miércoles, 17 de mayo de 2017

Iglesia convertida en secta




Cuando una religión organizada se convierte en una secta.
Redactado por Diane Benscoter




La distinción entre una secta y una religión yace totalmente en cómo las personas que se salen o aquellos que dejan de creer son tratados

 Las sectas afirman exclusividad, son altamente secretas y autoritarias. Para muchos de mis amigos ateos, la religión se ajusta a los feligreses. Lo que distingue a la religión de los sectas es la capacidad que usted tiene de cuestionar sin ser rechazado y la capacidad de rechazar doctrinas dogmáticas sin ser rechazado.

 Muchas religiones hacen afirmaciones exclusivas a la verdad. No hay nada malo en ello. Muchos sistemas filosóficos hacen lo mismo. Verdades categóricas del kantismo son, por ejemplo, incompatibles con el equilibrio entre el daño y lo bueno.

 El daño se debe a un sistema sectario que rechaza y condena al ostracismo a los seguidores que no aceptan que sus afirmaciones sean la verdad absoluta. Allí es donde la religión organizada y convencional se convierte en una secta potencialmente dañina. Obligar a la gente a cumplirle a la organización con la sutil amenaza de alienación social es una forma de coerción.

 La gente deja su religión debido a que la forma de vida impuesta es aparentemente restrictiva, los conflictos entre la ciencia y la interpretación literal de la biblia, el etnocentrismo, el sexismo, el dogma, la intolerancia o el aburrimiento. Todas estas pueden ser razones legítimas o simplemente la malinterpretación de principios religiosos, pero son las decisiones personales la que llevan a una persona a seguir una religión en particular.

Cualquier comunidad religiosa puede convertirse en una secta. No se trata de cómo se expresa la fe en una comunidad, sino que es más importante cómo las personas son tratadas en el momento en que se quieran ir o en el momento que deja de creer.



Mientras acampaba en el norte de Wisconsin me pareció una oportunidad de hablar con varios adolescentes de la Vieja Orden Amish. La Vieja Orden Amish se distinguen de los Amish más modernos, ya que prohíben estrictamente la propiedad del automóvil, libros modernos y requieren de una estricta vestimenta tradicional.


Le pregunté a los adolescentes mayores por qué regresaron a su comunidad después de la Rumschpringe (que es un periodo en el que los jóvenes abandonan temporalmente la comunidad para experimentar el mundo exterior). La respuesta me sorprendió.

Yo estaba esperando escuchar que regresaron para el anhelo de una vida más simple, libre de la carrera de ratas y cosas materiales del mundo moderno.
  
Expresaron de manera casi unánime que regresaron a la vida Amish porque no tenían otra opción. Era escoger entre el mundo moderno o su familia. Si ellos decidieran no regresar, su familia renegaría de ellos. Y dejar a sus seres queridos no fue visto como una opción. Por desgracia en mi opinión, esta es precisamente la definición de lo que es una secta.



 El estilo de vida amish es hermoso, respetuoso del medio ambiente y centrado en la familia. Pero someter al ostracismo a aquellos que quieren dejar ese modo de vivir es una forma siniestra y coercitiva de lograr unidad.
Las raíces históricas de las tres religiones monoteístas, a saber, el cristianismo ( si acaso), el islam y el judaísmo, se basan en la historia de Abraham, un hombre que estaba dispuesto a cuestionar la autoridad y refutar las supersticiones de adorar a los objetos materiales. Esta historia es la base del monoteísmo y debería servir como un ejemplo de cómo se debe abrazar a los inconformes.

Según la tradición bíblica, a través de un proceso de deducción lógica y la observación del universo a su alrededor Abraham comenzó a cuestionar la validez de la idolatría y reconocer que debido a que el universo es tan complejo debía tener un diseñador. Abraham no tenía miedo de desafiar las costumbres de su tiempo y cuestionar la autoridad. Esta es la base histórica de las religiones monoteístas.
Las comunidades religiosas y la sociedad en su conjunto deben permitir la expresión y una diversidad más amplia, lo que permitiría que todos se sientan bienvenidos y cómodos.



Con el fin de evitar cruzar la línea de la religión a secta, las comunidades necesitan limpiarse de los dogmas, la intolerancia y el ostracismo hacia las personas con diferentes creencias, para que los seguidores tengan verdaderas posibilidades de elegir como quieren vivir sus vidas

Evítese dolores innecesarios, hermanito!!, Dios no exige que usted este en una organización religiosa y menos en una fanática, dogmática y coercitiva.

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