El vertiginoso avance de la apostasía y el avasallante mover de un espíritu anticristiano, toma fuerza ante nuestra vista. Frente a esta cruda realidad, concluimos a la luz de las Sagradas Escrituras, de que estamos llegando a los tiempos finales de la gracia de Dios y se están poniendo las bases de la Iglesia Mundial apostata.
Ante esta gran verdad, nos toca hacer la parte posible para nosotros: Depender más de Cristo y su Palabra, y advertir a cuantos quieran prestarnos atención, diciéndoles que la iglesia apóstata avanza hacia el escenario apocalíptico del falso profeta y el Anticristo.
I. PERFIL DE LA IGLESIA MUNDIAL
La Iglesia Mundial y que no será otra sino la superiglesia apóstata del futuro, será una iglesia íntimamente relacionada con dos personajes nefastos, aún más, dirigida y controlada por las dos bestias apocalípticas: el falso profeta y el anticristo, ambos personajes parte de una tríada satánica: el dragón que representa a Satanás, la fuente del mal espiritual; la primera bestia, que será la fuerza política, la encarnación del maligno, inspirada por Satanás, la deificación de Satanás bajo la forma de una dictadura terrible y cruel; el falso profeta, la segunda bestia, que será la fuerza religiosa apóstata, cuyo espíritu satánico y engañador seducirá a las naciones y las embriagará, impulsándolas a rendir un culto apasionado a la primera bestia, como una confederación de fuerzas temporales. (Apocalipsis capítulos 13 y 17). Esta iglesia mundial ostentará rasgos característicos especiales, mostrará un perfil profético bien delineado. Podemos notar ya algunos de esos rasgos tenebrosos.
A. Una iglesia globalizada.
La Iglesia Mundial será única, porque el esfuerzo ecuménico habrá podido unir a todas las religiones, todas las ideologías del mundo, incluidos los ateos. Una gran fraternidad universal crea lo que crea, y sostenga los principios que sostenga. El propósito es unir a la humanidad entera en una organización donde no se tomará en cuenta ni las creencias ni los principios. Una iglesia con una religión centrada en el hombre en total rebelión contra el Creador. Ahora mismo hay un movimiento secularizante que está envolviendo a la iglesia en asuntos políticos y sociales, participante de una sociedad “humanizada”, profana y pragmática, gobernada por una “ley natural” y ya no más por una “ley divina”.
B. Una iglesia ecuménica y sincrética.
Las organizaciones ecuménicas vienen trabajando de manera tan activa y sutil que muchísimos líderes y pastores al parecer no se dan cuenta de ello. Son ellos mismos y sus iglesias los que dan apertura y apoyo al Movimiento Ecuménico, fuerza motriz de la iglesia apóstata. De manera servil están sometiéndose a la manipulación y fines de la Iglesia Católica Romana (ICR), quien al principio se mostró renuente a tomar parte del Movimiento Ecuménico, incluso algunos papas condenaron al Movimiento Ecuménico del Consejo Mundial de Iglesias (CMI); pero ahora la Iglesia Católica ha entrado de lleno a tomar parte del Consejo Mundial de Iglesias aunque no oficialmente, pero en la práctica, es la Iglesia Católica Romana que está dirigiendo el Movimiento Ecuménico en todo el mundo.
El Consejo Mundial de Iglesias tuvo la iniciativa del esfuerzo ecuménico, ahora se puede decir que va tras los pasos de la Iglesia Católica Romana. Es notorio el poder de convocatoria que la ICR tiene ante las demás religiones del mundo. El pastor español Miguel Rosell argumenta: “Los propósitos del Vaticano son a estas alturas excepcionalmente diáfanos. La agenda de la Gran Ramera está ya abierta a los ojos de cualquiera que quiera tomarse la mínima molestia de echarle un simple vistazo. Realmente está poniendo las cartas sobre la mesa, y eso es indicativo, una vez más, de que la venida del Señor por los suyos está más cerca que nunca.” (1)
En cuanto al perfil sincrético de la Iglesia Mundial, los logros del Movimiento Ecuménico nos dan las evidencias. Cuando el CMI realizó su asamblea en Nairobi, Kenya en 1975, hubo presencia de religiones primitivas y paganas. En la asamblea de Vancouver, Canadá, la sexta del CMI, en 1983; participaron los indígenas canadienses, quienes invocaron al “Gran Espíritu”, presentaron ofrendas de pescado a sus divinidades, levantaron un tótem, un ídolo (un poste de tres o cuatro metros) con grabaciones alusivas a las creencias indígenas de los pieles rojas de Norte América. En la séptima asamblea de Canberra, Australia, en 1991. La asamblea se inició con una ceremonia aborigen muy primitiva de “purificación” por humo, una teóloga coreana presentó un tema donde mezcló el espiritismo coreano con ciertos elementos cristianos, invocó a los espíritus de los muertos (incluso al de Jesús), etc.; en esa asamblea estuvo el papa y a su lado el Dalai Lama del Tibet (“una encarnación” de Buda), incluso participó un brujo africano. (2)
C. Una iglesia con poder y dominio mundial.
La palabra “Babilonia” en un sentido místico y simbólico representa el principio del mal, de la confusión, de la rebelión y poder temporal que va en aumento, hasta llegar a la poderosa Gran Babilonia del Apocalipsis, contra la cual Dios lanzará su ira, sin que nadie lo pueda evitar.
En cuanto a “Babilonia la Grande”, voy a transcribir la exposición del Dr. Guillermo R. Le Roy: “En este sentido, la palabra siempre se refiere al poder mundial, opresor, íntimamente ligado con la imagen de la bestia. Es un poder nacido en la iniquidad espiritual de los lugares altos de las tinieblas, un poder del que se enamoran los dirigentes, los reyes y las potestades de la tierra y que congrega y une a las naciones del mundo en un solo imperio opuesto al Reino de Dios. De hecho, Babilonia es una imitación del Reino de Dios, basada en la falsa trinidad satánica. En lo externo, Babilonia será una civilización o cultura de alcance mundial, magnífica por su ciencia, arte y comercio, pero embriagada de orgullo e intoxicada por su gran éxito. Como esa civilización estará basada en el materialismo ateo, la ciencia será adorada por las masas como solución a todos sus problemas. El imperio será una extraña mezcla de poder y de religión mundiales, de apostasía política y religiosa, de paganismo y de cristianismo apóstata, de ateísmo dogmático y práctico, basado en un énfasis antropocéntrico, es decir, en el humanismo filosófico, en la exaltación y adoración del hombre en lugar de Dios (Romanos 1:25) “Los cuales mudarán la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por lo siglos, Amén”.
“Babilonia, “madre de las rameras” y de las abominaciones de la tierra” “será la expresión de todas las blasfemias del anticristo y de todas las iniquidades que los hombres han cometido, aunque sea con apariencia religiosa. Todo el mal se consumará en aquella Babilonia, sin restricción alguna”.
“Así que la Babilonia representa en el Apocalipsis el cuadro y el conjunto de la cristiandad apóstata. Es para la iglesia de Dios lo que el anticristo es para Cristo: una anti-iglesia rival y usurpadora. Estará organizada como superiglesia, que acoge en su seno, para conseguir la hegemonía mundial, a todas las confesiones degradadas de cristianos profesantes, a las sectas originadas en ellas y aun a todas las religiones paganas, e incluso, a los que adoran a los malos espíritus. Se convertirá en la “guarida de todo espíritu inmundo y albergue de todas aves sucias y aborrecibles” (Apocalipsis 18:2). De acuerdo con la opinión de H. E. Alexander, en su libro “Apocalipsis”, “bajo el reino del anticristo, el evangelio social, esa adulteración del evangelio de la cruz, degenerará en especie de central económica mundial, que excluirá a los creyentes” (Apocalipsis 13:16-17).
“Así pues la futura Babilonia se exteriorizará en una Babilonia comercial, religiosa, política y social, con la cual “los reyes de la tierra han fornicado”, donde todo será obtener riquezas, poder y lujo para deleitarse en el pecado. Será una degradación total, una consumación del mal un apurar desesperado del cáliz de iniquidad, el natural resultado de la escuela de otro cristo, de otro evangelio, de otro espíritu. Será la mayor dictadura jamás vista por el hombre, que unirá lo político, comercial, social y religioso bajo un solo régimen totalitario”. (3)
Este es el sombrío perfil de la Iglesia Mundial, a la que apuntan los “profetas de la prosperidad”, apóstoles modernos, tele evangelistas y políticos, ansiosos de poder y dominio, “embriagados de éxito y felicidad”, como es el caso de los televangelistas, Benny Hinn, Kennet Copeland, Rony Cháves, Cash Luna, Guillermo Maldonado, entre tantos otros.
D. Una Iglesia falsa dirigida por el Profeta Falso y controlada por el Anticristo.
El Falso Profeta, la segunda bestia que sube de la tierra (Apocalipsis 13:11), un personaje siniestro, llamado en tres ocasiones “el falso profeta” (Apocalipsis 16:13; 19:20; 20:10). Para algunos será un individuo de procedencia judía, mientras que el Anticristo será un gentil, con una mezcla de origen romano-griego-judío.
El falso profeta encabezará la iglesia apóstata, es el asociado servil de la primera bestia. Así como el Anticristo intentará imitar a Cristo; parece que el falso profeta tratará de copiar la obra del Espíritu Santo, así como el Espíritu Santo glorifica a Cristo, el falso profeta glorifica al Anticristo (Apocalipsis 13:12). El Espíritu Santo marca con un sello a todos aquellos que pertenecen a Dios (Efesios 1:13), el falso profeta marca con el 666 a aquellos que adoran a Satanás (Apocalipsis 13:16,17).
“El número 666 es un trío de 6, número de hombre, que no puede llegar a ser divino, ni ser la Trinidad de Dios, cuyo símbolo es 777, que simboliza la perfección. El número 666 representa una falsa trinidad, una trinidad del mal que fracasa cada vez que quiere imitar a la verdadera Trinidad.”
“…Por lo tanto ese número sugiere el último esfuerzo del hombre inspirado por Satanás, para alcanzar la divinidad, robándole a Dios su gloria y exaltarse a sí mismo. El 666 debe servirnos de advertencia contra cualquier esfuerzo actual o en el futuro, para organizar una civilización cristiana con una sola superiglesia universal, monolítica y uniforme. Un esfuerzo así resultará en una cristiandad falsa, totalitaria y dirigida por un falso cristo. Simboliza cualquier empeño humano para organizar el mundo en una forma que en su superficie parece maravillosamente cristiana, pero que en realidad es anticristiana y antibíblica. Sería una blasfemia confundir el reino de Dios con las imágenes profanas de poder mundial. La incredulidad siempre produce un régimen totalitario, sea en el campo degenerado de la política o en el campo degenerado de la religión apóstata”. (4)
II. MOVIMIENTOS E INSTITUCIONES PROMOTORES DE LA UNIDAD RELIGIOSA
A. Movimientos.
1. El Movimiento Ecuménico.
La palabra “ecumenismo” ha cambiado su significado, y ahora el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) lo usa no con el significado de simple hermandad entre las diferentes denominaciones cristianas, sino de hermandad con toda la raza humana.
El fallecido millonario publicista socialista británico, Sir Victor Gollancz, quien fue expulsado del Partido Laboralista (socialista) por su pro comunismo en 1939, pero después vuelto a admitir, dijo esto en la siguiente forma en 1948: “La meta final debería ser que el judaísmo, el cristianismo y todas las otras religiones desaparecieran, para dar lugar a una gran religión ética mundial: la hermandad del hombre”. (5)
Al escuchar argumentar sobre ética y moral a connotados propulsores del movimiento ecuménico uno se pregunta ¿de qué ética y moral hablan? Por el estilo de vida de muchos de sus adherentes concluimos, que se trata de una ética pragmática y relativista, en donde el fin justifica los medios y donde no existen valores absolutos; pero nunca de la ética y moral bíblica.
Tomemos como una breve referencia la ética y la moral de la Fraternidad Universal de Iglesias de la Comunidad Metropolitana (FUICM), fundada en Estados Unidos en 1968 por Troy Perry, con el propósito de integrar a la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (LGBT). La conformación de esta institución, lamentablemente llamada “cristiana” y que no requiere comentario de los valores morales que cultivan. Aducen ser una fraternidad cristiana con 250 iglesias en 23 países.
La Fraternidad Universal de Iglesias de la Comunidad Metropolitana (FUICM) actualmente está liderada por la obispo Nancy L. Wilson, como tal, participó de la 9na. Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) realizado en Porto Alegre, Brasil en febrero del 2006. En su sermón expresado el 20 de febrero habló a más de 4000 participantes provenientes de 347 países. Enfatizó sobre “salvación” y “libertad”, de la necesidad de apoyo de las demás iglesias, frente a la discriminación y homofobia y del VHI/Sida de parte de los “incomprensibles.” Felicitó y agradeció a Samuel Kobia, actual Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias por alentar el diálogo sobre la sexualidad humana, como un acto de valor y esperanza que a la FUICM les está dando. (6)
Es posible observar de cómo la Iglesia Mundial se va formando ante nuestros propios ojos. Vemos la osadía infernal de teólogos y pastores homosexuales como tuercen las Sagradas Escrituras para sus propios intereses; y, el grado de inmoralidad que en sus cercanos o afiliados lo están permitiendo, en aras de una unidad religiosa, bajo el disfraz de un cristianismo falso, con “apariencia de piedad” (2 Timoteo 3:5), se está dando aval a las aberraciones más repugnantes. El apóstol Pablo dijo: ”Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, réprobos en cuanto a toda buena obra” (Tito 1:16).
a) El Consejo Mundial de Iglesias (CMI).
Es el ente representativo de las iglesias evangélicas (protestantes) involucradas en el Movimiento Ecuménico. Se organizó en agosto de 1948 en Ámsterdam, Holanda. Esta institución es la máxima realización del modernismo o liberalismo teológico que, en último término, es el humanismo con su panteísmo (todo es “dios”), subjetivismo (a dios hay que buscarlo en nuestro interior) y naturalismo (no existen los milagros, ni lo sobrenatural; la razón humana es la suprema autoridad en todo) introducida a la Iglesia. Su evangelio no es el de la Biblia, sino el mal llamado “evangelio social”, según el cual la tarea de la Iglesia es proveer a las necesidades materiales de los pobres y combatir la injusticia social de cualquier tipo, como fundamento necesario y anterior a la satisfacción de las necesidades espirituales del ser humano.
El Movimiento Ecuménico tiene sus raíces en el liberalismo (una posición doctrinal racionalista y antibíblica), y se sustenta en la Teología de la Liberación (ideología anticristiana cuyas doctrinas son claramente opuestas a la Biblia). Sus protagonistas generalmente no lo confiesan y declaran.
b) La Iglesia Católica Romana.
El papel que la Iglesia Católica Romana (ICR) está jugando en el Movimiento Ecuménico es muy importante, aunque al principio aparentemente se mostró renuente e incluso lo condenó. Pero a partir de Juan XXIII y el Concilio Vaticano II comenzó a interesarse crecientemente en el ecumenismo. Organizó una Secretaría para Asuntos Ecuménicos, el que en la actualidad es el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, cuyo presidente es el cardenal Walter Kasper.
La Iglesia Católica Romana no es miembro del Consejo Mundial de Iglesias, pero si es miembro pleno de comisiones importantes del CMI como la de Fe y Constitución; y, participa activamente de las conferencias y asambleas que el CMI organiza, como en la 9na. Asamblea realizada en Porto Alegre, Brasil, realizada del 14 al 23 de febrero del 2006. La ICR estuvo representada por dieciocho dignatarios del Vaticano, integró la comitiva el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos. (7)
El ecumenismo católico romano ha sido fuertemente sostenido por el actual Papa Benedicto XVI, desde el primer día de su nombramiento, en declaraciones en que se ha comprometido a trabajar sin ahorrar energías en la RECONSTITUCIÓN de la unidad plena y visible de todos los seguidores de Cristo. Ha dicho que tiene un compromiso prioritario con la unidad de los cristianos.
El Consejo Mundial de Iglesias es el de la iniciativa del Movimiento Ecuménico, pero ahora también es el camino de regreso a Roma. A estas alturas, la Iglesia Católica es en realidad la que ha tomado el liderazgo del Movimiento.
Se vale de muchas estrategias para ello, está sumamente ocupada en lograr sus fines, que por tiempo y espacio, sólo voy a referirme a la parte espiritual de la que se está valiendo.
Por ejemplo: Con motivo de celebrarse el Centenario de la “Semana de Oración”, el Papa Benedicto XVI exhortó a los dos mil millones de cristianos del mundo a intensificar la oración por la unidad.
La celebración de la “Semana de Oración” para la unidad de los cristianos 2008 señala el centenario del comienzo del “Octavario por la Unidad de la Iglesia”, iniciada por el sacerdote anglicano Paul Wattson en 1908, en Nueva York. Desde entonces se viene realizando cada año del 18 al 25 de enero.
Esta iniciativa se ha mantenido y ha evolucionado a lo largo de los años y es a partir de 1960 que la Comisión de Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias y el Secretariado para la Unidad de los Cristianos (actualmente Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos), vienen preparando juntos los materiales para la Semana de Oración de los Cristianos.
El tema de este año es la invitación de Pablo a los Tesalonisenses: “No ceséis de orar” (1 Ts. 5:17).
Muchos cristianos en el mundo consideran plausible esta acción, porque aparenta un “ecumenismo espiritual”; pero es importante recordar el significado que para el sacerdote de la iniciativa Paul Wattson tuvo el “Octavario para la Unidad de la Iglesia”, hoy “Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos”, para Wattson significó: oración para el retorno de las iglesias al seno de la Iglesia Católica Romana. (8)
El Dr. Nadir Carreño enfatiza: “El ecumenismo católico es muy simple: “Yo soy la Iglesia. Sólo yo tengo la plenitud de los medios de gracia, aunque por cortesía, llamo iglesias a otras comunidades. La unidad ya existe: está en mí. Vuelvan a mí y se habrá logrado el propósito del ecumenismo. En mí habrá campo para que cada denominación mantenga sus tradiciones propias”. Esto se refiere a la liturgia y a asuntos externos, muy superficiales, pero en modo alguno a las doctrinas bíblicas más básicas, tan grosera e inescrupulosamente adulteradas y negadas por la Iglesia Católica Romana, quien en su Concilio de Trento llegó a anatematizar al propio apóstol Pablo y a la inspirada Palabra de de Dios, que dice: “Porque por gracia sois salvos, por la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, NO POR OBRAS, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9). (9)
ElMovimiento Carismático o Neopentecostal.
Este es otro de los movimientos actuales que desde sus propias trincheras avanza osadamente sin detenerse, completando los elementos que al Movimiento Ecuménico le hace falta. Ambos movimientos son en realidad caras de la misma moneda, David Du Plessis, conocido predicador pentecostal dijo más de una vez: “El movimiento carismático sólo seguirá siendo carismático si es ecuménico. En cuanto pierda su carácter ecuménico, perderá también su fuerza carismática”. (10)
Tres expertos españoles en teología, pastoral e historia concluyeron que el neopentecostalismo se aleja de las bases de la fe evangélica. El teólogo Bernard Coster sostiene: “Que en la medida que el neopentecostalismo sustituye a la salvación bíblica (que se explica por la cruz de Cristo y que es un acontecimiento escatológico - Col. 3:3) por experiencias salvíficas emocionales, de poder, bendición, felicidad y curación rompe, no sólo con el consenso evangélico, sino también con el fundamento profético y apostólico. En la medida que su práctica manifiesta este cambio aparecen otra doctrina de revelación, otra teología, otra cristología, otra antropología, otra soteriología y otra eclesiología, dominadas por una pneumatología sincretista que no permite discernir a los espíritus. Todo esto lo separa del movimiento evangélico.”
Julián Mellado, otro de los teólogos enfatizó: “La forma más amplia y a la vez que expresa una cierta concreción es a partir del lema de la Reforma, ‘sola Scriptura’, ‘sola gracia’, ‘sola fe’. Su tesis es que estos principios son negados por el llamado neopentecostalismo. Es más, ni siquiera es pentecostal, sino una expresión cristianizada de la metafísica que se originó en el siglo XIX.” Prefiere denominarlo “movimiento metafísico cristiano” que trata de imponer una visión mágica de la vida como expresión de la fe cristiana. (11)
a) El Movimiento de los G12 o “Visión Celular”.
Fundado por el pastor colombiano César Castellanos. Al respecto, Rolando Rincón ex-apóstol de César Castellanos dice que este movimiento tiene como 40 nombres distintos en el mundo. César Castellanos, líder máximo de la visión celular, afirma que esta “novedad” lo recibió por revelación del Espíritu Santo, como la gran propuesta para el crecimiento de la iglesia en este nuevo milenio.
Pero para teólogos y analistas cristianos críticos de esta “visión” no se ha originado en el cielo, sino que ha sido concebido en la mente del jesuita Ignacio de Loyola, perfeccionado por el megalómano José María Escrivá de Balaguer, fundador de la secta católica Opus Dei (G-12) y copiado por César Castellanos, quien con el “espíritu de la visión” está creando toda una revolución eclesiástica en el mundo. (12)
Este método fácil para el iglecrecimiento resulta fantástico y seductor para pastores, líderes e iglesias. Ha creado una sensación de “verdadera revelación”; pero cuando esta “visión”, sus métodos, doctrinas y prácticas son seriamente analizadas, tanto por sus resultados, como por las revelaciones dosificadas que sus protagonistas vienen haciendo, o por renuncia al pacto de silencio de los que salen de la visión, nos informamos de la verdadera identidad de los G12, de sus doctrinas cuestionables, prácticas y artilugios. Al fin estrategias, para ir erigiendo la superiglesia mundial apóstata.
b) El Movimiento Profético y Apostólico.
Es otro movimiento propulsor de la Iglesia Mundial, según ellos, “Dios está restaurando e introduciendo en la iglesia el ministerio y oficio apostólico y profético, y con ello, una nueva comprensión y vigencia de lo sobrenatural, como jamás se ha visto hasta ahora.”
Pedro Wagner declara: “No cabe duda de que Dios está trayendo estos cambios a la iglesia para reestructurar su gobierno y así revelar nuevas estrategias. Para lograr su objetivo de establecer el reino de Dios aquí en la tierra, está restaurando todas aquellas verdades que se habían perdido. Aquellos que se rehúsen a aceptar este fluir del Espíritu, con sus nuevas y maravillosas estrategias, a la postre dejarán de producir fruto y desaparecerán”. (13)
Guillermo Maldonado, uno de los principales apóstoles afirma: “El apóstol hoy en día debe poner fundamentos doctrinales en las iglesias, y los pastores de las mismas deben seguir esa misma línea. El apóstol está por encima del pastor o ancianos de la iglesias, y las dirige.”
Maldonado, en el más puro estilo romanista, nos está diciendo que el apóstol es el jerarca que tiene que decir, por mediación del pastor de la congregación, lo que los creyentes deben creer, y nosotros preguntamos: ¿en qué difiere esto del catolicismo romano?
Bill Hamon, uno de los principales promotores de la Nueva Reforma Apostólica dice: “Los apóstoles estamos siendo convocados para poner nuevos fundamentos para una Nueva Era; fundamentos para el amanecer de la era del Nuevo Reino. Estamos en los dolores de parto previos al nacimiento de un Nuevo Orden.”
Como podemos ver, ese hombre todavía va más lejos anunciando el surgimiento de la última y definitiva versión de la Gran Ramera: “El Nuevo Orden”, para lo cual, “los nuevos apóstoles” son absolutamente imprescindibles.
1 comentario:
el falso profeta anda suelto y no hay quien lo detenga
http://www.youtube.com/watch?v=G5RGMJkkaz4
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