Las discordias, problemas, enemistades, peleas, gritos, insultos,
tienen su origen generalmente en una lengua descontrolada.
Las palabras dichas fuera de lugar
son más peligrosas que un puñal.
Nuestras palabras están cargadas de dinamita espiritual:
Pueden bendecir o maldecir, según lo que digamos.
El pasaje de hoy declara
que la muerte o maldición y la vida o bendición
están en poder de la lengua.
A veces somos muy descuidados con lo que decimos
y luego tenemos que pagar serias consecuencias.
Como cristianos tenemos el freno del Espíritu Santo
para impedir que digamos cosas fuera de lugar.
Últimamente Usted ha tenido fuertes discusiones en su trabajo,
familia, y aún con los amigos.
Pareciera como que su lengua estuviera descontrolada.
Es tiempo de hacer un alto
y reflexionar acerca de su vocabulario y preguntarse:
¿No será que las presiones
y los problemas de la vida
me impulsan a decir palabras hirientes
poco edificantes y fuera de lugar?
¿He perdido el freno, para no decir lo que no conviene
y decir algo que sea amigable y de edificación?
No importa cual haya sido la causa de tener una lengua desenfrenada.
Hoy podemos volver al Señor para que nos perdone,
limpie, y renueve nuestra manera de hablar
a fin de volver a ser canales de bendición. ¡Ya es el tiempo!
CONFESION DE FE:
Nuestras palabras están cargadas de dinamita espiritual:
Pueden bendecir o maldecir, según lo que digamos.
El pasaje de hoy declara
que la muerte o maldición y la vida o bendición
están en poder de la lengua.
A veces somos muy descuidados con lo que decimos
y luego tenemos que pagar serias consecuencias.
Como cristianos tenemos el freno del Espíritu Santo
para impedir que digamos cosas fuera de lugar.
Últimamente Usted ha tenido fuertes discusiones en su trabajo,
familia, y aún con los amigos.
Pareciera como que su lengua estuviera descontrolada.
Es tiempo de hacer un alto
y reflexionar acerca de su vocabulario y preguntarse:
¿No será que las presiones
y los problemas de la vida
me impulsan a decir palabras hirientes
poco edificantes y fuera de lugar?
¿He perdido el freno, para no decir lo que no conviene
y decir algo que sea amigable y de edificación?
No importa cual haya sido la causa de tener una lengua desenfrenada.
Hoy podemos volver al Señor para que nos perdone,
limpie, y renueve nuestra manera de hablar
a fin de volver a ser canales de bendición. ¡Ya es el tiempo!
CONFESION DE FE:
MI LENGUA SE EXPRESA BAJO EL CONTROL DEL ESPIRITU SANTO
ORACION:
¡Ayúdame Señor en este día!
¡Te entrego mi lengua para que renueves mi manera de expresarme!
Quita de mí toda expresión violenta, deshonesta y agresiva.
Produce por tu Espíritu Santo un nuevo vocabulario. Amen.
Fuente:una vida para cristo
¡Ayúdame Señor en este día!
¡Te entrego mi lengua para que renueves mi manera de expresarme!
Quita de mí toda expresión violenta, deshonesta y agresiva.
Produce por tu Espíritu Santo un nuevo vocabulario. Amen.
Fuente:una vida para cristo