miércoles, 21 de octubre de 2009

Pablo Santomauro y sus Cortinas de Humo

Pablo Santomauro y sus Cortinas de Humo

por Pablo Santomauro

¿Se le hace extraño el título? Usé este título ex-profeso porque es el mismo que usó Julio César Clavijo en uno de sus artículos donde intenta desprestigiar mi persona. El señor Clavijo es un vocal proponente de la herejía modalista sostenida por los Pentecostales del Nombre, también llamados Pentecostales Unicitarios, Modalistas, Apostólicos y Sólo Jesús (o Jesús Sólo).

Creo que es imposible vencer la tentación de contestar un artículo cuyo título lleva el nombre de uno. Debido a que yo soy capaz de resistir cualquier cosa menos la tentación, me veo obligado a responder.

Julio César Clavijo trata en su breve ensayo de contestar mi crítica al primer capítulo de su libro en línea “Un Dios Falso llamado Trinidad” [1]. Yo titulé mi crítica, La Deshonestidad Intelectual de los Pentecostales Unicitarios [2], algo que obviamente no le agradó a Clavijo. En su respuesta, Pablo Santomauro y sus Cortinas de Humo [3], mayormente escrito para su propio público, Clavijo afirma que Pablo Santomauro:

1. Acepta que la Santa Escritura no posee una declaración formal relacionada con la Trinidad.

2. Reconoce que la Escritura no contiene la doctrina formada de la Trinidad.

3. Afirma que el Nuevo Testamento no es suficiente en materia de fe, pues se quedó en una etapa de “infancia embrionaria” en sus declaraciones doctrinales, específicamente con relación a la naturaleza de Dios. (Una declaración absolutamente sectaria que aborrece por completo la verdad bíblica).

4. Reconoce que el dogma de la trinidad tuvo un desarrollo extrabíblico, en un tiempo post-bíblico, y que la formulación que hoy en día conocemos de este dogma no se encuentra en la Biblia.

5. Promueve la falsa doctrina de la “Sagrada Tradición”, reclamando para las formulaciones post-bíblicas una autoridad igual o superior al Nuevo Testamento, pese a que el concepto o la idea del dogma trinitario no se encuentra en la Biblia, y otras muchas cosas más, que son típicas de las sectas, que se caracterizan por confiar más en las tradiciones humanas que en la Biblia misma.

(Todas las anteriores afirmaciones son hechas por Clavijo en su artículo Pablo Santomauro y sus Cortinas de Humo.) [4]

¿No es sospechoso el hecho de que Clavijo afirme que Pablo Santomauro “acepta”, “reconoce”, “afirma” y “promueve” los 5 puntos anteriores, pero no presente ninguna cita de Santomauro específica?

Quizá ayude leer lo que Pablo Santomauro escribió, para luego analizar las palabras de Clavijo. He aquí el texto de Santomauro al que aluden los comentarios de Clavijo:

En cierto punto del Capítulo 1, el señor Clavijo expresa:

“A continuación vamos a presentar cuatro declaraciones explícitas de lo que es la trinidad, tal y como lo han hecho algunos escritores trinitarios de las ramas protestante y católica. Usted podrá apreciar que absolutamente nada de lo que ellos afirman, se encuentra de una manera explícita en las Sagradas Escrituras.”

A continuación, Clavijo presenta cuatro definiciones de la doctrina de la
Trinidad. La primera de ellas es una cita directa de un escrito mío, honor
que me hace:

“Definición de Trinidad. Dentro de la unidad de un único Dios existen tres personas, Padre-Hijo-Espíritu Santo, y los tres comparten los mismos atributos y la misma naturaleza, por lo tanto estos tres constituyen el único Dios.”

Acto seguido, Clavijo presenta tres definiciones más, para luego escribir:

“Como puede apreciarse, las anteriores definiciones explícitas de la trinidad, brillan por su ausencia en la Palabra de Dios.”

¿Qué quiere decir Clavijo con esto? ¿Acaso piensa que para que lo anterior (la definición de la Trinidad) sea verdad debe estar registrado en la Biblia literalmente de esa forma? ¿Acaso insinúa que Jesucristo o los apóstoles debieron haber dicho exactamente las mismas palabras (de la definición de la Trinidad), ya sea desde una barca en el Mar de Galilea o desde las instalaciones del Areópago en Atenas?

La trampa de Clavijo consiste en exigir que las definiciones de la Trinidad aparezcan en la Biblia exactamente en la misma forma, con las mismas palabras o al menos en forma similar. Si no es así, si la doctrina de la Trinidad no aparece totalmente formada (formulada), entonces, según Clavijo, la doctrina no está en la Biblia.

Todo esto es una cortina de humo con el fin de evitar discutir si la doctrina puede o no encontrarse en el Nuevo Testamento en la etapa de su “infancia”. El unicitario va a escabullirse como pueda de tratar con este planteo. Por supuesto que el objetivo final de argumentos como el de Clavijo es hacerle pensar al lector que la Trinidad no está en la Biblia y que fue inventada o creada por la iglesia católica. Es la misma falacia cometida por el liberal Alvan Lamson en 1869 (autor que Clavijo va a citar de apoyo más adelante, a pesar de que Lamson era un inconverso). Por supuesto que Lamson, así como los unicitarios, no tenía el menor concepto del comienzo y el desarrollo de la doctrina.

El Surgimiento y Desarrollo de la Doctrina

La Teología es el lenguaje vivo de la iglesia. Este se profundiza y se enriquece con el paso del tiempo. La revelación progresiva encontrada en la Biblia requirió, naturalmente, una progresión de doctrina en la historia. La gente de Dios siempre buscó profundizar en lo que Dios ha revelado.

Esto significa que los formulaciones post-bíblicas de la Trinidad deben ser apreciadas como parte de la progresión histórica de la doctrina que fue revelada originalmente en el Nuevo Testamento. La formulación de la doctrina de la Trinidad es la flor que se abrió del capullo que se encuentra en la Biblia.

Como en todo proceso, tenemos un comienzo y luego el desarrollo. La Trinidad no fue una doctrina tardía, la Iglesia siempre creyó en la Trinidad ¿Por qué lo comenzó a declarar oficialmente en el concilio de Nicea? Porque hasta ese entonces no fue necesario hacerlo oficial.

Cuando los errores se introducen, los concilios se tienen que reunir para definir las doctrinas. La persona de Cristo estaba siendo atacada en su deidad y entonces se convocó el concilio. Si un grupo de teólogos hubiera atacado la persona de Adán, la Iglesia hubiera respondido con una doctrina acerca de quién fue Adán bíblicamente. La persona de Jesucristo fue atacada, la iglesia defendió la deidad de Cristo, y por consiguiente, la doctrina de la Trinidad comenzó a ser definida, bien sencillo.
Unos atacan la doctrina diciendo que la Trinidad no surgió hasta el Concilio de Constantinopla, en 381 d.C., otros van más adelante, hasta el credo de Atanasio. Cometen el fatal error lógico de confundir el origen de una doctrina con sus formulaciones posteriores. Algunos llegan a argumentar que la doctrina fue inventada cuando la palabra “Trinidad” se usó por primera vez. En realidad, hasta demandan que los autores del Nuevo Testamento tienen que haber usado terminología aun no desarrollada en sus días. Esto es ridículo. Es ingenuo esperar encontrar la terminología final de la formulación de la doctrina en las páginas del Nuevo Testamento.

Al decir que la doctrina de la Trinidad fue creada en cierto punto de la historia y que no existió hasta ese entonces, los enemigos del cristianismo cometen el argumento del suicidio. Paso a explicarme, para que la doctrina de la Trinidad fuera definida o formulada y defendida contra herejes que la atacaban, es obvio que la doctrina ya existía. ¡Los herejes primitivos estaban atacando algo! Estaban, obviamente, desafiando doctrinas (Trinidad, Deidad de Cristo y Espíritu Santo) que ya estaban en existencia. En otras palabras, los herejes estaban poniendo objeciones a algo que la Iglesia ya creía. El hecho de que la Iglesia defendió la Trinidad al definirla detallada y cuidadosamente a los efectos de responder a los herejes, y al desarrollar terminología nueva como parte de la defensa, prueba que la Iglesia creyó en la Trinidad desde el principio.[5]

Una simple lectura del texto anterior explica por qué Clavijo no usa ninguna cita en su refutación. El texto no contiene el mínimo apoyo para las conclusiones de Clavijo. Veamos otra vez los dos primeros puntos de Clavijo en los que afirma que Pablo Santomauro:

1. Acepta que la Santa Escritura no posee una declaración formal relacionada con la Trinidad.
2. Reconoce que la Escritura no contiene la doctrina formada de la Trinidad.

Aparentemente, según Clavijo, el hecho de que el NT no contenga en sus páginas una declaración exactamente igual (verbatim) a la definición de Trinidad tal cual fue expresada en los Credos, es prueba de que la doctrina de la Trinidad es falsa.

Clavijo parece implicar que cualquier deducción teológica surgida luego de que el NT fue escrito no es válida, a menos que encontremos esa deducción con las mismas palabras en la Biblia. Por ejemplo, veamos estas declaraciones doctrinales que son parte de los artículos de fe de la Iglesia Pentecostal Unida:

1. “Como fue explicado anteriormente, Padre, Hijo y Espíritu Santo no son nombres de personas separadas, sino títulos de posiciones sostenidas por Dios”.

2. “La base y doctrina fundamental de esta organización es el estándar bíblico de salvación total, el cual es arrepentimiento, bautismo en agua por inmersión en el nombre del Señor Jesucristo para la remisión de pecados, y el bautismo del Espíritu Santo con la señal inicial de hablar en otras lenguas dadas por el Espíritu Santo”. (énfasis nuestro)

Estas palabras exactas, o la formulación de estas doctrinas, no aparecen en el NT. Son deducciones (erróneas, dicho sea de paso) hechas por los líderes de la secta de los Pentecostales del Nombre, en cuyo caso Clavijo tendría que:

1. aceptar que la Santa Escritura no posee una declaración formal de que Padre, Hijo y Espíritu Santo no son nombres de personas separadas sino títulos de posiciones sostenidas por Dios.
2. Reconocer que la Escritura no contiene la doctrina formada de la “salvación total”.

Es obvio que la Escritura no dice formalmente u oficialmente nada parecido a los artículos de fe de la Iglesia Pentecostal Unida (IPU). La diferencia con la doctrina de la Trinidad consiste en que ésta refleja una verdad bíblica, mientras que las declaraciones de la IPU reflejan falsedades. Los ejemplos dados sólo tienen la finalidad de mostrar que el estándar de exigencia requerido por Clavijo para la doctrina de la Trinidad, una vez que se aplica a sus propias creencias, es tan inefectivo como fraudulento.

Clavijo también dice que Santomauro:

3. Afirma que el Nuevo Testamento no es suficiente en materia de fe, pues se quedó en una etapa de “infancia embrionaria” en sus declaraciones doctrinales, específicamente con relación a la naturaleza de Dios. (Una declaración absolutamente sectaria que aborrece por completo la verdad bíblica).

¿Acaso yo digo en algún lugar que “el Nuevo Testamento no es suficiente en materia de fe, pues se quedó en una etapa de ‘infancia embrionaria’ en sus declaraciones doctrinales”? Aparte de que la palabra “embrionaria” no fue usada por mí, y menos en conjunción con la palabra “infancia”, ambos términos siendo incompatibles, la conclusión a la que llega Clavijo es mal intencionada. La prueba de que el NT es suficiente en materia de fe, es que cuando la doctrina de la Trinidad fue atacada por los modalistas primero, y los arrianos más tarde, los Padres de la Iglesia defendieron y definieron la Trinidad basados en el Nuevo Testamento. Clavijo confunde infancia con insuficiencia.

Clavijo y los unicitarios en general parecen negar o no conocer que muchas de las doctrinas esenciales de la fe cristiana se formaron a través de un desarrollo histórico similar al de la Trinidad. Entiéndase bien, y aclaro porque el antitrinitario tiene usualmente dificultades de comprensión, que no estoy diciendo que tales doctrinas fueron “inventadas” en determinado momento de la historia. Más bien estoy diciendo que a medida que el tiempo avanzaba surgían nuevos ataques a la fe cristiana original, lo que llevaba a los defensores de la fe a codificar o formular estas doctrinas en sucesivos concilios y declaraciones. Por ejemplo, los libros del Canon del Nuevo Testamento no fueron listados hasta recién el siglo cuarto. Hubo que hacer esto porque muchos herejes agregaban o sustraían libros de la Escritura. Del mismo modo, la Escritura no dice explícitamente que su contenido es inerrante en asuntos históricos y temas científicos. La inerrancia de la Escritura fue formulada recién en el siglo 19 como respuesta a aquellos teólogos liberales y escépticos que propusieron que la Biblia no era inspirada y contenía errores. Fue así como ciertas doctrinas que son enseñadas en la Escritura fueron finalmente “formuladas” (recibieron una estructura y definición formal u oficial) como respuesta a ciertas herejías.

Finalmente, las dos últimas brillantes conclusiones de Clavijo expresan que Santomauro:

4. Reconoce que el dogma de la trinidad tuvo un desarrollo extrabíblico, en un tiempo post-bíblico, y que la formulación que hoy en día conocemos de este dogma no se encuentra en la Biblia.
5. Promueve la falsa doctrina de la “Sagrada Tradición”, reclamando para las formulaciones post-bíblicas una autoridad igual o superior al Nuevo Testamento, pese a que el concepto o la idea del dogma trinitario no se encuentra en la Biblia, y otras muchas cosas más, que son típicas de las sectas, que se caracterizan por confiar más en las tradiciones humanas que en la Biblia misma.

Con respecto a la conclusión no. 4, digamos que es lo mismo que Clavijo expone en los puntos 1 y 2, con la adición de la cualificación de “tiempo post-bíblico”. Lo interesante es que si tomamos en cuenta la obsesión de Clavijo de eliminar toda conexión entre sus creencias y los primeros modalistas, nosotros podemos decir que los artículos de fe de la IPU detallados anteriormente, también tuvieron un desarrollo extrabíblico y la formulación que hoy en día conocemos de este credo no se encuentra en la Biblia. Ni que mencionar el tiempo transcurrido entre la finalización del NT y los artículos de fe de la IPU, unos 1900 años nada más. Bastante post-bíblico, ¿no diría usted?

En el punto no. 5, suficiente es decir yo nunca he reclamado que los Credos de la Iglesia tuvieran la misma autoridad que la Biblia. A lo sumo podemos decir que respecto a la Trinidad, la naturaleza de Dios, la Deidad de Cristo y el Espíritu Santo, contienen una clara y exacta descripción correspondiente con la Biblia. Todo el punto 5, además, puede darse vuelta y ser usado contra las creencias de la secta unicitaria.

Como hemos visto, todos los argumentos de Clavijo son reversibles. Nosotros no los usaríamos contra él simplemente porque son mal intencionados, persiguen un objetivo demagógico a los efectos de que los lectores no razonen, carecen de citas que los apoyen y más que cortinas de humo, son emisiones contaminantes del peor grado. <>

1. http://pentecostalesdelnombre.com/x/index.php?option=com_content&task=view&id=84
2. http://salvacioneterna.com/clavijo_02.pdf
3. http://www.pentecostalesdelnombre.com/humo.pdf
4..http://pentecostalesdelnombre.com/x/index.php?option=com_content&task=view&id=84
5. Ibid.

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