lunes, 29 de octubre de 2012

Testimonio de Mary Fuentes Ex-testigo de la Atalaya 1P

Extracto del testimonio de Mary Fuentes Ex testigo de la WT
¿QUE IMPLICA SER TESTIGO DE JEHOVA?

Aparentemente implica ser una religión normal y tener una creencia en Dios. Pero eso es solo en apariencia. Ser testigo de Jehová implica consagrar tu vida a una organización humana, y dejarte guiar por las directrices normas e instrucciones que provea un grupo de hombres desde New York, a los que se les llama: El Cuerpo Gobernante o el Esclavo fiel y discreto.

Ser Testigo de Jehová implica asistir a reuniones semanales, donde se te va a impartir lo que ellos llaman alimento espiritual, en esas reuniones se enseña como predicar, como no callar ante objeciones del público y como decirle a otras personas que su religión es falsa, y que la única verdadera son los testigos de Jehová.

Para el testigo de Jehová la persona que no se adapte a su religión, será destruido en el Armagedón una Guerra de Dios a las naciones y a todo el que no este dentro del arca figurativa o sea dentro de la organización de los testigos de Jehová.

El Cuerpo Gobernante de la Organización WT dice ser guiado por el espíritu santo de Dios y ser el canal o conducto de Dios en la Tierra poseedores de la verdad.
Yo recibí la religión por herencia, crianza y educación, me programaron a ser testigo de Jehová, yo crecí convencida de que lo que mis padres me enseñaban era la mas fiel verdad (ellos así lo creían también) y que era lo mejor que podías hacer con tu vida.

El ser testigo de Jehová en Cuba bajo el régimen comunista y totalitario del dictador Fidel Castro, equivalía a pasar privación de libertad y persecución y nosotros no fuimos la excepción.


CAPITULO 2 MI NIÑEZ COMO TESTIGO DE JEHOVA

Mis años escolares no fueron una bonita y positiva etapa en mi vida, todo lo contrario, fue una etapa que me marcó psicológicamente, por el hecho de ser una niña discriminada, aislada de los demás niños y marginada por no tener los ideales del gobierno.

A la edad de 6 años en Cuba hay que pertenecer a una entidad llamada pioneros por el comunismo, pero como niña testigo yo no lo era, esto hacia que día a día la maestra te obligara por la fuerza a querer poner alrededor de tu cuello una pañoleta azul, o roja, un pañuelo símbolo de que eras pionero comunista.

Te hacían preguntas intimidarais y te decían que si tus padres eran los que no te dejaban ser pioneros, a nosotros los niños testigos nos decían que dijéramos que éramos nosotros los que no queríamos ser pioneros por ser cristianos, porque si decíamos que nuestros padres eran los que no querían, entonces los encarcelaban cosa que hicieron en muchos casos.

En la escuela me llevaban a la dirección y me decían que si me hacia pionera (organización política de niños que se identificaba por tener una pañoleta anudada al cuello) mi mamá no se enteraría que ellos me guardaban la pañoleta en la escuela y además cuando yo decía que no lo seria, me amenazaban diciendo que mis padres irían presos y que yo seria llevada a una institución gubernamental.

Los niños testigos tampoco saludan la bandera ni cantan el himno nacional ni participan en casi ninguna otra actividad escolar, esto hacia que se recrudeciera mas la persecución sobre pequeñas criaturas a las cuales estaban traumatizando psicológicamente por tanta presión externa y por carecer de madurez emocional para entender qué en realidad sucedía.

Te ponían al frente de la escuela en un patio amplio donde celebraban los matutinos y allí te ridiculizaban delante del plantel escolar. Yo desde mi pequeña edad y estatura veía a aquellas personas como monstruos de maldad. Esto provoca fobias en los niños que después se van a reflejar en su desarrollo social.

Sobre los hombros de los niños tj se ponen responsabilidades y decisiones serias a tomar para las cuales no están emocionalmente preparados para asumir.

La persecución era proveniente de la dictadura del gobierno y de que a los niños testigos se les pedía neutralidad cristiana de parte de su organización la WT y fidelidad y aguante aunque sintieras miedo de aquellas personas, no te podías doblegar a ellas.

 
NO ERES IGUAL QUE LOS DEMAS

Como niña testigo se te enseña que los demás niños no son una buena asociación para ti, solo debes verlos en la escuela y nada más, no debes intimar con ellos, ni hacer amistades, porque son niños “mundanos” término despectivo con el cual los testigos se refieren a todo el que no practica su religión.

Te dicen que no debes tener esos amiguitos porque si sus padres no se hacen testigos esos niños morirán en Armagedón, esta Guerra masiva provoca fobias en el menor. Constantemente te inculcan un amor-terror a Dios, porque te dicen que Dios es bueno y que es amor, pero que también es un terrible castigador que te destruye si no le obedeces, y que aunque tú estés solo y hagas algo malo Él te ve donde quiera que estés.

La frase para intimidar es Jehová te esta mirando, y horrenda cosa es caer en sus manos si te portaste mal.
Esa actitud hace que no seas sociable, y además como no celebran cumpleaños, no participan de competencias, te vas aislando del grupo y marginando, también otros niños se burlan de tu comportamiento, ya todos conocemos la crueldad infantil.

Para el buen desarrollo emocional de un niño es muy importante el que sea parte integral de la sociedad, del entorno en el cual se desarrolla. Todo niño quiere ser aceptado por el grupo, quiere ser popular y caer bien, quiere tener amigos, los necesita.

Sentía que no encajaba, que no tenía nada que hablar con ellos. A pesar de que me gustaba mucho estudiar, la escuela se me hacia un calvario, porque sabia a lo que me tendría que enfrentar día a día.

Esto me provoco una enfermedad nerviosa siendo pequeña, vomitaba todos los días llegando a la escuela, era porque sabia a lo que me iba a enfrentar desde los seis años en adelante, y aunque obedecía, ningún niño esta psicológicamente preparado para soportar esa tensión diaria y responsabilidades serias.

Para el buen desarrollo emocional de un niño es muy importante el que sea parte integral de la sociedad, del entorno en el cual se desarrolla. Todo niño quiere ser aceptado por el grupo, quiere ser popular y caer bien, quiere tener amigos, los necesita.

Y a los niños testigos de Jehová se les aísla del resto por su religión, esto va a producir niños tímidos, retraídos, y que mas tarde pueden padecer fobia social o trastornos de personalidad que les cueste trabajo integrarse al medio.
Yo lo experimenté, me resultaba fácil relacionarme solo con testigos, pero con las demás personas no.

Los padres de niños como nosotros no se daban cuenta del grado de afectación psicológica y presión que padecíamos a tan corta edad, siendo manipulados por dos dictaduras una religiosa y otra política, ambas inflexibles y tu un niño en el medio y tomando decisiones como si fueras adulto, dejando en nuestras manos una responsabilidad para la cual un niño no está emocionalmente preparado.

Recuerdo que a la edad de once años, un niño también de esa edad compañero de clases y además vecino del barrio, me dijo que estaba enamorado de mi, y que si quería ser su novia ¿saben cual fue mi reacción? Decirle que no y salir corriendo literalmente como si hubiera visto al Diablo.

Una reacción totalmente anormal, pero era generada por un rechazo condicionado e inconsciente a los que no fueran testigos, y si por casualidad te atraía el chico, te sentías peor, porque pareciera que estabas pecando contra Jehová.

Yo fui una inadaptada social, no confiaba en mi capacidad para conseguir trabajo por mi misma, porque era tímida, dejaba que otros siempre tomaran decisiones por mi, o que tomaran la iniciativa.
El trabajo que obtuve en Cuba, y del cual me despidieron por ser testigo, me lo consiguió mi cuñada la esposa de mi hermano.
Una vez que comenzaba a desempeñar el trabajo yo lo realizaba muy eficientemente cosa que pensaba que no haría, porque me subestimaba yo misma, por tener un bajo perfil.

Siendo adolescente, las caminatas por las calles de La Habana, se me hacían interminables, porque como no vestíamos a la moda, tenia que enfrentar burlas y gritos como: „ahí va la testigo de Jehová, o adventista, batiblancos etc.” Tenia que llevar la falda siempre bien por debajo de la rodilla, a media pierna, y todo lo que estuviera la moda, era cuestionable para la religión. Tenias que ser diferente en todo.

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