, tras una puerta cerrada, honrarle en lo secreto, dejando en esa intimidad todos nuestros temores, nuestros deseos, metas, anhelos, sueños, dolores, penas, aflicciones, etc., EL Rey Saúl es el clásico ejemplo del cristiano exitoso que aparentemente empezó bien y era un gran siervo de Dios pero cayó, un día cierto cristiano cometió adulterio, otro robo, otro ya no quiso saber nada del cristianismo, otro, pobre de el nadie lo quiere, ¡puro egoísmo! Los discípulos somos gente abnegada, gente que piensa más en los demás que en sí mismo, gente que está en la cruz, y que por más que nos dicen que nos bajemos de la cruz, no nos bajamos, porque sabemos que muriendo EL NOS RESUCITARA CON PODER!!!! ALELUYA!!!.

Saúl no extermino a Amalec y fue desechado, que tan dispuestos estamos a entregar la vida para que sea puesta a prueba, pasada por desiertos, pasada por tribulaciones, pasada por problemas cotidianos, pasada por azotes, y por ultimo esta vida sea clavada en una cruz.


¡ES NECESARIO MORIR PARA QUE EL VIVA EN NOSOTROS!
¡ESTAMOS A PUNTO DE LLEGAR AL SINAI!

De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para Vida eterna.
Si alguno Me sirve, sígame; y donde Yo esté, allí también estará Mi servidor. Al que Me sirva, Mi Padre le honrará.

Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de Mí, éste la salvará.
Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?

por Alan I. Sánchez Gallardo

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