¿Qué es el Deísmo?
El Deísmo es la creencia de que un ser inteligente creó el mundo, pero que este ya no está involucrado con el mundo o interviene en los asuntos de las personas. Según el Deísmo, un ser que podría ser llamado “Dios” creó el mundo y lo puso en marcha. Pero después de la creación del mundo y darle las leyes naturales que necesitaba para funcionar, este Dios abandonó al mundo lo cual le permite funcionar por sí solo. Este Dios, que no debe entenderse como el Dios personal del cristianismo, es como un amo ausente o un relojero que ya no tiene ningún interés en el reloj que creó.
El fundador del Deísmo fue el Señor Herbert de Cherbury (1583-1648). El Deísmo floreció en los siglos XVII y XVIII y alcanzó su cenit en la época de la Revolución Americana. Esta opinión fue popular entre los pensadores europeos, como Voltaire, así como varios fundadores de los Estados Unidos incluyendo a Thomas Jefferson y a Benjamin Franklin.
En sus primeros días, el Deísmo no era tan escéptico acerca de los puntos de vista cristianos tradicionales de Dios, como más tarde se convirtió. De hecho, desde el principio podría ser visto como un resurgimiento de la teología natural de Tomas Aquinos en que la naturaleza enseña a todas las personas ciertas verdades acerca de Dios. El mismo Señor Herbert, creía que la teología natural apoyaba las creencias cristianas acerca de Dios. Eventualmente, sin embargo, el Deísmo llegó a ser una alternativa para el cristianismo. Mateo Tindal (1655-1733) publicó Christianity as Old as the Creation [El Cristianismo tan Antiguo como la Creación], que llegó a conocerse como la ‘Biblia del Deísmo’. En esta obra el sostuvo un punto que se convertiría en una tesis central del Deísmo-‘la razón es superior a la revelación.’ Por lo tanto, si las verdades de la razón están en contradicción al mensaje cristiano, una persona debe confiar en su propia razón. Los Deístas también llegaron a ser los pioneros de la crítica radical de la Biblia a menudo negando los relatos milagrosos de la Biblia.
Joseph Butler (1692-1752) ofrece una refutación del Deísmo alegando que las verdades de la naturaleza son coherentes con la Biblia. El escepticismo radical de David Hume también se cree que ha asestado un gran golpe mortal al Deísmo. Como movimiento, el Deísmo no sobrevivió en el siglo XIX.
Los Deístas inicialmente fueron atraídos al argumento teleológico de la existencia de Dios-es decir, que la gran complejidad en el mundo muestra evidencia de un diseñador. Antony Flew, un ex líder defensor del ateísmo, dijo en 2004 que la complejidad del universo obliga a creer en Dios. Reconoció que su nueva visión era similar a la del Deísmo.
por Michael J. Vlach, Ph.D.
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