Mostrando entradas con la etiqueta lago de fuego. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta lago de fuego. Mostrar todas las entradas

domingo, 16 de julio de 2017

La paciencia de Dios para salvación

Edwin Mauricio Alza



"Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación..." 2 Pedro 3:15 

Si tratamos de entender que Dios deja pasar mas años en la historia para buscar más personas que reinen con Jesús el Reino de Dios, aquí es presisamente donde una condenación sin fin de "las almas" no se condice con la paciencia y misericordia divina.

 Si todos entendemos que la minoría se salva y la mayoría se pierde, eso significaría que cada día que pasa Dios deja que nazcan más condenados a las "llamas infernales" y entre ellos unos pocos para entrar en el reino. ¿Dónde está la misericordia de Dios en prolongar el tiempo?

2 Pedro 3:9

"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento."

Aquí Dios es paciente para con NOSOTROS los creyentes, pues no quiere que los suyos perezcan. La única forma que más años de historia resalten la misericordia de Dios es que los miles que nacen y escogen el camino de perdición sean aniquilados en la segunda muerte, para que solo queden con vida los que están inscritos en el Libro de la vida de Cordero, eso justificaría el tiempo pasado y el futuro, donde Dios busca reyes y sacerdotes para el Reino del Mesías entre miles de impíos que perecerán.

1 Timoteo 2:3-4

Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,

el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

No todos los hombres serán salvos, no todos conocerán la verdad, sólo unos pocos, la mayoría se perderá, serán resucitados en la segunda resurrección de condenación. Dios es fuego consumidor.

martes, 6 de septiembre de 2016

Gehena mal traducido infierno


Gehena
Del Libro La Cristiandad Estraviada
por Robert Roberts



Hay otra palabra traducida como "infierno" en la Biblia Reina-Valera de 1960, que no se refiere al sepulcro, pero que tampoco apoya la creencia tradicional. Esta palabra es gehena. Aparece en los siguientes pasajes: Mateo 5:22,29,30; Mateo 10:28; Mateo 18:9; Mateo 23:15,33; Marcos 9:43,45,47; Lucas 12:5; Santiago 3:6. En realidad, la palabra no se debió traducir. Es un nombre propio, y como todos los otros nombres propios, sólo se debió trasliterar. Es un compuesto griego que significa "el valle de Hinom." Calmet, en su Diccionario Bíblico, la define del siguiente modo:
GEHENA o valle de Hinom (ver Josué 15:8; 2 Reyes 23:10), un valle contiguo a Jerusalén, a través del cual pasaban los límites sureños de la tribu de Benjamín.

En tiempos antiguos el valle se usaba para la adoración del dios pagano Moloc, al cual Israel, lamentablemente mal guiado, ofrecía sus hijos en holocausto. Josías, en su celo contra la idolatría, dejó el valle a merced de la contaminación y lo designó como repositorio de la mugre de la ciudad. Se convirtió en el receptáculo de la basura en general, y recibía los cadáveres de hombres y bestias.

Para consumir la basura e impedir la pestilencia, en él se mantenía fuego ardiendo perpetuamente. En los días de Jesús, la mayor marca de ignominia que el consejo de los judíos pudiera infligir era ordenar que un hombre fuese echado al Gehena. En una de las profecías de Jeremías acerca de la restauración judía, la aniquilación de este valle del deshonor se predice en las siguientes palabras: "Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo a Jehová" (Jeremías 31:40).

Este es el Gehena al cual los rechazados han de ser arrojados en el día del juicio. Que se haya traducido como "infierno," y de este modo haya favorecido al engaño popular, es sencillamente debido a la opinión de los traductores de que el antiguo Gehena era una representación del infierno en que ellos creían. No hay base verdadera para esta suposición. Es la suposición sobre la cual están basadas las observaciones de Calmet, a pesar de su conocimiento del tema. Pertenecía a la escuela tradicionalista y cometió el común error tradicional de suponer que el punto de vista popular sobre el infierno era verdadero. Que primero se demuestre la realidad del infierno popular antes de que se use Gehena en el argumento. Si es una representación de algo, debe interpretarse como una representación del juicio revelado, más bien que de uno imaginado. Y el "infierno" popular es simple imaginación, basada en especulaciones paganas sobre los acontecimientos futuros.

El juicio revelado está en verdad relacionado con el lugar llamado Gehena, y es uno que tomará la misma forma del Gehena antiguo en lo que respecta a circunstancia y resultado. "Y saldrán [los que vengan a adorar en Jerusalén en la época futura], y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre" (Isaías 66:24). El lector puede observar una similitud entre estas palabras y las de Cristo en Marcos 9:44-48: "Donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga."

Estas palabras se citan frecuentemente para apoyar la idea de tormentos eternos, pero en realidad los desmienten. En primer lugar, debe admitirse que el gusano que no muere y el fuego que nunca se apaga son expresiones simbólicas. El gusano es un agente de corrupción que termina en la muerte. Por lo tanto, cuando se dice que su acción es inevitable, debe entenderse como indicación de que la destrucción se llevará a cabo sin remedio. La expresión no significa gusanos inmortales o fuego absolutamente inextinguible.

Un sentido limitado para una expresión aparentemente absoluta se encuentra frecuentemente en las Escrituras. En Jeremías 7:20, Jehová dice que su ira se derramaría sobre Jerusalén y sus habitantes, y "se encenderán, y no se apagarán." También dice en Jeremías 17:27: "Yo haré descender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará." Esto no significa que el fuego no se iba a apagar nunca, sino que no había de apagarse sino hasta que hubiera cumplido su propósito. Se encendió un fuego en Jerusalén y sólo se apagó cuando la ciudad se hubo quemado hasta los mismos cimientos. Así también la ira de Dios ardió contra Israel, hasta que los eliminó del país, alejándolos de su vista; pero Isaías habla de un tiempo cuando la ira de Dios cesará en la destrucción del enemigo (Isaías 10:25).

El mismo principio está ilustrado en el capítulo 21 de Ezequiel, versículos 3,4,5, donde Jehová declara que su espada saldrá de su vaina contra toda carne, y no se envainará más. No es necesario decir que en la consumación del propósito de Dios, su amorosa bondad triunfará sobre la manifestación de su ira, el objeto de la cual es la extirpación del mal. En el sentido absoluto, pues, su espada de venganza volverá a su vaina, pero no antes de cumplir su propósito. De manera que el gusano que devora al inicuo desaparecerá cuando el último enemigo, la muerte, sea destruido y el fuego que consume sus restos podridos morirá con el combustible que lo alimenta; pero en relación con los inicuos mismos, el gusano no muere y el fuego no se apaga. Las expresiones se tomaron del Gehena, donde la llama y el gusano se mantenían gracias a las acumulaciones pútridas del valle.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Muerte primera y segunda muerte


Primera muerte y segunda muerte
Edwin Mauricio Alza




Todos sabemos que el antónimo de vida es muerte, es decir, ausencia de vida. Así es como se entiende la muerte en la Biblia.

Deuteronomio 30:15

Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal...

Juan 11:25

Le dijo Jesús:Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Romanos 6:23

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

En Apocalipsis se menciona la segunda muerte efectuada en el Lago de fuego, aquí la segunda muerte es por ser quemado vivo, es una sentencia horrible y no hay otra forma de morir la segunda muerte.

Apocalipsis 21:8

Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Obviamente se entiende que la primera muerte es aquella en la que participa todo mortal. El lago de fuego es una especie de quemador o incinerador donde literalmente es lanzado el que sea considerado culpable ante el trono blanco.

Apocalipsis 20:15

Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Pero también es propuesto como el punto de destrucción de la muerte y el Hades, que es el último enemigo a ser vencido.


1 Corintios 15:26

Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.

Apocalipsis 20:14

Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.

La segunda muerte es pues el paso a la inexistencia definitiva, el que participa en ella es destruido, consumido, se pierde para siempre. No así la primera muerte, de la que participamos todos los humano por ser mortales, esa muerte como sabemos puede ocurrir de mil maneras. La primera muerte es el paso a la inexistencia temporal hasta la resurrección, sea de justos o de injustos.

Hechos 24:15

...teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.
La esperanza que Pablo abrigaba era la resurrección donde los justos recibirán su galardón que es vida en el Reino de Dios, sobre los injustos, Pablo da a entender que su paga está reservada hasta su resurrección, antes de eso ningún castigo es efectivo a causa de la inexistencia del impío.

martes, 16 de febrero de 2016

El Infierno evangelicatólico

¿Qué es el infierno?

Centro Cristiano Eben-Ezer


Pregunta: yo vivo en los estados unidos y me parece que nuestro lenguaje está lleno de referencias sobre el “infierno”. Oigo constantemente el uso de esta palabra en todo tipo de conversaciones. La gente pregunta: ¿“Que es el infierno”? o “Al infierno”, o “Infierno si/no”, etc. En ocasiones, algunas personas, que no son agentes de vuelos, me han dicho que me “vaya al infierno”. Pero no creo que quiera ir, porque he oído que el Diablo vive allí, pero si quisiera solo manejar por allí, ¿por dónde queda? Basado en lo que la gente dice, asumo que “infierno” es una palabra usada en la biblia y si es, ¿qué es el “infierno”?

Respuesta: Realmente, ahorita, no hay ningún lugar así, aparte de la pequeña ciudad llamada Hell, Michigan (EEU) cual, a veces, se ha enfriado en ocasiones. Pero apenas alcanza la descripción de un “infierno” que es propugnada erróneamente por muchos cristianos que creen que es un lugar de fuego eterno donde los “muertos vivientes” (??) son atormentados para siempre en llamas. 
El término infierno

También, la palabra “infierno” no se encuentra en ningún lugar del texto original en las escrituras. En la versión inglesa de KJV, se encuentra como la traducción de las palabras griegas Hades y Gehena pero la mayoría de traducciones modernas reconocen que “infierno” es una traducción incorrecta del Hades, y más correctamente la ponen como “sepulcro” (tumba). Sin embargo, aun las traducciones modernas algunas veces traducen la palabra griega Gehena como “infierno”.

Entonces, ¿como la palabra “infierno” ha sido introducida a nuestra cultura? En esta corta respuesta, los referimos a dos libros excelentes que claramente les enseñara, en detalle, exactamente lo que la Palabra de Dios dice sobre este tema tan significante. Nuestro libro, ¿“Hay vida después de la muerte”?, establece lo que la Palabra dice acerca de la muerte y lo que pasa después, mientras que “El fuego que consume”, por Edward Fudge (211 pg.), es una exposición minuciosa sobre la "inmortalidad condicional", incluyendo el origen de la idea del "infierno" como un lugar de un tormento eterno para el malvado.

Una de las estrategias del Diablo es de hacer al cristianismo insensato, introduciendo ideas ridículas (es decir, ideas que legítimamente pueden ser ridículas porque no tienen sentido) en su teología. Acerca de este tema general, aquí hay dos puntos de errores que vinieron al cristianismo de la mente helenista (griega): 
  • No hay tal cosa como una "muerte" real (definido en cualquier diccionario como "el final, o, la ausencia de vida"). 
  • Cuando uno "muere", entonces viven de una forma consciente, incorporal llamado “alma" o "espíritu". La mentira de que el humano no muere (introducido por el Diablo en Gen 3:4 y después creído por los griegos) genero la noción correspondiente que debe haber una residencia eterna para gente buena y otra dirección para gente mala. Así surgieron las siguientes falsedades: 
  1. Una persona muerta va al “infierno” o al “cielo” para siempre. 
  2. El “infierno” es un lugar de llamas y tormento para siempre. 
  3. Fuego es un preservativo (¿quien más cree en esto?).
Es irónico que muchos cristianos creen que Adolf Hitler va tener una vida eterna. Se pueden preguntar: “¿Qué? ¡No puede ser!” pero piénselo bien—si Hitler es atormentado para siempre en fuego, ¿tiene o no vida eterna? Es una vida horrible, pero si es una vida eterna, ¿verdad? En lo contrario, Rom 6:23 dice: 
“Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor” (NVI)
Dios nunca dice que “la paga del pecado” es un tormento eterno. No, Él dice que el pago del pecado es un fin a la vida de uno.

Es importante reconocer que no hay ningún versículo en la biblia que nos diga que “alma” o “espíritu” sigue viviendo por sí solo. Ningún versículo dice que el infierno es un lugar de tormento eterno en fuego. Estas falsedades se origino con el enemigo de Dios, y se infiltro en el cristianismo a través de la mal traducción y mezclar de la cultura y creencias griegas con las verdades presentadas en la Palabra de Dios.

Pensando lógicamente, se le parece justo a usted que Dios, que la biblia nos dice es amor, ¿inflicta para siempre sobre los malvados la constante agonía de ser quemados? Piénselo—si para “siempre” fuera como un bouquet festivo, 50 millones de años de tormento fueran como una pequeña muestra de comida. Cualquiera que piense razonablemente concluiría que, incluso con “muchachos” tan malos como Hitler o Bin Laden, ¿simplemente fuera justo? Por supuesto que lo pensarían. La justicia no fuera cumplida por atrocidades tan grandes, y que triste es que esta creencia errónea ha contribuido a muchas personas dándole la espalda a Dios quien les dijeron que haría tal cosa.

El erudito Sidney Hatch muy bien expreso que confusa es la idea de un Dios justo para siempre atormentando por fuego a los que lo refutan:

“Una sociedad civilizada mira con horror la tortura y abuso de los niños o adultos. Incluso donde la pena capital es practicada, el objetivo es de aplicarlo lo más misericordiosamente posible.

Vamos a creer entonces que un Dios santo—nuestro Padre celestial— ¿es menos justo que los tribunales de los hombres? Por supuesto que no.”

Y el Obispo Lutero Sueco, John Persone, escribió: 
“Para mí es inexplicable como una persona que mantiene una creencia ortodoxa [de un tormento eterno] puede en algún tiempo de su vida sentirse feliz. Él constantemente se está mezclando con personas que últimamenteseránatormentados eternamente sin fin…para mi es más inexplicable que tal persona ‘ortodoxa’ pueda esperar un momento feliz en eternidad, cuando él sabe que contemporáneamente con su estado de bendición continúa el interminable tormento y agonía de innumerables millones de condenados. Podría él, si amara a su prójimo como a él mismo, sí, incluso si tuviera un poco de amor humano y no es solamente un personaje egoísta desagradable, ¿podría aun tener un solo momento de felicidad?”
Bien dicho, ¿está usted de acuerdo?

Piense por un momento lo que es el fuego. ¿Qué hace con las cosas que toca? ¿Qué haría usted si encontrara su casa encendida por fuego? ¿Sintiera algún tipo de urgencia? O diría usted, “Hey, vamos al cine y cuando regresemos llamemos a los bomberos. No hay prisa, porque sabemos que nuestra casa se quemara para siempre.” Nada se quema para siempre y un simple estudio de la palabra “fuego” en las escrituras nos enseña que su primer propósito es destruir cosas desechables, como paja y cosas malas, como malvados, espíritus diabólicos y a Satanás (Malaquías 4:1 es un buen ejemplo).

Este articulo sobre el “infierno” no es el lugar apropiado de exponer la verdad bíblica que la muerte es el fin de la vida, y que el que muere ya no existe de ninguna forma o en ningún lugar más. Eso por sí mismo emite falaz la noción de que el "infierno" es un lugar donde la gente "muerta" vive y están conscientes. En su Palabra, Dios ingeniosamente optó la metáfora del "sueño" para describir figuradamente la muerte. ¿Por qué? Porque el dormir es una condición temporal de la inconsciencia que termina con un despertar. Dita para la muerte, y para el que cree en Jesucristo.

Donde no hay conciencia, no hay conocimiento del tiempo que pasa. Por lo tanto, el próximo pensamiento consciente del Apóstol Pablo será cuando vea la cara del Señor Jesús en su venida. Hasta ese glorioso momento, Pablo, como todos los que han muerto y volvieren al “polvo," ya no existen. Tampoco existiera más a menos que Jesucristo realmente murió, resucitó, ascendió al cielo, y viene de nuevo a levantar a los cristianos que han muerto. 1 Tesalonicenses 4:18 dice que esta es la única auténtica base verdadera que conforta a los afligidos. ¿Qué tal importante es este tema? Es un asunto de vida o muerte.

En el AT la palabra hebrea Seol (She'ol) significa “el estado, o lugar de los muertos” y usualmente es traducido como “tumba” (véase Sal 6:5, 16:10, 49:15, 89:48, etc.) porque literalmente no hay ningún lugar así, también puede ser traducido como “sepulcro”. Los hebreos reconocían que el hombre es un ser integrado (compuesto de partes mezcladas que cuando son unidas forman un conjunto) que sea vivo o muerto (para nosotros esto es obvio). Ellos entienden que el hombre no tiene un espíritu (alma), sino mas bien, de acuerdo a Gen 2:7, el hombre es “un ser viviente” (en hebreo neplesh), esto es, una persona viviente. Cuando uno muere entonces es un ser muerto (ej. Leve 19:28, 21:1; Núm. 5:2, 6:6, 11), esto es, una persona muerta.

En contraste con la enseñanza del AT, la mayoría de los griegos creían que el hombre tiene "un espíritu inmortal", que consideraban como la esencia no-corporal de su ser que estaba atrapada en lo temporal, prisión carnal de su cuerpo hasta el momento maravilloso cuando su cuerpo "muere" y su "espíritu" podría libremente volar hacia su rumbo a la montaña de Olimpo (donde habitan los dioses de la mitología griega), a la tierra de Sombra (el submundo del Hades), o algún otro lugar.

Debido a esta creencia, los griegos no tenían ninguna palabra que correspondía con la idea expresada por la palabra hebrea de Seol. Lo más cercano que encontraron fue el Hades (el lugar—estado—de las almas departidas; corresponde al Seol del AT—WordStudy Dictionary), y esto es lo que aquellos que produjeron la Septuaginta (una traducción del AT del hebreo al griego) escogieron como contrapartida para el Seol. Así como hacen con Seol en el AT, algunas versiones en inglés de la Biblia erróneamente traducen la palabra griega como "infierno" en el NT. [Para un estudio mejor sobre la palabra Seol y Hades, busque la palabra “infierno” en W. Bullinger’s Un Léxico Critico y Concordancia en Ingles y Griego del Nuevo Testamento [A Critical Lexicon and Concordance to the English and Greek New Testament] Zondervan Pub. Co., Grand Rapids MI.

El impacto de traducir Seol como Hades no puede ser sobre estimado. En el Seol, todo mundo está muerto, pero en la cultura y lenguaje griego, todo el mundo en Hades está vivo. Así, con la brocha de la pluma de los traductores de la Septuaginta, todos los muertos (en Seol) se otorgaron vida después de la muerte en el Hades. Los hebreos quien hablaban griego, leyendo sus biblias en el griego, naturalmente llegaron a creer que "los muertos estaban vivos" (algo que estaba, después de todo, en sus Biblia). Esto explica el por qué, en los tiempos de Jesús, muchos judíos creían que el espíritu de los muertos vivían después de que la persona moría, y por qué Jesús hablara de una parábola basada en esta creencia (Lázaro en el "seno de Abraham" – Lucas 16). 

Debemos notar que la palabra inglesa "infierno" proviene de una palabra antigua significando "para ocultar". La primera definición en la tercera edición del Diccionario Webster es de “un lugar o estado de los muertos o de los malvados; usualmente bajo la tierra" (por lo tanto, la idea de "encubierto"). La segunda definición es "un lugar o estado de miseria, tormento, o maldad".

La idea que el “infierno” es un lugar de tormento eterno se desarrollo porque la palabra Hades trajo todo tipo de connotaciones de la mitología griega, en la cual Hades era el dios del submundo, un lugar donde las almas de las personas muertas iban para ser atormentadas. Como el erudito Bullinger escribió en el Apéndice 131 de la Biblia Compañera: 
"El AT es la fuente de la lengua hebrea. No tiene literatura antes de ella. Pero el caso es completamente diferente con el griego. El hebreo es divino en su origen y uso. El griego es humano en su origen y llega a nosotros cargado con siglos de desarrollo, en la que ha adquirido nuevos sentidos, significados, y usos.”
La Biblia ciertamente habla de un lugar de fuego donde los malvados "sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor" (2 Tés 1:9). Esto es Gehena, una palabra griega que los escritores de los evangelios usaron en referencia a lo que en otro lugar es llamado "el lago de fuego". Es importante que no sólo malvados serán arrojados allí, sino también la "muerte y el infierno” para siempre seran exterminados (vea Rev. 20:12-15).

Gehena (Hebreo: gueh ben hin.nóm «Valle de»; Griego: γξξννα (gué.en.na); Latín:ge.hén.na--Wikipedía) significa "Valle de Hinón", que fue el basurero fuera de Jerusalén. Cuando Jesús utilizo esta palabra para referirse al lugar de la futura destrucción de los malvados (ej. Mat 10:28 — todavía erróneamente traducido como "infierno" incluso en versiones modernas de la Biblia), todos los que le escucharon sabían exactamente a que se refería.

Infierno: (gr. gehena), derivación del nombre hebreo Ge-hinom, que se daba al quemadero de basura en el valle de Hinom, cerca de Jerusalén (2 R 23.10). El Valle era un lugar donde los Judíos apóstatas sacrificaron a sus hijos a dioses paganos durante un periodo de tiempo, hasta que el fiel Rey Josías lo clausuró por tan abominable práctica (Jeremías 7:31-32; 19:5). RV 1995; Wikipedía.

Como el erudito Edward Fudge escribe: 
“Escritores del NT escogieron la palabra Gehena para describir el fin de los perdidos sólo en los evangelios, hablando sólo a los judíos, y sólo cuando se dirigía a personas familiarizadas con la geografía de Jerusalén".
El lago de fuego también es llamado “la segunda muerte” (Rev. 21:8). ¿Qué significa esto? La Palabra de Dios claramente dice que el Señor Jesucristo va a levantar de entre los muertos a todos los que han vivido, y “los que han hecho el bien resucitarán para tener vida, pero los que han practicado el mal resucitarán para ser juzgados” (Juan 5:29). Pendiente que Adolf Hitler o Saddam Hussein no tuvieron ningún tipo de “conversión” antes de morir, ellos un día estarán en frente del Señor Jesucristo para dar cuentas de sus malos andares, y después de ser juzgados serán arrojados al lago de fuego para ser aniquilados. Ellos han tenido una muerte física, y “morirán” otra vez—para siempre, fuera de existencia.

¿Crees que ellos escuchando a Jesús hablar de los malvados quemándose en Gehena pensaban que era para siempre? Claro que no, porque sabían que la basura que llevaban al basurero ya no podía existir en el fuego sin ser consumido. Más bien, se quemaba, y dejaba de ser. Jesús uso la palabra de Gehena para ilustrar que los malvados son como la basura, dignos solo de destrucción. La única razón que el fuego siguió quemando fue porque toda la ciudad continuaba tirando su basura allí. Asimismo, cuando deje de hacer su trabajo, el lago de fuego no será más.

Si Rev. 20:10 está llegando a su mente como una aparente contradicción de lo que acaba de leer, está bien—debería de ser. Se habla del Diablo y un par de sus acólitas que son tirados en el lago de fuego “y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos" (LBA). Sin embargo, la Biblia no fue escrita en nuestro lenguaje, y cuando escudriñamos un poco más profundamente, vemos que "por los siglos de los siglos" en el griego es más precisamente traducido como "para las edades á edades" (‘para las’ es del griego eis—tous: Después de verbos, implica moción de cualquier tipo; traducido como hacia los siglos [edades]; en relación a tiempo, cuánto tiempo o marcando una duración—Mat 21:19: “Nunca jamás”—hasta los siglos; Mar 3:29 “jamás perdón”; Lu 1:50 “generación en generación”; Lu 12:19 “para muchos años”; Juan 8:35; 1 Tim 6:19; Heb 7:3; 2 Pe3:18; Rev. 9:15. Siglos es del griego aiōn [as—on]; correctamente una edad; por extensión, perpetuidad (también pasado); por implicación el mundo; específicamente un período (Judío) Mesiánico (presente o futuro). Manteniendo el decreto de Dios en Gen 3:15 que Jesús eventualmente "herirá en la cabeza" al Diablo (es decir, destruirlo), Ez 28:18 declara que el diablo será "reducido a ceniza". Aparentemente, como recompensa por su maldad, esto tomará un largo tiempo.

Algunos cristianos argumentan que aniquilación no es una amenaza suficiente para detener a las personas, y que la amenaza de quemarse para siempre es más eficaz para disuadir el pecado. Sin embargo, esto es mirar las Escrituras equivocadamente. Dios dice que es Su bondad la que nos “guía al arrepentimiento” (Rom 2:4), no Sus amenazas de muerte, aunque esto podría trabajar, porque el ser humano está programado a hacer todo lo posible para mantenerse vivo. Aparentemente, el pensamiento de no existir es aterrador a más personas que el pensar vivir incluso bajo condiciones horribles. Lo que Dios hace es darnos de Su gran amor cuando nos entrego a Su Hijo, y alentar a las personas a creer en él y obtener vida eterna.

Si Dios hubiera tratado de utilizar la amenaza del tormento eterno como disuasivo del pecado, Juan 3:16 podría leer: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se quemaría para siempre, mas tenga vida eterna”. Y Dios bien hubiera hecho esto muy claro en muchos otros versículos. El hecho de que la Biblia simplemente dice "perecerán" indica que los no salvos morirán, y así no existirán más. Lo que les espera ha aquellos que niegan el obsequio de la salvación de Dios mediante la fe en Jesucristo es aniquilación. Ellos serán terminados, desechados—historia. Y el resto de nosotros, por la gracia de Dios y la labor de Jesucristo, viviremos felices para siempre.

Para aquellos que creen en Jesucristo como su Señor y Salvador, él ha pagado el precio de sus pecados, y él les dará el obsequio de vida en el siglo que viene. Los que se niegan a creer en él, tendrán que pagar la pena del pecado. ¿Cómo? Muriendo para siempre en el lago de fuego. Vida eterna es lo que es—vida sin fin, y muerte eterna es la destrucción sin esperanza de regresar—exterminación permanente. Esto es la justicia perfecta de Dios, y es definitivamente una cuestión de vida o muerte.

© 2003 by Christian Educational Services, a division of Spirit & Truth Fellowship International.

viernes, 5 de febrero de 2016

El infierno de la RVR60 es el lago de fuego



El Gehenna. ¿Figura del infierno o del Lago de fuego?
(gr. guéenna).




El término Gehenna denota un lugar de castigo. Aparece 12 veces en el NT. Guéenna es la forma helenizada de Gê Hinnôm, "Valle de Hinom", un desfiladero cercano a Jerusalén que aparece a menudo en el AT (Jos. 15:8; 2 R. 23:10; 2 Cr. 33:6; Jer. 7:31 ). Allí se llevaba a cabo el bárbaro rito de quemar vivos a los
niños en honor de Moloc (2 Cr. 28:3; 33:1, 6), abominación que abolió el rey
Josías mediante la profanación de los lugares elevados donde se había
practicado esta forma de culto.


Jeremías predijo que por causa de este pecado el Señor convertiría
el valle de los hijos de Hinom en un "valle de matanza",
donde los cadáveres de los israelitas arderían hasta que no hubiera lugar para
uno solo más, y el resto serviría de alimento para las aves de los cielos (Jer.
7:32, 33). Sin duda, esto contribuyó a que se considerara ese valle como lugar
de juicio para los impíos. La tradición rabínica posterior insiste en que el
valle de Hinom era un lugar ubicado fuera de la ciudad para quemar cadáveres y
basura.


La Reina Valera 1960 y la Dios Habla Hoy traducen la expresión por "infierno de fuego" o sencillamente por "infierno". La Biblia de Jerusalén translitera el vocablo y dice "gehenna"
o "gehenna de fuego".


La palabra guéenna aparece 3 veces en el Sermón del Monte (Mt. 5:22, 29, 30. Paralelo en Mr. 9:43, 45, 47). ) Primero donde el homicida en potencia que odia a su hermano será echado en el Gehenna como la Ley decía de los que derramaban sangre, la condena debe ser por un tribunal más alto como el Trono Blanco.
22 Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, será condenado por el tribunal. Y todo aquel que lo insulta, será castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, será CONDENADO a la GEHENA de fuego.
La segunda (versos 29 y 30) en clara referencia al hombre completo que será echado con su cuerpo entero en esa condenación, si tratamos de ubicarnos en el plan de Dios y en la agenda de lo que está en el futuro podemos ubicar está condenación ante el Trono Blanco donde los muertos resucitan en la segunda resurrección con cuerpos humanos y es precisamente ese cuerpo el que será echado al Gehenna. Definitivamente no es una condenación para un alma descarnada.
29 Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que TODO TU CUERPO sea arrojado a la Gehena.
30 Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que TODO TU CUERPO sea arrojado a la Gehena.
(Nácar Colunga)

Gehenna aparece en la comisión de los doce en Mateo 10:28 donde Jesús menciona
al que es capaz de "destruir el alma y el cuerpo en el Gehenna", pero aquí la referencia al cuerpo indica que el Gehenna recibirá cuerpos, no una cosa inmaterial que presuntamente sobreviva a la muerte. En Mateo 18:9 habla del "Gehenna de fuego" en repetición de lo dicho en el Se rmón del Monte.

Mat 10:28 No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el CUERPO a la Gehena.
Jesús amonestó a los fariseos acerca "de la condenación del Gehenna" (Mt 23:33). El castigo por los homicidios cometidos que serán examinados en el Juicio del Trono Blanco aclara que ésta será una experiencia que se producirá en el futuro mediando la resurrección.
¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo podrán escapar a la CONDENACIÓN de la Gehena?

35 Así caerá sobre ustedes toda la sangre inocente derramada en la tierra...36 Les aseguro que todo esto sobrevendrá a la presente generación.

En Mt. 23:15 la expresión "hijo del Gehenna", se refiere a los conversos al judaísmo como merecedores de esa condenación debido a que no querían abrazar el reino de Dios en las palabras del Mesías Jesús, ni dejaban entrar a los demás, estos eran más fanáticos que los fariseos que los habían convertido. Estas referencias al castigo final que recibirán los pecadores mediante el fuego del Gehenna, tienen su correspondiente aclaración en textos como Mt. 3:12, d.     onde se compara a los pecadores con paja que arde en un horno que nadie podrá apagar para librar al condenado de sus consecuencias definitivas, el castigo final será una sentencia del Trono Blanco (cf Mr. 9:43-48; Lc. 3:9).


En resumen, la palabra Gehenna traducida infierno por la Reina-Valera es simbólica del Lago de fuego que es el lugar de la condenación final. Allí será lanzado el cuerpo vivo del impío. El Gehenna jamás recibe una alma descarnada, menos inmortal. En conclusión, cada vez que la palabra infierno aparace e en la Reina Valera se refiere al Lago de Fuego=horno de fuego.


martes, 8 de diciembre de 2015

Los mentirosos tendrán su Lago de fuego

Edwin Mauricio Alza




Tal parece que el Lago de Fuego que arde con azufre fue planeado originalmente para ajusticiar a los ángeles que se rebelaron contra Dios cuando se efectúen las sentencias de Dios. Allí serán lanzados vivos tanto el anticristo como el falso profeta cuando venga Jesús  en el día postrero.
Apocalipsis 19:20

Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron LANZADOS VIVOS dentro de un lago de fuego que arde con azufre.

En fuego y azufre también serán atormentados los que reciban la marca de la bestia en la gran tribulación.

Mateo 25:41

Entonces dirá también a los de la izquierda:Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para al Diablo y sus ángeles.

Apocalipsis 14:9

...Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,

él también BEBERÁ DEL VINO de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será ATORMENTADO con fuego y azufre DELANTE de los santos ángeles y del Cordero...


Satanás también es lanzado en el mismo Lago de fuego que la bestia y el falso profeta al finalizar el milenio.

Apocalipsis 20:10

Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

Los condenados por nuestro Señor Jesús en el trono blanco serán lanzados al Lago de Fuego.

Apocalipsis 20:15

Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida FUE LANZADO al lago de fuego.

Los impíos y sobre todo los llamados cristianos mentirosos descarados y los predicadores cínicos serán condenados al Lago de Fuego que arde con azufre.

Apocalipsis 21:8

Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos TENDRÁN SU PARTE EN EL LAGO que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Los impíos resucitan con cuerpo humano terrenal desprovisto de la gloria de la inmortalidad que es privilegio de los redimidos. El infierno o Gehena simbolizó siempre al Lago de Fuego.
Mateo 5:29

Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que TODO TU CUERPO SEA ECHADO AL INFIERNO.

Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que  TODO TU CUERPO SEA ECHADO AL INFIERNO.