jueves, 9 de febrero de 2017

Jesús "viene" por el espíritu santo a cada creyente

Jesús "viene" por el espíritu santo a cada creyente
Edwin Mauricio Alza.



Jesús nuestro señor Mesías dijo que no nos dejaría huérfanos, en otras palabras que no quería que sufriéramos la triste ausencia de él como el hermano mayor. La presencia y conducta de Jesús había mostrado a Dios de una forma que ni los siervos de los profetas del AT habían disfrutado.

Para que los discípulos no resintieran su ausencia real, ya que iría a morar a la diestra del Padre, debía estar presente en la mente tanto para lo racional y lo emocional. Pero ¿cómo sería posible esto? ¿Cómo podría Jesús superar su limitación corpórea? Dios es el único que no está limitado por un cuerpo puesto que el es espíritu sin carne ni huesos.

Con todo Jesús había rogado sobre este asunto al Padre Celestial y Dios le dio la solución: el don que Dios regalaría a la iglesia que es una porción cualitativa de su espíritu infinito sería la forma de Jesús morar en ellos.

Juan 14:15-26
15Si me amáis, guardad mis mandamientos;
16y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; 17el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis; porque mora con vosotros , y estará en vosotros [la verdad divina] .
18No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. 19Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 20En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 21El que tiene mis mandamientos, y los guarda, éste es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 22Judas le dijo (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? 23Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, mis palabras guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. 24El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
25Estas cosas os he hablado estando con vosotros. 26Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Increíblemente la pregunta de Judas fue muy buena. Jesús explica que la manifestación a los suyos tiene que ver en todo con los mandamientos de Jesús que es lo que Jesús dijo, lo que Jesús enseñó. Esto es muy distinto de las manifestaciones energúmenas y desaforadas de muchos pentecostales y carismáticos hoy.

De modo que la pregunta ¿estará Jesús con los suyos en la tierra hasta el fin? Tiene un si como respuesta. ¿Estará Jesus viviendo en cielo para a su tiempo regresar? Pues, si. De hecho que esto no podría ser cierto si ambas realidades fueran ciertas absolutamente. En realidad, la respuesta completa es que Jesús el Mesías hombre exaltado para ser mayor que los ángeles (en este sentido Jesús sobrepasó a los espíritus servidores y es espíritu dador de vida). Ese Jesús ha sido proyectado por el espíritu de Dios lo cual lo hace tan real al creyente que ama la verdad y se santifica por ella.

Expresiones como:
Jesús vino a los suyos por él Espíritu santo.
Jesús está presente por el Espíritu santo.
Jesús hablando a las 7 Iglesias es lo que Espíritu dice a sus asambleas.
Jesús es llamado señor Mesías por inspiración del Espíritu.
Jesús nos estimula por el espíritu a interceder como el intercede.
Jesús estimula a la asamblea a pedir su retorno: Sí, ven señor Jesús.

Todo esto es cierto pero no alcanza para decir que Jesús sea el Espíritu santo y mucho menos para decir que el Espíritu santo sea también la Deidad.

No hay comentarios: