domingo, 11 de octubre de 2009

Los Juicios de la Tribulación¿naturales o sobrenaturales?

Los Juicios de la Tribulación

¿Son secuenciales? y ¿Son naturales o sobrenaturales?

Por Dr. David R. Reagan y Dennis Pollock


¿Son los juicios de la Tribulación de naturaleza secuencial?

Los eruditos que rechazan la interpretación premilenial de la profecía de los tiempos del fin siempre han jugado con el libro de Apocalipsis con el fin de eludir la clara enseñanza del capítulo 20 que Jesús va a regresar y a reinar por mil años.

Algunos han espiritualizado este pasaje hacia la nada. Otros han argumentado que los juicios en Apocalipsis son repetitivos en lugar de secuenciales. Su argumento es que los juicios de los sellos, las trompetas y las copas son descripciones de la misma cosa – a saber, la destrucción de Jerusalén que ocurrió cerca de cuarenta años después del establecimiento de la Iglesia. Así que, en Apocalipsis 19, Jesús es visto regresando en el 70 AD para derramar la ira de Dios sobre los judíos, y el capítulo 20 es visto como Su reinado posterior sobre la Iglesia.

Ciertamente hay flash-backs y flash-forwards (*) en el libro de Apocalipsis, pero la mayor parte de la acción es claramente de carácter secuencial y ése es el enfoque bíblico que está incorporado en la serie “Dejados Atrás”.

Los juicios definitivamente no son circulares o de naturaleza repetitiva. Los juicios de los sellos matan a un cuarto de la humanidad (Ap. 6:8). Los juicios de las trompetas resultan en la muerte de un tercio de aquéllos restantes (Ap. 9:15). Los juicios de las copas no resultan en muertes masivas del todo. En cambio, producen un sufrimiento intenso extendido y la quinta copa (oscuridad) está enfocada sobre la capital del Anticristo (Ap. 16:1-16).

Para argumentar que Apocalipsis 20 describe el reinado de Jesús sobre el mundo a través de la Iglesia, uno tendría que espiritualizar los mil años, dado que la Iglesia ha existido casi por 2,000 años. El capítulo refiere seis veces que el reinado de Jesús dura mil años. ¿Qué tendría que decir Dios para convencernos que El quiso decir mil años?

También, es dolorosamente claro que la Iglesia no está reinando sobre el mundo. Jesús puede estar reinando sobre Su Iglesia, pero obviamente El no está reinando sobre el mundo a través de Su Iglesia, ya que todas las naciones de la tierra están en rebelión contra Dios y Su Ungido (Salmo 2).

¿Son los juicios de la Tribulación de carácter natural o sobrenatural?

Realmente hay tres posibles fuentes de la muerte y devastación predichas tan significativamente por las Escrituras durante la Tribulación. Primero, podría ser que las grandes y terribles destrucciones predichas serán ocasionadas sobrenaturalmente por Dios mismo sin ninguna otra explicación posible. Hasta la era nuclear, éste era el enfoque primario, ya que era difícil ver cómo se podría causar tal escenario por medios humanos naturales. En el Antiguo Testamento encontramos a Dios matando a 185,000 de los enemigos de Israel a través de un ángel, sin ninguna explicación natural. Si un ángel puede eliminar a tanta gente, no debería ser demasiado problema para todas las huestes de ejércitos angelicales de Dios destruir tres cuartos de la población de la tierra.

En segundo lugar, algunos de los juicios predichos podrían venir posiblemente de los disturbios cósmicos creados por un cometa cuya trayectoria lo dirige peligrosamente cerca de la tierra. Terremotos globales y maremotos, que provocarían hambrunas en una escala sin precedentes, serían casi seguramente el resultado. Algunos, pero probablemente no todos, de estos juicios podrían llevarse a cabo de esta forma.

La tercera y, en mi opinión, la explicación más probable para los terribles juicios que vaciarán la tierra, tiene que ver con armas nucleares. Desde el final de la II Guerra Mundial, las armas nucleares han estado proliferando en todo el mundo. Al principio limitadas a los Estados Unidos, luego producidas por la Unión Soviética, ahora están en manos de toda clase de poderes de segunda y tercera clase. Parece que casi cada año nuevas naciones son añadidas a la lista de aquellos países con capacidades nucleares. ¡El hecho que aún no hemos visto una guerra nuclear desde 1945 sólo puede ser atribuido a la mano restrictiva del Dios Todopoderoso! Ciertamente es Su mano la que ha prevenido que nos destruyamos el uno al otro hasta este punto. Sólo Dios sabe cuánto tiempo continuará esa mano impidiéndonoslo.

Términos pintorescos para las armas modernas

Fue Hal Lindsey el primero que popularizó la teoría que las terribles plagas y juicios vistos y descritos por Juan en el libro de Revelación podrían ser la descripción de un hombre del I Siglo de una guerra termonuclear. En su libro There's A New World Coming (1973), Lindsey se refiere a la bomba orbital fraccionaria, y luego procede a citar pasajes nucleares en el libro de Revelación: “Consiste (la bomba) de casi una docena de misiles con puntas nucleares que pueden ser disparados simultáneamente desde una plataforma espacial orbitante. Debido a que los misiles caen directamente del cielo, pueden impactar simultáneamente varias ciudades y virtualmente sin ninguna advertencia. Cuando estos misiles rayan a través del aire, ¡parecerán meteoritos bañando la atmósfera! (Cumpliendo posiblemente Ap. 6:13: ‘las estrellas del cielo cayeron a la tierra’)”.

La descripción del apóstol Juan del sol volviéndose negro como tela de silicio y la luna convirtiéndose en sangre, describe el fenómeno que resultaría de cantidades masivas de polvo y escombros lanzados al cielo por múltiples explosiones nucleares.

“Y la atmósfera se desvaneció como un pergamino que se enrolla” (Ap. 6:14). ¿Sabe lo que pasa en una explosión nuclear? ¡La atmósfera se enrolla sobre sí misma! Es esta tremenda acometida de aire hacia el vacío que causa la mayor parte de la destrucción de una explosión nuclear. Las palabras de Juan en este versículo son una imagen perfecta de un intercambio nuclear total… ¡El mundo entero será literalmente deshecho en pedazos!

Mientras leemos el libro de Revelación, encontramos que Juan no usó términos como “armas nucleares, misiles balísticos intercontinentales (ICBM’s por sus siglas en inglés) o bombas orbitantes fraccionarias”. En cambio, lo hallamos describiendo cosas como “fuego y granizo”, “una gran montaña ardiendo en fuego” y “una gran estrella… ardiendo como una antorcha”. Esto es lo que esperaríamos de un hombre del I Siglo, describiendo cosas de las que no tenía conocimiento, en los únicos términos que él podía usar. ¿Podría ser que lo que Juan estaba atestiguando realmente en el Espíritu era un holocausto nuclear del fin de la era? Los efectos que él describe ciertamente parecen corroborar esto.

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