lunes, 15 de febrero de 2010

Líderes: “Aún no ha venido mi hora”

Jesús pasó 30 largos años de su vida sin ejercer su ministerio.

Muchos líderes de la actualidad quizá le hubieran dicho: “Es tiempo que sientes cabeza! Deberías hacer algo para Dios !!! ¿Vas a estar toda tu vida simplemente trabajando con tu padre en la carpintería y leyendo la Torah los Sábados ???”

¡Qué desperdicio de tiempo! Parece que a Dios nada lo apura para lograr “objetivos” en Sus proyectos.

En la actualidad muchas ovejas son presionadas en forma externa a que pongan manos a la obra YA !!! debido a necesidades externas y apremiantes de un ministerio determinado:

“¡Debemos alcanzar las 10.000 almas para Dios en este año!”

“Es necesario evangelizar toda la península!!!”

Dios se mueve de maneras muy diferentes.

Yo lo he comprendido y espero en Él las directivas. Mucho me ha guiado (y me guía aún) hacia Sus caminos vez tras vez. Pero en Dios no es necesario correr, sino escuchar la voz de Dios dando la señal de largada para la tarea.

No es posible forzar el crecimiento de vegetal alguno, del mismo modo, no es posible acelerar la maduración de un corazón para que esté listo para la obra de Dios.

Por otro lado, el Señor necesita soldados dispuestos para entrar en combate en determinado momento. El que un cristiano salga corriendo sin estrategia, disparando palabras sin tener idea de lo que dice o afirma, no garantiza que produzca fruto (aún cuando levante una biblia en su mano y afirme que “Dios así lo ha dicho!”).

No hay mejor cosa que entrar en acción cuando Dios desea que actuemos. Pero, por otro lado, no hay peor cosa que entrar en batalla cuando nadie nos ha dicho que lo hagamos.

Yo por ahora permanezco en quietud aguardando Su orden de entrar en acción. (Salmo 46:10).

Su madre, se acercó cuando faltaba vino en una fiesta y el Señor le dijo: “¿Qué tienes conmigo mujer? Aún no ha venido mi hora”. Posteriormente a esto, luego de sus primeros 30 años, comenzó su ministerio.

El ministerio de Jesús duró unos 3 años. “¿No podría Dios haber aprovechado mejor los 30 años anteriores?” se dirá alguno. Pues, al parecer, no era conveniente para los planes de Dios que así fuera.

No es bueno empujar a las ovejas a que se muevan cuando Dios no las envía. Debemos tener en cuenta que los tiempos de Dios no se ajustan a los de nuestras organizaciones, instituciones, planes de evangelismo, cruzadas y reuniones de milagros, sanidad, o santidad…

El Señor es quien dirige Su obra como Él ha proyectado. Debemos estar atentos a Su dirección y evitar hacer intentos infantiles por “mejorar” Sus designios.

Hermano, espera y confía en el Señor y Él hará.


Que el Señor te bendiga !!!

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