La Herencia prometida a Jesús Cristo.
Edwin Mauricio Alza
Pablo nos recuerda que los cristianos somos herederos de Dios y coherederos con Cristo (Romanos 8:17). De hecho somos coherederos por que Jesús comparte la herencia que Dios ha determinado para él.
La herencia de Jesús son las naciones de toda la tierra sobre las cuales reinará como está escrito:
"Pero yo he puesto a mi Rey sobre Sión, mi santo monte.
Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: 'Mi Hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra.Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás'."(Sal 2:6-8)
Jesús el Mesías es plenamente consciente de la herencia recibida en calidad de promesa del Padre:
Y al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré potestad sobre las naciones; y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como también yo he recibido de mi Padre.(Apo 2:26).
En la visión apocalíptica donde suena la sétima trompeta que marca el fin de esta Era mala, los ángeles proclaman:
"Y el séptimo ángel tocó la trompeta; y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos de este mundo han venido a ser de nuestro Señor, y de su Cristo; y reinará para siempre jamás." (Apo 11:15)
La herencia de Jesús es la tierra y reinará aquí para siempre. Jesús no vivirá en el cielo, vivirá en la tierra. Solo si alguno es ignorante de esto, aceptará la doctrina fantasiosa de que la iglesia irá a morar al cielo. Es triste que los grandes reverendos, supervisores, presidentes y oficiales de las denominaciones evangélicas no quieran aprender la verdad bíblica sobre nuestra tan gloriosa herencia.
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