Metanoia para alcanzar el Reino
Edwin Mauricio Alza
La primera orden imperativa que salió de los labios de Jesús fue: "¡Arrepentios!, porque el Reino está cerca", lo que significa cambiar de mentalidad y de conducta para poder entrar a participar en ese reino que Jesús inaugurará en su regreso a Israel.
Los judíos galileos que oyeron esta palabra debían cambiar de mentalidad en cuanto a la prioridad en su vida; la mayoría se dedicaba solo a trabajar, reservando apenas el sábado para la práctica religiosa. También debían modificar su conducta los pescadores solteros, tan acostumbrados a solicitar rameras. Los casados que se enredaban en la poligamia, lo que legalmente no era adulterio, pero no era conforme el modelo del Génesis.
También los cobradores de impuestos fueron llamados a abandonar la avaricia, la usura, tal como lo hicieron Mateo y Zaqueo. De este último, Jesús el señor exaltado, dijo que había sido alcanzado por la gracia salvadora de Dios al conocer su nueva mentalidad. Los revolucionarios zelotes y cananistas fueron llamados a abandonar el asesinato y sus prácticas de violencia por el pacifismo y mansedumbre que les haría heredar un lugar en el futuro reino en la tierra.
A la adúltera se le dice que no vuelva a adulterar porque le vendría algo peor que un intento de lapidación que sería la condena ante el trono blanco. El maestro llama a la toma de medidas radicales para evitar ser eliminado en cuerpo y alma (quitar la vida y quemar el cuerpo) en el Gehena o Lago de fuego. La amenaza del Maestro es que los que vivían y lo oían; de no modificar su conducta y abandonar la práctica pecaminosa serían quemados en el día de juicio cuando Jesús vaciara el cáliz de la Ira de Dios sobre Armagedón y sobre las ciudades pecadoras.
Por lo tanto, se requiere a todo aquel que cree en el Evangelio del Reino que busque vivir hoy en la justicia en que se vivirá y las exigencias que habrá en el Reino de Dios. Así alumbre la luz de Dios en los miembros de la Iglesia de Dios nuestro Padre y del Mesías Jesús el escogido para reinar.
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