viernes, 5 de febrero de 2010

Conducidos a las tinieblas 2da Parte


Continuamos y concluimos con la 2da parte de los resultados y del peligro que tiene la musica que no cumple como proposito exaltar la vitudes de Dios, y ver el como esta ultima generacion de jovenes se vuelven adictos a que sus emociones sea movidas sin analizar lo que cantan y oyen..

Los Predicadores que suavizan el pecado están sumiendo a esta generación en la oscuridad

"... serán sumidos en las tinieblas" (Is. 8:22).

Yo culpo a los pastores por la blanda predicación, al suavizar el pecado. Un día se pararán delante del trono del juicio de Cristo y tendrán que responder no sólo por los músicos que estaban bajo su cuidado, sino por todos los jóvenes cristianos que ellos a su vez hirieron y destruyeron. Sin titubear declaro que estos ministros cobardes que prefieren ser amados y honrados antes que ser rechazados por predicar la verdad, están llevando a esta generación a profundas tinieblas espirituales.

No estaríamos enfrentando a una generación que se desliza hacia atrás, que ama los placeres, una juventud con una mentalidad mundana en nuestras iglesias, una juventud que ni siquiera conoce los mandamientos de un Cristo santo, SI TAN SÓLO TUVIÉRAMOS PREDICADORES MÁS SANTOS Y ATREVIDOS, Y EVANGELISTAS QUE ENSEÑARAN Y PREDICARAN LA VERDAD DE CRISTO CON PUREZA Y AUTORIDAD.

No estoy acusando a todos los predicadores y maestros, gracias a Dios por los pocos que aún no se acobardan ante la multitud o se comprometen con los números y el éxito. Tal vez la juventud no nos escuche a los que predicamos en contra de su lujuria por el mundo, pero cuando los juicios se aceleren, se volverán a los predicadores de la santidad para que les den una palabra segura de Dios.

Hay inmundicia en Sión y extraños han sido exaltados en la casa de Dios por líderes cristianos ciegos, comprometidos y sin discernimiento. Ellos llaman al mal bien, y el consejo de un Dios justo no es apreciado, los corazones se están endureciendo, los oídos se están cerrando, los ojos están siendo cerrados, porque el orgullo, la carne, están contristando al Espíritu Santo, sacándolo fuera de Su templo.

Isaías advirtió: "... Será su raíz como podredumbre,... porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel. Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo..." (Is. 5:24-25).

El infierno debe estar gozoso ante el espectáculo de ministros, no sólo cediendo a los estándares inmorales de la música de la juventud, sino realmente promoviendo lo que sólo los demonios deberían promover.

¿Quién trae a estos grupos mundanos torcidos a la iglesia para dar conciertos?

¿Quién anima a la juventud a abrazar la música de los demonios?
¿Quién ridiculiza a los evangelistas, a los profetas y a los atalayas que claman en contra de esto?
¿Quién la pone en la radio, en la televisión, y quien promueve los conciertos y festivales que ahora degeneran en ESPECTÁCULOS SATÁNICOS?

Son los pastores, los ministros de jóvenes, los dueños y gerentes de las estaciones cristianas de radio y televisión. Todos vivirán para ver la cosecha pervertida por su evangelio suave y su débil compromiso, verán como sus propios hijos perecerán en el espíritu de este siglo.

Un diccionario (el Webster's Twentieth Century) describe la palabra prostitución como "el cambiar la adoración a Dios por la adoración a la idolatría". Un alcahuete es UNO QUE FAVORECE O PROMUEVE LA PROSTITUCIÓN. Cualquier líder espiritual que procura o promueve esta deserción idolátrica en vez de la verdadera adoración es un ALCAHUETE. Pablo establece enfáticamente: "ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios" (Ef. 5:5)

Jóvenes, no escuchen a estos alcahuetes, escuchen mejor al apóstol Pablo, quien advertía: "Nadie (ni siquiera predicadores) os engañe con palabras vanas (vacías), porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. NO SEÁIS PUES PARTÍCIPES CON ELLOS" (Ef. 5:6-7). ¡REPRENDEDLOS!

"Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien REPRENDEDLAS". (Ef. 5:11).

Cualquier trabajo espiritual que está corrompido con lo más mínimo de las tinieblas, Dios lo llama ¡OBRAS INFRUCTUOSAS! Esto contradice la gran mentira de los impulsores de la música de la "nueva onda", que promueven al diablo arguyendo: "¡Esto no puede ser del diablo, miren todos los jóvenes que son salvos! Escuchen sus grandes testimonios. La juventud está siendo alcanzada y muchos son salvos. Les hablan en un lenguaje que entienden y glorifican a Jesús en su lenguaje".

Dios nunca ha juzgado un trabajo por sus resultados. Nadie tiene más éxito en ganar convertidos que los musulmanes. Ninguna Iglesia es más rica que el Vaticano. Los Testigos de Jehová dicen que están ganando multitudes para Cristo.

¡Dios juzga todo por la LUZ! Esto quiere decir: Por cuánto de Dios tiene, por qué tanto se parece a Cristo, por lo claro, por lo puro, por qué tan transparente es. El repudia y escupe de su boca todo lo que tenga la mínima parte de tinieblas. Juan vio la ciudad santa descendiendo del cielo de Dios, teniendo la gloria de Dios, esto quiere decir a gente santa, a una novia adornada y preparada para el novio. Su principal característica es esta: "Y su fulgor era como el de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal" (Ap. 21:11).

Cualquier cosa que sea de Dios es ¡TRASPARENTE COMO EL CRISTAL! Su santidad es tan pura, es traslúcida como una piedra de jaspe puro. Los que son contados en esta Sión santa, en esta nueva Jerusalén que desciende de Dios, HAN ENTRADO EN LA LUZ. No hay tinieblas en ellos, porque han sido trasladados a Su luz, caminan en la luz, odian las tinieblas y las reprueban en donde quiera que estén.

El enemigo se ha metido en círculos religiosos para destruir lo que es puro y limpio, introduciendo un elemento pagano que crea una película o sombra. Si Satanás puede insertar el más mínimo grado de error o levadura maligna, sabe que el Espíritu Santo se retirará contristado. Por esta razón es que no debe permitirse ninguna mezcla, ninguna sombra de paganismo en la Iglesia de Cristo. La Biblia también habla de: CADA SEMILLA PRODUCIENDO SEGÚN SU ESPECIE (Gn. 1:12).

Una semilla mala produce malos frutos que a veces no se reconocen hasta que están maduros. Los "profetas" del rock de esta generación están sembrando una semilla según su especie, que algún día traerá un fruto que se marchitará y morirá. Judas aclara esto: "Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales (marchitos), sin fruto, dos veces muertos y desarraigados" (Judas 12).

¿Qué pasa con los testimonios profundos, sinceros y convincentes? Pablo tiene la respuesta. "os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y TROPIEZOS en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que OS APARTÉIS DE ELLOS... Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a SUS PROPIOS VIENTRES, Y CON SUAVES PALABRAS Y LISONJAS ENGAÑAN LOS CORAZONES DE LOS INGENUOS" (Ro. 16:17-18).

¡Cuánto necesita el pueblo de Dios el discernimiento! Grandes decepciones abundan por doquier, no sólo en lo que se refiere al rock y a la música de la juventud, sino también respecto a las nuevas formas de adoración y alabanza que están siendo promocionadas. Algo de esto es nacido del Espíritu Santo, pero mucho es de la carne, y los que caminan en la luz notan la diferencia.

Hay un avivamiento de adoración y alabanza en toda la tierra, y mucho énfasis en la oración, la intercesión y la nueva revelación. Ni qué decir que hay más y más cristianos parados una o dos horas en grandes congregaciones cantando y alabando con sonrisas, alegría, alborozo, aplaudiendo y danzando. En los tiempos modernos nunca se había oído un GRITO MAYOR EN EL CAMPAMENTO

Gracias a Dios por los que están en el campamento que adoran en Espíritu y en verdad, que levantan manos limpias y que tienen corazones puros, que se presentan delante de Su santidad con un corazón quebrantado y un espíritu contrito. Si están caminando en santidad, si tiemblan ante la palabra de Dios, arrepentidos y libres de las ataduras del pecado, es un sacrificio glorioso y aceptable al Señor. Dios habita en las alabanzas de su pueblo, pero sólo de aquellos que caminan rectamente.

Pero hay un grito que es superficial y sin sentido

Hay un grito de los vencedores y otro de los idólatras, y es mejor que conozcamos la diferencia. El Señor le ordenó a Moisés: "Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido, se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado" (Ex. 32:7-8)

Según se acercaban Moisés y Josué al campamento de Israel, Josué"oyó el clamor del pueblo que gritaba..." (Ex. 32:17). Pero no era el clamor de un pueblo que hubiera vencido al enemigo. Moisés el verdadero pastor, que venía de la misma presencia de la santidad de Dios, pudo fácilmente discernir que ese GRAN CLAMOR que procedía del pueblo escogido no era puro, algo estaba muy mal, porque no se oía que procediera de la santidad de Dios.

Moisés dijo: "No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de canto oigo yo" (Ex. 32:18)

Eso es todo lo que era, SONIDO SUPERFICIAL Y SIN SENTIDO, una abominación a los oídos de un Dios santo. No tenían derecho de cantar, ellos estaban fornicando con un ídolo; sus corazones se habían dado al placer y a la diversión. Estaban enfrente de un becerro de oro y ofrecían sacrificios quemados en el nombre del Señor. El pueblo "se sentó a comer, y a beber y se levantó a regocijarse..." (Ex. 32:6).

Recibo muchas cartas de cristianos que han pasado por la escuela de Cristo, han pasado por mucho sufrimiento y por una lucha espiritual para tener a Dios en un lugar donde ya nada importa, sino conocerlo a Él completamente. Ellos estaban pasando por una tan profunda hambre de Dios, que empezaron a estar sedientos por Cristo como "el ciervo brama por las corrientes de las aguas" (Sal. 42:1).

Me han dicho que se sienten fuera de lugar en esas grandes asambleas donde se produce el "grito en el campamento". Parece que todo está bien, y superficialmente suena bien. Pero no pueden entrar, porque disciernen que algo está mal en su esencia. Ni siquiera pueden explicarlo, el Espíritu de Dios dentro de ellos no les permite participar en eso.


Disciernen algo inexplicable, cierto tipo de tinieblas, algo sutil, sin embargo, hay algo siniestro en todo lo carnal que acompaña al canto, los gritos y la danza, demasiado profesional, demasiado arreglado, demasiado carnal. Se retiran pensando, "Debo ser yo, ¿Habrá algo mal en mí? ¿Juzgo demasiado? ¿Por qué no me encuentro a gusto con estos cantos y danzas?".

Aquellos que han CAMINADO EN LA LUZ pueden discernir fácilmente la sombra de las tinieblas, y no serán engañados por falsa danza, falsa adoración, falso clamor o falsa oración.

Los verdaderos santos de Sión se REGOCIJAN CON TEMBLOR (Sal. 2:11). Saben que la alegría es para "los rectos de corazón" (Sal. 97:11). Pueden cantar y danzar cuando el Espíritu los mueve y con David pueden decir: "Oyó Sión, y se alegró; Y las hijas de Judá, Oh, Jehová, SE GOZARON POR TUS JUICIOS" (Sal. 97:8). Santos de Sión: "Alegraos en Jehová, y alabad la memoria de su santidad" (Sal. 97:12).

Nada de "rock", "pop" o gritos ridículos para aquellos que andan en la luz. Ellos le alaban por Su bondad y porque tiemblan ante su nombre Grande y Terrible.

"Jehová reina; temblarán los pueblos... Jehová en Sión es grande y exaltado sobre todos los pueblos. ALABEN TU NOMBRE GRANDE Y TEMIBLE; ÉL ES SANTO" (Sal. 99:1-3).


Benciones

Enrique

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