Principios Básicos de Comunicación y Enseñanza Biblica
Henry C. Tolopilo
Pastor del Ministerio Hispaño de Grace Community Church
Propósito: subrayar la importancia vital de la enseñanza y exposición bíblica en el ministerio pastoral y motivar a cada siervo a tomar conciencia de esta ineludible prioridad pastoral.
Preguntas para pensar:
¿Qué es lo que predicamos y ensenamos?
¿Por qué enseñamos?; ¿qué es lo que nos motiva?
¿Qué resultados esperamos de nuestra enseñanza?
¿Quiénes deben ensenar oficialmente en la iglesia?
¿Qué requisitos deben llenar los que ensenan?
Introducción
Al leer las páginas del Nuevo Testamento observamos que todo pastor/anciano en la iglesia ha sido llamado por Dios para predicar y ensenar. La enseñanza es parte integra e insustituible del ministerio pastoral.
Lo que también observamos es que la Biblia no dice mucho acerca de métodos de enseñanza. Tenemos en la escritura ejemplos de individuos ensenando en varios contextos y ocasiones que son instructivos, [por ejemplo, Pablo en Hechos 20 donde dice: “cómo no rehuí declarar a vosotros nada que fuera útil, y de enseñaros públicamente y de casa en casa”,] pero no observamos una prescripción pedagógica particular.
Lo que si notamos es que existen dos elementos específicos en la enseñanza oficial de la iglesia cristiana desde sus comienzos que no cambian y que la Biblia subraya;
• El contenido de la enseñanza y predicación.
• La persona que ensena y predica.
En otras palabras la Biblia se enfoca en el Que se debe ensenar y predicar en la iglesia y quien debe desempeñar ese ministerio.
Ambos elementos son vitales y no pueden ser alterados, modificados o substituidos.
El Contenido de la enseñanza de la iglesia.
La Escritura claramente nos indica que no existe algo mas importante; no hay necesidad mas básica en la vida de un ser humano que el conocimiento de la palabra de Dios.
Nuestro Señor dijo en Mateo 4:4 "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."
Lo que Jesús ensena es que La palabra de Dios es el sustento insustituible en la vida; es lo único que satisface las necesidades fundamentales del alma humana, que son espirituales y eternas.
–Sin la Palabra de Dios un hombre no puede llegar a salvación (Ro.10:17)
–Sin la Palabra de Dios un redimido no puede crecer y madurar en su vida espiritual (Jn.17:17).
Nuestro destino eterno y nuestra salud y crecimiento espiritual dependen del conocimiento de la Palabra de Dios.
Si este es el caso, entonces, como pastores llamados por el Señor al ministerio en su iglesia no podemos perder de vista la prioridad absoluta de predicar y ensenar solo La Palabra de Dios.
Esta prioridad ministerial no es una sugerencia en la Biblia; ¡este es un mandato de Dios!
2TI 4:1 Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: 2 Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción.
Este es un mandato solemne de Dios que no podemos evadir; no es una opción entre varias.
Dios se ha revelado su verdad en su Palabra escrita que El mismo ha inspirado (2 Timoteo 3:16) y ha mandado a un grupo particular de siervos a comunicar , por medio de:
La predicación–kerygma (el mensaje o proclamación de la Palabra) La enseñanza– didache (la instrucción doctrinal de la Palabra) Ambas palabras indican el carácter autoritativo de la palabra de Dios.
Nuestro ministerio principal e ineludible es el de predicar y ensenar la Palabra.
La pregunta es ¿Por qué el mandamiento a predicar su Palabra? ¿Por qué no ensenar otras cosas también? No hay duda que existen varios temas que son interesantes y en cierto grado, beneficiosos. ¿Por que no ensenar cosas de valor literario, histórico, social, político, económico, psicológico etc. ¿Por que es que tenemos que limitarnos a la escritura? Bueno, Dios mismo nos da la respuesta
La Palabra de Dios es Eficaz
En Isaias 55 leemos, “10 Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelven allá sino que riegan la tierra, haciéndola producir y germinar, dando semilla al sembrador y pan al que come, 11 así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.”
La palabra de Dios es el único medio que El utiliza para lograr sus propósitos espirituales en la vida de hombres y mujeres.
Dios promete que su Palabra tendrá impacto y llevara a cabo sus propósitos y, ninguna otra fuente o medio puede lograr los propósitos de Dios en el alma humana. Solo y únicamente su Verdad revelada en un libro, La Biblia.
No somos nosotros, ni nuestras ideas, ni ningún otro contenido de origen humano que puede causar cambios de valor eterno en una vida, sino la palabra de Dios.
El salmista lo expresa de esta manera, “La ley del Señor es perfecta, que (restaura, convierte, transforma) el alma” (Salmo 19:7).
El autor de Hebreos escribe, “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12).
Dios se compromete a bendecir y llevar a cabo la obra de transformación en el corazón solo por medio de su Palabra.
Es obviamente claro entonces, que el único contenido de nuestra predicación y enseñanza es La Palabra de Dios. ¡nada más ni nada menos! La Palabra de Dios es absolutamente suficiente para producir vida y salud espiritual.
Los efectos de la Palabra de Dios.
Dios lleva a cabo una obra de transformación en el alma de un ser humano que se refleja en varios resultados.
En 2 Timoteo 3:15-17 observamos cinco elementos o efectos de la Palabra de Dios.
15“y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,”
La palabra de Dios lleva a cabo una obra que de acuerdo a la soberanía y los propósitos divinos produce cinco efectos:
Salvación, Enseñanza, Reprensión, Corrección, Instrucción en justicia.
Cuando ensenamos la Palabra de Dios estos son los resultados que podemos esperar en las personas que escuchan.,. Según su promesa, “su Palabra nunca regresa a El vacía”….o sea, sin producir fruto.
El primer resultado que uno puede esperar en la enseñanza de la Palabra es la conversión de almas; en otras palabras, salvación (Sal.19:7)
Dios utiliza la escritura que es su Palabra inspirada, para dar sabiduría que lleva a salvación que es por fe en Cristo (2 Tim. 2:15)
Santiago escribe: “En el ejercicio de su voluntad, El nos hizo nacer por la palabra de verdad, …” (San.1:18)
Pedro también dice: Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece (1Pedro 1:23)
El hombre en su condición natural esta “muerto en delitos y pecados” (Ef. 2:5); espiritualmente, todo ser humano es incapaz de entender y responder a Dios (Romanos 3:10-12: 1 Co. 2:14; Ef.2:1-4).
El hombre se encuentra en una condición espiritual trágica de la cual no puede salir a menos que Dios intervenga en su vida.
Santiago y Pedro nos dicen que Dios de su voluntad (soberanamente) nos hace nacer, nos regenera, implanta en nosotros nueva vida; y noten que Dios hace esto por medio de la Palabra de verdad; por medio de su Palabra revelada acerca de Jesucristo.
Esto es lo que Pablo ensena en Romanos 10:17 donde dice:
“Así que la fe viene del oír, y el oír por la palabra de Dios o la palabra de Cristo”
El único medio que Dios utiliza para la salvación es su Palabra escrita o proclamada (Ro.10:13-15: 1 Tes. 2:13)
La salvación ocurre cuando un individuo oye la Palabra de Dios, el mensaje de salvación por medio de Cristo, es iluminado por el Espíritu Santo y es movido a fe en lo que Dios dice.
Dios nos hizo nacer, nos salvo, por medio de la Palabra de verdad, que Pablo específicamente dice es el evangelio.
COL 1:5 a causa de la esperanza reservada para vosotros en los cielos, de la cual oísteis antes en la palabra de verdad,… el evangelio,
Este es el primer efecto o resultado que podemos esperar al predicar, proclamar, ensenar
La Palabra de Dios: la salvación de pecadores.
En segundo lugar, la palabra de Dios es útil para enseñar.
La palabra didaskalian en griego traducida enseñar o literalmente, enseñanza, se refiere no tanto al proceso de ensenar, sino al cuerpo de doctrina o contenido de enseñanza. Esta palabra es una referencia al depósito de revelación bíblica.
La Biblia contiene principios y preceptos que son útiles y eficaces en proveer sabiduría y dirección para nuestra fe y conducta.
El tercer resultado o efecto en la instrucción bíblica es redargüir o reprender.
Esta palabra, elegmos, traducida reprender o reprensión tiene la idea de confrontar a un individuo con una actitud o conducta pecaminosa, o con una doctrina torcida o falsa.
La palabra de Dios reprende, convence de pecado, expone lo torcido, confronta lo falso. La Palabra de Dios mide y revela lo que no está de acuerdo al estándar divino.
El cuarto resultado o efecto de la enseñanza de la Palabra de Dios es corrección.
La palabra es epanorthosis, que literalmente significa restaurar a algo a su estado original. La escritura no solo expone lo incorrecto, y confronta lo falso y torcido, sino que también restaura, endereza, levanta, reconstruye.
En quinto lugar, la escritura es útil para instruir en justicia.
La palabra tiene el efecto de guiarnos en el camino de justicia.
La palabra traducida instruir es el verbo paideian, cuya raíz se encuentra en la palabra paidos, o niño (de donde obtenemos la palabra castellana, “pedagogía “y sus derivados.) Esta es la idea de instruir a un niño. La palabra de Dios nos instruye en justicia y a menudo incorpora la idea de disciplinar Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da después fruto apacible de justicia. (Hebreos 12:11).
La palabra de Dios nos instruye por medio de dirección en camino correcto y a menudo esto incluye disciplina para ser participes de santidad.
Para concluir: La Palabra de Dios es eficaz y es suficiente para llevar a cabo los propósitos de Dios en la vida de sus escogidos.
Dios nos salva por medio de su Palabra y una vez salvados utiliza su palabra para santificarnos.
2TI 3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.
¿Necesitamos algo fuera de la Palabra de Dios para ensenar? La pregunta requiere una respuesta rotunda! ¡No! Dios solo usa y bendice su Palabra para llevar a cabo sus propósitos de transformación espiritual.
Dios no permita que nos desviemos de ensenar solo y exclusivamente Su Palabra para el bien y edificación de las almas.
Por eso la iglesia se encuentra aquí en la tierra,
1TI 3:15 pero en caso que me tarde, te escribo para que sepas cómo debe conducirse uno en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad.
El responsable por la enseñanza en la iglesia
Si la iglesia existe para sostener en alto la verdad de Dios; que es ensenar todo el consejo de Dios para el bien de las almas,
¿Quiénes son los que deben llevar a cabo esa tarea?
Sin duda todo cristiano es responsable por conocer la palabra de verdad, compartir la verdad con los que le rodean y ser testigo de Jesucristo. Esto es evidente en las palabras del Señor: “pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.”
Todos y cada uno de los discípulos de Cristo son sus testigos.
Pero, el Nuevo Testamento es claro en indicar que Dios ha establecido a ciertos hombres para que lleven a cabo la tarea de enseñanza oficial de la iglesia.
EFE 4:11 Y El (Jesucristo v.9) dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;
Este es un grupo particular de siervos, que la Biblia denomina, “hombres de Dios”.
La primera mención de esta frase la encontramos en Deuteronomio 33:1 en referencia a Moisés.
Todos los profetas del Antiguo Testamento eran llamados hombres de Dios.
En el Nuevo Testamento Pablo la utiliza en referencia a Timoteo en contraste a fasos maestros (1Timoteo 6:11).
Estos siervos son escogidos por Dios para representarle en la proclamación y enseñanza de su Palabra. Dado su uso bíblico,
La frase hombre de Dios, es una frase genérica que incluye a cualquier hombre en cualquier época a quien Dios llama como su vocero.
Es entonces crítico que en la iglesia, los hombres que representan a Dios ensenando su Palabra sean individuos particularmente calificados.
No cualquiera puede ser maestro de La palabra de Dios, no cualquiera puede ensenar en la iglesia.
SAN 3:1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un juicio más severo.
¿Qué son los requisitos bíblicos básicos para ensenar?
La Biblia nos instruye con claridad en cuanto a lo que Dios requiere de los que ensenan Su Palabra.
Estos son requisitos indispensables que deben estar presentes en la vida de un hombre responsable por ensenar.
El llamado de Dios
Es evidente en la escritura que Dios escoge y llama a los que El pone en servicio y le representan.
Un hombre de Dios llamado a ser vocero de Dios no escoge el ministerio, sino que es colocado por Dios en el ministerio.
Tenemos múltiples ilustraciones en el Antiguo y Nuevo Testamento ( por ejemplo, Jeremías 1:4-9; Ezequiel 2:1-3)
JER 1:5 Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones.
EZE 2:3 Entonces me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a una nación de rebeldes que se ha rebelado contra mí; ellos y sus padres se han levantado contra mí hasta este mismo día.
En Marcos 3:13 leemos que Jesús, “subió al monte, llamó a los que El quiso, y ellos vinieron a El. 14 Y designó a doce, para que estuvieran con El y para enviarlos a predicar”,
Pablo describe su llamado en Gálatas 1 donde dice: “15 Pero cuando aquel que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien..16 revelar a su Hijo en mí para que yo le anunciara entre los gentiles,”
En Hechos 20 Pablo se dirige a los ancianos de la iglesia en Efeso y dice:
“28 Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia sangre.”
Asi como Dios llama a salvación a sus escogidos, Dios también llama de entre estos a los que El pone en el ministerio pastoral dentro de Su iglesia. El pastorado se limita a los que han sido llamados por Dios y hechos obispos para apacentar la grey.
Una vida piadosa
Es claro que todo aquel que ha sido llamado por Dios para ensenar en su iglesia debe ser un ejemplo de piedad a los que instruye. Este es un requisito indispensable de un pastor.
Tened cuidado de vosotros, primero, y del rebano en segundo lugar. El orden es critico. Es imposible cuidar a las ovejas si uno como pastor no se cuida en su vida personal.
Esta es la razón por la que el apóstol Pablo al enumerar las cualidades de un anciano escribe a Timoteo,
1TI 3:2 pero es necesario que el obispo sea irreprensible…
“Es necesario”, dei (en griego) que quiere decir una necesidad absoluta.
“Irreprensible” o “irreprochable”, anepilemptos, (en griego) que significa, “sin culpa, o razón de ser acusado como criminal”.
No existe nada en su vida que otros puedan apuntar y acusarle de algo que lo descalifique como hombre de Dios por ejemplo en su vida personal, sus relaciones con su esposa, familia, y otros vv.2-7
Dotado para ensenar
Entre las cualidades morales mencionadas en estos versículos encontramos la expresión, “apto para ensenar” v.2.
Didaktikon, que quiere decir hábil en ensenar.
Es obvio que la enseñanza eficaz, con impacto espiritual, debe estar respaldada por una conducta piadosa.
Esta cualidad o don espiritual es única, y distingue a un anciano de un diacono (los demás lideres de la congregación).
Podemos observar claramente en las epístolas pastorales que la tarea principal de un anciano, un pastor es ensenar la Palabra de Dios (1Tim. 4:6,11,13,16; 5:17; 2 Tim.
2:15,24; Tito 2:1) Esta es la razón que ellos fueron dados a la iglesia por el Señor…
EFE 4:11 Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,
EFE 4:12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;
Todo varón que aspira a la posición de ser obispo, pastor, anciano, (términos intercambiables en el Nuevo Testamento) debe ser una persona dotada; debe ser un individuo apto para ensenar.
Esta no es una cualidad natural, sino un don dado por el Espíritu Santo así como El distribuye los demás dones a la iglesia.
1 COR 12:28 Y en la iglesia, Dios ha designado: primeramente, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; 29 ¿Acaso son todos apóstoles? ¿Acaso son todos profetas? ¿Acaso son todos maestros?
La respuesta a estas preguntas es, No! No todos los cristianos son dotados por el Espíritu de Dios para ensenar.
Solo un grupo selecto de individuos fueron escogidos por Dios y llamados a ensenar su Palabra; los hombres de Dios. Género masculino
En la lista de cualidades para ser anciano, Pablo dice,
1TI 3:2 Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar,
Es importante notar que solo un hombre puede y debe calificar para ser pastor; ya que solo un hombre puede ser marido de una sola mujer, y él es que debe ser apto para ensenar. Todas estas cualidades mencionadas en estos versículos van dirigidas los que desean ser obispos; (episcopos/supervisor) No existe ninguna mención de obispas o pastoras, o ancianas en el Nuevo Testamento.
Pareciera de sobra mencionarlo, pero en el ambiente social igualitario en el que vivimos, es importante subrayar que la Biblia categóricamente ensena que los que oficialmente ensenan en la iglesia son varones.
Esto no quiere decir que mujeres no pueden ejercer una función de maestra en el contexto apropiado.
Tenemos como ejemplo a Aquila y su esposa Priscila que ensenaron como pareja a Apolos en Hechos 18:26.
Las mujeres mayores son exhortadas a ensenar a las mujeres jóvenes Tito 2:3-4. Pero, en la iglesia, la enseñanza se limita a varones 1 Timoteo 2:12.
Sin embargo, cuando hablamos de enseñanza oficial y pastoral en la iglesia, la escritura es absolutamente clara en cuanto al liderazgo varonil; los ancianos, pastores y maestros son los que ensenan.
Ahora, todos los requisitos para los que ensenan son establecidos y designados por Dios. Dios es quien escoge, llama, establece y dota espiritualmente a ciertos hombres para predicar y ensenar su Palabra.
¿Qué es lo que un hombre de Dios debe hacer para ensenar con eficacia? En otras palabras, ¿Qué es su parte en el ejercicio de su ministerio?
Existen responsabilidades humanas en este proceso: Compromiso con la oración
En Hechos 6 Pedro subraya la responsabilidad primaria de un pastor.
HEC 6:4 Y nosotros nos entregaremos a la oración y al ministerio de la palabra.
Un hombre llamado por Dios a predicar y ensenar debe ser un hombre dedicado a la oración.
Oración personal
Antes de entrar en el estudio de la Palabra y ensenarla debemos entrar en la presencia de Dios buscando primero su iluminación y sabiduría.
SAL 119:18 Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley.
SAL 119:27 Hazme entender el camino de tus preceptos, y meditaré en tus maravillas. En 1518 Martin Lutero, dirigiéndose a pastores escribió:
“Las Santas Escrituras no pueden ser excavadas por el estudio y talento…tu deber supremo es comenzar orando, y orando para que Dios se plazca en cumplir algo para su gloria…no para ti o para ninguna otra persona. El puede concederte el entendimiento de sus palabras…El es el autor de estas palabras…no confíes en tu propio esfuerzo y habilidad, confía totalmente en la dirección del Espíritu”, fin de la cita.
El problema principal del hombre no es intelectual. El problema que todos tenemos es del corazón, necesitamos luz espiritual, iluminación del Espíritu para entender y discernir lo que El ha revelado.
“nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios.Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, (1Co.2:11b,12)
La sabiduría espiritual viene de Dios quien la revela en su Palabra pero no es automática debemos buscarla por medio de la oración.
Martin Lloyd-Jones escribió: ‘nunca debemos leer/estudiar las escrituras sin orar’
Oración a favor de otros
No solo oramos por nosotros mismos y por la iluminación del Espíritu de Dios en nuestro estudio, sino que oramos por los que escucharan y serán expuestos a nuestra enseñanza de la Palabra.
Pablo oraba de esta manera continuamente.
Efesios 1:16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones;
EFE 1:17 pidiendo que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de El.
EFE 1:18 Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
COL 1:9 Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos cesado de orar por vosotros y de rogar que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual,
Preparación rigurosa
Fuimos llamados a trabajar arduamente en la enseñanza de la Palabra de Dios.
1TI 5:17 Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza.
La palabra que aquí se traduce “trabajan” es el verbo griego kopiao, que significa trabajar intensamente hasta quedar exhausto.
Dirigiéndose a Timoteo quien estaba encargado de la iglesia en Éfeso Pablo exhorta,
2TI 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.
Ningún hombre puede trazar bien, manejar con precisión la palabra, hasta que entienda el significado de la misma, lo cual requiere todo nuestro esfuerzo.
Un hombre de Dios, un pastor consciente de su responsabilidad de ensenar la palabra de Dios, trabaja en ello con todas sus fuerzas, orando, estudiando, investigando, sacrificando su tiempo con la meta de entender el significado de lo que Dios dice en su palabra y una vez hecho esto, ensenarlo a otros.
El ministerio de enseñanza no tolera la pereza en la vida de un siervo de Dios. Lutero, hablando a un grupo de pastores declaro:
“Algunos pastores son flojos y por esto es que no tienen impacto. No oran, no leen, no investigan la escritura….el diablo, el mundo y nuestra carne luchan furiosamente en contra nuestra. Por tanto, amados hermanos pastores y predicadores, oren, lean, estudien, sean diligentes; en esta impía y vergonzosa época en que vivimos, no es el momento para ser indolentes, nos el tiempo de dormir y roncar”.
Si esto era cierto en la época de Lutero, cuanto más hoy, en esta época critica en la que vivimos.
Si tu hermano fuiste llamado al pastorado, tu fuiste llamado a predicar y ensenar, y por lo tanto fuiste llamado prepararte arduamente en el estudio de la palabra.
Entonces, un hombre de Dios se dedica, se enfoca, se entrega a estas prioridades ministeriales; Con el apóstol Pedro, el puede decir, yo me entregare a la oración y al ministerio de la palabra”. Pasos prácticos en la preparación:
Leer el material pertinente
Si eres predicador y maestro un buen porcentaje de tu tiempo semanal se enfoca en la lectura de comentarios, libros, herramientas de interpretación, escritos por autores confiables.
Uno debe aprender a seleccionar y distinguir a las fuentes de información que valen la pena consultar. No tenemos tiempo para leer todo lo que pudiéramos leer.
Spurgeon decía a sus estudiantes: “lean mucho no muchos”
La idea es de estar familiarizado y enfocar nuestro esfuerzo en materiales de autores que han tenido impacto en la iglesia a través de los siglos.
Cada uno de nosotros tenemos diferentes hábitos y formas de estudiar, pero es importante en la medida que leemos, tomar nota de puntos sobresalientes y material pertinente al tema que estamos estudiando; primero, para nuestro bien y luego para la edificación de los que recibirán mi enseñanza. Lo que nos debe motivar es descubrir y conocer la verdad de Dios, no simplemente la preparación de un sermón o lección bíblica.
Esdras es un ejemplo para cada uno de nosotros en cuanto a esta prioridad en la enseñanza,
…la mano bondadosa de su Dios estaba sobre él. Ya que Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del Señor, y a practicarla, y a enseñar sus estatutos y ordenanzas en Israel (Es.7:9b-10)
Escribir el bosquejo y cuerpo del material/sermón
Creo que es importante escribir todo el sermón o lección bíblica y la razón básica es que esta disciplina nos ayuda organizar, aclarar las ideas, y ser precisos en lo que vamos a comunicar.
Dividir el material en segmentos apropiados en contenido y tiempo.
Principio: “es preferible avanzar lentamente que tratar de apresurar la enseñanza”
Ser profundo y preciso es mucho importante que ser superficial. No todo sermón debe ser dividido con la clásica estructura homiletica de, introducción, tres o cuatro puntos principales y conclusión.
La homiletica del sermón no es lo mas importante, sino el contenido. La homiletica sirve como el marco de una pintura. La pintura es lo que realmente importa.
Apuntalar la Biblia con la Biblia
A menudo ciertos puntos, ideas, principios en la lección bíblica demandan más tiempo y explicación en su desarrollo; y es crítico apoyar e hilar cada punto con otras referencias paralelas en la escritura.
Siempre que sea posible, es mejor ilustrar nuestros puntos e ideas en el sermón con ejemplos bíblicos; ¡Que la palabra explique la palabra!.
La exposición clara de la verdad de Dios es lo mas importante y buscar que cada principio o precepto bíblico quede fijo en la mente del que escucha.
¿Cómo llevamos a cabo la exposición bíblica?
Esencialmente explicando la Palabra de Dios a los oyentes a través de tres pasos básicos que aplicamos al texto:
Esto es lo que el pasaje dice
Esto es lo que el pasaje significa (exposición del pasaje en su contexto geográfico, histórico y gramatical; referencias paralelas e ilustraciones de otros textos)
Estas son las implicaciones de lo que dice
(exhortar a los oyentes, llevarlos a considerar aplicaciones personales; hacerles conscientes de la autoridad de la Palabra de Dios sobre sus vidas)
Para concluir: El expositor bíblico, el hombre que ensena debe estar convencido que fue llamado por Dios para ese ministerio, ha sido capacitado por su Espíritu para ensenar, y es un hombre que posee las cualidades morales que Dios requiere para ser líder en la iglesia.
Además de estos requisitos que la Palabra de Dios establece, el hombre de Dios debe estar dedicado a la oración y al estudio de la Palabra.
La predicación y enseñanza eficaz no es automática.
La enseñanza que logra resultados espirituales en la vida de hombres se limita a la Palabra de Dios trazada por hombres de Dios quienes están comprometidos de hacer el ministerio de la Palabra La prioridad singular de sus vidas.
La predicación expositiva, la enseñanza bíblica que impacta tiene un costo grande. Demanda una perspectiva única de predicar solamente la Palabra de Dios. Demanda una preparación rigurosa en el estudio
Se concentra en una investigación cuidadosa, nunca superficial, y un paso lento de enseñanza a través de todo el consejo de Dios.
Requiere un enfoque personal de entender y aplicar la verdad de Dios a nuestra propia vida.
Requiere de sabiduría y poder que resultan de una vida de oración disciplinada, a favor nuestra y de los que están bajo nuestra enseñanza.
Pregunta: si somos lideres pastores en nuestras congregaciones, ¿podemos buscar otra cosa o sentirnos satisfechos con algo menor?
¡Que el Señor nos conceda siempre vivir y ensenar como “un hombre de Dios”.!
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