El Significado de “Hijo de Dios”
Mario A. Olcese
Vimos arriba que Jesús es el Cristo o Mesías. Esto equivale al nombre y al título: Jesu-Cristo. Los discípulos habían creído en el nombre y título ‘Jesu-Cristo’ en todo su alcance o extensión. Ahora bien, el título Hijo de Dios equivale igualmente a su rango de Cristo o Mesías. Esto quiere decir que la frase “Hijo de Dios” corresponde al título de Rey de Israel. Veamos algunas citas bíblicas:
1.- En Mateo 16:15,16 leemos que Pedro admite que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Es decir que el título Hijo de Dios tiene correspondencia con el título Mesías o Cristo, el futuro rey de Israel. No olvidemos que Dios le promete a David, que su hijo Salomón será su sucesor en el trono, y que se convertirá, al mismo tiempo, en Su hijo (de Dios) (1 Crónicas 28:5,6). De modo que un hijo de Dios tenía el rango de rey de la dinastía de David. El Hecho de que Cristo sea el Hijo de Dios tiene ese mismo parentesco dinástico ciertamente. Es decir, que Cristo tendrá, como Hijo de Dios, y de David, el derecho de heredar su trono y reino (de David) en un futuro. En Mateo 1:1 encontramos la verdad inobjetable de que Jesucristo desciende del rey David, su padre ancestral.
2.- La relación Hijo de Dios y Rey de Israel se deja ver en las siguientes palabras de Natanael a Jesús: “Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel” (Juan 1:49). Creer, por tanto, en el Hijo de Dios, es creer en que él es el futuro Rey de Israel. Desafortunadamente, son pocos los cristianos hoy que creen realmente que Jesús será el futuro rey del reino de David, en Israel. Aquí hay definitivamente un asunto que los cristianos de hoy deben meditar seriamente. Y es que creer en el Hijo de Dios, llamado Jesucristo ( o Jesús el Cristo), es creer que él, como Mesías, volverá en persona a Israel para restaurar el reino de rey David, el cual está temporalmente suspendido todavía desde 586 a.C. (Leer Lucas 1:31-33). Esto significa que Israel será una monarquía como la Jordana (su vecina), pero además, será teocrática.
3.- En Marcos 15:32 encontramos nuevamente la relación Cristo/ Rey de Israel en las palabras de los escribas y sacerdotes. Dice así el versículo en cuestión: “El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos...”. Es claro, entonces, que cuando Pedro admitió primero que Jesús era el Cristo, el Hijo de Dios, lo que estaba aceptando era que Cristo es el Rey de Israel, el prometido Mesías esperado.
En buena cuenta, Pedro había mostrado su fe en el rey de Israel, Jesucristo, a pesar de que éste no vino con ejércitos o con un poder militar bien armado. Su fe fue grande en realidad, porque aceptar a Jesús como el Rey esperado, siendo pobre, y sin poder militar, sería muy difícil en circunstancias tan especiales. Pero hoy, los que niegan esta verdad de un Cristo que reinará en Jerusalén, no se dan cuenta que están torciendo el correcto sentido hebreo-cristiano de la palabra Mesías o Cristo, y no comprenden la confesión de fe de Pedro registrada en Mateo 16:16.
El Significado de “Señor”
Nosotros usamos frecuentemente el titulo “Señor” para los hombres. Decimos: “el Señor Juan”, “El Señor Pérez”, “el Señor Presidente”, “el Señor Alcalde”, “Su Señoría”, etc. Pero en el caso de Jesús, el título “Señor” tiene una connotación hebrea muy particular. San Pablo dice que hay efectivamente muchos señores, así como hay muchos dioses. No obstante, Pablo concluye que sólo hay UN SEÑOR y UN DIOS VERDADEROS (Véase 1 Corintios 8:5-6). Preguntémonos, ¿en que sentido Jesús es el único Señor?¿Qué significa “Señor” en su caso? Necesitamos saber de qué se trata su señorío en el sentido hebreo.
Felizmente la Biblia nos da mucha luz al respecto. En Lucas 2:11 se nos habla del nacimiento de Cristo, de este modo: “que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”. Aquí hay un anuncio celestial del nacimiento de un bebé que es Salvador, Cristo y Señor. Acá el señorío de Jesús está relacionado con su mesianismo. Es decir, Cristo es el Señor porque es el príncipe que está llamado a ser el rey de Israel. Señor, en su caso, implica más que Amo, implica Majestad y Soberanía. Él es el Rey esperado para tomar el trono de David, su ancestro, en Jerusalén.
Nótese que el profeta Zacarías, hablando sobre la futura gloria de Sión, dice: “Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de jubilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna...y hablará paz a las naciones, y su SEÑORÍO será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra” (9:9,10). Observemos que el Señorío de Cristo tiene que ver con su poder y autoridad sobre el mundo entero. Acá se habla del futuro reino de Cristo, cuyo poder y dominio será mundial, y él será el Soberano sobre los reyes de la tierra ( Ver Apocalipsis 1:5).
Además, es interesante lo que dice el profeta Miqueas sobre el nacimiento de Cristo, y su posterior señorío sobre Israel, con estas interesantes palabras: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será SEÑOR EN ISRAEL, y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad” (5:2). Nótese que el profeta Miqueas habla de “UN SEÑOR EN ISRAEL”. Esta es una profecía que no sólo anuncia el nacimiento de Jesús en Belén, sino su futuro reinado sobre la nación de Israel.
El evangelista y apóstol Mateo se refiere a la misma profecía de Miqueas de arriba, y la cita en su evangelio, así (compárelo por favor): “Y Tu Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un GUIADOR (ó REGIDOR) que apacentará a mi pueblo Israel” (Mateo 2:6). Entonces: ¡Señor es igual a Guiador o Regidor de Israel! Evidentemente, Jesús no ejerció su función de regidor del pueblo de Israel, ya que los suyos (los judíos) no le recibieron cuando se presentó ante ellos personalmente hace dos milenios (Juan 1:12).
Sin embargo, esta función la tendrá que cumplir cuando regrese nuevamente a la tierra, con sus ángeles de su poder (Mateo 25:31,34). Pablo dice que el reino de Jesucristo está indefectiblemente asociado con su manifestación en gloria ( Ver 2 Timoteo 4:1). El Reinado de Jesucristo en Israel: Su Trascendencia ¿Qué importancia tiene el hecho de que Cristo será el regidor de Israel?
¿Afectará este gobierno de Cristo sobre su pueblo, el mundo entero? La Respuesta la encontraremos en la misma Palabra de Dios, la Biblia. El profeta Daniel vislumbró una Era o Edad gloriosa en la cual un Rey y su reino cambiarían el mundo, y traerían la paz y la justicia a los pueblos. Es necesario leer todo el capítulo dos de Daniel, y en especial, el verso 44, que dice: “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre”.
Sí, Dios levantará un gobierno monárquico y teocrático que dominará sobre los demás reinos o gobiernos de la tierra, y que se hará prominente y duradero por mil años. Está es la última escena del drama de la historia de la raza humana. Un solo gobierno mundial dominante en la persona del Hijo de Dios... ¡y la destrucción de los malvados e incorregibles! (Salmo 37). Es indiscutible que el hombre es esencialmente político; pues éste ha buscado siempre el bienestar para él y los suyos. Sí, por milenios los hombres han luchado por su supervivencia, y han anhelado una justicia social para todos. Otros han buscado hacerse poderosos, y dominar sobre los débiles; erigiendo pueblos y naciones prósperas que dominan sobre otros pueblos más débiles para explotarlos.
Los resultados han sido las revueltas, los descontentos, los derramamientos de sangre, y mil males más. Aún hoy, los pueblos más oprimidos buscan que no se les explote más, y desean el cambio radical del orden de cosas imperante, y una justicia social auténtica. Los bancos y grupos económicos poderosos se enriquecen más y más a costa de los más pobres de las naciones más endeudadas del planeta. Desgraciadamente, las deudas de los países más pobres se hacen impagables, y año a año se acrecientan más y más hasta oprimirlos demasiado.
Los políticos ya no saben cómo salir de este problema, y los pueblos ya no pueden soportar las cargas fiscales que pesan sobre ellos. Los pobres exigen un cambio, y por eso el reino de Dios es para ellos (Santiago 2:5). Sin una justicia real y global, jamás podremos esperar que haya una paz verdadera en la tierra. Parece que esta justicia social jamás se producirá, porque los ricos son cada vez más codiciosos de dinero y poder, y no les interesa para nada el sufrimiento de los desposeídos.
Estos ya están de antemano condenados por Dios, a menos, claro, que se arrepientan a tiempo. Dice Santiago 5:1-6 de los ricos: “¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla, vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.
He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia”.
Lo que se condenó hace dos milenios, se condena aún hoy. Además, el socialismo también fracasó en sus intentos de cambiar esta injusta situación social, porque el problema está en el hombre mismo, quien desgraciadamente se encuentra alejado de Dios y de Su voluntad, y además, está sumido en sus bajas pasiones. Así lo revela Santiago 4:1 con estas palabras: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros?¿No es de vuestras pasiones, los cuales combaten en vuestros miembros?”. Entonces, La tarea consiste en cambiar al hombre para que se rinda a Dios y le obedezca.
La separación del hombre de su Dios lo ha llevado a la ruina y al fracaso. Jesús dijo que apartado de él el hombre nada podía hacer (Juan 15:5). En la profecía de Isaías, el profeta nos anuncia una era maravillosa en donde todos los males e injusticias de la tierra desaparecerán, cuando Dios mismo tome las riendas del poder de este mundo a través de su Cristo. Dice así el profeta Isaías:
“Lo que vio Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén. Acontecerá que en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (2:1-4).
Aquí el profeta nos habla de una era maravillosa en donde los conflictos bélicos desaparecerán por completo. Será una edad en donde Dios dominará sobre los pueblos a través de su Cristo, el futuro rey de Israel. Sobre este Cristo venidero, el profeta Hageo nos dice lo siguiente: “Y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos” (2:7).
IEfectivamente, vendrá el Deseado de todas las naciones, el hombre ideal para gobernar a los pueblos con equidad. Además, véase que Dios llenará de gloria su casa, o sea, el nuevo templo que habrá en la ciudad de Jerusalén.
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lunes, 10 de octubre de 2016
martes, 27 de septiembre de 2016
"Hijo de Dios" como se entiende en el NT
Del libro El Único Dios Verdadero
por Eric H.H. Chang
El significado de "Hijo de Dios" como se aplica a Jesús en el Nuevo Testamento
Hemos visto que Jesús nunca afirmó ser Dios en ninguno de los evangelios, y que la palabra "Dios" no se utiliza con referencia a él en otro lugar en el NT (excepto en algunas traducciones modernas, donde, en dos o tres versos, una traducción se da en la que "Dios" se usa para referirse a Jesús; examinaremos estas traducciones más adelante).
También hemos observado que el término trinitario "Dios el Hijo" no se encuentra en la Biblia, así que ¿de dónde viene este término? La respuesta corta es que es, por supuesto, una invención trinitaria. El término gana algo por el hecho de que se hace parecer engañosamente como el título de "hijo de Dios", que aparece en el NT; en la mente de aquellos que no están excepcionalmente alerta, los dos términos pueden ser fácilmente confundidos.
"Dios el Hijo" invierte "el hijo de Dios", mientras que se suprima "del". Estos cambios significativos pueden parecer de menor importancia, sobre todo en lenguas (como el chino), donde la sintaxis requiere la inversión del orden de las palabras en el proceso de traducción. Esto es posible también en Inglés si es "hijo de Dios" se traduce como "de Dios, el hijo", que sería similar, por ejemplo, a la forma en que sería traducido al chino. Pero similar aunque "hijo de Dios" es "de Dios, el Hijo" sus significados son totalmente diferentes a lo que a las Escrituras se refiere. Es precisamente esta distinción que fácilmente (especialmente en el caso de la mayoría de los cristianos) se pasa por alto, lo que resulta en un serio error.
¿Cuál es el significado de "Hijo de Dios" en el NT?
Una mirada a la evidencia bíblica muestra que este era un título del Mesías, el esperado rey de Israel, que también sería "el salvador del mundo" (Juan.4.42; 1Juan.4.14). No tiene nada que ver con la idea trinitaria de un ser divino llamado "Dios Hijo". El título bíblico se deriva del importante salmo mesiánico, el Salmo 2, donde (en el verso 7) Yahvé se dirige al rey davídico con las palabras, "Tú eres mi hijo, hoy (el día de la unción y coronación) yo te he engendrado" (es decir, he entrado con usted en una relación como la de padre e hijo, y de ahí en adelante rey Mesías reinará en la tierra en el nombre de Jehová para someter a los enemigos de la justicia, cf. Salmos 2,9; 110,1; 1Cor.15.25-28 ).
La frase mesiánica "hoy te he engendrado" indica el origen de la frase "el único hijo engendrado" (Juan.1.18; 3,16 RV, pero no todas las traducciones en inglés), que los trinitarios citan a menudo sin tener en cuenta su origen, imponiendo su propia sentido dogmático en él. El hecho es que Sal. 2.7 se aplica repetidamente a Jesús en el Nuevo Testamento: en Hechos 13:33 "esto él (Dios) ha cumplido en nosotros, sus hijos, al levantar a Jesús, como está escrito también en el salmo segundo:" Tú eres mi Hijo, hoy te he engendrado ". Lo que es interesante y significativo de este verso es que de cuando Dios resucitó a Jesús de entre los muertos es visto como el punto en el que se cumple Salmo 2.7, el punto en el que es "engendrado" como "hijo", cuando es ungido y coronado como Rey.
Curiosamente, el mismo verso se aplica a Jesús en Hebreos 5.5 en conexión con su ser nombrado como sumo sacerdote de modo que, como Melquisedec (Heb.7.1), que es al mismo tiempo rey y sacerdote: Hebreos 5: 5: Así también Cristo no se glorificó a sí mismo un gran sacerdote, pero fue nombrado por aquel que le dijo: "tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy". De todo esto se desprende que "Hijo de Dios" es un título del Mesías en la Biblia, y que no debe confundirse con el trinitario "Dios Hijo".
Unas cuantas más referencias deberían bastar para establecer este hecho: Juan 1:34 "He visto y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios." ¿Qué quiso decir Juan el Bautista por "el Hijo de Dios '? Del verso 41 ( "hemos encontrado al Mesías", que significa Cristo ") es perfectamente claro que sus discípulos comprendieron de lo que se hablaba. Juan 1:49: Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios! Tú eres el Rey de Israel! " Estas palabras muestran que para Natanael (y para los Judíos en general) 'Hijo de Dios' significa 'el Rey de Israel, "un nuevo título del Mesías.
La conexión entre el prometido y el esperado de David rey de Israel, el Mesías, y el título "Hijo de Dios" también se ve claramente en el siguiente pasaje en
Mateo 27: 41: Así también los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos, se burlaban de él, diciendo: 42 "A otros salvó; no puede salvarse a sí mismo. Él es el Rey de Israel; venga baje ahora de la cruz, y creeremos en él. 43 Confió en Dios; que le salve ahora, si lo desea. Porque dijo: 'Yo soy el Hijo de Dios.' "
Hay que recordar que este es un pasaje de Mateo, no de Juan, por lo que 'Hijo de Dios no tiene ninguna de las connotaciones que se supone que tienen en Juan, y ciertamente no hay demanda que constituya igualdad con Dios en Mateo .
Por tanto, debemos preguntar lo que los principales sacerdotes y estudiosos de la Ley ( 'escribas') comprendieron por el término (o pensaban que Jesús quería decir con este), y ¿por qué deliberadamente vincularlo con 'el Rey de Israel, "a pesar de que fue en son de burla ? La respuesta es de nuevo: tanto 'Hijo de Dios' y 'Rey de Israel "son títulos mesiánicos. Pero rechazaron a Jesús como el Mesías de Israel; lo vieron como un falso Mesías y, como tal, le consideraban extremadamente peligroso políticamente, como su tumultuosa bienvenida por las multitudes demostrada en su "entrada triunfal". Los romanos, también, se encontraban siempre con el temor de levantamientos políticos, por lo que los líderes judíos trabajaron en estos temores romanos, instándolos a crucificar a Jesús. Marcos 15:32 " 'Que el Cristo (el Mesías), el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz para que veamos y creamos." Los que estaban crucificados con él le injuriaban. "
por Eric H.H. Chang
El significado de "Hijo de Dios" como se aplica a Jesús en el Nuevo Testamento
Hemos visto que Jesús nunca afirmó ser Dios en ninguno de los evangelios, y que la palabra "Dios" no se utiliza con referencia a él en otro lugar en el NT (excepto en algunas traducciones modernas, donde, en dos o tres versos, una traducción se da en la que "Dios" se usa para referirse a Jesús; examinaremos estas traducciones más adelante).
También hemos observado que el término trinitario "Dios el Hijo" no se encuentra en la Biblia, así que ¿de dónde viene este término? La respuesta corta es que es, por supuesto, una invención trinitaria. El término gana algo por el hecho de que se hace parecer engañosamente como el título de "hijo de Dios", que aparece en el NT; en la mente de aquellos que no están excepcionalmente alerta, los dos términos pueden ser fácilmente confundidos.
"Dios el Hijo" invierte "el hijo de Dios", mientras que se suprima "del". Estos cambios significativos pueden parecer de menor importancia, sobre todo en lenguas (como el chino), donde la sintaxis requiere la inversión del orden de las palabras en el proceso de traducción. Esto es posible también en Inglés si es "hijo de Dios" se traduce como "de Dios, el hijo", que sería similar, por ejemplo, a la forma en que sería traducido al chino. Pero similar aunque "hijo de Dios" es "de Dios, el Hijo" sus significados son totalmente diferentes a lo que a las Escrituras se refiere. Es precisamente esta distinción que fácilmente (especialmente en el caso de la mayoría de los cristianos) se pasa por alto, lo que resulta en un serio error.
¿Cuál es el significado de "Hijo de Dios" en el NT?
Una mirada a la evidencia bíblica muestra que este era un título del Mesías, el esperado rey de Israel, que también sería "el salvador del mundo" (Juan.4.42; 1Juan.4.14). No tiene nada que ver con la idea trinitaria de un ser divino llamado "Dios Hijo". El título bíblico se deriva del importante salmo mesiánico, el Salmo 2, donde (en el verso 7) Yahvé se dirige al rey davídico con las palabras, "Tú eres mi hijo, hoy (el día de la unción y coronación) yo te he engendrado" (es decir, he entrado con usted en una relación como la de padre e hijo, y de ahí en adelante rey Mesías reinará en la tierra en el nombre de Jehová para someter a los enemigos de la justicia, cf. Salmos 2,9; 110,1; 1Cor.15.25-28 ).
La frase mesiánica "hoy te he engendrado" indica el origen de la frase "el único hijo engendrado" (Juan.1.18; 3,16 RV, pero no todas las traducciones en inglés), que los trinitarios citan a menudo sin tener en cuenta su origen, imponiendo su propia sentido dogmático en él. El hecho es que Sal. 2.7 se aplica repetidamente a Jesús en el Nuevo Testamento: en Hechos 13:33 "esto él (Dios) ha cumplido en nosotros, sus hijos, al levantar a Jesús, como está escrito también en el salmo segundo:" Tú eres mi Hijo, hoy te he engendrado ". Lo que es interesante y significativo de este verso es que de cuando Dios resucitó a Jesús de entre los muertos es visto como el punto en el que se cumple Salmo 2.7, el punto en el que es "engendrado" como "hijo", cuando es ungido y coronado como Rey.
Curiosamente, el mismo verso se aplica a Jesús en Hebreos 5.5 en conexión con su ser nombrado como sumo sacerdote de modo que, como Melquisedec (Heb.7.1), que es al mismo tiempo rey y sacerdote: Hebreos 5: 5: Así también Cristo no se glorificó a sí mismo un gran sacerdote, pero fue nombrado por aquel que le dijo: "tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy". De todo esto se desprende que "Hijo de Dios" es un título del Mesías en la Biblia, y que no debe confundirse con el trinitario "Dios Hijo".
Unas cuantas más referencias deberían bastar para establecer este hecho: Juan 1:34 "He visto y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios." ¿Qué quiso decir Juan el Bautista por "el Hijo de Dios '? Del verso 41 ( "hemos encontrado al Mesías", que significa Cristo ") es perfectamente claro que sus discípulos comprendieron de lo que se hablaba. Juan 1:49: Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios! Tú eres el Rey de Israel! " Estas palabras muestran que para Natanael (y para los Judíos en general) 'Hijo de Dios' significa 'el Rey de Israel, "un nuevo título del Mesías.
La conexión entre el prometido y el esperado de David rey de Israel, el Mesías, y el título "Hijo de Dios" también se ve claramente en el siguiente pasaje en
Mateo 27: 41: Así también los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos, se burlaban de él, diciendo: 42 "A otros salvó; no puede salvarse a sí mismo. Él es el Rey de Israel; venga baje ahora de la cruz, y creeremos en él. 43 Confió en Dios; que le salve ahora, si lo desea. Porque dijo: 'Yo soy el Hijo de Dios.' "
Hay que recordar que este es un pasaje de Mateo, no de Juan, por lo que 'Hijo de Dios no tiene ninguna de las connotaciones que se supone que tienen en Juan, y ciertamente no hay demanda que constituya igualdad con Dios en Mateo .
Por tanto, debemos preguntar lo que los principales sacerdotes y estudiosos de la Ley ( 'escribas') comprendieron por el término (o pensaban que Jesús quería decir con este), y ¿por qué deliberadamente vincularlo con 'el Rey de Israel, "a pesar de que fue en son de burla ? La respuesta es de nuevo: tanto 'Hijo de Dios' y 'Rey de Israel "son títulos mesiánicos. Pero rechazaron a Jesús como el Mesías de Israel; lo vieron como un falso Mesías y, como tal, le consideraban extremadamente peligroso políticamente, como su tumultuosa bienvenida por las multitudes demostrada en su "entrada triunfal". Los romanos, también, se encontraban siempre con el temor de levantamientos políticos, por lo que los líderes judíos trabajaron en estos temores romanos, instándolos a crucificar a Jesús. Marcos 15:32 " 'Que el Cristo (el Mesías), el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz para que veamos y creamos." Los que estaban crucificados con él le injuriaban. "
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