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lunes, 7 de junio de 2010

Manos de Marta y corazón de María

Manos de Marta y corazón de María

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María, Marta y Jesucristo.

João Cruzué

Ayer, cuando bajé para orar en mi sala, pedí al Señor para hablar conmigo. De este modo, antes de orar abrí la Biblia y sentí a Dios hablando en mi corazón. Como uso hacer, deseo compartir, aquí y ahora, lo que he oído. Por la primera vez, yo podría ver una hermosa relación entre el episodio en casa de Marta y la parábola del buen Samaritano.

Habla conmigo Señor, por su Palabra Santa – le pedí. Usted bien sabe que hay algunos días que tenemos más necesidades de orar, y esta semana ha sido especialmente difícil por varios motivos. Yo tenía que llamar, buscar y pedir por una ayuda urgente.

Un viejo y íntimo amigo ha estado haciendo la quimioterapia. Él fué co-pastor conmigo durante seis años. Ahora tiene un cáncer. Otro caso: la esposa de un ministro, conocido de nosotros, tuvo dos paros cardíacos; en el última, ella permaneció durante media hora sin sentido y su cerebro tuvo daños irreversibles. Ella está en una cama de UCI, hace tres meses.

Y para terminar lo que sentía, también en la semana pasada hice una visita a un pastor, de tiempo de mi juventud, y él esta lisiado durante 12 años en una silla de ruedas debido a una hemorragia cerebral. Él no desea volver a la iglesia en esta situación. Él insiste ser curado primero, para volver solamente después de un gran milagro. Le pregunté lo que ha hecho para usar su tiempo, y él respondió que sólo cierra los ojos y ora todo el día.

Cuando abrí la Biblia, yo estaba adelante del capítulo diez de Lucas. Jesús estaba en casa de Marta y María. Aparte, en esta misma página, hay la parábola del buen Samaritano. Un sujeto muy conocido, aún él se hizo real y nuevo a mí, ayer.

La preocupación de Marta era su servicio. La limpieza, la cocina, realmente preocupada por la tardanza de la comida. El tiempo pasaba y ninguna ayuda de su hermana. María sentada a los pies del Señor Jesús, ella oyó y sintió su corazón que se calentaba por sus palabras divinas, mientras escuchaba al Maestro. Puedo imaginar así recordándome de algunos cultos donde la presencia del Señor fue fuertemente sentida por nosotros.

Marta estuvo preocupada con el servicio y María escuchaba, escuchaba y deseaba escuchar más las palabras. Entonces, Marta, aprensiva por no conseguir hacer su trabajo a tiempo, dio órdenes a Jesús: ¿"no se preocupa usted qué mi hermana me ha abandonado para servir sola? pídale, por lo tanto, que me ayude."

La comunicación es una buena cosa, necesitamos realmente hacerla. Pero la comunión es algo mejor y más profunda. Alguien de nosotros puede hablar uno al otro y decir: buenos días, buenas noches, gracias, conversar sobre el tiempo y política, y hasta orar juntos. Pero ninguno uno de estos sujetos tiene comunión. Por ejemplo: mi esposa y yo tenemos a dos hijas. Una es casada y la más joven tiene un novio que viene para verla en casa. Imagínese, que bajo a la sala de estar y tomo un asiento junto a ellos, y permanezco por toda la tarde del domingo. Ambos pueden dirigirse a varios sujetos, pero, ninguno de ellos va a decir al otro, palabras como “te amo”.

Ahora, aquí estamos en 2008, el principio del XXI Siglo. Demasiado ocupados, preocupados, sin tiempo alguno, tal vez dando órdenes a Jesús, en "un corre-corre", "predica-predica", "canta-canta", " escribe-escribe" – todos los días de la semana: el lunes, el martes, miércoles, el jueves... ¿Servimos? ¡Sí! ¿Trabajamos mucho? ¡Sí! ¡Somos fatigosos, Sí! ¿Pero por qué estamos cosechando tan poco?

No tenemos ningún tiempo en absoluto para estar en comunión con el Señor. No somos más como una pareja apasionada. Jesús quiere oír y también hablar con nosotros, pero servimos solo mecánicamente y perdimos la percepción de esto. Estamos engañados al pensar que si nosotros nos multiplicamos en nuestras tareas seremos más eficaces en nuestra Iglesia, el coro no será más bendito y mejor que nunca. Así, nos cambiamos seis por la media docena o hacemos mucho ruido sin resultados, porque no tenemos más la dirección del Señor.

Y, la consecuencia de esto puede ser entendida así: Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó entre ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Y aconteció, que descendió un sacerdote por el mismo camino, y viéndole, pasó de lado. Y asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de lado.

Y un samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole sobre su cabalgadura, le llevó a un mesón, y lo curó. Y otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al huésped, y le dijo: Cúralo; y todo lo que gastares de más, cuando yo volver te lo pagaré.

¿A quién compararé a aquel sacerdote y el levita? Ellos son igualmente como las manos de Martha. Ambos vieron un hombre herido, pero ellos no sintieron nada. Ellos estaban secos de compasión, guardando solo las ordenanzas da ley. Ellos tenían la teología, tal vez el sacerdote una graduación en divinidad. Ellos tenían todas las condiciones espirituales para ser efectivos... Pero ellos fallaron. Algún tiempo a lo largo del Camino ellos se hicieron insensibles.

¿Quién era aquel samaritano? Tal vez Jesús hablaba sobre un hombre parecido con él mismo. Aunque él sea Dios, pero muchas veces en la Biblia podemos verlo poner tiempo aparte, principalmente en la noche, para orar, e buscar la comunión con el "Abba" Padre. De aquel samaritano, según la cultura judía, todo podría ser esperado, pero no compasión, longanimidad o generosidad. Su corazón parecía ser como el corazón de María.

Y así, que oí la Palabra de Dios, antes de orar. No importa si nosotros estamos envueltos en grandes visiones o proyectos ante los ojos de nuestros amigos o ante nuestros propios ojos. ¿Si no nos ponemos a ver con compasión alguna necesidad alrededor de nosotros, cómo podemos predicar y presentar a Jesús a este Mundo? Debemos priorizar nuestras actitudes. La comunión debe venir en primer lugar, y luego trabajar, en el segundo. Necesitamos un corazón de María para cambiar a misericordiosas nuestras manos de Martha.

jueves, 13 de mayo de 2010

La integridad en la vida del cristiano

Que importante es demostrar con nuestra vida misma que Dios gobierna nuestro ser, el ser cristiano no es solo ir a la Iglesia, ni tampoco predicar o servir a Dios, el ser cristiano es vivir siendo gobernado por Dios, por su palabra.


La falta de honestidad e integridad no solo se puede ver en el mundo, sino tristemente ya ah entrado a la iglesia y aun dentro del mismo ministerio.


Una cualidad que la iglesia ah perdido es la INTEGRIDAD ante las cosas comunes y aun dentro del mismo ministerio.

Génesis 30:33
Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto.

Cuantos podríamos decir… “ mi honradez responderá por mi!!!

Dios quiere que sus hijos puedan ser INTEGROS ante todo!!!

Integro: Persona recta, aprobada, intachable.

Queremos ser bendecidos y prosperados por Dios pero ignoramos que la prosperidad y la bendición vendrá cuando yo sea integro para con Dios!!

Deuteronomio 25:13-16
No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica, ni tendrás en tu casa efa grande y efa pequeño.


Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.


Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia.

Dentro de la iglesia tristemente hoy podemos ver a personas que abusan de su posición, si eres trabajador se integro, si eres jefe se integro!!!

Deuteronomio 24:14-15

No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades.

En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.

Hay gente que es muy prospera a costa de otros, esa no es prosperidad es ROBO!!!

Jeremías 22:13-14
¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!

Que dice: Edificaré para mí casa espaciosa, y salas airosas; y le abre ventanas, y la cubre de cedro, y la pinta de bermellón.

Dios quiere que seamos INTEGROS, para con él y con nuestros hermanos y aun con los que no le conocen.

Si somos empleados al igual hay que ser honestos e íntegros.

Proverbios 2:7
El provee de sana sabiduría a los rectos;

Es escudo a los que caminan rectamente.

Es el que guarda las veredas del juicio,

Y preserva el camino de sus santos.

Proverbios 2:7-8
El Señor da su ayuda y protección a los que viven rectamente y sin tacha; cuida de los que se conducen con justicia, y protege a los que
le son fielesDHH

La integridad en un cristiano es VITAL, un cristiano que no es integro dudaría que fuera nacido de nuevo!!!

Muchos cristianos no somos íntegros ni siquiera en nuestros diezmos y ofrendas!!
Como ustedes saben yo estoy en contra de COBRAR los diezmos, pero no estoy en contra de enseñarles que se debe de diezmar, pero muchos cristianos hoy en día, no diezmamos y dejamos a nuestra iglesia a buena de Dios.

Dios siempre SUPLE pero nos perdemos de la bendición de Dios.

Dios me llamo de tiempo completo como ustedes saben, yo le dije a Dios que la iglesia aun no me podía sostener económicamente ya que yo necesito cubrir un presupuesto para mi familia, pero Dios me dijo que el si podía sostenerme y bueno di el paso de fe.

Dios usara a personas fieles para poder hacer su obra, Dios de una forma u otra me sostendrá pero quiere que su pueblo sea bendecido y muchos no queremos.

Dios me dijo que él me iba a dar lo que yo necesitaba pero cuando FLUYERA la bendición que yo tomaría una ofrenda JUSTA para vivir, que es JUSTO? Ni mucho, Ni POCO, Justo!!

Debe de haber integridad en la ofrenda también!! Hay cantidad de ministros que sus sueldos son altísimos y que los sueldos de sus consiervos son miserables!!

Eso no es JUSTO!! Ahí no hay INTEGRIDAD!!!

Oh que decimos de las familias pastorales que sus sueldos sobrepasan la imaginación y que retienen el sueldo a los demás colaboradores, eso es un robo.

2 Reyes 12:14-15

Porque lo daban a los que hacían la obra, y con él reparaban la casa de Jehová.

Y no se tomaba cuenta a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra; porque lo hacían ellos fielmente RV

12:14-15

Pues lo daban a los que hacían la obra, y con él reparaban la casa de Jehová.

No se les pedía cuentas a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo dieran a los que hacían la obra, porque ellos lo hacían fielmente DHH

Nuestra integridad será propósito para que la gente conozca de Dios o nuestra falta de integridad será el propósito para que la gente NO quiera conocer de Dios.

Nehemías 13:13
Y puse por mayordomos de ellos al sacerdote Selemías y al escriba Sadoc, y de los levitas a Pedaías; y al servicio de ellos a Hanán hijo de Zacur, hijo de Matanías; porque
eran tenidos por fieles, y ellos tenían que repartir a sus hermanos.

La honradez en el ministerio, la integridad en el servicio es tan demandante ahora y a la vez tan escaza, muchos fraudan con las cosas de Dios y por eso aunque por un momento se creen bendecidos vienen a escasez por falta de integridad.

Proverbios 11:24

Hay quienes reparten, y les es añadido más;

Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.

La integridad y la justicia son algunos de los pilares de la vida cristiana, si alguno de estos faltan cuando vengan las pruebas no podremos permanecer en pie, la mentira, el fraude, la injusticia mina nuestra comunión con Dios y el ministerio también, Dios no puede ser burlado!!!

Proverbios 11:8
El justo es librado de la tribulación; mas el impío entra en lugar suyo.

Proverbios 14:32

Por su maldad será lanzado el impío;

Mas el justo en su muerte tiene esperanza.

Proverbios 18:10

Torre fuerte es el nombre de Jehová;

A él correrá el justo, y será levantado.

Proverbios 28:6
Mejor es el pobre que camina en su integridad,

que el de perversos caminos y rico

Así que alaba a Dios con tu INTEGRIDAD

Dios bendiga sus vidas

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿Conocen las ovejas la voz de su pastor?

Cuando las Escrituras nos hablan repetidamente que nuestra relación con Dios es como de ovejas y pastor, no es nada lejana a la realidad. La naturaleza tiene mucho que enseñarnos sobre la importancia de responder a la voz de nuestro Gran Pastor.

“En ocasiones, los rebaños de varios pastores se encerraban por la noche en el mismo aprisco y se ponía un portero para vigilarlos. Cuando por la mañana llegaban los pastores, llamaban a su rebaño, y las ovejas respondían a su pastor, y solamente a él. El pastor las conducía a los pastos yendo delante del rebaño (Jn 10:1-5.).

A partir de sus propias observaciones en Siria y Palestina durante el siglo XIX, W. M. Thomson escribió: “[Las ovejas] son tan mansas y están tan entrenadas que siguen a su guardián con la máxima docilidad. Este las conduce desde el aprisco o desde las casas de las aldeas a donde quiere. Como en esta región hay muchos rebaños, cada uno toma un sendero diferente y se encarga de hallar pasto para las ovejas. Por lo tanto, es necesario que se las enseñe a seguir al pastor sin desviarse a los campos de maíz sin cercar que se extienden tentadores a ambos lados. Si alguna oveja se desvía, sin duda tendrá problemas. El pastor emite una llamada penetrante de vez en cuando para recordarles su presencia. Ellas conocen su voz y siguen adelante; pero si un extraño las llama, se paran, levantan la cabeza alarmadas y, si se repite, se vuelven y huyen, porque no conocen la voz de un extraño. Esta no es una descripción imaginaria de una parábola; es la pura realidad. He hecho el experimento repetidas veces. El pastor va delante, no solo para señalar el camino, sino para asegurarse de que sea transitable y seguro”. (The Land and the Book, revisión de J. Grande, 1910, pág. 179.)

De igual manera, J. L. Porter en The Giant Cities of Bashan and Syria’s Holy Places (1868, pág. 45) explica: “Los pastores sacaron sus rebaños fuera de las puertas de la ciudad mientras nosotros los mirábamos y escuchábamos con mucho interés. Había miles de ovejas y cabras que formaban una masa densa y confusa. Los pastores estaban juntos de pie esperando a que todas salieran. Luego se separaron, y cada uno tomó un camino diferente, emitiendo mientras se iban una llamada aguda y peculiar. Las ovejas la oyeron. Al principio, la masa se agitó y se movió como si una convulsión interna la hubiera sacudido, pero a continuación empezaron a despuntar columnas en la dirección que tomaron los pastores; estas se hicieron cada vez más largas hasta que la masa amorfa se convirtió en largas corrientes vivas que seguían a sus guías”. Por la noche el pastor llevaba los animales de regreso al aprisco, se colocaba en la puerta y contaba las ovejas según iban pasando por debajo de su cayado o de sus manos. (Lv 27:32; Jer 33:13).”

Tomado de la Biblioteca electrónica e-Sword. Diccionario Perspicacia para comprender las Escrituras.

viernes, 5 de marzo de 2010

¿De cuáles cosas debe cuidarse un pastor?

¿De cuáles cosas debe cuidarse un pastor?…

…bueno, no solo los pastores, todos nosotros debemos cuidarnos de estas levaduras.

¿De cuáles cosas debe cuidarse un pastor?

Bien, esta es la lista….

…De ser mono-temático.

…De Idolatrar una doctrina.

…De mirar por encima del hombro y suspicacia a los que no son “al dedillo” de su doctrina.

…De las alabanzas de las personas.

….De la apostolitis.

….Del figureo.

….De meterse a la política.

…De los que van a él con una “inquietud” pero en realidad es a chismear para conseguir, aprobación y protagonismo en detrimento del otro.

…De ser intocables.

…De ser inalcanzables.

…De creerse fuerte –recuerde, el que cree que es fuerte, mire que no caiga-

…De alegrarse del divorcio de un falso profeta. -Como quiera que sea es un sagrado matrimonio que se afecta y por ende una familia- Podemos comunicar las noticia u opinar de ella pero, alegrarnos, eso no. Es cruel y mezquino y Dios no lo aprueba.

…De ser inflexibles.

…De ser demasiado flexibles.

…De ser demasiado diplomático y maquillar demasiado el mensaje para no ofender.

…De ser inmisericordes con la predicación y no tener palabras y mensajes de estimulo y esperanza. ¡Balance, balance! Cada cosa en su lugar y en su momento.

…De ser sabio en “su propia opinión”.

…Del orgullo.

…Del orgullo “espiritual”.

…De la falsa humildad.

…De ser pastores “paracaídas” -12 trajes y 12 mensajes para sus viajes- no atiende a la iglesia local por dar cobertura a otras.

…De presentarse siempre como perfecto y nunca pedir perdón por algo, ni tampoco compartir de alguna batalla por la que ha atravesado o atraviesa. Tiene una explicación y testimonio para todo.

…De tener “amigas” con las que chatea de “sus problemas” – eso da “error” amigo- =)

…Del uso inapropiado de la internet -es recomendable un filtro-

…De escudarse en un pseudónimo para opinar en los foros. Eso equivale a mentir y a engañar.

….Del uso inapropiado de la televisión –bloquee canales peligrosos y los comerciales-

…De no aprender de otros hombres.

…De ser un pastor títere.

….De manipular mensajes o versículos para comunicar algo que no se atreve a hacerlo personalmente.

…De llevarse de “la corriente” y meterse en todas las cosas que están de” moda” en las iglesias.

…Del pragmatismo religioso.

…Del legalismo.

…Del libertinaje.

…De la rutina.

…De no prepararse en oración y buena preparación para predicar.

…De ser un dinosaurio cibernético.

….De ser un adicto cibernético.

…De desconocer el acontecer mundial –porque eso deprime- [sea entendido de los tiempos, pero que esto, no ahogue la Palabra de Dios]

…De justificarse cuando alguien le señala algo en su vida y tener una explicación para todo.

…De querer complacer a todos, queriendo quedar bien “con Dios y con el diablo”.

…De evitar temas en la congregación, o de maquillarlos demasiado, al punto, que el mensaje es taaaan diplomático, que carece del impacto necesario.

…De no aprender, investigar, estudiar y considerar posturas, a la luz de las Escrituras.

…De estudiar la Palabra solo para conocimiento y no para una relación intima con Dios que lo lleve a conocerle más a Él.

…De ser demasiado pragmático “si da resultado hagámoslo’, aunque con ello viole principios bíblicos.

…De no tener una cosmovisión bíblica

…De las tres cosas que el hombre no puede y nunca podrá manejar “Dinero, Fama y poder”

…De descuidar su familia y esposa por el ministerio

…De descuidar su ministerio por la familia y esposa –que lío, eh!?-

…De amar mas la obra que al Señor de la obra.

…De no tener a alguien a quien rendir cuentas de su vida. Necesita un amigo que lo exhorte, anime y que también le pueda cantar “sus verdades” y reprender, cuando sea necesario.

…De ser muy pasivos al predicar, al punto que la gente se duerme.

…De estar solo regañando y no dar el bálsamo para reconfortar.

…De no cuidar su apariencia física.

…De cuidar “demasiado” su apariencia física -tampoco es para que sea un “metro-sexual”-

…De ser un terror que todo el mundo le diga: “yes sir! [sí señor!], sin cuestionarle, en sana mansedumbre, pero con firmeza, si algo no está bien.

Hay muchas cosas más de las cuales, no solo los pastores, sino cada uno de nosotros debemos cuidarnos.

No se desanime, que, el que no cojea de una pata, cojea de otra. Todos estamos en el mismo bote.

Hagamos nosotros mismos un “mea culpa” y revisémonos, no vaya a ser que tengamos tronco en nuestro ojo.

Quien dijo que el cristianismo era fácil?.

¿Quién Dijo que el llamado a pastorear una iglesia sería fácil?

¡Gracias a Dios por Jesucristo que nos lleva siempre en triunfo!

Nota:

Por favor, si quieren, pueden añadir a la lista otras cosas, pero no me envíen a decir “el pastor fulano de tal, bla, bla, bla.. “Hiciste este post pensando en fulano o mengano”. No lo voy a publicar y tampoco me interesa. Cualquier similitud es pura coincidencia. Hice esta entrada mirando a mi perverso corazón.

jueves, 1 de octubre de 2009

La investigación teológica

La investigación teológica

“El Espíritu vs el estudio”

En una reciente publicación, apuntamos lo siguiente: “la investigación, tiene como meta el buscar nuevos conocimientos para analizar problemas de actualidad y poder sugerir soluciones a esos problemas”. Hoy quiero dejarles un escrito de, Juan Stam, quien con una exclamación clara nos dice: “¡La fe y la inteligencia no son enemigas!”, esto es muy cierto y es muy indispensable e imprescindible para todo estudioso de la palabra. Yo solo quiero apuntar lo siguiente: El estudio teológico no es exclusividad de los pastores o lideres, es una obligación de todo cristiano. Les dejo con el escrito de Juan Stam.

Una falsa antítesis: el Espíritu versus el estudio

¡La fe y la inteligencia no son enemigas!

Los debates exegéticos y teológicos son de fundamental importancia para la salud de la iglesia. Son como el sudor de la fe, en búsqueda constante de una fidelidad siempre mayor a la Palabra y al Señor. Por eso, prohibir o suprimir el debate es uno de los mayores daños que los líderes pueden hacer a la Iglesia,

Muchas veces las controversias, sanas en sí mismas, revelan enfermedades del Cuerpo de Cristo. Recientes debates en este mismo sitio web ofrecieron una radiografía de una seria patología en la condición espiritual de algunos sectores de la iglesia costarricense y latinoamericana. Más allá de un dogmatismo posiblemente legítimo, hay mucho fanatismo y procesos de fanatización (impulsadas por algunos líderes que parecen tener miedo de una sana crítica que podría amenazar su autoridad), de oscurantismo, y sobre todo de actitudes violentas, muy dispuestas a insultar, que no se distinguen mucho del odio.

Como base de este síndrome patológico aparece a menudo un concepto aparentemente saludable, y muy “espiritual”, pero en realidad errado y dañino. Ese concepto consiste en contraponer el Espíritu y el estudio. Si confiamos en el Espíritu Santo para revelarnos la verdad, ¿qué necesidad o qué valor tiene el estudio “intelectual” de la Biblia. ¿No nos dice el Proverbios, “no te apoyes en tu propia inteligencia”? Estudiar el texto para encontrar razones para una u otra interpretación del texto, se ve como intelectualismo y hasta soberbia. Los realmente espirituales confían en el Espíritu Santo para revelarse el significado del texto inspirado. Recuerdo que hace años realizamos un taller de interpretación bíblica en el norte de Costa Rica, pero una congregación entera canceló su participación porque decían, “nosotros no creemos en el estudio, sino confiamos en el Espíritu Santo”.

Estas actitudes se revelaron muy claramente en los comentarios que provocaron unos artículos recientes en este sitio web. Me permito reproducir textualmente algunas de esas respuestas:

Osorio: “Para mi opinión personal usted necesita tener revelación, tiene muy poca vivencia del evangelio completo. Me parece que tiene celos o está muy escaso de lo sobrenatural… Jesús dijo, ‘te alabo Padre porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos y lo revelaste a los niños’”.

Samuel: “Solo puedo decir que sin revelación de lo alto podrá siempre discutir si hay en este tiempo apóstoles…”

Pablo: “Creo que en el momento en que aparecen sabios que quieren darles diversas interpretaciones a las palabras bíblicas porque creen que en griego, ruso o francés dice otra cosa, la Biblia pierde su sentido como Palabra de Dios… Eso es un tema de revelación personal.”

Ramón: “Claramente la escritura dice que vayamos a predicar el evangelio, no a hacer teologías para averiguatas de vana palabrería…”

Es justo reconocer ciertos elementos de verdad en estas afirmaciones. Dios ha prometido darnos su Espíritu para guiarnos a toda verdad, y el Espíritu promete iluminar y guiar, pero no reemplazar, nuestro estudio de la Biblia. Es cierto que Dios da grandes dones de sabiduría a los humildes, y que por otro lado existe un peligro real de una soberbia carnal en el mucho conocimiento. El verdadero entendimiento da humildad, pues cuánto más sabe uno, más sabe que no sabe. Pero hay también un anti-intelectualismo malsano y que no es bíblico, y que también es soberbio, con el orgullo y la arrogancia de creer que sabe sin tener que examinar el texto ni escuchar a otras personas.

Hay un peligro serio de malentender la inspiración de las escrituras. El Espíritu Santo inspiró a los autores de nuestros libros canónicos, pero jamás prometió dirigir los procesos de copia de manuscritos (miles de ellos, a mano, durante unos quince siglos) ni de traducciones (es lingüísticamente imposible que una traducción reproduzca exactamente un texto en otro idioma). Dios ha querido que la transmisión y la traducción de su Palabra sean procesos humanos y naturales, no infalibles sino siempre mejorables. Aun la imprenta moderna, que produce un texto mucho más estable, se presta para variantes. Una de las primeras versiones impresas de la Biblia se llamó “la Biblia del adúltero”, porque omitió la palabra “no” en el séptimo mandamiento (Ex 20:14).

La interpretación inspirada de las escrituras no aparece entre los dones carismáticos de la iglesia. Dios ha dejado eso a nuestra responsabilidad, escudriñando la palabra con todo cuidado en oración y en la comunidad de fe. La exégesis bíblica tampoco es una función normal del don de profecía, como si ése fuera un sustituto del estudio y un pretexto para la pereza mental. Aun si una profecía ilumina un texto bíblico, siguen las exhortaciones bíblicas, precisamente con referencia a la profecía, “Examinadlo todo” (1 Tes 5:21) y “que los demás juzguen” (1 Cor 14:29). Los profetas que se creen infalibles están muy equivocados.

Para justificar esta oposición entre el Espíritu y el estudio a veces se apela a Lucas 12:11, “no os preocupéis por cómo o qué habéis de responder, o qué habréis de decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir”. Sin embargo, del contexto queda claro que esto se refiere a interrogaciones por las autoridades hostiles al evangelio. Es un llamado a ser valientes y testificar, confiando para su defensa en el Espíritu Santo. Pero no es un llamado a la pereza y la irresponsabilidad, esperando que Dios haga lo que nosotros podemos hacer y debemos hacer. La promesa de Lucas 12:11 no justifica una falta de seriedad y esfuerzo en la preparación de sermones y estudios bíblicos, esperando que el Espíritu Santo de repente ponga las palabras en nuestra boca.

Más bien en esto rigen las palabras de 1 Pedro 3:15, “estad siempre preparados para presentar defensa (”apología”, una defensa bien preparada, como en los tribunales) ante todo aquel que demande razón (”lógos”, la lógica de nuestra fe) de la esperanza que hay en vosotros”. ¿Y cómo estar “siempre preparados”? Obviamente, por una vida de constante estudio cuidadoso y fiel de la Palabra, en oración y en la comunión de fe. Ahí es donde el Espíritu Santo iluminará nuestro entendimiento de las escrituras.

Algunos citan también las palabras de 2 Cor 3:6, “la letra mata, más el espíritu vivifica” (con minúscula en Reina Valera). Pero “la letra” no tiene nada que ver con “el estudio”, como opuesto al Espíritu Santo. La interpretación de este texto es muy discutida, pero es muy probable que se refiere a la ley, el legalismo de los enemigos de Pablo. Otros sugieren que se refiere a un literalismo excesivo, que pierde el mensaje (el “espíritu”) del pasaje.

En estos temas nos conviene seguir el ejemplo de Pablo: “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento” (1 Corintios 14:14-15). Si eso se aplica al orar y al cantar — ¡qué exhortaciones más necesarias hoy! — se aplica obviamente a la interpretación y la enseñanza de la Palabra de Dios. Y lo mismo es cierto si entendemos la palabra “Espíritu” con mayúscula. El Espíritu Santo nos guía por medio del estudio fiel de las escrituras y el análisis comunitario de la fe. Cierto, para eso no se necesita un doctorado en hermenéutica, pero sí se necesita la disciplina de escudriñar el texto. El Espíritu Santo no es elitista, pero tampoco es anti-intelectual.