El Dr. Murray Harris escribió un estudio completo sobre Dios y Jesús en su famoso libro Jesús como Dios (Baker, 1992). En la página 47, en la nota 112, nos encontramos con esta impactante, pero para nosotros emocionante admisión: En la mente del autor de Hebreos:
"No fue el Trino Dios de la teología cristiana, el que habló a los padres por los profetas. Es decir, que para el autor de Hebreos (como para todos los escritores del Nuevo Testamento, uno puede sugerir) 'el Dios de nuestros padres,' Yahvéh, no era otro que "el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús Cristo" (compare Hechos 2:30 y 2:33, 3:13 y 3:18; 3:25 y 3:26; note también 5:30). Tal conclusión es totalmente coherente con el uso regular en el NT de ho theos [Dios]. Sería inapropiado que Elohim [Dios] o Yahvé se refieran a la Trinidad en el Antiguo Testamento, cuando theos del NT [Dios] se refiere habitualmente al Padre solo y aparentemente nunca a la Trinidad ".
Confío en que los lectores compartan este reconocimiento sincero con todo el mundo. Hablar de ello a lo largo y ancho. Este erudito trinitario documenta el hecho asombroso de que "Dios" en la Biblia nunca se refiere al Dios Trino. Por supuesto, esto se debe a que ni Jesús ni los profetas ni ninguno de los escritores bíblicos ¡eran trinitarios! Todos ellos, por tanto, no deseados en las iglesias contemporáneas. Esto necesita ser reflexionado y actuar en consecuencia con toda urgencia. ¿No estamos para ser juzgados por nuestra creencia y práctica de las palabras de Jesús? ¿Y cuál fue el credo de Jesús? Él creía en el Dios de Israel, su propio Dios, y en ninguna parte de su enseñanza él habló de un Dios Trino.
Y que el Dios Trino brilla por su ausencia en la Escritura. La declaración de Jesús es nuestro juez: "Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor" Jesús afirmó esta guía central, fundamental para el cristianismo, coincidiendo con un escriba judío que se hizo eco de las palabras de Jesús, "no hay otro fuera de Él" "el único Dios y Padre". Jesús confesó un solo Señor, no dos o tres. Jesús reclamó para sí el oráculo especial dado a David en el Salmo 110: 1, donde Dios se distingue claramente de "mi señor", el Mesías. La palabra hebrea aquíadoni (no Adonai!) Se refiere siempre (todas las 195 veces) a una no-Deidad superior, el rey u otra figura de autoridad, o muy de vez en cuando un ángel. Pondera el hecho de que en las iglesias las creencias se basan en la lealtad a un Dios que es Dios Trino que "existe en tres personas" no se encuentra en ninguna parte de la Biblia, aunque hay 11.000 casos de las diversas palabras para Dios: YHVH, Adonai, Elohim y Theos .
A Jesús debe ser permitido determinar la definición del único Dios verdadero, y él lo define como el Padre (Juan 17: 3). Jesús era el unigénito (= traído a la existencia) Hijo como 1 Juan 5:18 (no en la RV) establece, junto con el Salmo 2: 7, Salmo 110: 3 en
muchos manuscritos hebreos y la LXX, y Lucas 1:35 y Mateo 1:20 ("engendrado en ella"). El Padre es el "progenitor" en I Juan 5:1. La mente filosóficamente griega de los "padres de la iglesia" se perdieron en un pantano de compleja, jerga técnica no bíblica, afirmando que el Hijo era "hombre, pero no un hombre" y que como Hijo tenía "un principio sin principio."
Invite a su pastor a predicar sobre estos temas, comparando este extraño lenguaje no con las palabras lúcidas de Gabriel que definen explícitamente el significado de Hijo de Dios en Lucas 1:35. La iglesia fué al politeísmo cuando dejó de creer que el Hijo de Dios vino a la existencia (= fue engendrado) por milagro en María. Re leyendo al Hijo
de nuevo en uno pre-humano, en realidad la existencia no humana como "Dios el Hijo," Dios se convirtió en dos (y más tarde en tres). Jesús dejó de tener su origen en la familia humana. Estaba vestido como hombre, pero no es realmente un hombre, y por lo tanto no es el Mesías de la expectativa bíblica. Los Judíos desarrollaron naturalmente miedo a esta perturbación del credo monoteísta unitario de su antigua herencia, compartida por Jesús.
Los Musulmanes reaccionaron también contra este extraño Dios "tres en uno". Y así vastos bloques de la humanidad fueron, y son, fijados en conflicto entre sí. Avivamiento significa un retorno a la enseñanza de Jesús, su Evangelio acerca del Reino y su creencia roca sólida en la única persona del Dios de Israel y de la Escritura. Es a Dios, el Dios de Jesús, que hemos de amar con todo nuestro corazón. Otro compromiso es inaceptable cuando se trata de las palabras de Jesús. La queja de Jesús contra las autoridades religiosas de su época fue su incapacidad para prestar atención a sus enseñanzas y reclamos. El peligro siempre presente fue y es la "tradición" montada en contra de las palabras de la Escritura. El férreo control de la situación actual en la tradición de la iglesia requiere una liberación milagrosa para aquellos en sus garras.
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