Los requisitos para tener comunión según las sectas
Las sectas tienen como cosa común levantar una muralla entre su comunidad cerrada y las religiones. Es un conjunto de creencias y formas que tienen como propósito fundar el carácter estereotipado del adepto. Incluso una organización religiosa si cultiva el extremismo puede acercarse a este mundo fanático de las sectas con los consabidos daños a individuos, familias y hasta comunidades.
Algunas denominaciones-sectas tienen un doble discurso de cara a la opinión pública y para evitar la censura de la gente ecuánime. Esta doblez llega a ser el comportamiento standard del asociado promedio.
Cuando van en pos de captar prosélitos se les oye decir "no somos una religión, yo no te invito a una religión" cuando la verdad es que trabajan para una, esto hace recordar a los nuevos partidos políticos con su trillada frase "la gente está harta de los políticos" y "la política es cochina".
Las sectas multiplican los puntos que reclaman como obligatorios para considerar cristianos a otros. En esto también tienen doble actitud, pueden llamar hermana a cierta persona, pero en realidad no creen que sea una hija de Dios. Algunos denominan "doctrina" a estas reglas humanas, pero resulta que ni el Señor Mesías, ni sus apóstoles enseñaron esas reglas de modo que no constituyen doctrina.
Por ejemplo, los sectarios no consideran cristiana a una mujer que:
Use buzo (pantalón deportivo) aún si es profesora.
Use pantalón en la sala de intervenciones quirúrgicas.
Use una remera sin mangas aún si es entrenadora de ejercicios.
Use de cejas depiladas, brillo de uñas o rubor de mejillas.
Use de tinte para cubrir sus canas o se recorte el cabello.
Use bijoutería aunque sea una pieza. Use un short en casa (ni en la intimidad de su piscina)
Use una falda o vestido que cubre solo las rodillas.
Si es profesora, no puede estar a solas con el director en la dirección.
Si es médico no puede atender consultas a solas.
Si asiste al cine con su familia a un estreno de movie infantil.
Si escucha música secular aún cuando tenga un mensaje positivo.
Si hace un brindis en su aniversario de bodas.
Si participa en una celebración de cumpleaños.
Si va al cementerio llevando flores in memoriam.
Si compra un sorteo, si juega ajedrez.
Estas y muchas cosas inocuas más, son los puntos neurálgicos y el eje de la vida de los adeptos a las sectas, cualquiera notará que nada teológico está en juego ni se puede construir dogma de esto, sin embargo a esto se le llama doctrina y es sin transigir el punto de quiebre de las mentes carcomidas por la sustancia corrosiva fanática y sectaria.
Claro que si la hermana que usa de estas cosas es congresista, ministra de la mujer o una no religiosa postulante a la presidencia, será alabada y exaltada según el provecho que se le pueda sacar.
Debemos guardarnos de la levadura de los fariseos.
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