Daniel Martínez
Italia
"Hemos llegado al límite de que mujeres que están embarazadas se nieguen a ir a los hospitales y quieran dar a luz en sus casas, asistidas por alguna amiga. Es que el terror de ser denunciadas en los hospitales o al momento de inscribir el nacimiento del niño es enorme".
La declaración de Graciela Del Pino, presidenta de la ONG Coordinamento Ligure Donne Latianoamericane se parece a un desahogo profundo.
"¿Qué será de esos niños si sus madres, por carecer del permiso de residencia, no podrán anotarlos en el Registro Civil? Ellos no tendrán derechos, serán como fantasmas".
El pasado 8 de agosto entró en vigencia en todo el territorio italiano el conjunto de leyes conocido como paquete para la seguridad, que contiene las nuevas normativas para la inmigración y en las que -además de considerar la inmigración clandestina un delito penal- exige entre otras medidas presentar el permiso de residencia para poder realizar actos civiles. Es decir, casamiento, registro de nacimiento o de un deceso.
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"Niños cuyos padres evitarán llevarlos a los hospitales, serán niños sin vacunas, cuya salud peligrará y hará peligrar la de toda la comunidad", continua Del Pino.
"Es verdad que la enorme mayoría de los médicos aquí en Génova han anunciado que se opondrán como 'objetores de conciencia' a denunciar a cualquier paciente que se presente a ellos sin los papeles en regla, pero el miedo ya ha sido sembrado y los efectos pueden ser devastadores".
Reglamentos Municipales, una alternativa
En Génova, donde se encuentran aproximadamente unos 70.000 inmigrantes de origen latinoamericano, y en donde se estima que al menos 15.000 mujeres viven y trabajan sin contar con el permiso de residencia, las autoridades municipales presentarán al Consejo Municipal una moción que permita a médicos, obstetras y enfermeros poder registrar los nacimientos que hayan asistido -e incluso los casos donde el parto se produzca en un domicilio particular- sin que los progenitores deban presentarse al registro civil (como sucede actualmente).
En diálogo con BBC Mundo, el Responsable del área Infancia y Escuela de la Alcaldía de Génova, Paolo Veardo, dejó claras las intenciones de esa administración comunal:
"En Italia las alcaldías no pueden legislar, pero pueden reglamentar, por eso hemos elegido presentarnos al Consejo Municipal para discutir el tema".
Veardo agregó que presionarán para que se amplíe el concepto de escuela obligatoria -que va de los 6 a los 16 años- para que empiece desde el nacimiento del bebé hasta los 16 años.
De esta forma guarderías y jardines de infantes podrán aceptar a niños sin que los padres tengan que presentar el permiso de residencia.
Con el corazón en la boca
Hablar con las personas que por una razón u otra están en Italia sin sus documentos en regla, es siempre más difícil. Julieta (nombre ficticio) es una joven madre de origen peruano que hace 3 días dio a luz a su primer hijo.
Junto a su pareja trabajan sin papeles en la ciudad de Milán desde hace dos años. Ante el inminente nacimiento de su hijo, tuvieron que tomar una decisión difícil: acudir a un hospital y correr el riesgo de ser denunciados.
"El abogado nos habló claro", le contó Julieta a BBC Mundo. "Si la denuncia se hubiese producido podían incluso separarme de mi hijo y entregarlo a la Asistencia Social, pero nos aseguró que en el hospital no nos iba a denunciar y como mi parto iba a ser difícil era mucho mejor tenerlo en el hospital".
Julieta agrega que no tuvo otro remedio que confiar en lo que le decían, pero jura que todavía tiene "el corazón en la boca".
Una de las paradojas de la nueva ley es que si los padres no presentan el permiso de residencia, no pueden inscribir a su hijo. El recién nacido se considera entonces sin padres y se entrega a la tutela de los Servicios Sociales.
Este niño de padres inmigrantes sin papeles sería considerado ciudadano italiano cuando cumpla su mayoría de edad.
"Yo me arriesgué, pero le puedo asegurar que conozco a otras personas que no tienen ni la más la mínima intención de tener familia en un hospital", confiesa la inmigrante entrevistada por BBC Mundo.
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