Mostrando entradas con la etiqueta apologia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta apologia. Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de agosto de 2016

Cristianismo Unitario temprano




Historia de la Iglesia


Escritores de enciclopedias estándar nos dicen este hecho sobre la historia de la iglesia:
"Unitarismo [creencia en el Padre como el" único Dios verdadero "(Juan 17:3) y en Jesús como el Hijo y el Mesías] como movimiento teológico comenzó muy atrás en la historia; de hecho precedió al Trinitarismo por muchas décadas. El cristianismo deriva del judaísmo, y el judaísmo era estrictamente unitario. El camino que llevó de Jerusalén al Concilio de Nicea fue apenas derecho. El trinitarismo del siglo IV no reflejaba con exactitud la enseñanza cristiana temprana en relación con la naturaleza de Dios; fue por el contrario una desviación de esta enseñanza ". [13]

 ¿Cómo puede la Trinidad remontarse hasta de los padres de la iglesia, cuando el padre de la cristiandad latina claramente no era Trinitario? Tertuliano escribió: "Dios no ha sido siempre Padre. Él no podría haber sido Padre anterior al Hijo. Hubo un tiempo en que el Hijo no existía". [14]

 Este famoso padre de la iglesia no suena como un Trinitario. ¿Qué hay de los padres de la Iglesia anteriores, del siglo II? Se dice que fueron Trinitarios para proporcionar una tradición trinitaria continua hasta la Biblia. Pero, ¿qué es lo que realmente creyeron? Un profesor de historia de la iglesia, explica:

"Los escritores cristianos de los siglos II y III consideraron al Logos como la razón eterna del Padre [nota: no el Hijo eterno], pero como no tenía un principio de existencia distinta en la eternidad; él [el Hijo de Dios] la recibió sólo cuando el Padre lo genera desde dentro de su propio ser y lo envía a crear el mundo y gobernar el mundo. El acto de la generación entonces no se consideró como un acto vital eterno y necesario, sino como uno que tuvo un comienzo en el tiempo, lo que significaba que el Hijo no era igual al Padre, sino subordinado a él. Ireneo, Justino, Hipólito y Metodio comparten este punto de vista llamado Subordinacionismo ". [15]

Este punto de vista no es el del Trinitarismo oficial como posteriormente fue establecido. Sin la doctrina del Hijo eterno, co-igual, no hay Trinidad ortodoxa.

El Credo de Israel, de Jesús y del cristianismo originario.

Nos parece increíble que Jesús, quien recitó el gran credo de Israel (Marcos 12:28 en adelante) y siendo un judío, podría haber creído en la Trinidad. No existe una Trinidad en el Antiguo Testamento (como las puntuaciones de los eruditos modernos reconocen [16]). Jesús confirma y perpetúa el credo de Israel, que describió a Dios como una sola persona, el Padre. A continuación se define a sí mismo como el Señor Mesías del Salmo 110:1 a quien el Señor el Único Dios habló en un oráculo sobre el futuro. La palabra Adoni (mi señor) nunca es un título de la Deidad (Marcos 12:35 en adelante).

Ningún judío podría haber esperado que su Mesías fuera Dios en el sentido trinitario. De hecho Moisés había predicho la llegada del Mesías al decir que Dios no iba a hablar a la gente directamente, sino a través de una persona "como Moisés", que se levantó de entre los hijos de Israel (Deut. 18:15-18; véase Hechos 13:33). 

Decir que el Mesías es Dios mismo contradice esta profecía, que anuncia que esta persona no es Dios, sino un profeta humano! Tanto Pedro como Esteban enseñan que se cumplió en el Mesías humano (Hechos 3:22; 7:37), que refleja perfectamente la voluntad y las palabras de su Padre y quién es la "imagen visible" de Dios, pero no Dios mismo. Esta es la imagen bíblica del Mesías tal como lo describe la Biblia hebrea, la Biblia de Jesús mismo y confirmada por Pablo: "Para nosotros [los cristianos] Hay un solo Dios, el Padre y un solo Señor Jesús Mesías" (ver I Cor 8:4-6).

Es evidente que el único Dios es el Padre y en estrecha asociación es el único Señor Mesías (Lucas 2:11). La confesión cristiana que Jesús aprobó es la creencia que "Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios." Sobre esta verdad se comprometió a fundar su Iglesia (Mateo 16:18). Juan califica de "mentiroso" a cualquiera que se desvía de la confesión que Jesús es el Mesías, o que él es "el Mesías, el Hijo de Dios" (I Juan 2:22, Juan 20:31). Trabajó contra el error que Jesús era algo mas que humano. Abogó por la fe en el Jesús genuinamente humano (I Juan 4:2; II Juan 9). Cuando las iglesias enseñan que Jesús es "el hombre", pero no "un hombre", tendrían que contar con la aprobación del apóstol Juan.

Es hora que la Iglesia insista, con la Biblia, en el credo que describe a Jesús como "el Mesías hombre" (I Tim. 2:5) y dejar de condenar como herejes a los que confirman la creencia en Jesús como el Mesías y el Hijo sin pecado de Dios (Lucas 1:35), único agente de Dios nacido de una virgen, pero en realidad no Dios mismo.

Un retorno a la religión de Israel y de Jesús, el Judio, permitirá a los judíos y musulmanes de hoy considerar con más simpatía la salvación a través de Jesús, el Mesías, el "único nombre dado bajo el cielo por el cual podamos ser salvos" (Hechos 4:12 ). ²

De Jürgen Moltman, El Espíritu de la Vida, 2001, p. 89
"En la medida en que el cristianismo se aisló de sus raíces hebreas y adquirió la forma helenística y romana, pasó lo siguiente:

1) Pérdida de la esperanza escatológica
2) Perdió su solución apocalíptica para 'este mundo' de la violencia y de la muerte
3) La salvación se fusionó con la religión gnóstica tardía de la antigüedad, y:
4) El 'Cielo' sustituyó a la venida del Reino
5) La redención del alma con desprecio del cuerpo reemplazó al espíritu como la fuente de la vida
6) La inmortalidad del alma desplazó la resurrección de la carne
7) La gente espera la huida del alma del cuerpo ".

miércoles, 2 de diciembre de 2009

¿Está usted influenciado por la herejía Neo-Ortodoxa?

¿Está usted influenciado por la herejía Neo-Ortodoxia?


Quise insertar un cuadro comparativo preparado en el año 1978 por el “Concilio Internacional sobre la Inerrancia Bíblica” (ICBI, siglas en inglés), acerca de las creencias que tendría un creyente influenciado por el neo ortodoxismo o neo calvinismo, y uno que valora la Biblia como la Palabra de Dios, inerrante, infalible y suficiente, para conocer a Dios y Su voluntad.

Por Dr. Jay Grimstead

Herejía Neo-Ortodoxa

Posición Bíblica

(Declaración de Chicago)

1. La Biblia es solamente un testigo de la

revelación, o llega a ser revelación en un encuentro. La Biblia en sí no es revelación absoluta y divina.

Las marcas negras en una página en blanco no pueden jamás ser revelación en y por sí mismas.

Artículo III

AFIRMAMOS que la Palabra escrita, en su totalidad, es la revelación dada por Dios.

NEGAMOS que la Biblia sea únicamente un testigo de la revelación, o que llegue a ser revelación solamente en un encuentro, o que dependa de las reacciones de los hombres para su validez.

2. El lenguaje humano es inadecuado como vehículo para comunicar la verdad divina absoluta.

Artículo IV

AFIRMAMOS que Dios, quien hizo a la humanidad a Su imagen, ha usado el lenguaje como un medio de revelación.

NEGAMOS que el lenguaje humano se halle tan limitado por nuestra condición de creaturas creadas que se hace inadecuado como un vehículo para la revelación divina.

3. La revelación posterior algunas veces contradice la revelación anterior. A menudo el amor se opone a la justicia bíblica.

Artículo V

AFIRMAMOS que la revelación de Dios en las Sagradas Escrituras fue progresiva.

NEGAMOS que la revelación posterior, que puede cumplir la revelación anterior, jamás la corrige o la contradice.

NEGAMOS además que cualquier revelación normativa haya sido dada a partir del momento en que se completó el canon del Nuevo Testamento.

4. La Biblia es, en un cierto sentido, la Palabra de Dios (en singular) pero laspalabras de la Biblia no son las Palabras de Dios (en plural.)

Aunque la Biblia es inspirada en algún sentido, las palabras y oraciones exactas no son inspiradas a la manera en que Hodge y Warfield declararon el caso.

Artículo VI

AFIRMAMOS que la totalidad de la Escritura y todas sus partes, aún las mismas palabras originales, fueron dadas por inspiración divina.

NEGAMOS que la inspiración de la Escritura pueda afirmarse con justa razón con respecto al todo pero no respecto a las partes, o de algunas partes pero no de la totalidad.

5. La Biblia, como libro, no es cualitativamente diferente a ningún otro libro.

Los escritores bíblicos fueron excepcionalmente sensibles al movimiento de Dios en sus vidas y en la historia alrededor de ellos y registraron, de la mejor manera que pudieron, lo que observaron, sin ninguna intervención milagrosa en la que Dios estuviese escogiendo las palabras.

Artículo VII

AFIRMAMOS que la inspiración fue la obra por la cual Dios, por Su Espíritu y a través de escritores humanos, nos dio Su Palabra. El origen de la Escritura es divino. La mecánica de la inspiración divina sigue siendo para nosotros, en gran parte, un misterio.

NEGAMOS que la inspiración pueda ser explicada meramente en términos de la perspicacia humana, o a elevados estados de conciencia de cualquier tipo.

6. La doctrina de la inerrancia, tal y como Warfield la establece, requiere que Dios hubiese dictado las oraciones y que pasara por alto las personalidades de los autores humanos.

Artículo VIII

AFIRMAMOS que Dios en Su Obra de inspiración utilizó las personalidades y los estilos literarios distintivos de los escritores a quienes había escogido y preparado.

NEGAMOS que Dios, al hacer que estos escritores usaran incluso las palabras que Él había escogido, hubiese anulado sus personalidades.

7. Puesto que “errar es de humanos,” todos los escritos humanos, incluyendo la Biblia, están contaminados con errores, ideas equivocadas, exageraciones o eufemismos.

Artículo IX

AFIRMAMOS que la inspiración, aunque no confiriera omnisciencia, garantizó la expresión fiel y fidedigna de todos los asuntos sobre los cuales los autores Bíblicos fueron movidos a hablar y escribir.

NEGAMOS que el carácter finito o la condición caída de estos escritores, por necesidad u otra razón, introdujeran distorsiones o falsedades en la Palabra de Dios.

8. Puesto que los manuscritos originales ya no existen, es una pérdida de tiempo incluso hablar de ellos confiriéndoles ya sea inerrancia o la presencia de errores.

Articulo X

AFIRMAMOS que la inspiración, estrictamente hablando, se aplica únicamente al texto autográfico de la Escritura el cual, en la providencia de Dios, puede ser establecido a partir de los manuscritos disponibles con gran precisión.

AFIRMAMOS además que las copias y las traducciones de la Escritura son la Palabra de Dios en la medida en que representen fielmente el original.

NEGAMOS que cualquier elemento esencial de la fe Cristiana se vea afectado por la ausencia de los autógrafos. NEGAMOS además que esta ausencia haga que la afirmación de la inerrancia bíblica se convierta en algo inválido o irrelevante.

9. La Biblia puede ser “infalible,” pero no es inerrante.

Artículo XI

AFIRMAMOS que la Escritura, habiendo sido dada por inspiración divina, es infalible, de modo que, lejos de inducirnos al error, es verdadera y confiable en todos los asuntos que aborda.

NEGAMOS que sea posible que la Biblia sea al mismo tiempo infalible y errada en sus declaraciones. La infalibilidad y la inerrancia se pueden distinguir, pero no separar.

10. La Biblia es verdadera en asuntos de fe y práctica, doctrina y moral, pero no es necesariamente cierta cuando habla de asuntos de interés para la historia y laciencia.

Artículo XII

AFIRMAMOS que la Escritura es inerrante en su totalidad siendo libre de toda falsedad, fraude o engaño.

NEGAMOS que la infalibilidad y la inerrancia Bíblica se limiten a temas espirituales, religiosos o relacionados con la redención, excluyéndose de dar afirmaciones en los campos de la historia y la ciencia.

NEGAMOS además que las hipótesis científicas sobre la historia de la tierra (la geología) puedan usarse de manera debida y apropiada para anular la enseñanza de la Escritura con respecto a la creación y el diluvio.

11. La inerrancia queda negada o invalidada por palabras mal escritas, la gramática informal, la hipérbole y las cifras redondeadas.

Artículo XIII

AFIRMAMOS el carácter apropiado del término inerrancia como término teológico con referencia a la completa veracidad y confiabilidad de la Escritura.

NEGAMOS que sea apropiado evaluar la Escritura de acuerdo a criterios de verdad y error que sean ajenos a su uso y propósito.

NEGAMOS además que la inerrancia sea invalidada por fenómenos bíblicos tales como la falta de precisión técnica moderna, irregularidades en la gramática o en la ortografía, descripciones de la naturaleza basadas en la observación, el reportaje de falsedades, el uso de la hipérbole y las cifras redondeadas, la disposición temática del material, la variación en las selecciones de material en los registros paralelos, o el uso de citas libres.

12. Si no existen en la actualidad soluciones a las aparentes contradicciones y errores, esto quiere decir que nunca existirán tales soluciones.

Artículo XIV

AFIRMAMOS la unidad y la consistencia interna de la Escritura.

NEGAMOS que los supuestos errores y discrepancias que aún no hayan sido resueltos menoscaben las afirmaciones de verdad que hace la Biblia.

13. La Biblia no enseña la inerrancia.

Artículo XV

AFIRMAMOS que la doctrina de la inerrancia se fundamenta en la enseñanza de la Biblia con respecto a la inspiración.

NEGAMOS que la enseñanza de Jesús acerca de la Escritura pueda ser descartada debido a presiones para complacer a otros o a cualquier otra limitación natural de Su humanidad.

14. La doctrina de la inerrancia de la Escritura es nueva en el escenario de la historia de la Iglesia. Esta fue inventada por Francis Turretin en el siglo XVII y fue popularizada en nuestro siglo por B. B. Warfield. No era creída por parte de la Iglesia primitiva, Agustín, los Católicos Romanos o los Reformadores.

Artículo XVI

AFIRMAMOS que la doctrina de la inerrancia ha sido parte integral de la fe de la Iglesia a lo largo de su historia.

NEGAMOS que la inerrancia sea una doctrina inventada por el Protestantismo Escolástico, o una posición reaccionaria postulada en respuesta a la valoración negativa de la alta crítica.

15. El testimonio del Espíritu Santo debe operar en conjunción con la Palabra Escrita para que esta pueda ser la Palabra de Dios para nosotros.

Artículo XVII

AFIRMAMOS que el Espíritu Santo da testimonio de las Escrituras y les asegura a los creyentes la veracidad de la Palabra escrita de Dios.

NEGAMOS que este testimonio del Espíritu Santo opere de manera aislada o en contra de la Escritura.

16. La alta crítica y la remoción de las “incrustaciones culturales” del texto son necesarias para interpretar apropiadamente la Escritura.

Artículo XVIII

AFIRMAMOS que el texto de la Escritura ha de ser interpretado aplicando la exégesis gramático-histórica, tomando en cuenta sus formas y recursos literarios, y que la Escritura ha de interpretar la Escritura.

Negamos la legitimidad de cualquier tratamiento del texto o la búsqueda de recursos que se hallen detrás de estos que puedan llevar a la idea de que sus enseñanzas son relativas o desprovistas de contexto histórico – descartándolas así en el proceso, o rechazando sus declaraciones relacionadas con la autoría.

17. La inerrancia puede ser rechazada sin ninguna consecuencia seria para la Iglesia o para la santidad personal.

Artículo XIX

AFIRMAMOS que la confesión de la plena autoridad, infalibilidad e inerrancia de la Escritura es vital para un sólido entendimiento de la totalidad de la fe Cristiana.

AFIRMAMOS además que tal confesión debiese conducir a una creciente conformidad a la imagen de Cristo.

NEGAMOS que tal confesión sea necesaria para la salvación. Sin embargo, NEGAMOS además que la inerrancia pueda ser rechazada sin graves consecuencias, tanto para el individuo como para la Iglesia.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Las 95 tesis de Martin Luthero


Aquí estan las 95 tesis de Lutero, es bueno leerlas,

1-Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: “Haced penitencia…”, ha querido que toda la vida de los creyentes fuera penitencia.

2-Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.

3-Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.

4-En consecuencia, subsiste la pena mientras perdura el odio al propio yo (es decir, la verdadera penitencia interior), lo que significa que ella continúa hasta la entrada en el reino de los cielos.

5-El Papa no quiere ni puede remitir culpa alguna, salvo aquella que él ha impuesto, sea por su arbitrio, sea por conformidad a los cánones.

6-El Papa no puede remitir culpa alguna, sino declarando y testimoniando que ha sido remitida por Dios, o remitiéndola con certeza en los casos que se ha reservado. Si éstos fuesen menospreciados, la culpa subsistirá íntegramente.

7-De ningún modo Dios remite la culpa a nadie, sin que al mismo tiempo lo humille y lo someta en todas las cosas al sacerdote, su vicario.

8-Los cánones penitenciales han sido impuestos únicamente a los vivientes y nada debe ser impuesto a los moribundos basándose en los cánones.

9-Por ello, el Espíritu Santo nos beneficia en la persona del Papa, quien en sus decretos siempre hace una excepción en caso de muerte y de necesidad.

10-Mal y torpemente proceden los sacerdotes que reservan a los moribundos penas canónicas en el purgatorio.

11-Esta cizaña, cual la de transformar la pena canónica en pena para el purgatorio, parece por cierto haber sido sembrada mientras los obispos dormían.

12-Antiguamente las penas canónicas no se imponían después sino antes de la absolución, como prueba de la verdadera contrición.

13-Los moribundos son absueltos de todas sus culpas a causa de la muerte y ya son muertos para las leyes canónicas, quedando de derecho exentos de ellas.

14-Una pureza o caridad imperfectas traen consigo para el moribundo, necesariamente, gran miedo; el cual es tanto mayor cuanto menor sean aquéllas.

15-Este temor y horror son suficientes por sí solos (por no hablar de otras cosas) para constituir la pena del purgatorio, puesto que están muy cerca del horror de la desesperación.

16-Al parecer, el infierno, el purgatorio y el cielo difieren entre sí como la desesperación, la cuasi desesperación y al seguridad de la salvación.

17-Parece necesario para las almas del purgatorio que a medida que disminuya el horror, aumente la caridad.

18-Y no parece probado, sea por la razón o por las Escrituras, que estas almas estén excluidas del estado de mérito o del crecimiento en la caridad.

19-Y tampoco parece probado que las almas en el purgatorio, al menos en su totalidad, tengan plena certeza de su bienaventuranza ni aún en el caso de que nosotros podamos estar completamente seguros de ello.

20-Por tanto, cuando el Papa habla de remisión plenaria de todas las penas, significa simplemente el perdón de todas ellas, sino solamente el de aquellas que él mismo impuso.

21-En consecuencia, yerran aquellos predicadores de indulgencias que afirman que el hombre es absuelto a la vez que salvo de toda pena, a causa de las indulgencias del Papa.

22-De modo que el Papa no remite pena alguna a las almas del purgatorio que, según los cánones, ellas debían haber pagado en esta vida.

23-Si a alguien se le puede conceder en todo sentido una remisión de todas las penas, es seguro que ello solamente puede otorgarse a los más perfectos, es decir, muy pocos.

24-Por esta razón, la mayor parte de la gente es necesariamente engañada por esa indiscriminada y jactanciosa promesa de la liberación de las penas.

25-El poder que el Papa tiene universalmente sobre el purgatorio, cualquier obispo o cura lo posee en particular sobre su diócesis o parroquia.

26-Muy bien procede el Papa al dar la remisión a las almas del purgatorio, no en virtud del poder de las llaves (que no posee), sino por vía de la intercesión.

27-Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando.

28-Cierto es que, cuando al tintinear, la moneda cae en la caja, el lucro y la avaricia pueden ir en aumento, más la intercesión de la Iglesia depende sólo de la voluntad de Dios.

29-¿Quién sabe, acaso, si todas las almas del purgatorio desean ser redimidas? Hay que recordar lo que, según la leyenda, aconteció con San Severino y San Pascual.

30-Nadie está seguro de la sinceridad de su propia contrición y mucho menos de que haya obtenido la remisión plenaria.

31-Cuán raro es el hombre verdaderamente penitente, tan raro como el que en verdad adquiere indulgencias; es decir, que el tal es rarísimo.

32-Serán eternamente condenados junto con sus maestros, aquellos que crean estar seguros de su salvación mediante una carta de indulgencias.

33-Hemos de cuidarnos mucho de aquellos que afirman que las indulgencias del Papa son el inestimable don divino por el cual el hombre es reconciliado con Dios.

34-Pues aquellas gracias de perdón sólo se refieren a las penas de la satisfacción sacramental, las cuales han sido establecidas por los hombres.

35-Predican una doctrina anticristiana aquellos que enseñan que no es necesaria la contrición para los que rescatan almas o confessionalia.

36-Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido tiene derecho a la remisión plenaria de pena y culpa, aun sin carta de indulgencias.

37-Cualquier cristiano verdadero, sea que esté vivo o muerto, tiene participación en todos lo bienes de Cristo y de la Iglesia; esta participación le ha sido concedida por Dios, aun sin cartas de indulgencias.

38-No obstante, la remisión y la participación otorgadas por el Papa no han de menospreciarse en manera alguna, porque, como ya he dicho, constituyen un anuncio de la remisión divina.

39-Es dificilísimo hasta para los teólogos más brillantes, ensalzar al mismo tiempo, ante el pueblo. La prodigalidad de las indulgencias y la verdad de la contrición.

40-La verdadera contrición busca y ama las penas, pero la profusión de las indulgencias relaja y hace que las penas sean odiadas; por lo menos, da ocasión para ello.

41-Las indulgencias apostólicas deben predicarse con cautela para que el pueblo no crea equivocadamente que deban ser preferidas a las demás buenas obras de caridad.

42-Debe enseñarse a los cristianos que no es la intención del Papa, en manera alguna, que la compra de indulgencias se compare con las obras de misericordia.

43-Hay que instruir a los cristianos que aquel que socorre al pobre o ayuda al indigente, realiza una obra mayor que si comprase indulgencias.

44-Porque la caridad crece por la obra de caridad y el hombre llega a ser mejor; en cambio, no lo es por las indulgencias, sino a lo mas, liberado de la pena.

45-Debe enseñarse a los cristianos que el que ve a un indigente y, sin prestarle atención, da su dinero para comprar indulgencias, lo que obtiene en verdad no son las indulgencias papales, sino la indignación de Dios.

46-Debe enseñarse a los cristianos que, si no son colmados de bienes superfluos, están obligados a retener lo necesario para su casa y de ningún modo derrocharlo en indulgencias.

47-Debe enseñarse a los cristianos que la compra de indulgencias queda librada a la propia voluntad y no constituye obligación.

48-Se debe enseñar a los cristianos que, al otorgar indulgencias, el Papa tanto más necesita cuanto desea una oración ferviente por su persona, antes que dinero en efectivo.

49-Hay que enseñar a los cristianos que las indulgencias papales son útiles si en ellas no ponen su confianza, pero muy nocivas si, a causa de ellas, pierden el temor de Dios.

50-Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas.

51-Debe enseñarse a los cristianos que el Papa estaría dispuesto, como es su deber, a dar de su peculio a muchísimos de aquellos a los cuales los pregoneros de indulgencias sonsacaron el dinero aun cuando para ello tuviera que vender la basílica de San Pedro, si fuera menester.

52-Vana es la confianza en la salvación por medio de una carta de indulgencias, aunque el comisario y hasta el mismo Papa pusieran su misma alma como prenda.

53-Son enemigos de Cristo y del Papa los que, para predicar indulgencias, ordenan suspender por completo la predicación de la palabra de Dios en otras iglesias.

54-Oféndese a la palabra de Dios, cuando en un mismo sermón se dedica tanto o más tiempo a las indulgencias que a ella.

55-Ha de ser la intención del Papa que si las indulgencias (que muy poco significan) se celebran con una campana, una procesión y una ceremonia, el evangelio (que es lo más importante)deba predicarse con cien campanas, cien procesiones y cien ceremonias.

56-Los tesoros de la iglesia, de donde el Papa distribuye las indulgencias, no son ni suficientemente mencionados ni conocidos entre el pueblo de Dios.

57-Que en todo caso no son temporales resulta evidente por el hecho de que muchos de los pregoneros no los derrochan, sino más bien los atesoran.

58-Tampoco son los méritos de Cristo y de los santos, porque éstos siempre obran, sin la intervención del Papa, la gracia del hombre interior y la cruz, la muerte y el infierno del hombre exterior.

59-San Lorenzo dijo que los tesoros de la iglesia eran los pobres, mas hablaba usando el término en el sentido de su época.

60-No hablamos exageradamente si afirmamos que las llaves de la iglesia (donadas por el mérito de Cristo) constituyen ese tesoro.

61-Esta claro, pues, que para la remisión de las penas y de los casos reservados, basta con la sola potestad del Papa.

62-El verdadero tesoro de la iglesia es el sacrosanto evangelio de la gloria y de la gracia de Dios.

63-Empero este tesoro es, con razón, muy odiado, puesto que hace que los primeros sean postreros.

64-En cambio, el tesoro de las indulgencias, con razón, es sumamente grato, porque hace que los postreros sean primeros.

65-Por ello, los tesoros del evangelio son redes con las cuales en otros tiempos se pescaban a hombres poseedores de bienes.

66-Los tesoros de las indulgencias son redes con las cuales ahora se pescan las riquezas de los hombres.

67-Respecto a las indulgencias que los predicadores pregonan con gracias máximas, se entiende que efectivamente lo son en cuanto proporcionan ganancias.

68-No obstante, son las gracias más pequeñas en comparación con la gracia de Dios y la piedad de la cruz.

69-Los obispos y curas están obligados a admitir con toda reverencia a los comisarios de las indulgencias apostólicas.

70-Pero tienen el deber aún más de vigilar con todos sus ojos y escuchar con todos sus oídos, para que esos hombres no prediquen sus propios ensueños en lugar de lo que el Papa les ha encomendado.

71-Quién habla contra la verdad de las indulgencias apostólicas, sea anatema y maldito.

72-Mas quien se preocupa por los excesos y demasías verbales de los predicadores de indulgencias, sea bendito.

73-Así como el Papa justamente fulmina excomunión contra los que maquinan algo, con cualquier artimaña de venta en perjuicio de las indulgencias.

74-Tanto más trata de condenar a los que bajo el pretexto de las indulgencias, intrigan en perjuicio de la caridad y la verdad.

75-Es un disparate pensar que las indulgencias del Papa sean tan eficaces como para que puedan absolver, para hablar de algo imposible, a un hombre que haya violado a la madre de Dios.

76-Decimos por el contrario, que las indulgencias papales no pueden borrar el más leve de los pecados veniales, en concierne a la culpa.

77-Afirmar que si San Pedro fuese Papa hoy, no podría conceder mayores gracias, constituye una blasfemia contra San Pedro y el Papa.

78-Sostenemos, por el contrario, que el actual Papa, como cualquier otro, dispone de mayores gracias, saber: el evangelio, las virtudes espirituales, los dones de sanidad, etc., como se dice en 1ª de Corintios 12.

79-Es blasfemia aseverar que la cruz con las armas papales llamativamente erecta, equivale a la cruz de Cristo.

80-Tendrán que rendir cuenta los obispos, curas y teólogos, al permitir que charlas tales se propongan al pueblo.

81-Esta arbitraria predicación de indulgencias hace que ni siquiera, aun para personas cultas, resulte fácil salvar el respeto que se debe al Papa, frente a las calumnias o preguntas indudablemente sutiles de los laicos.

82-Por ejemplo: ¿Por qué el Papa no vacía el purgatorio a causa de la santísima caridad y la muy apremiante necesidad de las almas, lo cual sería la más justa de todas las razones si él redime un número infinito de almas a causa del muy miserable dinero para la construcción de la basílica, lo cual es un motivo completamente insignificante?

83-Del mismo modo: ¿Por qué subsisten las misas y aniversarios por los difuntos y por qué el Papa no devuelve o permite retirar las fundaciones instituidas en beneficio de ellos, puesto que ya no es justo orar por los redimidos?

84-Del mismo modo: ¿Qué es esta nueva piedad de Dios y del Papa, según la cual conceden al impío y enemigo de Dios, por medio del dinero, redimir un alma pía y amiga de Dios, y por que no la redimen más bien, a causa de la necesidad, por gratuita caridad hacia esa misma alma pía y amada?

85-Del mismo modo: ¿Por qué los cánones penitenciales que de hecho y por el desuso desde hace tiempo están abrogados y muertos como tales, se satisfacen no obstante hasta hoy por la concesión de indulgencias, como si estuviesen en plena vigencia?

86-Del mismo modo: ¿Por qué el Papa, cuya fortuna es hoy más abundante que la de los más opulentos ricos, no construye tan sólo una basílica de San Pedro de su propio dinero, en lugar de hacerlo con el de los pobres creyentes?

87-Del mismo modo: ¿Qué es lo que remite el Papa y qué participación concede a los que por una perfecta contrición tienen ya derecho a una remisión y participación plenarias?

88-Del mismo modo: ¿Que bien mayor podría hacerse a la iglesia si el Papa, como lo hace ahora una vez, concediese estas remisiones y participaciones cien veces por día a cualquiera de los creyentes?

89-Dado que el Papa, por medio de sus indulgencias, busca más la salvación de las almas que el dinero, ¿por qué suspende las cartas e indulgencias ya anteriormente concedidas, si son igualmente eficaces?

90-Reprimir estos sagaces argumentos de los laicos sólo por la fuerza, sin desvirtuarlos con razones, significa exponer a la Iglesia y al Papa a la burla de sus enemigos y contribuir a la desdicha de los cristianos.

91-Por tanto, si las indulgencias se predicasen según el espíritu y la intención del Papa, todas esas objeciones se resolverían con facilidad o más bien no existirían.

92-Que se vayan, pues todos aquellos profetas que dicen al pueblo de Cristo: “Paz, paz”; y no hay paz.

93-Que prosperen todos aquellos profetas que dicen al pueblo: “Cruz, cruz” y no hay cruz.

94-Es menester exhortar a los cristianos que se esfuercen por seguir a Cristo, su cabeza, a través de penas, muertes e infierno.

95-Y a confiar en que entrarán al cielo a través de muchas tribulaciones, antes que por la ilusoria seguridad de paz.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Pablo Santomauro y sus Cortinas de Humo

Pablo Santomauro y sus Cortinas de Humo

por Pablo Santomauro

¿Se le hace extraño el título? Usé este título ex-profeso porque es el mismo que usó Julio César Clavijo en uno de sus artículos donde intenta desprestigiar mi persona. El señor Clavijo es un vocal proponente de la herejía modalista sostenida por los Pentecostales del Nombre, también llamados Pentecostales Unicitarios, Modalistas, Apostólicos y Sólo Jesús (o Jesús Sólo).

Creo que es imposible vencer la tentación de contestar un artículo cuyo título lleva el nombre de uno. Debido a que yo soy capaz de resistir cualquier cosa menos la tentación, me veo obligado a responder.

Julio César Clavijo trata en su breve ensayo de contestar mi crítica al primer capítulo de su libro en línea “Un Dios Falso llamado Trinidad” [1]. Yo titulé mi crítica, La Deshonestidad Intelectual de los Pentecostales Unicitarios [2], algo que obviamente no le agradó a Clavijo. En su respuesta, Pablo Santomauro y sus Cortinas de Humo [3], mayormente escrito para su propio público, Clavijo afirma que Pablo Santomauro:

1. Acepta que la Santa Escritura no posee una declaración formal relacionada con la Trinidad.

2. Reconoce que la Escritura no contiene la doctrina formada de la Trinidad.

3. Afirma que el Nuevo Testamento no es suficiente en materia de fe, pues se quedó en una etapa de “infancia embrionaria” en sus declaraciones doctrinales, específicamente con relación a la naturaleza de Dios. (Una declaración absolutamente sectaria que aborrece por completo la verdad bíblica).

4. Reconoce que el dogma de la trinidad tuvo un desarrollo extrabíblico, en un tiempo post-bíblico, y que la formulación que hoy en día conocemos de este dogma no se encuentra en la Biblia.

5. Promueve la falsa doctrina de la “Sagrada Tradición”, reclamando para las formulaciones post-bíblicas una autoridad igual o superior al Nuevo Testamento, pese a que el concepto o la idea del dogma trinitario no se encuentra en la Biblia, y otras muchas cosas más, que son típicas de las sectas, que se caracterizan por confiar más en las tradiciones humanas que en la Biblia misma.

(Todas las anteriores afirmaciones son hechas por Clavijo en su artículo Pablo Santomauro y sus Cortinas de Humo.) [4]

¿No es sospechoso el hecho de que Clavijo afirme que Pablo Santomauro “acepta”, “reconoce”, “afirma” y “promueve” los 5 puntos anteriores, pero no presente ninguna cita de Santomauro específica?

Quizá ayude leer lo que Pablo Santomauro escribió, para luego analizar las palabras de Clavijo. He aquí el texto de Santomauro al que aluden los comentarios de Clavijo:

En cierto punto del Capítulo 1, el señor Clavijo expresa:

“A continuación vamos a presentar cuatro declaraciones explícitas de lo que es la trinidad, tal y como lo han hecho algunos escritores trinitarios de las ramas protestante y católica. Usted podrá apreciar que absolutamente nada de lo que ellos afirman, se encuentra de una manera explícita en las Sagradas Escrituras.”

A continuación, Clavijo presenta cuatro definiciones de la doctrina de la
Trinidad. La primera de ellas es una cita directa de un escrito mío, honor
que me hace:

“Definición de Trinidad. Dentro de la unidad de un único Dios existen tres personas, Padre-Hijo-Espíritu Santo, y los tres comparten los mismos atributos y la misma naturaleza, por lo tanto estos tres constituyen el único Dios.”

Acto seguido, Clavijo presenta tres definiciones más, para luego escribir:

“Como puede apreciarse, las anteriores definiciones explícitas de la trinidad, brillan por su ausencia en la Palabra de Dios.”

¿Qué quiere decir Clavijo con esto? ¿Acaso piensa que para que lo anterior (la definición de la Trinidad) sea verdad debe estar registrado en la Biblia literalmente de esa forma? ¿Acaso insinúa que Jesucristo o los apóstoles debieron haber dicho exactamente las mismas palabras (de la definición de la Trinidad), ya sea desde una barca en el Mar de Galilea o desde las instalaciones del Areópago en Atenas?

La trampa de Clavijo consiste en exigir que las definiciones de la Trinidad aparezcan en la Biblia exactamente en la misma forma, con las mismas palabras o al menos en forma similar. Si no es así, si la doctrina de la Trinidad no aparece totalmente formada (formulada), entonces, según Clavijo, la doctrina no está en la Biblia.

Todo esto es una cortina de humo con el fin de evitar discutir si la doctrina puede o no encontrarse en el Nuevo Testamento en la etapa de su “infancia”. El unicitario va a escabullirse como pueda de tratar con este planteo. Por supuesto que el objetivo final de argumentos como el de Clavijo es hacerle pensar al lector que la Trinidad no está en la Biblia y que fue inventada o creada por la iglesia católica. Es la misma falacia cometida por el liberal Alvan Lamson en 1869 (autor que Clavijo va a citar de apoyo más adelante, a pesar de que Lamson era un inconverso). Por supuesto que Lamson, así como los unicitarios, no tenía el menor concepto del comienzo y el desarrollo de la doctrina.

El Surgimiento y Desarrollo de la Doctrina

La Teología es el lenguaje vivo de la iglesia. Este se profundiza y se enriquece con el paso del tiempo. La revelación progresiva encontrada en la Biblia requirió, naturalmente, una progresión de doctrina en la historia. La gente de Dios siempre buscó profundizar en lo que Dios ha revelado.

Esto significa que los formulaciones post-bíblicas de la Trinidad deben ser apreciadas como parte de la progresión histórica de la doctrina que fue revelada originalmente en el Nuevo Testamento. La formulación de la doctrina de la Trinidad es la flor que se abrió del capullo que se encuentra en la Biblia.

Como en todo proceso, tenemos un comienzo y luego el desarrollo. La Trinidad no fue una doctrina tardía, la Iglesia siempre creyó en la Trinidad ¿Por qué lo comenzó a declarar oficialmente en el concilio de Nicea? Porque hasta ese entonces no fue necesario hacerlo oficial.

Cuando los errores se introducen, los concilios se tienen que reunir para definir las doctrinas. La persona de Cristo estaba siendo atacada en su deidad y entonces se convocó el concilio. Si un grupo de teólogos hubiera atacado la persona de Adán, la Iglesia hubiera respondido con una doctrina acerca de quién fue Adán bíblicamente. La persona de Jesucristo fue atacada, la iglesia defendió la deidad de Cristo, y por consiguiente, la doctrina de la Trinidad comenzó a ser definida, bien sencillo.
Unos atacan la doctrina diciendo que la Trinidad no surgió hasta el Concilio de Constantinopla, en 381 d.C., otros van más adelante, hasta el credo de Atanasio. Cometen el fatal error lógico de confundir el origen de una doctrina con sus formulaciones posteriores. Algunos llegan a argumentar que la doctrina fue inventada cuando la palabra “Trinidad” se usó por primera vez. En realidad, hasta demandan que los autores del Nuevo Testamento tienen que haber usado terminología aun no desarrollada en sus días. Esto es ridículo. Es ingenuo esperar encontrar la terminología final de la formulación de la doctrina en las páginas del Nuevo Testamento.

Al decir que la doctrina de la Trinidad fue creada en cierto punto de la historia y que no existió hasta ese entonces, los enemigos del cristianismo cometen el argumento del suicidio. Paso a explicarme, para que la doctrina de la Trinidad fuera definida o formulada y defendida contra herejes que la atacaban, es obvio que la doctrina ya existía. ¡Los herejes primitivos estaban atacando algo! Estaban, obviamente, desafiando doctrinas (Trinidad, Deidad de Cristo y Espíritu Santo) que ya estaban en existencia. En otras palabras, los herejes estaban poniendo objeciones a algo que la Iglesia ya creía. El hecho de que la Iglesia defendió la Trinidad al definirla detallada y cuidadosamente a los efectos de responder a los herejes, y al desarrollar terminología nueva como parte de la defensa, prueba que la Iglesia creyó en la Trinidad desde el principio.[5]

Una simple lectura del texto anterior explica por qué Clavijo no usa ninguna cita en su refutación. El texto no contiene el mínimo apoyo para las conclusiones de Clavijo. Veamos otra vez los dos primeros puntos de Clavijo en los que afirma que Pablo Santomauro:

1. Acepta que la Santa Escritura no posee una declaración formal relacionada con la Trinidad.
2. Reconoce que la Escritura no contiene la doctrina formada de la Trinidad.

Aparentemente, según Clavijo, el hecho de que el NT no contenga en sus páginas una declaración exactamente igual (verbatim) a la definición de Trinidad tal cual fue expresada en los Credos, es prueba de que la doctrina de la Trinidad es falsa.

Clavijo parece implicar que cualquier deducción teológica surgida luego de que el NT fue escrito no es válida, a menos que encontremos esa deducción con las mismas palabras en la Biblia. Por ejemplo, veamos estas declaraciones doctrinales que son parte de los artículos de fe de la Iglesia Pentecostal Unida:

1. “Como fue explicado anteriormente, Padre, Hijo y Espíritu Santo no son nombres de personas separadas, sino títulos de posiciones sostenidas por Dios”.

2. “La base y doctrina fundamental de esta organización es el estándar bíblico de salvación total, el cual es arrepentimiento, bautismo en agua por inmersión en el nombre del Señor Jesucristo para la remisión de pecados, y el bautismo del Espíritu Santo con la señal inicial de hablar en otras lenguas dadas por el Espíritu Santo”. (énfasis nuestro)

Estas palabras exactas, o la formulación de estas doctrinas, no aparecen en el NT. Son deducciones (erróneas, dicho sea de paso) hechas por los líderes de la secta de los Pentecostales del Nombre, en cuyo caso Clavijo tendría que:

1. aceptar que la Santa Escritura no posee una declaración formal de que Padre, Hijo y Espíritu Santo no son nombres de personas separadas sino títulos de posiciones sostenidas por Dios.
2. Reconocer que la Escritura no contiene la doctrina formada de la “salvación total”.

Es obvio que la Escritura no dice formalmente u oficialmente nada parecido a los artículos de fe de la Iglesia Pentecostal Unida (IPU). La diferencia con la doctrina de la Trinidad consiste en que ésta refleja una verdad bíblica, mientras que las declaraciones de la IPU reflejan falsedades. Los ejemplos dados sólo tienen la finalidad de mostrar que el estándar de exigencia requerido por Clavijo para la doctrina de la Trinidad, una vez que se aplica a sus propias creencias, es tan inefectivo como fraudulento.

Clavijo también dice que Santomauro:

3. Afirma que el Nuevo Testamento no es suficiente en materia de fe, pues se quedó en una etapa de “infancia embrionaria” en sus declaraciones doctrinales, específicamente con relación a la naturaleza de Dios. (Una declaración absolutamente sectaria que aborrece por completo la verdad bíblica).

¿Acaso yo digo en algún lugar que “el Nuevo Testamento no es suficiente en materia de fe, pues se quedó en una etapa de ‘infancia embrionaria’ en sus declaraciones doctrinales”? Aparte de que la palabra “embrionaria” no fue usada por mí, y menos en conjunción con la palabra “infancia”, ambos términos siendo incompatibles, la conclusión a la que llega Clavijo es mal intencionada. La prueba de que el NT es suficiente en materia de fe, es que cuando la doctrina de la Trinidad fue atacada por los modalistas primero, y los arrianos más tarde, los Padres de la Iglesia defendieron y definieron la Trinidad basados en el Nuevo Testamento. Clavijo confunde infancia con insuficiencia.

Clavijo y los unicitarios en general parecen negar o no conocer que muchas de las doctrinas esenciales de la fe cristiana se formaron a través de un desarrollo histórico similar al de la Trinidad. Entiéndase bien, y aclaro porque el antitrinitario tiene usualmente dificultades de comprensión, que no estoy diciendo que tales doctrinas fueron “inventadas” en determinado momento de la historia. Más bien estoy diciendo que a medida que el tiempo avanzaba surgían nuevos ataques a la fe cristiana original, lo que llevaba a los defensores de la fe a codificar o formular estas doctrinas en sucesivos concilios y declaraciones. Por ejemplo, los libros del Canon del Nuevo Testamento no fueron listados hasta recién el siglo cuarto. Hubo que hacer esto porque muchos herejes agregaban o sustraían libros de la Escritura. Del mismo modo, la Escritura no dice explícitamente que su contenido es inerrante en asuntos históricos y temas científicos. La inerrancia de la Escritura fue formulada recién en el siglo 19 como respuesta a aquellos teólogos liberales y escépticos que propusieron que la Biblia no era inspirada y contenía errores. Fue así como ciertas doctrinas que son enseñadas en la Escritura fueron finalmente “formuladas” (recibieron una estructura y definición formal u oficial) como respuesta a ciertas herejías.

Finalmente, las dos últimas brillantes conclusiones de Clavijo expresan que Santomauro:

4. Reconoce que el dogma de la trinidad tuvo un desarrollo extrabíblico, en un tiempo post-bíblico, y que la formulación que hoy en día conocemos de este dogma no se encuentra en la Biblia.
5. Promueve la falsa doctrina de la “Sagrada Tradición”, reclamando para las formulaciones post-bíblicas una autoridad igual o superior al Nuevo Testamento, pese a que el concepto o la idea del dogma trinitario no se encuentra en la Biblia, y otras muchas cosas más, que son típicas de las sectas, que se caracterizan por confiar más en las tradiciones humanas que en la Biblia misma.

Con respecto a la conclusión no. 4, digamos que es lo mismo que Clavijo expone en los puntos 1 y 2, con la adición de la cualificación de “tiempo post-bíblico”. Lo interesante es que si tomamos en cuenta la obsesión de Clavijo de eliminar toda conexión entre sus creencias y los primeros modalistas, nosotros podemos decir que los artículos de fe de la IPU detallados anteriormente, también tuvieron un desarrollo extrabíblico y la formulación que hoy en día conocemos de este credo no se encuentra en la Biblia. Ni que mencionar el tiempo transcurrido entre la finalización del NT y los artículos de fe de la IPU, unos 1900 años nada más. Bastante post-bíblico, ¿no diría usted?

En el punto no. 5, suficiente es decir yo nunca he reclamado que los Credos de la Iglesia tuvieran la misma autoridad que la Biblia. A lo sumo podemos decir que respecto a la Trinidad, la naturaleza de Dios, la Deidad de Cristo y el Espíritu Santo, contienen una clara y exacta descripción correspondiente con la Biblia. Todo el punto 5, además, puede darse vuelta y ser usado contra las creencias de la secta unicitaria.

Como hemos visto, todos los argumentos de Clavijo son reversibles. Nosotros no los usaríamos contra él simplemente porque son mal intencionados, persiguen un objetivo demagógico a los efectos de que los lectores no razonen, carecen de citas que los apoyen y más que cortinas de humo, son emisiones contaminantes del peor grado. <>

1. http://pentecostalesdelnombre.com/x/index.php?option=com_content&task=view&id=84
2. http://salvacioneterna.com/clavijo_02.pdf
3. http://www.pentecostalesdelnombre.com/humo.pdf
4..http://pentecostalesdelnombre.com/x/index.php?option=com_content&task=view&id=84
5. Ibid.