Pena de muerte por fuego
por Edwin Mauricio Alza.
Es miope decir que Dios no ordenaría quemar a los impíos en el juicio final porque precisamente es lo que hará.
La gran demostración de lo que Dios hará en el futuro fue hecha cuando Dios destruyó con fuego Sodoma y Gomorra quemando a sus corruptos ciudadanos:
Génesis 19:25
Dios destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.
El patriarca Judá creyó en esa forma drástica de pena de muerte para una fornicadora.
Génesis 38:24
Y sucedió que... informaron a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ...ha quedado encinta a causa de las fornicaciones. Entonces Judá dijo: Sacadla y que sea quemada.
Dios mismo quemó con fuego a los hijos de Aarón el Sumo sacerdote por borrachos y profanos:
Levítico 10:2
Y salió fuego de delante de Jehová que los quemó, y murieron delante de Jehová.
Fue grande el incendio que Dios ejecutó sobre los rebeldes Coré, Datán, Abiram y su séquito:
Números 16:35
Y salió fuego de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.
Fue una orden explícita de Dios para mantener la dignidad del sacerdote y su familia:
"Y la hija de un sacerdote, si se profana como ramera, a su padre profana; en el fuego será quemada." Levítico 21:9
También por esta horrenda pena de muerte Dios quería detener la corrupción moral:
"Si alguno toma a una mujer y a la madre de ella, es una inmoralidad; él y ellas serán quemados para que no haya inmoralidad entre vosotros." Levítico 20:14
También debía pagar con su vida el que desafiara a Dios tomando del anatema en los días de Josué:
"Y será que el hombre que sea sorprendido con las cosas dedicadas al anatema será quemado, él y todo lo que le pertenece, porque ha quebrantado el pacto del SEÑOR, y ha cometido infamia en Israel" Josué 7:15,25
Esa misma forma de justicia divina se ejecutará sobre la mayoría de muertos resucitados en la segunda resurrección después de los primera mil años del Reino de Dios:
Apocalipsis 21:8
"Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda."
La evidencia de la Escritura y la naturaleza mortal del hombre, aún del resucitado en la segunda resurrección, enseña que es imposible que el hombre sobreviva al Lago de fuego.
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