martes, 17 de mayo de 2016
¿Cómo heredamos el Reino de Dios?
¿Cómo heredamos el reino de Dios?
Por David Macias Isaza
Muchas citas nos hablan de este tema, y en todas está el llamado al arrepentimiento, a volver al verdadero camino. Es interesante que éste mensaje fue escrito para la iglesia, para “creyentes” que supuestamente ya conocían la verdad, pero aparentemente se habían olvidado, pues el Espíritu de Dios que está en el Cristo les pide que cambien, para que puedan participar del reino venidero, para que puedan sentarse en el trono del Mesías cuando venga, así como el Mesías ha vencido y se le ha dado un lugar a la diestra de Dios.
El reino de Dios era algo que los Judíos de la época de Jesús comprendían muy bien, ya que los profetas lo habían descrito con mucho detalle. Por esta razón no hay explicaciones extensas en los evangelios sobre el tema, ya que los evangelios fueron escritos para los judíos principalmente, y su propósito era contarles a los hebreos que su esperado Mesías ya había venido por primera vez a enseñar la forma para heredar el Reino de Dios y que volvería nuevamente a establecerlo con los que escucharan y creyeran el mensaje, arrepintiéndose y dedicándose a hacer la voluntad de Dios.
Cuando Jesús comenzó su predicación el solo decía lo siguiente:
Después que Juan fue detenido, Jesús llegó a Galilea, anunciando la Buena Nueva de el Reino de Dios y diciendo, «¡El tiempo se ha completado, y el Reino de Dios está cerca! Arrepiéntanse y crean en la Buena Nueva.» (Marcos 1:14-15) Que curioso que la predicación de Jesús era siempre la misma: ¡Arrepiéntanse y crean! ¡Que lejos de esta predicación están la mayoría de supuestas congregaciones cristianas actualmente! ¿Cuándo fue la última vez que escuchó este mensaje en alguna predicación? Éste debería ser el mensaje de todas las predicaciones en todas las reuniones, puesto que realmente no necesitamos más, pero hoy en día, cada que alguien comienza a hablar de arrepentimiento y del Reino venidero de Justicia, a todos les da dolor de cabeza y les pican los oídos. Definitivamente no quieren aceptar esta sencilla verdad que es la base para la salvación. En otra oportunidad Jesús declaró:
Cuando amaneció salió y fue a un lugar inhabitado, y las multitudes lo buscaban, y llegaron donde Él. Lo querían retener, para que no se fuera lejos de ellos. Pero Él les dijo, «Debo predicar la buena nueva del Reino de Dios en otras ciudades también. Porque por esa razón he sido enviado.» (Lucas 4:42-43).
En la Biblia no encontraremos un mensaje diferente, Jesús fue bautizado por Juan y por el Espíritu de Dios para ser enviado a anunciar las buenas noticias del Reino de Dios. Ésta es la verdadera razón por la que vino Jesús y la que muchos aún ignoran. Jesús declaró en una ocasión que solo una cosa es necesaria en esta vida para ser salvo, y ésta es por supuesto, creer en el Reino venidero. Algo milagroso ocurre en una persona que cree en el reino venidero: ¡el arrepentimiento continuo! Y respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, estás afanada y turbada con muchas cosas: Pero una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. (Lucas 10:41-42).
Tampoco la preocupación por muchas cosas y el afán dejan a una persona entender la verdad sobre el reino de Dios así como las personas que tienen puesto su corazón en las riquezas, y no son capaces de desprenderse de ellas, podrán entrar con facilidad en dicho Reino: Y cuando Jesús, oyó esto, le dijo: Aún te falta una cosa: Vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, al oír esto, se puso muy triste, porque era muy rico. Y viendo Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Y los que oyeron esto, dijeron: ¿Quién, entonces, podrá ser salvo? Y Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, posible es para Dios. (Lucas 18:22-27)
Los discípulos de Jesús entendieron muy bien que entrar en el Reino de Dios, es precisamente la salvación que vino a ofrecer el Mesías, de la que hablan los profetas en la escritura, a lo largo de toda ella. Además compara la entrada de un rico al Reino de Dios con la entrada de un camello por el ojo de una aguja, cabe decir que una aguja en este contexto no es la aguja con las que se realizan costuras, sino que las ciudades antiguas eran todas amuralladas y sus puertas eran llamadas agujas, eran puertas por las que pasaba un hombre, pero difícilmente podía pasar un camello, esto era así para mantener a los animales fuera de las ciudades, para mantener el aseo.
«Entonces no se afanen, diciendo, ` ¿Que comeremos?,´ o `¿Qué beberemos?´ o `¿Con que nos vestiremos?´ Pues los gentiles buscan todas estas cosas, pero su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todo esto. Busquen primero el Reino de Dios, y su justicia; y todas estás cosas también les serán dadas por añadidura. Así que no se afanen por el mañana, pues el mañana se afanará por las cosas de si mismo. Son suficientes los males propios de cada día . (Mateo 6:31-34)
El poder entender las buenas noticias del reino de Dios
Pues no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo aquel que crea; primero para los Judios, y también para los griegos. (Romanos 1:16) Buscar el reino y su justicia es entender de que se trata dicho mensaje y vivir de acuerdo a él, es estar concientes de que un día volverá el Mesías y juzgará con justicia la tierra, dándole a cada cual lo que merece su obra. Cuando una persona pone toda su esperanza en el reino venidero ocurre en ella un cambio definitivo. Ésta persona no querrá volver a pecar o estar separado de Dios, puesto que sabe que en ese bendito reino no entrará nada impuro, sino solo los que hacen la voluntad de Dios. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. (Mateo 7:21)
El Reino de Dios también era llamado reino de los cielos, porque algunos judíos evitaban decir el nombre de Dios, ya que los antiguos consideraban su nombre muy Santo y no querían usarlo nunca en vano; pero la definición correcta sería: El Reino de YHWH. Que bueno que hoy se tuviera al menos un poco del respeto que antes se tuvo por el nombre de Dios, con tantos predicadores que hablan de Dios para ganar dinero. Miren lo que les continúa diciendo Jesús: Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad. (Mateo 7:22-23)
Aquél día se refiere al día de la parousía o venida de Jesucristo, cuando él vendrá a darle a cada uno lo que merece y a inaugurar el Reino de Dios, del cual él es su máximo representante y su rey elegido.
Estemos siempre preparados para aquel día.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario