b. La doctrina sobre el lógos.
Está relacionada con la exégesis filoniana sobre Dios. Lógos es un sustantivo polisémico en nuestro autor:243 es el pensamiento racional, y, en primer lugar, el de Dios. Además, el intérprete se apoya en los estoicos para referirse con el término lógos a la mente divina; también emplea bastante la expresión “la palabra” de Dios; y en otras ocasiones identifica sabiduría y lógos.
Por otro lado, lógos se utiliza para expresar el pensamiento de Dios accesible a los hombres. En tal sentido, el lógos es luz; el lógos es también la imagen de Dios y el poder del Artífice en el mundo; el lógos es eterno. El Lógos es un instrumento de Dios durante la creación y en la administración providencial del mundo. Se ha dicho, en efecto, que el Lógos es la cara de Dios vuelta hacia la realidad.
Moisés tiene una relación especial con el lógos, hasta tal punto que puede decirse de él que es una clase de lógos. Efectivamente, en algún momento, Moisés es calificado de theós, sin artículo, “dios”, mientras que Dios es considerado ho theós, “el Dios”.244 Por eso, el alejandrino denomina a aquél con el apelativo de lógos, “palabra dadora de la Ley”.
Relevante es la relación del ser humano con el lógos, pues, según se nos dice, todo hombre participa, de algún modo, en la vida del lógos. En ese sentido, el lógos es consi- derado spermatikós, es decir, el Lógos divino que pone su semilla en el hombre.
Moisés tiene una relación especial con el lógos, hasta tal punto que puede decirse de él que es una clase de lógos. Efectivamente, en algún momento, Moisés es calificado de theós, sin artículo, “dios”, mientras que Dios es considerado ho theós, “el Dios”.244 Por eso, el alejandrino denomina a aquél con el apelativo de lógos, “palabra dadora de la Ley”.
Relevante es la relación del ser humano con el lógos, pues, según se nos dice, todo hombre participa, de algún modo, en la vida del lógos. En ese sentido, el lógos es consi- derado spermatikós, es decir, el Lógos divino que pone su semilla en el hombre.
c. El Dios de Filón.
Dios es el Creador, el Padre; es omnipresente y perfecto. Entre sus propiedades
figuran actividad, inmutabilidad y unidad. Además, Dios contesta a la plegaria del hombre.
En este apartado se podría hablar del misticismo de Filón, pues, como hemos visto,245 usa con frecuencia el vocabulario referente a la iniciación y los iniciados (mýs- tai). Si el fin del judaísmo rabínico es comprender la Torá y obedecerla, el del exégeta es la unión mística con la divinidad. Si se entiende por místico quien goza de la visión de Dios y recibe revelaciones divinas, el polígrafo debe ser considerado un místico, como lo era sin duda Moisés. Nuestro pensador habla de tres clases de éxtasis, y la tercera de ellas consiste en la posesión divina o frenesí de que se valen los profetas.246
Dios es el Creador, el Padre; es omnipresente y perfecto. Entre sus propiedades
figuran actividad, inmutabilidad y unidad. Además, Dios contesta a la plegaria del hombre.
En este apartado se podría hablar del misticismo de Filón, pues, como hemos visto,245 usa con frecuencia el vocabulario referente a la iniciación y los iniciados (mýs- tai). Si el fin del judaísmo rabínico es comprender la Torá y obedecerla, el del exégeta es la unión mística con la divinidad. Si se entiende por místico quien goza de la visión de Dios y recibe revelaciones divinas, el polígrafo debe ser considerado un místico, como lo era sin duda Moisés. Nuestro pensador habla de tres clases de éxtasis, y la tercera de ellas consiste en la posesión divina o frenesí de que se valen los profetas.246
Si en la Ley hay no pocas descripciones antropomórficas de Dios, que el alejandrino justifica como necesarias para que los hombres comprendan el mensaje divino, por otro lado, el autor, por su judaísmo e información recibida de los filósofos griegos, trata
de escapar de toda representación antropomórfica del Creador.
d. Filón y la filosofía griega.
En el siglo I a. C. hubo notables maestros de filosofía en Alejandría.247 En cambio,
no tenemos apenas información sobre la enseñanza de la filosofía en los días de nuestro polígrafo, pero es seguro que en su ciudad, famosa por su prestigio cultural y económico, había representantes de las distintas escuelas filosóficas, a los que alguna vez pudo haber oído o leído.
Filón es el primer judío helenizado al que puede considerarse filósofo. En sus escritos predomina el platonismo, con una buena dosis de estoicismo, y, dentro del platonis- mo, la teoría de las ideas. El comentarista de los textos sagrados se veía en la necesidad de reconciliar teorías filosóficas griegas con ideales religiosos y morales que había heredado de sus antepasados hebreos.
Realmente, en el terreno filosófico, nuestro intérprete es un ecléctico que se nutre de casi todas las escuelas. No obstante, no ha de verse en él ningún caos filosófico constituido por teorías tomadas de aquí y de allá sin orden ni concierto, pues él mismo manifiesta, en algún momento, que Moisés es la fuente primera de la filosofía, mientras que los pequeños sistemas de las distintas escuelas filosóficas son luces imperfectas pro- cedentes de aquél.
de escapar de toda representación antropomórfica del Creador.
d. Filón y la filosofía griega.
En el siglo I a. C. hubo notables maestros de filosofía en Alejandría.247 En cambio,
no tenemos apenas información sobre la enseñanza de la filosofía en los días de nuestro polígrafo, pero es seguro que en su ciudad, famosa por su prestigio cultural y económico, había representantes de las distintas escuelas filosóficas, a los que alguna vez pudo haber oído o leído.
Filón es el primer judío helenizado al que puede considerarse filósofo. En sus escritos predomina el platonismo, con una buena dosis de estoicismo, y, dentro del platonis- mo, la teoría de las ideas. El comentarista de los textos sagrados se veía en la necesidad de reconciliar teorías filosóficas griegas con ideales religiosos y morales que había heredado de sus antepasados hebreos.
Realmente, en el terreno filosófico, nuestro intérprete es un ecléctico que se nutre de casi todas las escuelas. No obstante, no ha de verse en él ningún caos filosófico constituido por teorías tomadas de aquí y de allá sin orden ni concierto, pues él mismo manifiesta, en algún momento, que Moisés es la fuente primera de la filosofía, mientras que los pequeños sistemas de las distintas escuelas filosóficas son luces imperfectas pro- cedentes de aquél.
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