Corazones Sencillos y Sinceros.
Mateo 11:25 En ese momento, Jesús se dirigió a Dios y le dijo:"¡Padre, tú gobiernas en el cielo y en la tierra! Te doy gracias porque no mostraste estas cosas a los que conocen mucho y son sabios. En cambio, las mostraste a gente humilde y sencilla.
Lucas 10:21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.
El día de Ayer antes de salir hacia la casa de una amiga y mi hna. En Cristo estaba leyendo este ultimo pasaje de Lucas 10:21, sin saber la sorpresa que me llevaria mas tarde. Que por la noche de regreso a mi casa el Señor Jesus me hablo a mi corazon respecto a esta cita, que expongo a continuación.
Resulta ser que mi amiga me hizo una invitación para que conociera a su Hna. que está a cargo de una iglesia muy pequeña y muy humilde en recursos materiales, hay necesidad de todo tipo y entre ellas de alguien que los dirija a ministrar la Alabanza y Adoración así como el equiparlos para que se forme su propio grupo de musica.
Al escuchar el testimonio de la hermana de mi amiga de lo que Dios ha hecho en esa iglesia que fue abandonada por un Pastor asalariado, y como ella junto con otras ovejitas tomaron el liderazgo para sacar la obra adelante, me di cuenta de cuanta pasión, sinceridad y amor le tenían a la obra del Señor, me movió mucho el corazón todo lo que han logrado hacer y como Dios los ha dirigido y ayudado a que esto siga adelante, la verdad al ver su gozo y sus caras no me pude negar en apoyarlos en esta necesidad por el tiempo que sea necesario, Fue entonces que por la noche de regreso a mi casa el Señor Jesus me hablo a mi corazón respecto a esta cita, que expongo a continuación.
Lucas 10:21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.
Entendamos primero el contexto de este pasaje, resulta ser que un grupo de 70 y 2 de sus discípulos que Jesus había enviado a una misión de ir a predicar el evangelio a los pueblos de alrededor, regresaron muy entusiasmados dándole al Señor las novedades de lo ocurrido y de como también los demonios se les sujetaban. Ver. Lucas 10:17
Sin embargo el Señor Jesus en su siempre forma confrontadora hacia el corazón del hombre los paró en seco, para evitar que sus corazones no se llenaran de Vanidad y Orgullo en lo que les sucedió y los exhorta a pensar en lo eterno..
Luc 10:20 Sin embargo, no se alegren de que los malos espíritus los obedezcan. Alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el libro del cielo.
Pero el relato continúa en los siguientes versículos de Lucas 10:21, donde Jesus se alegra por la actitud Sincera y Humilde de los discípulos y veamos porque:
Luc 10:21 En aquel momento, Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido. Versión DHH
- ¿Quiénes son los “sabios y entendidos”?
Los fariseos, escribas, saduceos, intérpretes de la ley, etc.
¿Quiénes son los “niños”?
Los discípulos de Jesús eran “niños” en el sentido de ser humildes. Eran los “pobres en espíritu” que habían reconocido que estaban en la bancarrota espiritual y que necesitaban la salvación y, por eso, tenían hambre y sed de justicia, etc. (véase Mat. 5:1-12).
¿Por qué escondió el evangelio de los sabios y entendidos y lo reveló a los niños?
¿Hace acepción de personas?
¿Es justo que Dios oculte el mensaje acerca del reino de Dios y de la salvación a algunos y revelarlo a otros?
¿Cómo se explica este texto?
En primer lugar, Dios no hace acepción de personas
Hch 10:34 Entonces Pedro dijo: -Ahora entiendo que de verdad para Dios todos somos iguales.
Rom 2:11 porque no hay acepción de personas para con Dios.
La invitación de Cristo es para todos (Mat. 11:28-30). En segundo lugar, el mensaje de salvación fue predicado a todos.
Cristo predicó de la manera más pública, en las sinagogas, en el templo, como también en el aire libre. Además, sus milagros eran públicos. Todos podían verlos o saber de ellos. Por lo tanto, Dios no escondió ni ocultó el evangelio de Cristo en el sentido de predicarlo y confirmarlo con milagros en algún rincón (Hech. 26:26) solamente para los discípulos.
Entonces, ¿en qué sentido escondió Dios la verdad de los sabios y entendidos? Les presentó un mensaje acerca del Mesías y su reino que no era aceptable a ellos. No querían entenderlo porque no les convenía. Tenían otro concepto del Mesías y su reino y, por causa de su prejuicio “no podían entender” la verdad.
Recordemos lo que Jesús dijo en Mat. 13:10-13. Los fariseos, escribas y otros líderes habían oído la enseñanza de Jesús y habían visto sus milagros, pero teniendo ojos no veían y teniendo oídos no oían.
Los humildes, habiendo oído el mismo mensaje y habiendo visto los mismos milagros, sí creían. Por lo tanto, Jesús dice, “a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado”.
Pablo explica a los corintios (1 Cor. 1:18-23) que los “sabios y entendidos” no quieren el evangelio, porque para ellos es “locura”.
¿Quiénes aceptan el evangelio? 1 Cor. 1:26-31. Entonces Pablo explicó cómo él predicó a Cristo en Corinto (1 Cor. 2:3-5).Entonces, ¿quién en realidad oculta la verdad y ciega al hombre? Véase la respuesta en 2 Cor. 4:3, 4.
Luc. 9:”44 Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. 45 Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen”. En el v. 44 Jesús les explica que El sería entregado”.
¿Por qué “les estaban veladas” “estas palabras”? Porque ellos, al igual que los demás judíos, no querían aceptar el concepto del Mesías que iba a sufrir. Estas palabras no eran veladas por el Señor, sino por el prejuicio de los discípulos. Jesús quería que entendieran: “Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras”.
Sin embargo, ellos tenían otras ideas como lo indica el siguiente versículo: “46 Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor”; es decir, querían ser príncipes en un reino terrenal, como el de David y Salomón.
Hay lecciones valiosas en este texto para todos. Los fariseos, escribas, etc. entre los judíos, o los filósofos griegos no son los únicos “sabios y entendidos” que no pueden entender el evangelio.
El mundo está lleno de tales personas:
- Los académicos, con sus doctorados y otros títulos, no pueden “entender” la creación de todo por Dios (sólo entienden la evolución)
-Los modernistas no pueden “entender” que la Biblia es inspirada por Dios y no pueden aceptar lo sobrenatural (milagros)
-Los romanistas no pueden entender que su movimiento religioso es la apostasía profetizada por el apóstol Pablo (2 Tes. 2; 1 Tim. 4:1-4)
-Millones de mormones siguen a José Smith, y otros millones siguen al “Pastor” Russell (los testigos contra Jehová) , y a docenas de otros falsos maestros que profesan seguir la fe de Cristo, y ni hablar de los millones de religiosos que ni aceptan al Dios de las Escrituras
Pero hay que agregar otro grupo de “sabios y entendidos” que no son grandes ni poderosos ante los ojos de otros. No son ricos. No tienen preparación académica. Algunos son analfabetos. Me refiero a los muchos que tienen opiniones fuertes que han recibido de parientes, amigos y otras fuentes y por eso, siendo “sabios en su propia opinión” (Rom.12:16), no reciben la verdad. Estos dicen, “Es lo que he sido enseñado y así es”; “es lo que siempre hemos creído”.
Muchas de estas ideas son pura superstición, pero los dueños de estas creencias son tercos, porfiados, y no les puede enseñar nada. Aunque económicamente estos estén en los rangos bajos, se creen muy intelectuales (“sabios y entendidos”) y a ellos también Dios esconde la verdad.
Recuérdese la advertencia de Pablo a los tesalonicenses (2 Tes. 2:10-12). Es indispensable que todos amen la verdad y que aborrezcan todo error (mentira). Es necesario tener la mente bien abierta para estudiar la palabra de Dios. Como dice Pablo (1 Tes. 5:21), “Examinadlo todo, retened lo bueno”.
Los que rehúsen aceptar la verdad por cualquier motivo llegan a ser incapaces de entenderla. Les está escondida. Sant. 4:6, “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”.
Procuremos mantener siempre nuestro corazón sencillo y humilde delante del Señor.
Shalom
Enrique
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