martes, 10 de febrero de 2009

Falsa prosperidad

¿DÓNDE ESTÁN LOS PREDICADORES DE LA PROSPERIDAD FRENTE A LA PRESENTE CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL?

Recientemente me encontré un artículo. Este hace la siguiente pregunta: “¿Dónde están todos los predicadores de la prosperidad en medio de la crisis económica?” “Los predicadores de la prosperidad” son aquellos que sostienen “el evangelio de la riqueza y la salud.”. Estos  afirman que las bendiciones materiales provienen de la fe verdadera. Enseña que Dios dará a los cristianos riquezas en recompensa por su fiel y amorosa devoción. Aquellos que fallan en recibir estas “bendiciones” no están ganando riquezas porque no demuestran una fe “verdadera” en algún área de su vida. ¡A menudo estos predicadores prometen esta riqueza si usted justamente hace lo que su nuevo libro o series de sermones dicen por sólo $24.95!

Pues bien, ¿dónde están actualmente estos predicadores prósperos ahora que millones por todo el mundo, especialmente EE.UU., muchos de los cuales son cristianos, y que afirmaron que fue Dios quien les dio su nueva hipoteca en una casa súper-cara, están sintiendo el aprieto financiero? Una cosa que la crisis económica nos debería enseñar es que el “evangelio de prosperidad” es inconstante porque sus “frutos” cambian con la situación económica del mundo. Es decir, según el “evangelio de prosperidad” todos nosotros los cristianos fieles deberíamos ser florecientes durante este tiempo de crisis económica mientras que todas las otras personas no cristianas alrededor de nosotros padecerán porque hemos  creído que nuestra riqueza viene de Dios, correcto? Nuestra experiencia prueba que esta teología es totalmente equivocada.

Quitémonos de esta falsa comprensión de la perspectiva cristiana sobre la riqueza. Dios no nos promete fama y riqueza terrenal. Dios no nos llama a vidas de “lujo” y “abundancia”, al menos no si queremos decir por esas palabras, riquezas terrenales. Dios nos llama a vidas de simplicidad, satisfacción y suficiencia. Dios nos llama a confiar en él por nuestras necesidades. Las necesidades, no los lujos. Así que si de algo nos sirven estos tiempos difíciles es para demostrar que las enseñanzas sobre la prosperidad difundidas por Hinn, Luna, Crouch, White, Jacobs, Myers, Savage, Tilton, Avanzini, Dollar, Osteen, Campolo, Cerullo, Castellanos, Copeland, y de muchos otros más, es un engaño satánico.

Veamos ahora cuánto dinero recabarán en sus ministerios estos sátrapas del evangelio de la prosperidad Y CUÁN “PRÓSPEROS” SE VOLVERÁN SUS FIELES Y TESTARUDOS ACÓLITOS EL AÑO QUE VIENE, EL SIGUIENTE Y EL SUBSIGUIENTE.   Y, por favor, perdonen mi sarcasmo, pero la verdad es que no lo puedo evitar. Sin embargo, no dejo de sentir preocupación por aquellos buenos cristianos que lo han perdido todo para convertirse en los nuevos pobres de nuestro mundo.

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