sábado, 5 de diciembre de 2009

¿Què significa la actividad interconfesional?


SOBRE LA ALIANZA BAUTISTA MUNDIAL Y SUS OPERACIONES ANTICRISTIANAS
Por:

D. Alberto Gabás Esteban

Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. Y

la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho,

quebrantaron el pacto sempiterno
. ( Isaías 24: 5)

1. Contextualización

Un creyente cualquiera, perteneciente a una de las Iglesias Bautistas de España, reflexiona tendido sobre su cama. ¿Quién soy yo como individuo en el contexto de la Iglesia? Hace memoria y se acuerda de que su iglesia local se reúne regularmente en aquello que llaman Convención Anual de las Iglesias Bautistas de España. Se acuerda de que ha ido algunas veces… ¿Quién no ha ido a una? Es una reunión de varios días que muy acertadamente se celebra en distintos lugares de España para guardar la equidad de distancias. Pero… por cierto, esta entidad que conforman estas Iglesias reunidas, llamada UEBE (Unión Evangélica Bautista Española) tiene lazos con otras entidades superiores. ¿No? Sin olvidar que está la FEREDE, este creyente se centra en la Federación Bautista Europea (FBE), de la cual es miembro la UEBE. Ésta es una fraternidad de unas 50 asociaciones eclesiásticas radicadas tanto en Europa como en Medio Oriente y en Eurasia. Representa en la actualidad a más de 13.000 congregaciones, contando con más de 800.000 personas. Esta organización macroeclesial elige un Secretario General y un Presidente, además de un Consejo Ejecutivo y otros cargos.


El creyente de nuestra historia comienza a preguntarse si esta organización que integra Europa, Oriente Medio y Eurasia, con todo su comité y su séquito le representa verdaderamente a él como individuo. Consulta el registro de asociaciones de la FBE y lee: Unión Bautista de Albania, Unión de Iglesias Evangélicas Libres en Alemania, Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas Bautistas de Armenia, Unión Bautista de Austria, Unión de Cristianos-Bautistas Evangélicos de Azerbaiyán, Unión de Bautistas en Bélgica, Unión Bautista Cristiana de Bosnia y Herzegovina, Unión Bautista Búlgara, (…) Unión Evangélica Bautista Española, y así seguimos incluyendo otras 42 grandes Uniones Bautistas. Ahora ya sabe un poco más de sus representantes, pero solo conoce una sexta parte de lo que constituye el mundo Bautista a nivel mundial, y que por supuesto le representa a él como creyente. La Federación Bautista Europea de la que acabamos de hablar, descomunal en sí misma, forma parte de otra colosal y magnánima entidad religiosa; la Alianza Bautista Mundial. Aquí, todo lo que digamos es poco.


Ésta está constituida por seis enormes agrupaciones, una de las cuales es la FBE descrita anteriormente. Si ya es astronómica cosa tener un presidente en una Federación tan grande como la Europea… ¿Qué no será tener un presidente de la Alianza Bautista Mundial? ¡Qué cargo!; ¡Qué representación!. ¿De veras un solo hombre puede representar la individualidad de todos los creyentes bautistas?... ¿No es un blanco excesivamente fácil para el reino de las tinieblas? Prosigamos, pues. Nuestra enciclopedia electrónica más consultada en la Web, Wikipedia, nos indica textualmente que “hacia 1904, John Newon Prestridge, editor del The Baptsit Argus estadounidense, habría sido el primer dirigente bautista en proponer públicamente la necesidad de reunir a los bautistas del mundo. (…) En octubre de 1904, la Unión Bautista de Gran Bretaña aprobó una resolución para invitar a la realización de un Congreso en julio de 1905. Asistieron 2.500 delegados de las Islas Británicas y 750 de los siguientes países: Alemania, Brasil, Canadá, China, Congo, Cuba, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Hungría, India, Italia, Jamaica, Japón, México, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Puerto Rico, Rusia, Sudáfrica y Suecia. Durante el Congreso, un comité preparó la propuesta para una alianza mundial de bautistas, la moción fue aprobada por mayoría y se votó también un texto constitutivo. Así, la Alianza fue fundada el 17 de julio de 1905”. Una de las personas más representativas en los últimos tiempos en esta Gran Alianza es David Coffey, un gran trabajador en el diálogo y la cooperación interreligiosa, quien fue nombrado oficial de la Orden del Imperio Británico por la Reina Isabel II de Inglaterra en reconocimiento a su trayectoria.


Como podemos imaginar, son muy numerosos los altos cargos que una Alianza de esta naturaleza puede tener a lo largo del tiempo y la geografía terrestre, incluyendo, por cercanía nuestra, a Jorge J. Pastor Mut (al cargo de la Vicepresidencia de la Alianza para Europa). En este punto, el creyente que ha iniciado esta inspección dice acertadamente: si difícilmente una Unión Bautista Nacional puede representarme a mí como individuo (aunque a estos niveles todavía es perfectamente posible), tengo por cierto que una Federación Internacional como la que abarca Europa, Oriente Medio y Eurasia, por su carácter macroinstitucional, no puede representarme a mí. En todo caso representará a los que representan a aquellos que me representan a mí, sin olvidar las imperfecciones de la mediación humana. Esto quiere decir que aún mucho menos me podrá representar una Alianza Bautista Mundial, en cuyo acontecer no tengo arte ni parte, ni aunque yo mismo fuera representante de mis hermanos; ni aunque fuera representante de los representantes de mis hermanos; ni aunque fuera el presidente de los representantes de los representantes de mis hermanos.


Y es que a estos niveles tan altos como la Alianza Bautista Mundial, a la intemperie del mundo, los hombres ya no pueden moverse por las reglas de la Ley de Cristo, sino por las reglas del poder temporal de este siglo; por las reglas que marcan los que han determinado destruir al Pueblo de Dios en la Tierra y ensalzar y glorificar al dios de este siglo. El creyente de nuestra historia ya no se lo puede creer: una institución que comenzó representándole termina representando al reino de las tinieblas. ¿Cómo puede ser esto verdad? Seguidamente veremos un claro ejemplo. Aquí comienza nuestro impresentable artículo, que lo es no tanto porque sea impresentable en sí mismo, sino porque ninguna revista bautista puede mirarlo sin deslumbrarse. Prepárese un café, que comenzamos, y va para largo.

2. Objeto de discordia


Pongamos en nuestro punto de mira el siguiente escrito de la ABM: De la Alianza Bautista Mundial a los Líderes Religiosos y Estudiantes que han firmado la carta titulada “Una palabra común entre Nosotros y Ustedes”. Ésta está firmada por David Coffey en calidad de Presidente la Alianza Bautista Mundial, Neville Callam en calidad de Secretario General, y por Paul S. Fiddes, de la comisión de doctrina y cooperación intereclesiástica, entre otros. La lectura de esta carta, que representa por definición a cada bautista que pisa tierra y se calienta con la luz del Sol, no puede menos que producir una desfiguración de los músculos de la cara, y un serio problema de insomnio a quien bien conozca el Evangelio de Jesucristo y el propósito de Dios desde el principio de las eras del hombre. Es más, producirá a buen seguro una sorprendente sensación de haber llegado a un punto en el que la gran mayoría de las profecías contenidas en las Sagradas Escrituras sobre la historia y desenlace de la civilización humana parece haberse cumplido ya con total fidelidad. Pasaremos ahora revista a 10 de los conceptos contenidos en la mencionada respuesta de la Alianza Bautista Mundial (en adelante ABM) a los Líderes Musulmanes, viéndonos en la lamentable necesidad de “degollar” otros tantos, por falta de espacio:


2.1. [Nos deleitamos en el Espíritu Constructivo en el que su carta ha sido escrita]. Con esta expresión, la ABM pone sobre la mesa una cuestión muy importante que no hay que pasar por alto.: se “deleita” en el Espíritu Constructivo (naturalmente ecuménico e interreligioso) con el cual los Musulmanes se aproximan a los Cristianos Bautistas. Nos sentimos obligados aquí a revisar 1ª de Juan 4: 1, donde nos dice: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.


2.2. [Hemos esperado este diálogo (…), Esta carta es un hito histórico en la relación entre Musulmanes/Cristianos (…), y Recibimos calurosamente su invitación]. Note el lector que estamos entrecortando, que no descontextualizando, distintas secciones consecutivas de la carta de la ABM. Con estas expresiones se accede a una esperanza de diálogo interreligioso, lo que dudo que represente a las individualidades de los creyentes bautistas, aunque en la misma carta la ABM expresa que ha contado con los distintos líderes de las Uniones Bautistas.


2.3. [Solo el movimiento de mentes y corazones hacia el amor y culto al único Dios podrá resolver las grandes necesidades de paz, justicia y amor en nuestro mundo actual. (…) Queremos colaborar con ustedes en donde quiera sea posible para la paz y la justicia, y queremos un diálogo futuro]. Deberíamos preguntarnos en primer lugar a qué único Dios se están refiriendo, porque hasta donde sabemos, el dios de los musulmanes y Jesucristo no es el miso. En cualquier caso, aquella expresión propia del humanismo secular al que Roma nos tiene acostumbrados ya no nos engaña. No habrá paz, justicia ni amor en el mundo hasta que nuestro Mesías venga a castigar la tierra y raer de ella sus pecadores. Glorificamos Su único y bendito Nombre. ¿Tenemos entonces que mis mundiales representantes (ABM) van a conseguir justicia, amor y paz en la tierra, y aún más trabajando codo con codo con Alá? Preguntamos:…. ¿por qué nuestros representantes más cercanos, léase UEBE, no nos ha alertado de esto? O tal vez lo suscriben, pues son miembros de la ABM.


2.4. [La máxima que une nuestras dos “fes” es el amor a Dios y al Prójimo; esto se refiere tanto en el Evangelio de Jesucristo como en el Corán]. El elemento más repetido a lo largo de toda la carta es esta sentencia, matizada de múltiples formas, y haciendo coincidir en todo momento la sinergia ideológica entre la Palabra de Dios y el Corán. Esto se presenta como una justificación para trabajar juntamente, persiguiendo aquello que ambos “dioses” buscan.


2.5. [Judaísmo, Cristianismo e Islam proceden todas de una raíz común, a saber: Abraham]. Baste aquí decir que nuestra común raíz parece situarnos, según la ABM, ante una realidad espiritual no divergente, sino confluyente con el Islam, cuyo máximo exponente vendría representado por el amor a Dios y al prójimo.


2.6. [La Trinidad en la cual creemos no representa un problema u obstáculo para nuestra unidad]. En el texto se justifica que nuestra concepción trinitaria no es politeísta, sino monoteísta, lo cual es una gran verdad. En este caso, esta hermosa verdad es utilizada para derribar muros de separación entre los musulmanes y los cristianos, recalcando, en todo caso, que Cristianismo, Judaísmo e Islam son las tres grandes religiones monoteístas (esto es, los tres ingredientes básicos de la cocina de Roma para el Siglo XXI). Ya hablaremos de este asunto en otra entrega.


2.7. [Nuestro prójimo es cualquiera que nos necesite sin tener en cuenta cualquier límite de raza, religión o clase]. Aunque esto es verdad, se acentúa la libertad de religión en todo momento; no hay diferencias insalvables, y desde luego nada que justifique nuestra desunión cuando hablamos de la caridad. A lo largo del texto se repite constantemente el mensaje implícito siguiente: “no importa de qué religión seas”.


2.8. [Elementos comunes entre nosotros: el bien común de la sociedad, el desarrollo de la vida humana, sentirnos parte de una comunidad humana, y exploración conjunta de las preocupaciones espirituales]. ¿Quién va a decir que no a esto? La demagogia ha sido definida como una estrategia que consiste en apelar a emociones diversas para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda. Aquí nos acordamos de aquellos que definieron la política como el arte de decir a los pobres que van a librarles de los ricos, a la vez que les dicen a los ricos que van a librarles de los pobres. Gracias a Dios, los que permanecen en las palabras de Jesucristo han recibido Espíritu de Discernimiento, y no el espíritu de error que desorienta al hombre y lo deja merced a los vientos y doctrinas de demonios. El Señor no busca el “bien común de la sociedad”: busca el arrepentimiento del hombre a los pies de Cristo, el abandono del pecado; su Santificación y su obediencia. Solo de esta manera una comunidad puede comenzar a experimentar un avance significativo en sus objetivos y en las interacciones que los garantizan.


2.9. [Si Cristianos y Musulmanes no estamos en paz, entonces el mundo no podrá tener paz. (…). Miremos allá donde se han levantado conflictos entre nuestras dos comunidades]. Esta sentencia reúne en pocas palabras una concepción que no pocos habrán ya evocado. ¿Qué decir de la Paz? Oh, objetivo deseable. Cuan cerca está esto de las aseveraciones neotestamentarias sobre las condiciones y características del “fin de siglo”. Irónicamente hablamos aquí. Esto es para los que conozcan a Roma: ¿Qué ha perseguido el Papado desde sus comienzos? … ¿Y dónde ha procurado ejercer dichas pretensiones?


2.10. [Como alianza bautista estaremos atentos al acontecer de diálogo y cooperación entre “fes” para informar a nuestras iglesias de los proyectos existentes y animar nuevas iniciativas donde sea necesario. (…) También incluiremos esto en nuestros seminarios de formación, tanto en cuestión de principios como en metodología, (…) esperando además que podamos encontrar una mutua participación entre estudiantes de las universidades teológicas de las dos “fes”]. Las palabras presentadas manifiestan una firme y seria decisión que debiera hacernos reflexionar sobre algunas cuestiones: ¿Deben informar a las iglesias sobre proyectos existentes o más bien deben contar con ellas para recibir su aprobación? Respecto de los seminarios de formación en los principios y estrategias metodológicas de la cooperación interreligiosa, ¿cómo tienen pensado llevarlo a cabo? ¿a través de imposición o de adoctrinamiento subliminal? (porque no ignoramos que los estudiantes de la Biblia tienen criterio propio).


Querido lector; no habremos de darle muchas vueltas para entender que esta es la historia de un secuestro. Un secuestro de la representación individual de cada creyente, de su Fe, y de su trabajo en el seno de la Iglesia, para poner en su lugar una serie de doctrinas demoníacas conducentes al desenlace de los tiempos, lo cual ya estaba preanunciado desde tiempos antiguos, y fue confirmado a lo largo de toda la revelación del Nuevo Testamento.

3. La Palabra de Dios habla

En 2ª Corintios 6, versículos 14 y 15 leemos claramente: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿y qué concordia Cristo con Belial?... Sin embargo, conviene a los propósitos de quienes ostentan el liderazgo usurpado de la Iglesia de Cristo unificar y globalizar la Iglesia toda, y hacerla una sola cosa con los poderes religiosos ancestrales, trayendo a resurrección la adoración pagana del Sol (Babilonia, Egipto), los cultos mistéricos, promocionando las filosofías espiritualistas de la Nueva Era, y trayendo así la debilidad en Poder del Espíritu de Dios en sus hijos. Cuando hablamos, entonces, de quienes presuntamente nos representan y han escrito esta carta, bien pudiéramos acordarnos de la palabra, contenida en Ezequiel 22: 26-27, que dice: “Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis días de reposo apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos. Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancias injustas”.


¿Cómo debemos, pues, dirigirnos a la comunidad Musulmana, y en qué términos estamos autorizados a entablar diálogo con ellos? Para un creyente de años en la militancia de la Lucha Espiritual la respuesta debería ser muy sencilla. A los Musulmanes hay que decirles lo siguiente:


a. El hombre, creado en un principio por Dios a su imagen y semejanza, santo y puro, fue hecho por la operación del pecado y la desobediencia un ser degradado, corrompido de corazón, sin saciedad para el mal, y sujeto a la vanidad de su cuerpo, experimentando de ese modo todo tipo de dolencias y enfermedades físicas, mentales y espirituales. En su pecado original el hombre se envanece y llega a un estado decrépito con necesidad urgente de salvación.


b. El pecado requiere que el pecador conozca su condición de rebeldía, y que sea hecha la Ley de forma que por la misma muera. Es decir, que por medio de la ley es hecho manifiesto el pecado del hombre, como en un espejo. En un primer momento la Ley tiene una función de santificación, pero Dios nos muestra que el hombre no es suficiente para cumplir toda la Ley. De este modo, Dios no concede ni a su propia Ley –cuanto menos a la de los hombres– la delicia y don de salvar al hombre, sino a Cristo, en quien tenemos remisión de todo pecado por la sola Fe (la cual operará luego las obras de la santificación). Es por esto que, si Abraham es padre de los hebreos por la carne, es también padre de los creyentes por medio de la Fe de Jesucristo (porque también dice que “creyó, y le fue contado por justicia”). Cumple Dios de este modo su promesa hecha a Abraham: “En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra (…)”. Y se lo dice a Abraham, indicándole además que su pacto será con Isaac (no con Ismael), descendencia del cual en la carne es Jesucristo (preexistente antes que todos).

c. Este pacto glorioso de Dios con Abraham es cuatro siglos anterior al establecimiento de la Ley (Ley de Moisés), por lo que la Fe estaba contenida en los propósitos de Dios desde mucho antes, instrumento por el cual la salvación es extendida a los gentiles, entre los cuales se encuentran los musulmanes, así como los orientales, los europeos, los americanos y los esquimales.


d. Tan gloriosa es esta Fe y esta esperanza, que Dios no quiere que tengamos en esta vida nuestro destino definitivo, ni que así lo sintamos, sino antes bien nos mortifica manteniéndonos en una negación personal, en un éxodo vital; sujetándonos a esperanza. También de este modo Él purifica nuestra Fe, más preciosa que el oro, en el contexto de las tribulaciones de la vida diaria; una Fe considerada por Dios como un glorioso Don digno de ser pasado por fuego. Esta santificación obra en nosotros la retirada del pecado, esto es, el abandono del hurto, el adulterio, la fornicación, la desobediencia, lascivia, homosexualidad, y esclavitudes y vicios diversos.


e. Aquellos de Ustedes, musulmanes, que quieran abrazar tan rica Gracia, pueden hacerlo (Jesús se la ha regalado en la promesa hecha a Abraham, de quien bien dicen ustedes que son descendientes), sabiendo además esto: no solo pueden, sino deben hacerlo, en orden a establecer Paz con Dios a través de Jesucristo, y acceder de este modo a la salvación frente al Juicio venidero, tal como leemos: “[Dios] el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos (…)” (1ª Timoteo 2: 4-6).


Todo lo que sea un diálogo del verdadero cristiano con la comunidad Musulmana, que no sea establecido en esta manera unidireccional y taxativa, representa un acto de desobediencia a Dios, un peligroso acto de adulteración de la Santa doctrina por la cual llegó al conocimiento de la verdad, y un mísero acto de insolidaridad frente al musulmán, el cual, necesitado de salvación, podría beneficiarse del testimonio al cual tiene derecho en virtud de la Gran Comisión que el Señor nos adjudicó.

4. Consecuente

No es un hecho desconocido que en las últimas décadas han fructificado enormemente los esfuerzos de cooperación y diálogo interreligioso entre Islam, Cristianismo y Judaísmo. En unos casos, esta es la historia de un secuestro de la Iglesia Cristiana (la verdadera, que no coincide con la institucional). De este modo, encontramos falsos agentes cristianos (con frecuencia son jesuitas católico-romanos juramentados al servicio de la Contrarreforma del Papa) que se posicionan en la cúspide de los ministerios de todas las religiones, y desde ahí operan las oscuras instrucciones de confraternidad. En otros no se trata de falsos agentes cristianos, sino de auténticos cristianos que aman al Señor, pero que por su posición de influencia, han sido “blanco perfecto” para el misterio de iniquidad, conducido desde la Nueva Babilonia, quien los ha transformado merced al premio de la maldad, actuando así como Balaam (aquel que aconsejó a Balac a introducir la idolatría y la fornicación entre el pueblo de Israel, para que Dios los abandonara y vinieran a ser vulnerables a sus enemigos).


Damos gracias a Dios de que Él preserva un remanente que, en medio de las aflicciones, las pruebas y los engaños de este mundo, conservan fielmente la sana y Santa doctrina una vez recibida. Quiera el Señor que quien lee estas palabras forme parte de aquellos siete mil hombres que no han doblado la rodilla delante de Baal (aunque a los tales, fundamentalmente, nos gustaría dirigirnos con este artículo para testimonio a ellos). ¿Cómo callaré ante esto?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amén Hermano! Muy instructivo y esclarecedor su artículo. Muchas gracias! Entré a buscar la definición de "interconfesional" porque una de las versiones de la Biblia app la tiene y me encontré gratamente con su publicación. Demuestra gran esmero, valentía y definición. JESÚS LE USA Y LO SIGA BENDICIENDO!