viernes, 13 de noviembre de 2015

¡Atentos a la luz de la antorcha!


¡Estén atentos a la luz de la antorcha!
Edwin Mauricio Alza




2 Pedro 1:16

Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía:Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.

Pedro, Jacobo y Juan vieron el poder y la majestad con que volverá nuestro Señor Jesús y aún oyeron las palabras del Dios y Padre enviada del cielo dando testimonio del Mesías. Y aunque era un testimonio de tres hombres fieles, Pedro exalta la superioridad de las Escrituras del Antiguo Testamento para dar un testimonio de mayor peso. Jesús había dicho a los judíos que escudriñaban las Escrituras ávidos de la inmortalidad que ellas precisamente daban testimonio de él como Mesías.

Juan 5:39

Ustedes escudriñan las Escrituras, por que les parece que en ellas tienen la vida que no acaba, pues esas mismas Escrituras dan testimonio de mí.

Pedro llama al Antiguo Testamento la palabra profética refiriéndose a la Segunda Venida del Mesías, esta venida es un hecho revelado sobre todo por los profetas que hablaban del Bendito que viene en nombre de Jehová.

Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones...

Pedro también señala que el Antiguo Testamento es como una luz que alumbra en lugar oscuro, refiriéndose a la magnífica guía y excelente ayuda que recibimos de la Escritura en medio de la confusión de este mundo en sus filosofías y huecas sutilezas. Los escritos del Nuevo Testamento poseen esa bendita antorcha porque los apóstoles y discípulos basan sus enseñanzas en el Antiguo Testamento, apelando constantemente al "escrito está".

Nuestro Mesías y los apóstoles predicaron el evangelio que se hallaba en los Profetas. Los de Berea, compararon la doctrina de Pablo con la doctrina judía y hallaron total coincidencia. Pablo recomienda a Agripa creer en los Profetas. Apolos era poderoso en la doctrina de las Escrituras. De modo que podemos asegurar que la doctrina de los apóstoles se basaba en esa luz que no permite el error.
Si bien es cierto los fariseos con su legalismo, los saduceos con su política y los esenios con su misticismo eran tres sectas del judaísmo en 1300 años, esto no tiene ni punto de comparación con las más de tres mil iglesias y sectas vario pintas de hoy.

La razón de ser de las sectas es que cada una de ellas tiene su sistema de interpretación del Nuevo Testamento. Cada uno interpreta lo que bien le parece, pero no abrazan la recomendación de Pedro para estar atentos al Antiguo Testamento para que sea la clave interpretativa del Nuevo. 

Siguen el despropósito de Martín Lutero y por eso no les amanece el día y el lucero de la mañana no se deja ver porque permanecen en las tinieblas.

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