Edwin Mauricio Alza
En el marco de un arrebatamiento al cielo de Dios antes de la tribulación se afirma que las muchas moradas en la casa del Padre son habitaciones para ser ocupadas por los creyentes. Ahora bien, en ese punto de vista las moradas serían ocupadas por 7 años nada más, porque el milenio es en la tierra.
Causa preocupación oír del anhelo vehemente de muchos evangélicos y católicos que desprecian el planeta tierra, asqueados cual gnósticos de la repulsiva materia terrenal, ellos son tan espirituales y su expectativa es tan espiritual que quieren olvidar de una buena vez que un día sus futuros angelicales pies pisaron tal cosa inmunda.
Les llamo a reflexionar que por mil años verán con desgano esta tierra ser transformada por nuestro amado Señor Jesús Mesías en un lugar maravilloso, descontaminado y seguro para vivir. Pedro llama al milenio "tiempos de la restauración de todas las cosas"
Hechos 3:20
...y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;
a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
Nuestro Salvador le llama la regeneración y siglo venidero (relativo a la tierra).
Mateo 19:28
Y Jesús les dijo:De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria...
Marcos 10:30
No hay ninguno que haya dejado casa...que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.
Distinto es el punto de vista en el contexto hebreo donde la esperanza cristiana se basa en las antiguas promesas hechas a los Patriarcas como Pablo enseña a los cristianos romanos
Romanos 15:8
Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres...
En el contexto hebreo el cristiano es co-heredero con Jesús, si él hereda la tierra para reinar sobre ella para siempre, nosotros los co-herederos deberíamos alegrarnos de acompañarle en su reinado sobre este planeta que alcanzará su edad dorada en el siglo que viene en el futuro. De ese modo las moradas en la casa del Padre (Jerusalén, la ciudad que Dios escogió para hacer habitar allí su nombre para siempre) son muchas, es decir, muchos puestos de reinado. Los llamados, escogidos y fieles seremos arrebatados y reunidos por los ángeles sobre las nubes en Jerusalén para ser librados de la ira venidera y luego el descenso triunfal sobre el Monte de los Olivos.
Allí se cumplirá la palabra dicha por el ángel Gabriel sobré el reino de Jesús sobre el trono de David, desde Israel para el mundo reinando para siempre los confines de la tierra.
Lucas 1:32
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; Y REINARÁ sobre LA CASA DE JACOB PARA SIEMPRE, y SU REINO NO TENDRÁ FIN.
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