martes, 30 de junio de 2009

Pragmáticos siguen lo "que funciona" en sus iglesias

El Desafío del Pragmatismo

Escrito por Gary Gilley

Si hay una religión común que se encuentre dentro del mundo occidental seguramente es el pragmatismo – la religión de “¿qué es lo que funciona?” El pragmatismo no tiene catedrales; no sigue liturgia, no contrata a pastores y no puede ser encontrado en ninguna lista de denominaciones, pero está entretejido en la misma tela de la iglesia occidental. Si hablamos acerca los principales Pentecostales, Fundamentalistas, Emergentes u Ortodoxos, no se requiere mucha observación para darse cuenta de que el pragmatismo está entrelazado a todo lo largo de cada tradición. Tratar de remover el pragmatismo es jalar un hilo que muy bien podría desenredar la estructura entera de vida del Cristianismo y de la iglesia como la conocemos hoy, sin embargo tenemos que hacer ese tirón. El problema hasta allí es que muchos de nosotros estamos dispuestos a usar cualquier enfoque disponible para cumplir con nuestras metas, incluso si esos enfoques y/o objetivos no sean compatibles con la voluntad revelada de Dios. Nuestro credo es: “Si funciona debe ser de Dios” por que, después de todo, la bendición externa de Dios es el criterio por el cual a menudo medimos la aprobación de Dios. Utilizando el estándar del pragmatismo en vez de la Escritura, podemos con toda buena conciencia vivir vidas y podemos desarrollar ministerios que tienen la apariencia de sabiduría pero no obstante nos quedamos seriamente cortos del estándar de Dios. Haríamos bien en considerar cuidadosamente la advertencia encontrada en Proverbios 14:12: “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.”

Tome por ejemplo el ampliamente popular y completamente pragmático libro Blue Like Jazz(Azul Como el Jazz) de Donald Miller. La portada de Blue Like Jazz nos dice que fue escrito para “cualquiera que pregunte si la fe cristiana es aun relevante en una cultura postmoderna” y “para alguien sediento de un encuentro fresco con un Dios que es real.” Sin embargo, Miller no utiliza ninguna referencia o cita bíblica y solamente se la pasa menciona situaciones bíblicas proponiéndose conducirnos hacia un encuentro auténtico con Dios. Es por esta razón que él puede hacer elogios de uno de las universidades más depravadas en el mundo (por la propia admisión de Miller) al decirnos: “tuve más experiencias espirituales significativas en la Universidad Reed que la que alguna vez tuve en la iglesia.” [1]

Miller nos haría caso omiso de la guía del Salmo 1:1, “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado,” y lo reemplazaría con su consejo porque esta es “la experiencia” de él. Por ejemplo, Miller nos dice que él apenas puede estar de acuerdo con lo que dicen los cristianos acerca de la depravación (una enseñanza derivada de la Biblia, por cierto), no porque sea bíblico sino por su “experiencia” con su depravación.[2] Además, Milles habla de un tiempo en el estuvo viviendo con “hippies” que “fumaron una buena cantidad de marihuana [y] bebió una buena cantidad de cerveza,” siendo aparentemente inmoral y robando comida, pero “los alejé [los hippies] de mi cuando necesitaba ser recordado acerca de la bondad, acerca de la pureza y la benignidad.”[3]

No es la Escritura la que guía los pensamientos de Milles sino las situaciones que parecen funcionarle y parecen estar conformes con su experiencia. El pragmatismo domina el libro de Milles y resuena con millones de sus lectores. La comunidad cristiana ha crecido acostumbrada a este tipo de pensamiento que pocos se inmutan cuando los líderes cristianos, como Milles, construyen un plan entero de vida alrededor de lo que parece funcionarles a ellos.

El Fundamento Filosófico

Mientras que el pragmatismo es simplemente una forma de vida para la mayoría de la gente, es también un sistema filosófico. Un pensador cristiano nos recuerda que el filósofo Emmanuel Kant (1724-1804)

…puso intelectualmente de moda tanto dudar que podemos conocer la realidad como es y enfocarla en cosas prácticas, como la ética. Más tarde, esto se hizo se volvería a encontrar en el pragmatismo de John Dewey (1859-1952) y el neopragmatismo de Richard Rorty (1931) [uno de los autores de la filosofía posmoderna], y cuando ambos sugieren que no podemos conocer la realidad ni plena u concluyentemente; debemos identificarla como lo que hace.[4]

Pocas personas tienen una comprensión amplia de la filosofía pero no se requiere a un filósofo para reconocer que la actitud predominante de hoy, una actitud que ha invadido a la iglesia, es “acomodarse a lo que funciona” y no estar excesivamente preocupado por la verdad. Después de todo, los postmodernos creen que nunca podemos estar seguros de la verdad de ninguna manera; por eso el pragmatismo lo tendrá que hacer. Pero cuando cambiamos la verdad por lo que funciona, ó mejor dicho, lo que pensamos que funciona, elevamos nuestros pensamientos por encima de los de Dios. O como Gordon Clark advierte: “Puesto que Dios es verdad, un desprecio por la verdad es igualmente un desprecio por Dios”.[5]

Cualquier cosa que ronde en los círculos filosóficos normalmente logra encontrar camino en el pensamiento cristiano igualmente. J Gresham Machen dijo hace esto bien hace casi un siglo: “Lo que hoy es una cuestión de especulación académica, mañana comenzará a mover ejércitos y derribar imperios.”[6] Una de las especulaciones académicas que es popular por el momento es retratar al evangelicalismo moderno como un producto de la Iluminación, con su énfasis en el pensamiento de la ciencia, de la razón y de lo sistemático. Esto es especialmente cierto entre aquellos que abrazan una forma postmoderna de Cristianismo como los líderes de la iglesia Emergente. Por ejemplo, Robert Webber escribe:

Los conservadores siguieron el énfasis de la Iluminación en el individualismo, la razón, y la verdad objetiva para construir edificios de certeza tomando prestado de la consistencia interna de la Biblia, la doctrina de la infalibilidad, el uso apologético de la arqueología, la defensa a la crítica del texto bíblico, y otro tantos intentos de prueba racional … Este paradigma de Iluminación produjo tres convicciones distribuidas proporcionalmente por cristianos y personas no cristianas: El Fundamentalismo, el estructuralismo, y la noción de la meta-narrativa.[7]

Asociando cosas así como la infalibilidad, la apologética, el fundamentalismo y así sucesivamente con la Iluminación, los pensadores cristianos emergentes tratan de subvertir estos conceptos en los ojos de la iglesia moderna. Si estas ideas provienen de la filosofía de la Iluminación entonces pueden ser descartadas como sin valor alguno y podemos dar marcha atrás a otras filosofías, tales como las están siendo propuestas por el posmodernismo, o como el razonamiento continúe. Pero el asunto no es si algo que hemos aceptado parece estar de acuerdo, o en desacuerdo, con una línea particular de pensamiento, sino si lo que creemos está de acuerdo con la Escritura. Ciertamente hay elementos de verdad en las acusaciones hechas por cristianos postmodernos, si bien la mayoría de líderes evangélicos (tanto del pasado como del presente) y a su vez de filtrando hacia fuera las creencias mortíferas de la Iluminación al retener esas partes que fueron de ayuda, tales como el Cristianismo siendo una fe razonable, y la verdad siendo comprensible y capaz para ser analizada y sistematizada.

Aun la crítica es válida para que la teología pueda ser tan estandarizada como para remover la admiración de Dios, dejando atrás un contorno de doctrinas sin vida palpitando en sus venas. Innumerables creyentes pueden regurgitar sus creencias teológicas y sus versículos favoritos memorizados de la Escritura y sin embargo no conocer prácticamente nada de la vida dinámica del cristiano. La memoria maquinal y la sana doctrina no equivalen a un amor apasionado y sincero amor a Cristo – pero tampoco son un equipaje extra. Los pensadores emergentes y los comunicadores proveen una corrección cuando es necesario demostrar que el conocimiento automáticamente no conduce a la vitalidad espiritual, pero van demasiado lejos cuando dicen que la vitalidad espiritual puede ser encontrada aparte de la sólida comprensión de la verdad de la revelación de Dios. Esta ruta ha viajado antes, y eso no hace mucho tiempo, con resultados desastrosos.

De la Filosofía a la Teología

En realidad, creo que lo que vemos hoy adentro mucho del evangelicalismo popular no es el residuo de la Iluminación sino del Romanticismo. El historiador David Bebbington nos cuenta que en el siglo diecinueve surgió un nuevo método para ver el mundo (el Romanticismo) surgió para desafiar y de alguna manera suplantar el pensamiento de Iluminación. Bebbington observa, “En Lugar de exaltar la razón como la Iluminación lo hizo, aquellos conmovidos por el espíritu nuevo de las épocas en que colocaron su énfasis en la voluntad, el espíritu y la emoción. Quisieron librarse de la estructura ajustada del pensamiento impuesto por el enfoque racional con el fin de respirar aire más libre.”[8]

Bebbington nos informa que fue Horace Bushnell, alrededor de la mitad del siglo diecinueve, quien popularizó las ideas Románticas a fin de que comenzasen a colarse en la teología del evangelicalismo. Bushnell escribiría: “Todas las fórmulas de doctrina deberían celebrarse en un cierto espíritu de adaptación. No pueden ser presionadas a la letra por la muy suficiente razón de que la letra nunca es verdadera.”[9] Bushnell argumentó que la verdad cristiana debería apelar al “sentir y a la razón imaginativa,” y no a “la comprensión natural.”[10]

Si esta clase de lenguaje no suena familiar lo debería. Los Postmodernos, incluyendo aquellos que se encuentran dentro de la iglesia, se sentirían muy en casa con el Romanticismo, puesto que el pensamiento postmoderno es similar. Por consiguiente debería ser cuidadosamente notado hacia donde el Romanticismo condujo a los evangélicos durante los 1800s – directamente al liberalismo teológico. Durante la parte más reciente del siglo diecinueve virtualmente todas las doctrinas cardinales de la fe fueron desafiadas o negadas por el liberalismo creciente (derivadas en su mayor parte del Racionalismo Alemán y la Alta Crítica) la cual amenazó a la iglesia evangélica. Desde la Divinidad a la necesidad de la salvación, a la existencia del infierno, a la expiación, a la inspiración de la Escritura, al significado del evangelio, cada doctrina sostenida valiosamente por la comunidad evangélica fue pulverizada del significado bíblico e infundidas con ideas que convenían a los tiempos.

El historiador de la iglesia y teólogo, Iain Murray, documenta que Friedrich Schleiermacher (1768-1834), considerado como el padre del liberalismo teológico, “adoptó el Romanticismo de Rousseau y el panteísmo de otros filósofos contemporáneos…[y] continuaron en afirmar primordialmente que la religión no es cuestión de doctrina sino más bien de sentir, de intuición y de experiencia.”[11] “Vida y no teología” se convirtió en el lema de guerra de la iglesia Romántica y liberal de los 1800s. Como resultado los temas de creencias fueron considerados de poca consecuencia; lo que era importante es la vida y la experiencia. Orto-práctica (la práctica o vida correcta) fraguó la ortodoxia (la doctrina correcta). Ésta fue una reacción excesiva de una comunidad cristiana que había sido suavizada por la infiltración del Romanticismo. El Cristianismo verdadero y bíblico siempre ha confirmado la necesidad de la vida y la experiencia. Ninguno de los líderes de la iglesia que conozco están contentos con desarrollar personas cuyas cabezas están llenas de conocimiento pero cuyas vidas están llenas de pecado. Pero la argumentación de creyentes conservadores siempre ha sido que la vida emerge de la sana doctrina; la vida correcta no se forma nunca en un vacío de verdad. Joel Beeke lo hizo vindicar cuando escribió: “la Doctrina debe producir vida, y la vida debe adornar la doctrina.”[12]

El estado de ánimo de nuestro actual momento postmoderno, sin embargo, al igual que los Románticos y los liberales de los 1800s, es minimizar la doctrina al punto de ser no esencial y de maximizar la vida y la experiencia divorciándola del corazón teológico. Brian McLaren, un líder prominente en el movimiento Emergente (la versión del liberalismo antiguo del siglo 21), escribe: “colocamos menos énfasis en qué linaje, ritos, doctrinas, estructuras, y terminología son correctas y más énfasis en aquellas acciones, servicio, alcance, bondad, y efectividad son buenas.”[13] McLaren no afirmaría que todas las doctrinas estén mal, pero puesto que nunca podemos estar seguros de cuáles doctrinas están en lo correcto debemos practicar lo que él llama “ortodoxia abundante,” la cuál es algo diferente para decir que todo el mundo está en lo correcto y todo el mundo está equivocados, así es que déjenos solamente ir y amar a todo el mundo. McLaren parece que no se preocupa de es prácticamente imposible determinar lo bueno a menos que primero conozca lo que es correcto.

El pastor emergente Rob Bell está de acuerdo con el énfasis de McLaren: “Quizá una mejor pregunta que ¿quién está en lo correcto?, es ¿quién vive correctamente?”[14] Bell entonces ilustra sus convicciones a través del uso de un trampolín. En la ilustración de Bell el resorte que sujeta la lona son las doctrinas cristianas e incluso las doctrinas sagradas (resortes) son dispensables. Él ofrece como ejemplo la doctrina de la encarnación, sugerir que si pudiera ser probado que Jesús no fuera hijo de una virgen, no afectaría en ningún sentido la fe cristiana.[15] La pregunta grande para Bell no es lo que sea verdad. En lugar de eso él quiere saber: “¿Es el camino de Jesús todavía el mejor camino posible para vivir?”[16] Esta pregunta pragmática es una condición de Bell para la vida cristiana. Bell está “mucho más interesado en saltar que en…. discutir acerca de cual trampolín es mejor.”[17] En Otras Palabras, lo que tiene importancia es cómo vivimos y no lo que creemos. Estos hombres no ven conexión vital entre lo que creemos y el cómo vivimos, entre la ortodoxia y ortopraxia. Habiendo aceptado esto se desconectan y continúan elevando la ortopraxia exluyendo la ortodoxia. Las creencias correctas están simplemente de más. El cómo vivimos es todo lo que tiene importancia. El pragmatismo reina.

Probablemente, si Bell o McLaren encontrasen una mejor “forma para vivir,” se desharían del Cristianismo y adoptarían esa mejor forma. Esto podría explicar por qué Bell fue un participante oficial en la Semilla de la convención de Compasión en abril de 2008 con líderes hindús, musulmanes, judíos, budistas, y sijs, y presentando a “Su Santidad el Dalai Lama.”[18] Según su sitio Web “la sesión final de Semillas de Compasión fue Juventud y Diálogo de Conexión Espiritual. Los luminares globales, nacionales y locales representando las creencias de todas partes del mundo se reunirán para discutir y nutrir la juventud con espiritualidad.”[19] Quizá Bell, quién fue uno de los “luminares” y no quiere discutir sobre creencias, ha encontrado un mejor trampolín sobre que rebotar. Si la juventud puede ser nutrida mejor por el Dalai Lama o un Imám Muslim o un Maestro Budista Zen entonces el trampolín parecería apropiado, puesto que la gran pregunta por Bell, como lo ha indicado, no es qué es la verdad, sino, “Es el camino de Jesús aun el mejor camino posible para vivir?” Si una mejor forma puede ser encontrada entonces el trampolín de Jesús necesitaría ser reemplazado por un modelo mejor y de más rebote. Puesto que finalmente todo lo que importa es que es lo que nos da un rebote más alto entonces lo que creamos es insignificantey lo que el Dalai Lama tiene que ofrecer podría ser superior.

“¿Es el camino de Jesús aun el mejor camino posible para la vida?” Depende de cómo define usted “la vida.” Bíblicamente no hay duda – “Jesús es el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6). Cuando la Escritura habla de vida espiritual está hablando de unidad con Dios y, por consiguiente, cuándo Jesús dice: “nadie viene al Padre sino por Mí” (Juan 14:6) El nos esta diciendo que la vida espiritual verdadera es lo contrario de la muerte espiritual, lo cual es separación de Dios. La vida significa ser llevado a una relación salvadora con Dios. En ocasiones es esto experimentalmente significa que estamos sobrecogidos por la grandeza de Dios y las alegrías de la vida cristiana. En otras veces, la vida en este planeta, aun para el creyente más fuerte, puede ser una gran lucha con las fuerzas de mal, un mundo pecaminoso y nuestra propia carne.

La Escritura nunca minimiza estas experiencias, si bien las redime (e.g. Romanos 5:1-10). Lo que la Palabra no hace es invitarnos al Padre a través del Hijo de Dios para experimentar una existencia más feliz (un rebote superior) y luego intercambiarla si podemos encontrar algo mejor. En lugar de eso la invitación para conocer a Dios se basa en la verdad de que Dios es verdadero y Jesús es el único camino para la unión con el Padre (Hechos 4:12). El asunto no es si Jesús es el mejor camino de vivir la “buena vida,” sino que Jesús es la vida y el único camino para la vida verdadera definida como una relación con Dios. Si seguimos la fórmula de Bell de que una mejor forma podría parecer surgir muy a menudo. Si entendemos la fórmula bíblica tal alternativa no es posible. Cuando Jesús le preguntó a los apóstoles si ellos se dejaría llevar por la corriente y abandonarle también, Pedro contestó: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68). Pedro vio que Jesús fue la única opción si alguien buscara la verdad que guía a la vida eterna.

Un Ataque del Pasado

Brian McLaren, Rob Bell, y otros del campo emergente escriben y hablan atractivamente acerca de lo que están ofreciendo, pero la historia, por no mencionar la Escritura, sugiere que debe tenerse mucho cuidado sobre este punto. El Historiador de la Iglesia Iain Murray nos recuerda que en el siglo 19 “la teología liberal en muy raras ocasiones se presenta como estando en oposición a la Escritura. Por el contrario, sus exponentes afirman la autoridad del Nuevo Testamento a un punto de vista de que el cristianismo es vida y no doctrina.”[1] Algunos utilizan esta línea de razonamiento, al igual que el Arzobispo eventual de Canterbury William Temple podría decir: “un ateo que vive por el amor se salva por su fe en el Dios cuya existencia (bajo ese nombre) el niega.”[2] Es vivir por amor lo que importa, no lo que uno cree acerca de Dios. El teólogo liberal del siglo XIX Schleiermacher llegó más lejos al prohinir la predicación doctrinal desde el púlpito porque “la experiencia y no la enseñanza, ha de ser el objetivo del predicador.”[3]

Como parece ser teológicamente el siglo 21 un eco del siglo 19, así también lo es la reacción de los evangélicos. Si bien hubo un esfuerzo concertado para luchar contra el liberalismo por parte de algunos de los creyentes más conservadores para finales del 1800,[4] muchos optaron por quedarse atrás y manifestar tolerancia. Murray dice: “Había algunos que estaban inseguros de qué pensar, y, en su incertidumbre erraron al irse del lado de la neutralidad y la falsa caridad. Probablemente fue la actitud de este grupo que finalmente permitió que la nueva enseñanza se convertiera en general.”[5] Este es el error que se repite a menudo el día de hoy por evangélicos bien intencionados que no quieren provocar movimientos y miedo, sobre todas las cosas, estos podrían ser llamados “fundamentalistas.” Históricamente, los fundamentalistas en América marcharon en la línea frontal de batalla con el liberalismo de oposición a principios del siglo 20. Por otra parte, los evangélicos en Gran Bretaña tuvieron un enfoque más relajado y sin intención, como Murray confirmaría, permitieron al liberalismo finalmente ganar el día. Mucha de la crítica se ha puesto en marcha en el movimiento fundamentalista, algunos de ellos la merecen, pero sin duda es el fundamentalista a quien se le debe dar mucho crédito por la preservación de la fe evangélica en América.

Relevantes y Auténticos

Pero así como a muchos evangélicos se les denominan fundamentalistas y están siendo calificados de “no relevantes” o carentes de autenticidad. Ser relevante y auténtico son dos palabras que suenan populares en muchos círculos cristianos de hoy. Todo el mundo quiere ser auténtico y relevante, aunque la definición de lo que estas palabras significan a menudo resulta difícil. Almorcé hace cerca de un año con un pastor de una de las más conocidas iglesias “auténticas” en los Estados Unidos. Dado que esta iglesia es conocida mundialmente por su autenticidad y relevancia, y dado que se ha convertido en el cartel de la iglesia para estás codiciadas características, le pedí que me describiera de qué manera los miembros de su iglesia eran auténticos y relevantes. Yo estaba especialmente con curiosidad de su respuesta en el contexto de mi iglesia local, la cual podría ser descrita como conservadora, centrada en la Biblia y de básica.

El pastor dudó un poco, comportándose como si él nunca había oído antes esa pregunta. Posiblemente yo era la primer persona con la que se había reunido quedándose lo suficientemente sin habla como para no saber que significa relevante y auténtico (por cierto usted encontrará la misma respuesta si usted le pregunta lo que significa ser misionero o lo que es realmente el reino – otras dos palabras que suenan en círculos de la iglesia posmoderna). Por último me dijo que la mayoría de su gente lleva jeans a su iglesia, a lo cual respondí que algunos de los nuestros también. El entonces dijo que su gente vive auténticamente en la comunidad, a lo cual respondí que muchos de nosotros también lo hacemos, (aunque en teoría no se supone que defina una palabra mediante una palabra). Argumentándome una vez más el me dice entonces que su gente bebe cerveza (supongo que no significa que la iglesia lo haga durante los servicios). Estoy bastante seguro de que algunos de nuestra gente lo hacen también, pero ello no lo dicen (al menos delante de mí) y que seguramente no sería un credencial de autenticidad. Le pregunté, “¿Es todo lo que tienes?” Pero había terminado y él no tenía nada más que decir.

Sin duda, vestir casual en los servicios religiosos y beber alcohol no es la definición ya sea de auténtico o relevante. Y estoy seguro de que este pastor podría haber previsto mejor algunas descripciones de la misma si hubiera tenido más tiempo para reflexionar. Sin embargo, al leer la literatura de su iglesia y su sitio web se que añadido a esta lista está el uso de cualquier forma de música en reuniones de la iglesia, no importa cuan impía sea o si es llevada a cabo por incrédulos, lenguaje sucio ó bajo, uso de comentarios sexualmente inapropiados e ilustraciones y su participación en casi cualquier forma de entretenimiento y diversión que sea atractivo para los incrédulos. De hecho, tengo la idea de que la relevancia y autenticidad son términos que se utilizan en la actualidad, al menos por algunos, para describir lo que otra generación de evangélicos llamó “mundanalidad”.

“Mundanalidad”- es una palabra que no se suele encontrar en iglesias y literatura cristiana “relevante”, excepto para burlarse de cristianos “mojigatos” que todavía se preocupan por estas cosas. Generaciones pasadas de creyentes veían a la pureza y a la separación de cuestionables actividades no sólo como obediencia a Dios (Rom 12:2), sino también como un testimonio a los incrédulos. No necesariamente que los incrédulos entendieran o apreciaran el deseo de los cristianos de vivir una vida separada (otro término anticuado que no escuchará en la mayoría de los círculos cristianos de hoy), sino que reconocían que en muchos aspectos reales, los cristianos viven de manera diferente a la manera en que lo hacían (1 Ped. 4:3-4). Si bien esto ahuyentaba e incluso enfurecía a algunos, no obstante, hacía notar que Cristo transformaba la vida y el estilo de vida de los regenerados.

Es a esto mismo contra lo que muchos de los que pregonan relevancia hoy han reaccionado. ¿Cómo, preguntan, podemos esperar llevar a la gente a Cristo modelándoles un estilo de vida que encuentran repugnante? Si queremos ganar al incrédulo para el Señor tenemos que identificarnos con ellos. Tenemos que demostrarles que disfrutamos las mismas cosas que ellos hacen. Ellos deben darse cuenta de que los cristianos pueden beber, hablar y vestir, apostar y ser groseros y disfrutar de todas las mismas formas de ocio que los no cristianos hacen. Vivir de esta manera, se nos dice, será atractiva para el incrédulo de que vean en nosotros una auténtica vida, que es transparente y libre de hipocresía y engreimiento, la cual el incrédulo afirma ver de manera universal en los cristianos. Somos, después de todo, no tan diferentes a ellos, salvo que creemos en Cristo. El líder emergente Jim Henderson, en un libro donde es co-autor con un ateo y patrocinado por George Barna, escribe: “[los incrédulos son] iguales a mi, excepto que no están interesados realmente en Jesús en la misma medida que yo lo estoy.”[6]

Ciertamente, esta caricatura de los cristianos a veces es realista. Muy a menudo los creyentes tienen miedo de admitir sus debilidades y deficiencias. Se pueden dar aires de importancia mientras que están luchando con las mismas cosas que todas las personas: el pecado, la soledad, la decepción, el dolor, etc En este tipo de pretensión tenemos que declarar una moratoria. Pero sin duda es una reacción a adoptar un estilo de vida característico de aquellos que no conocen el poder redentor de Cristo en una equivocada noción de que vamos a atraerlos al Señor como resultado.

La Verdad y la Autoridad

De lo que estamos hablando en última instancia, es de las cuestiones de la verdad y la autoridad – dos conceptos que los pensadores emergentes le dirán que provienen de la Iluminación y no de la Escritura. Como hemos visto, los líderes de la iglesia posmoderna, como los del liberalismo en el pasado, han tratado de clavar una cuña entre la vida y la doctrina. Si son correctos entonces lo que creemos no importa, lo que importa son nuestras experiencias, nuestras emociones y nuestra conducta. Debe quedar claro que ninguno de los que conozco está descartando la importancia de “la vida”, pero hay numerosas cosas equivocadas con el equiparar al cristianismo con la vida solamente. Por un lado este enfoque reduccionista es simplemente imposible. No hay vida, buena o mala, que no provenga de nuestras creencias. Aun cuando los líderes emergentes como McLaren y Bell censuren la doctrina, están, sin embargo, enseñando su propia marca de teología. El rechazo de la doctrina como base para la autoridad es un pronunciamiento teológico. Los conservadores pueden afirmar las ideas que los Emergentes rechazan, pero ambos son testimonio de un sistema de creencias. Los Emergentes creen muchas cosas que la Biblia enseña y los evangélicos reconocen que no son verdaderas, o al menos no son necesarias para la vida y la experiencia espiritual. Uno proclama ciertas verdades, y el otro las rechaza, pero ambos están expresando su enfoque de teología. Es simplemente un juego de palabras hablar de “la vida y no la doctrina.”

Nuestra fuente de autoridad es otra cuestión problemática con la doctrina de la vida frente a la escuela de pensamiento. En última instancia todo el mundo tiene sus creencias vinculadas a la vida y a un concepto de autoridad. Para el cristiano bíblico esa fuente es la Palabra de Dios. Cuando la Escritura habla, y sobre cualquier tema que hable, tiene la última palabra. Todas las demás voces son silenciadas en la presencia de la revelación de Dios. Nuestra tarea como creyentes es tratar de entender lo que enseña la Palabra y aplicarla a nuestra vida.

Algunos en la comunidad cristiana desafiarán esta idea de frente. Ellos nos dirán que la Biblia es un libro lleno de historias anticuadas, mitos y relatos históricos que dan testimonio de la revelación de Dios, pero no es la misma revelación de Dios. Es un libro escrito por hombres y, como tal, sus pronunciamientos y enseñanzas pueden ser vistas como poco más que un sabio consejo el cual es libre de tomarse, adoptándolas o rechazándolas según se ajuste a nuestra propia opinión. En este mismo sentido otros harían a la Escritura subordinada a la ciencia, a la psicoterapia y al pensamiento moderno. Después de todo, la Biblia es un libro antiguo y difícilmente se puede esperar que tenga mucho que decir a los ciudadanos del planeta Tierra en el siglo 21. En ambos escenarios, la autoridad descansa sobre el individuo o sobre la sabiduría colectiva de los hombres en lugar de la Palabra de Dios.

Sin embargo, el cristiano promedio no sigue ninguno de estos escenarios. La mayoría darían servicio de labios a la autoridad de las Escrituras, pero en la práctica su verdadero maestro (autoridad) es el pragmatismo. Ellos nunca niegan la infalibilidad y el valor de la Palabra de Dios, pero en realidad “lo que funciona”, o al menos lo que creen que funciona, es lo que manda. No es que hayan rechazado conscientemente lo que Dios ha revelado, sino que lo que parece estar funcionando en el momento es su modo por defecto.

Y ¿que es lo que parece estar funcionando ahora mismo? En un nivel eclesiástico las iglesias y organizaciones paraeclesiásticas que tienen más probabilidades de tener éxito, si usted define éxito como “nickels and noses”, son los mismos que están dando a la gente lo que quieren escuchar en lugar de lo que Dios quiere que escuchen. La gente quiere escuchar acerca de cómo tener éxito, cómo tener un matrimonio feliz, y la forma de sentirse bien sobre sí mismos en oposición a los conceptos bíblicos sobre como glorificar a Dios, cómo tener un matrimonio santo, cómo negarse a sí mismo, cómo llevar la cruz y seguirle. Dado que la mayoría de los cristianos han equivocado los objetivos de su vida, habiéndolos derivados de conformidad a su forma de pensar mundana en lugar de ser transformados por medio de la renovación de su mente (Rom. 12:2), no es sorprendente que vivan por todo el mundo mediante las metodologías también. Los cristianos ahora quieren las mismas cosas que el incrédulo desea, quiere utilizar los métodos que ha creado el incrédulo. Cuando hayamos aceptado que el propósito de la vida es ser exitoso, popular, poderoso, rico, tener una saludable imagen propia y así sucesivamente, las Escrituras tendrán poco que ofrecer debido a que estas categorías no son bíblicas. Es decir, Dios no define la vida verdadera de la misma manera en que el mundo lo hace. El Señor tiene mucho que decir acerca de negarse uno mismo, pero nada acerca de amarse a sí mismo. Él tiene mucho que decir acerca del gozo, pero nada positivo acerca de divertirnos hasta la muerte (como lo llama un autor). El ofrece un montón de principios relativos a las finanzas, pero muy poco sobre cómo ser ricos, e incluso advierte sobre el deseo de la riqueza (1 Tim 6:9-10). La Biblia está llena de maneras de traer honor a Dios y de exaltar su grandeza, pero nos llama a centrarnos en la humildad personal (Lucas 9:46-48).

Naturalmente no pensamos como Dios piensa. Si bien la regeneración cambia nuestra naturaleza es una tarea a lo largo de la vida ser “transformados por medio de la renovación de vuestro entendimiento” (Rom 12:2) – un proceso que nunca se terminará en nuestra vida. No es de extrañar encontrar esto puesto que fácilmente nos volvemos a las fuentes equivocadas (tales como el yo) para entender la vida, también utilizamos los medios equivocados en nuestro esfuerzo por encontrar la vida (tales como el pragmatismo). Si la vida se define como éxito en lo que uno hace entonces cualquier cosa que permita un éxito se convertirá en la influencia controladora de uno (¿nos atrevemos a decir dios?). El pragmatismo, por lo tanto, simplemente porque parece que “funciona”, es el paisaje que domina al cristiano de hoy. La verdad, como es revelada en la Palabra de Dios, está tomando un asiento trasero a la doctrina de “lo que funciona”.

El pragmatismo es el Rey sentado en el trono de demasiadas vidas e iglesias, pero afortunadamente hay una manera de derrocar al rey. Pablo abrió el camino cuando dijo que el estaba “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo” (2 Corintios 10:5). Tenemos que desafiar nuestro pensamiento con la Revelación de Dios. Debemos permitir a la Palabra tener la primera palabra y la última palabra en nuestras vidas. Como Isaías dijo al antiguo pueblo de Israel: “A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20).

Conclusión

John Piper, en su excelente libro La Supremacía de Dios en la Predicación, escribe sobre la necesidad de los predicadores de recordar diligentemente a sus oyentes de la grandeza de Dios, aunque la mayoría no tienen ni idea de que ese mensaje es importante para ellos. La mayoría prefiere escuchar sermones “relevantes” y criticar al pastor que se centra en Dios y no en sus necesidades personales. “Pastor Piper”, él tiene una crítica, “¿No se da cuenta de que su gente esta sufriendo? ¿No podría bajarse del cielo y ponerse práctico? ¿No se da cuenta de la clase de gente que se sienta frente a usted los domingos?” A lo que Piper responde: “La grandeza y la gloria de Dios son relevantes. No importa si las encuestas salen con una lista de necesidades perceptibles que no incluyen la suprema grandeza de la soberanía del Dios de la gracia. Esta es la necesidad más profunda y nuestro pueblo está hambriento de Dios.”[7]

George Gallup, en un libro que explora la espiritualidad en el siglo 21, sugiere: “el problema no es tanto que las personas no crean nada; es que ellos creen todo”.[8] El considera que este es un problema para un futuro previsible, porque “el énfasis [en este momento] está en un sentimiento deseado o en un momento pasajero de maravilla, no en la comprensión de verdades con un mayor visión o un poder que transforme verdaderamente.”[9]

No hace mucho tiempo, si su hijo quería un peluche, usted acudía alguna tienda local y compraba uno del estante. Si bien puede haber habido un gran número de posibilidades, aún las opciones se limitaban a los animales de peluche en inventario. Entre a las franquicias de “Build a Bear” [tienda de osos de peluche] que han aparecido en muchos lugares. En Build a Bear los niños pueden crear sus propios animales de peluche. Ellos pueden ser tan creativos como lo deseen, construir un oso les permite a los niños ser soberanos sobre sus propias creaciones, salir de la tienda de juguetes con un animal único diferente. La única pregunta es, ¿qué quiere el niño en un oso de peluche? Pero, lo qué puede ser deseable en un belludo amigo no es deseable cuando se trata de Dios y la fe cristiana. Ni Dios ni la fe, se deja a nuestros deseos o diseños. Aunque hay mucha diversidad en el cuerpo de Cristo, sólo hay un Señor, una sola fe (Ef. 4:5). No somos libres de “construir un Dios” o “construir una fe”. El único Dios verdadero y la única fe verdadera se han entregado a nosotros en la Palabra. Debemos rechazar la tentación de ser nuestro propio creador y aceptar con humildad lo que el Señor nos ha revelado. El pragmatismo, el dios de “lo que funciona”, es una creación de nuestra propia imaginación e ingenio. Tenemos que descansar en el Dios verdadero de la Palabra.

Herejías son sembradas en "conciertos cristianos"

No soy un cobarde!!!!! la actitud de Marcos Barrientos

Lo siguiente es un escrito reciente de un pastor amigo y de muchas batallas juntos, Sergio Perelli de Calvary Chapel, Montclair, Sur de California. El artículo se relaciona con un concierto de música cristiana dado por un conocido “salmista”. Si bien Perelli no menciona su nombre, tengo la absoluta seguridad que se trata de Marco (o Marcos) Barrientos.

Interesante, valiente e instructivo.
Pablo Santomauro
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¡No Soy Un COBARDE!
por Sergio Perelli
Una gran mayoría del pueblo Cristiano evangélico hispanoparlante no tiene un conocimiento profundo de la teología básica que reúne las doctrinas fundamentales de las Sagradas Escrituras, por lo tanto son vulnerables a recibir “vana palabrería” (1 Timoteo 1:6), como si fuera “sana doctrina” (1:10).


No he sido nunca muy propenso a participar de los conciertos de alguno de los exponentes más populares de la música Cristiana. El último que había contado con mi pres
encia debido a que me habían regalado un par de entradas, el cantante y el evangelista emboscaron emocionalmente a la audiencia con el fin de seducir a 100 personas a comprometerse a donar $1,000 para contribuir con el proyecto de inaugurar una escuela de evangelismo.


Pero siendo que un buen amigo de nuestro ministerio haría su debut cantando en uno de estos conciertos, decidí concurrir con un grupo de nuestra iglesia para apoyarlo en esta ocasión tan especial para él.
Entre alabanza y alabanza, la estrella del escenario generalmente aprovecha la plataforma que se le ha otorgado para compartir la Palabra de Dios, el testimonio personal de su conversión, y en algunos casos a hacer un llamado a quienes no han aceptado públicamente a Jesús como Salvador o a una confirmación de la fe de aquellos que ya son creyentes.


Lamentablemente en los últimos años muchos evangelistas y cantantes, han hecho uso de la ocasión y de la efervescencia de la emocionalidad que ellos mismos crean entre la audiencia, para filtrar sus “profecías” y diarrea de palabras como si provinieran de Dios; pero sin fundamento Bíblico.
En primer lugar, el popular cantante que también es pastor; expuso una interpretación incorrecta de Mateo 10:28, proponiendo que Satanás es el que “puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”, cuando en realidad Jesús no se estaba refiriendo al diablo como teniendo tal capacidad; sino a El mismo.


Dios me ayudó a pasar por alto la “espiritualización equivocada” del versículo al que hice referencia; no era la primera vez que escuchaba algo similar, pero lo peor estaba por venir y fue después de que se hizo poner de rodillas a la congregación presente previamente informados que debíamos pedirle a Dios estar receptivos esa noche a recibir palabras “proféticas”, etcétera.
Permanecí sentado con los ojos bien cerrados pero no estaba orando para que Dios abriera mi corazón a una revelación nueva; sino que presintiendo que se estaba preparando al pueblo con el objetivo de recibir “vana palabrería“, rogué a Dios que aquellos del grupo de nuestra iglesia que estaban presentes no fueran como “niños fluctuantes, llevados por cualquier viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.” (Efesios 4:14)


A continuación el “Salmista” (David caería fulminado al ver cómo tanta gente abusa de este título en estos días); expresó que no era su intención “pisar los callos teológicos” de algunos de entre la audiencia (95% de los que estaban presentes me atrevo a decir que ni siquiera conocen la definición de la palabra teología); pero que después de la muerte de su padre debido a un cáncer había llegado a la conclusión que “todos los que oran y usan la expresión HAGASE TU VOLUNTAD, son unos COBARDES”.
Inmediatamente, le susurré a mi esposa las palabras: ¡Qué aberración sin fundamento Bíblico acaba de decir este varón!
En realidad tengo que confesar que estoy totalmente de acuerdo, en que sí me “pisó un callo teológico“; pero no solamente a mi persona sino también a nuestro Señor Jesús, y a los apóstoles Pablo y Juan.
¿Fue JESUS un COBARDE cuando enseñó a sus discípulos a orar: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. “HAGASE TU VOLUNTAD, COMO EN EL CIELO, ASI TAMBIEN EN LA TIERRA” ? (Mateo 6: 9,10)
¿Fue JESUS un COBARDE cuando al orar en Getsemaní dijo: “Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba,HAGASE TU VOLUNTAD“? (Mateo 26:42)
¿Fue PABLO un COBARDE cuando después de haber orado tres veces al Señor para que le removiera aquel aguijón en la carne que él creía era un mensajero de Satanás y Jesús mismo le respondió: BASTATE MI GRACIA“? (2 Corintios 12:9)
¿Fue JUAN un COBARDE al escribir: “Y esta es la confianza que tenemos en El, que si pedimos alguna cosa CONFORME A SU VOLUNTAD, El nos oye”? (1 Juan 5:14)
El papá de este artista Cristiano, no murió porque su hijo u otras personas fueron unos “COBARDES” y no tuvieron la
fe suficiente para que Dios escuchara sus oraciones y lo sanara del cáncer que lo afligía.
Su padre murió porque era su “tiempo de morir” (Eclesiastés 3:2) y porque se “HIZO LA VOLUNTAD DE DIOS“. Nuestro Creador en Su soberanía decidió que era el tiempo de acabar con el sufrimiento de su hijo aquí en la tierra y empezar a gozarse eternamente de estar en la presencia de Su Salvador.


El mayor milagro que Dios puede hacer por un ser humano no es la de su sanidad física, sino la de su salvación. ¿De qué sirve que alguien se sane por un tiempo aquí en este mundo caído y se pierda por la eternidad?
Un pastor que también se encontraba presente, unos días después del evento me escribió: “Yo me retiré momentos después del agravio fatal”, pero fueron cientos que comenzaron a exclamar ¡Amén, Aleluya!, y temo que así lo harán cuando se revele el Anticristo, dejándose engañar en el frenesí de la hora.
El mismo pastor que mencioné en el párrafo anterior, concluyó su mensaje diciendo: “¡Qué desafío tenemos de contrarrestar las falsas enseñanzas, con la exposición simple de la Palabra de Dios!
Y el apóstol Juan nos exhorta de la manera siguiente: “Amados, NO CREAIS A TODO ESPIRITU, SINO PROBAD LOS ESPIRITUS SI SON DE DIOS, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” (1 Juan 4:1)
¡No soy un COBARDE cuando oro HAGASE TU VOLUNTAD, porque así me enseñó JESUS!
Gracia y Paz
Sergio
“Amigo de Jesús

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México: el 41% de los hogares sin padre

México: el 41% de los hogares sin padre

Foto de una ama de casa.

Cada vez son más las mujeres que crían solas a sus hijos y se hacen cargo de los hogares.

El modelo tradicional de familia mexicana está cambiando. En la última década se ha registrado un aumento de los hogares donde no hay una figura paterna, según datos del Instituto de Estadística y Geografía de México (INEGI).

En 1995, el 31% de los hogares no tenía padre, mientras que en 2009 esa cifra aumentó al 41%.

Eso quiere decir que en la actualidad hay más de 11 millones de familias mexicanas donde la figura paterna está ausente.

Según algunos analistas, esta situación se explica por factores como el incremento en las separaciones conyugales, la mayor esperanza de vida de las mujeres y una mayor independencia económica.

"Antes las parejas convivían más años y no les daba tiempo de divorciarse porque moría uno de los dos", le dijo a BBC Mundo Carlos Welti, académico de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

¿Cifras confusas?

La cifra de un 41% de hogares sin padre puede ser confusa, ya que no significa que en esas familias exista una mujer como jefa de hogar, según Carlos Welti

Welti, experto en demografía, dijo que la de cifra del 41% de hogares sin padre puede ser confusa, ya que no significa que en esas familias exista una mujer como jefa de hogar.

"En este cálculo se hace referencia a todo tipo de hogares, no sólo a aquellos donde hay una relación de parentesco", señaló.

Por eso propone que para saber con más exactitud cuáles son las familias donde la mujer es jefa de hogar, es necesario analizar sólo los hogares nucleares, es decir, donde existen hijos.

"Considerando esto, hay 3 millones de familias mexicanas que tienen a una mujer como jefa de hogar", dijo Welti.

"Ha sido duro"

En México cada vez son más las mujeres que crían solas a sus hijos y se hacen cargo de los hogares.

YOLANDA SANTOS

Yolanda Santos, madre mexicana.

"Ha sido muy duro sacar adelante a mi familia, se sufre mucho por los gastos de la casa. Algunas noches no podía dormir de la preocupación"

Los casos de mujeres que cumplen el papel de padre y madre a la vez son frecuentes. Yolanda Santos es una de ellas.

Viuda desde hace 15 años, esta trabajadora doméstica crió sola a sus tres hijos.

"Ha sido muy duro sacar adelante a mi familia, se sufre mucho por los gastos de la casa. Algunas noches no podía dormir de la preocupación", dijo Santos en conversación con BBC Mundo.

"Ganaba US$2.5 dólares al día y con eso no me alcanzaba para comprar la leche de los niños, ni los zapatos, ni la ropa", agregó.

Sin embargo, el sacrificio de Yolanda le trajo recompensas. Con el paso de los años consiguió dos empleos y pudo comprar una casa en un barrio popular de la capital.

Los analistas coinciden en que los hogares encabezados por una mujer seguirán marcando la tendencia, un fenómeno que no sólo ocurre en México sino también en otras partes del mundo.

lunes, 29 de junio de 2009

La Espada del Juicio de Dios sobre el inconverso

LA ESPADA SOBRE EL INCONVERSO

«La espada, la espada está afilada y aún acicalada; para degollar víctimas está acicalada, acicalada para que relumbre. ¿Hemos de alegrarnos?» (Ezequiel 21:9, 10).

Se nos enseña desde el segundo versículo de este capítulo que esta profecía fue dirigida contra Jerusalén. "Hijo del hombre, pon tu rostro contra Jerusalén y derrama palabra sobre los santuarios y profetiza sobre la tierra de Israel". Se nos dice en los textos que preceden a los versículos leídos, que Ezequiel, siendo aún joven, fue llevado cautivo por Nabucodonosor y dejado junto al río Chebar con cierto número de compatriotas suyos.

Fue allí que dirigió sus profecías durante un período de 22 años. La profecía que he leído fue dicha en el año séptimo de su cautividad y justamente tres años antes de que Jerusalén fuese destruida y el templo quemado. Por el versículo 2 sabemos que estas palabras fueron dirigidas contra Jerusalén, aunque Dios había transportado a Ezequiel a ministrar a los cautivos del río Chebar y le habla hecho dirigir un mensaje de aliento y misericordia a su ama Jerusalén. "Hijo del hombre, pon tú rostro contra Jerusalén y derrama palabra sobre los santuarios y profetiza sobre la tierra de Israel".

Dios había cumplido ya muchas de las palabras de sus profetas contra Jerusalén. Había dado cumplimiento a la profecía de Jeremías contra uno de sus reyes, Joacim: "En sepultura de asno será enterrado, arrastrándole y echándole fuera de las puertas de Jerusalén". Había cumplido la palabra profética de nuestro profeta transportando a otro rey, Joaquín, a Babilonia con todos los vasos sagrados de la casa de Dios. Pero ninguna de las profecías y ninguno de los juicios contra Jerusalén se habían despertado aún. Así se nos dice (II Crón. 36:12) que Sedechías, el rey que sucedió a Joaquín, "hizo lo malo en ojos de Jehová su Dios, y no se humilló delante de Jeremías profeta, que le hablaba de parte de Jehová". Y siguen los versículos del 14 al 16 diciendo: "y también todos los príncipes-, etc."

Fue en un tiempo de gran dureza e impenitencia de corazón que se anunció la profecía contra Jerusalén justamente tres años antes de que la ira de Dios cayese sobre ellos hasta el máximo. primeramente, todo era alegría y sensualidad en Jerusalén. En segundo lugar los falsos profetas anunciaban paz y el pueblo se complacía en tal anuncio. En tercer lugar, no había ningún clamor, ninguna agitación, sino el escándalo. y gritería producido por los banqueteos y jaranas en que la mayoría se complacían Sólo se oía la risa del necio, que es como el estrépito de las espinas debajo de a la olla" (Eclesiastés, 7:6).

Pero, en medio de aquellas fiestas y escándalos, sólo el profeta en el río Chebar oye el estruendo del trueno a distante. El fiel siervo de Dios vio a Dios armándose como un poderoso guerrero y blandiendo la espada de la venganza en su mano. Y entonces Rama a sus compatriotas clamando con voces como truenos para despertarles: "La espada, la espada está afilada y aun acicalada; para degollar víctimas está acicalada; acicalada para que relumbre, ¿hemos de alegrarnos?"

Amigos míos, quienes de vosotros no sola convertidos, estáis en la misma situación en que se hallaba Jerusalén. En los años que se han desvanecido como la niebla matutina, ¡cuántos mensajes de Dios habéis tenido! ¡Cuántas veces ha enviado Dios sus mensajeros a vosotros madrugando y enviándoles a vosotros! Su Biblia quizá ha estado en vuestro hogar como silencioso, pero poderosísimo clamor de Dios; su providencia se ha manifestado dentro de vuestro círculo familiar, durante la enfermedad y la muerte, en la abundancia o prosperidad, todo ello mostrándoos que debéis acudir al Señor Jesús, el solo y suficiente Salvador.

Todos estos mensajes han venido a vosotros y seguís aún, sin embargo, inconversos. Aún sois huesos secos y muertos, sin Cristo y sin Dios en el mundo; y decís: "Alma, reposa, come y bebe y huélgate". Pero. oíd, amigos, oíd una vez más, porque Dios no quiere que ninguno perezca.

Tengo palabra de Dios para vosotros. "La espada, la espada está afilada y aún acicalada; para degollar víctimas está acicalada, acicalada para que relumbre. ¿Hemos de alegrarnos?"

Doctrina. - Está muy fuera de la razón que las personas no convertidas se alegren.

1. Es ilógico, porque están bajo condenación.

"La espada está acicalada, etc." Existe la idea común de que el hombre está en el mundo como lo estuvo Adán, en un período de prueba, y que las personas no cristianas no serán condenadas hasta el día del juicio. Pero no es así. la Biblia dice: "El que no cree, ya es condenado" "El que no tiene al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él".

"Maldito es (no dice será) todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley para hacerlas" Las almas no cristianas están en el momento presente en un horrible abismo en el que toda boca se ha de tapar y todo hombre es culpable delante de Dios.

Las almas están encarceladas, están en la prisión, preparadas para ser llevadas a la ejecución. Es por eso que cuando Dios nos envía a predicar a los no cristianos, Dios nos envía "a predicar a los espíritus encarcelados", esto es, a quienes están bajo condenación. La espada no solamente está preparada, sino afilada y acicalada. Pende sobre sus cabezas.

¿Deben, por tanto, alegrarse? No es razonable que un malhechor condenado se alegre. ¿No nos llamaría grandemente la atención ver una compañía de hombres condenados a morir alegrándose y haciendo jolgorio, hablando chistosamente, como al la espada no estuviese sobre ellos? Éste es, amigos, el caso de cada uno de vosotros que no sois convertidos y aún viven días de alegrías. Habéis sido pesados en balanza y habéis sido hallados faltos; habéis sido condenados por el Juez justo. Vuestra sentencia ya está dictada. Ahora estáis encarcelados y nadie podrá sacaros de esa prisión: la espada está dispuesta y caerá sobre vosotros. Y ¡oh! no es muy ¡lógico que os alegréis. ¿No es una gran locura sentirse felices y contentos con vosotros mismos y con vuestros amigos? ¿No es una insensatez cantar la canción del borracho: "Comamos, bebamos y alegrémonos, que mañana moriremos"?

2. Tremenda insensatez es alegrarse porque los instrumentos de destrucción de Dios están todos preparados. No solamente es un hecho que los incrédulos ya están condenados, sino que además los instrumentos que los habrán de destruir estarán aparejados y completamente preparados.

La espada de la venganza está afilada y aún acicalada. Cuando las espadas están guardadas en el armero se untan con grasa para evitar que se oxiden sus afiladas hojas, pero cuando la obra ha de hacerse y se ha de sacar para degollar víctimas, entonces se afilan y se acicalan y se dejan brillantes. Así se hace con la espada del verdugo: cuando no se ha de usar, se guarda; pero cuando la obra se ha de hacer, cuando se ha de ajusticiar a alguien, se afila y se tiene preparada.

Se afila y acicala ahora, y precisamente antes de que haya de darse el golpe mortal, para que pueda cortar limpia y fácilmente. Igual sucede con la espada de la venganza de Dios. No está -dice la Palabra- envainada ni grasienta, sino afilada y acicalada, está completamente a punto de realizar su obra: "para degollar víctimas". La enfermedad por la que cada inconverso ha de morir está dispuesta; corre quizá por las venas de alguno de vosotros en este preciso instante. El accidente que os ha de introducir en la eternidad se cierne sobre vosotros, todos los medios y detalles del mismo están apercibidos. La flecha que ha de heriros mortalmente ya está colocada en el entesado arco, quizá ya ha salido rauda del arco y vuela hacia alguno de vosotros.

El lugar que el inconverso habrá de ocupar en el infierno está preparado, para cada uno un lugar. Cuando Judas cayó en trasgresión: dice la Escritura; murió "para irse a su lugar". Tenía su propio lugar antes de ir allí completamente preparado para él. Del mismo modo que un hombre, se retira por la noche a su dormitorio completamente puesto a punto para él, así hay para cada incrédulo su propio lugar en la condenación. Cuando el hombre rico murió y fue enterrado, fue inmediatamente a su propio lugar. Lo encontró todo a punto; dice el texto bíblico "y en el infierno alzó sus ojos estando en los tormentos". El infierno está preparado para los no cristianos.

Fue, hace mucho ‘ preparado para el diablo y sus ángeles. Las llamas están completamente dispuestas, completamente encendidas y ardientes. ¡Ah! ¿Han de alegrarse, pues quienes no son cristianos? Un malhechor puede, quizá, decir que mientras no sea erigido el cadalso en que habrá de ser ejecutado, puede alegrarse. Pero el se le dice que el lugar de la ejecución está dispuesto, que la espada está ya afilada y que el verdugo le espera, ¡oh! ¿no sería locura regocijarse entonces? ¡Ay! Tal es vuestra necesidad, pobres almas, sin Cristo. Estáis no solamente condenadas, sino que además también la espada está afilada para herir vuestra alma, y, sin embargo, vivís felices, disfrutando días y noches en los placeres que han de perecer. La enfermedad, el accidente, la flecha, todo, todo está a punto; la tumba está a punto y ¡ay! también el infierno mismo está preparado, tu propio lugar ha sido aparejado, y ¡aún vives alegremente!

Puedes tranquilamente distraerte en pasatiempos y regocijarte con insanas compañías. Después de la jornada de trabajo y no sabiendo a qué hora el peso de la justicia de Dios puede descargarse sobre ti, ¿te atreves aún a entregarte a una conversación disoluta, y a una conducta licenciosa añadiendo pecado sobre pecado, y atesorando para ti ira para el día de la ira? Sin antes haber orado y con la mente llena de pensamientos perversos y malos, ¿cómo puedes ir a la cama sin pensar que antes que despunte el día tú bien podrías despertar en el infierno? ¡La espada, la espada está afilada!

3. GRAN ERROR ES ALEGRARSE, PORQUE LA ESPADA PUEDE CAER EN CUALQUIER MOMENTO. Es un hecho que además de que las almas sin Cristo están ya condenadas y la espada de condenación está dispuesta, ésta puede caer en cualquier momento.

No sucede igual con los malhechores; su día se fija y si les quedan muchos días, pueden alegrarse relativamente al principio para ir entristeciéndose a medida que transcurren. Por el contrario, en los no creyentes el asunto es muy diferente; su día es fijado, pero no se les dice cuál es. Puede ser este mismo momento. ¿Oh! ¿Y se alegran todavía?

Se ha dado el caso de que algunos malhechores han mostrado un corazón duro hasta el último momento. Muchos han recibido la sentencia impasibles y con cierta sonrisa en el rostro. Algunos incluso se han dirigido al cadalso impasiblemente, con un espíritu casi despreocupado. Pero cuando la cabeza ha sido colocada sobre la madera fatal, cuando los ojos han sido vendados y el cuello apercibido y descubierto, cuando la reluciente espada o hacha ha sido levantada en alto hiriendo el aire a punto de descender rápida y mortal en cualquier momento, entonces se produce un angustioso suspenso. Debe de ser muy horrible ver un hombre así con un espíritu despreocupado. en tal momento. i Oh, sería enorme locura, sí, reírse entonces!

¡Ay, que es ésa vuestra locura, pobres y desgraciadas almas sin Cristo! No sólo estáis condenados y no sólo la espada está preparada, sino que también puede caer pesadamente sobre vosotros en cualquier instante. Vuestra cabeza descansa sobre el duro leño de la ejecución, vuestro cuello está descubierto ante Dios y la tremenda espada pende sobre vosotros, ¿y aún podéis reiros? ¿Podéis todavía ocupar vuestra atención en los negocios y asuntos mundanos, y enriqueceros, edificar y plantar sabiendo que esta noche "pueden pedir vuestra alma"? ¿Podéis aún ocupar vuestro tiempo en pasatiempos y diversiones, en la lectura de libros vanos y distraeros con los compañeros? ¿Podéis ocupar las horas libres del trabajo en conversaciones malsanas y conductas licenciosas, añadiendo pecado a pecado, "atesorando ira para el día de la ira" cuando no sabéis en qué hora de la ira de Dios sobrevendrá vuestro fin? ¿Podéis acostaros sin orar, llenando, por el contrario, vuestras mentes en sucias y hórridas imaginaciones que no conviene mencionar sabiendo que podéis entrar en el infierno antes de mañana? "La espada, la espada está afilada y preparada."

4. OTRA RAZÓN QUE HACE IMPROCEDENTE, la alegría consiste en que Dios no ha prometido a las almas que se mantengan sin Cristo detener su mano para evitar su perdición en ningún momento. Todas las promesas de Dios son Sí y Amén, es decir, son verdaderas. Cumplirá indefectiblemente cada una de sus promesas. Pero la misma Escritura dice que son sí y Amén en Cristo Jesús". Todas las promesas de Dios son hechas en Cristo para los pecadores que acuden a Cristo. Creo que es totalmente imposible, por la naturaleza de lo que nos ha sido revelado, pueda hacerse alguna promesa al. no convertido. Ciertamente todas las promesas de Dios son hechas en Cristo para los pecadores que acuden a Cristo. Toda persona que no ha acudido nunca a Cristo es un no convertido y, por tanto, para él no hay promesa alguna. Si algo promete, es hacerle sentir ansiedad por la salvación; al algo promete, es llevarlo a Cristo, pero nunca ha prometido librarle en ningún momento del infierno, si no se refugia en Cristo. "¿Deben, por tanto, alegrarse?"

Permitid que me dirija a las personas que no tienen a Cristo y que están aquí. Muchos de vosotros, al oírme, habréis podido conocer que estáis sin Cristo, y aunque sabéis esto, permanecéis tan tranquilos y tan felices.

¿Por qué? Porque esperáis ser traídos a Cristo un poco antes de morir. Decía "otro día lo haré, te oiré acerca de esto otra vez" y por esto quedáis tranquilos ahora. Pero esto es irrazonable, no es propio de un ser racional actuar así. Dios no ha prometido traeros a Cristo antes de morir. Dios no tiene ninguna obligación con respecto a vosotros de salvaros. Dios no ha prometido que ya estudiaréis el asunto mañana, o que oiréis otro sermón. Cerca de vosotros existe un día, que para vosotros no tendrá mañana. Si éste no es el último día, sí que puede ser el último sermón que oigáis, aunque después se prediquen otros.

Dadme ocasión de hablar ahora a las personas sin Cristo que sienten ansiedad por sus almas. Oyéndome algunos han descubierto su condición de no cristianas, y ello las ha turba o, y aunque tienen temor por su alma, hay algunas que hacen desaparecer aquella ansiedad y miran atrás a la alegría del mundo. ¿A qué se debe? Es una gran locura. Si vosotros estáis todavía fuera de Cristo a pesar de haber sentido ansiedad, recordad que no por ello Dios ha prometido salvaros. La espada está todavía sobre vosotros, afilada y acicalada. ¡Ah! no os alegréis. Procurad entrar por la Puerta estrecha. Arrebatad el reino de los cielos, porque "al reino de los cielos se hace fuerza".

Luchad por entrar. No descanséis en tanto no os halléis realmente disfrutando del pacto, en tanto vuestro nombre no haya sido escrito realmente en el "Libro de la Vida". Entonces seréis felices, más aún, bienaventurados.

5. ES INSENSATO TAMBIÉN PORQUE SE TRATA DE UNA MATANZA DOLOROSA POR SU ALCANCE. "¡La espada, la espada!"

Será una trágica matanza por cuanto alcanzará a cuantos están sin Cristo, sin excepción. La tragedia de la matanza en Jerusalén radicaba en que todos fueron muertos, tanto ancianos como jóvenes. El mandato qué el profeta oyó. era (9:5, 6): "Pasad por la ciudad en pos de él, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad viejos y mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno: mas a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis; y habéis de comenzar desde mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo". Tal es la suerte trágica que aguarda a los no convertidos. Toda persona sin Cristo perecerá, sea joven o sea viejo. Dios no perdonará ni su ojo se apiadará. Pensad esto, personas de canas blancas, que habéis vivido en el pecado y nunca os refugiasteis en Cristo; si moría así, ciertamente pereceréis en la gran matanza.

Considerad esto vosotros, de edad madura, negociantes y trabajadores cuyo único fin es obtener dinero y que, sin embargo, no lo vendéis todo por lograr la perla de gran precio.

Vosotras, Martas, es decir, mujeres totalmente absortas en los quehaceres propios de vuestro sexo, cuidadosas y turbadas por las muchas cosas, pero que descuidáis la única cosa que es necesaria, vosotras también todas, unas y otros, también pereceréis en el día de la ira.

Paraos a considerar, jóvenes, que vivía sin ninguna vida de piedad, sino, por el contrario, pensando exclusivamente en la alegría y jolgorio, vosotros que procuráis distraeros, divertiros y ser felices todos los domingos, vosotros que andáis conforme a la concupiscencia de vuestros ojos y de vuestra carne, vosotros también caeréis en la condenación.

Pensad esto vosotros los pequeños que estáis orgullosos y confiáis en la inocencia, pero que ya os habéis descarriado desde el seno maternal cayendo en la mentira. Niños que tenéis enorme afición en vuestros juegos, pero que no sentía atractivo alguno por venir a Cristo, que es el Salvador de los niños, la espada pende también sobre vosotros. 1 Oh! amigos, es la destrucción que no respetará joven, ni simpático, ni cariñoso, ni madre amable, ni afectuoso chiquillo, ni viuda Y su único hijo. ¿Hemos, pues, de alegrarnos? Familias no convertidas, cuando os halléis en una tarde de asueto o de di atracción, unas, y otras, haceos estas pregunta sí ¿Debemos alegrarnos?

¿Es natural que nos alegremos? ¿Es propio de seres conscientes? Compañeros no convertidos que tan a menudo participáis juntos de la alegría de las diversiones, ¿habéis de disfrutar, como lo hacéis siendo tan triste vuestro caso? ¡Ah! Cuán funesto será el contraste cuando Dios diga: "Atado de pies y manos, echadlo al fuego eterno".

6. La última razón consiste en que la gran destrucción tendrá lugar con, la espada de Dios. Si fuese solamente la espada del hombre la que se afila y acicala para la matanza, no sería tan terrible la cuestión. Pero es la espada del Todopoderoso; por esto es tan tremenda. "No temáis a los que matan el cuerpo y después no tienen más que hacer. Os enseñaré a quién habéis de temer: temed a aquel -que después de haber quitado la vida tiene poder de echar en la Gehena: así os digo: a éste temed". Si fuese la espada del hombre, sólo alcanzaría a dañar el cuerpo; pero ¡ah! es la espada de Dios. Es la misma espada que apareció en el jardín del Edén, "una espada encendida que se revolvía a todos lados para guardar el camino del árbol de la vida". Es la misma espada que atravesó el costado de Jesucristo en su agonía. "Levántate, oh espada, sobre el pastor y sobre el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Heriré al pastor y se desparramarán las ovejas". Es aquella espada a que se refería Cristo cuando dijo: "Y le cortará por medio y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes". Queridos amigos, no se trata de algunas heridas en la carne las que inferirá la espada. Cortará por medio, sumirá en castigo eterno, en muerte eterna. Se trata de una muerte en la que el cuerpo y el alma estarán siempre muriendo, aunque nunca muertos.

1. Permitidme hablar ahora a los ancianos. Quizá hay aquí alguna persona oyéndome en quien concurren estas tres características, a saber: que son ancianos, que están sin Cristo y que tienen alegría. ¡Oh! Si hubiese un tal hombre oyéndome, considere sus caminos, considere si es digna y propia de un ser racional su alegría. Os he mostrado claramente la situación vuestra que descubren las Sagradas Escrituras y es una situación triste y desgraciada. Primero, porque ya estáis condenados; segundo porque la espada de Dios está lista; tercero, porque puede caer sobre vosotros en cualquier momento; cuarto, porque Dios no os ha dado ninguna promesa de salvaros si no es en Cristo, y quinto, porque se cierne sobre vosotros una gran condenación que es, además, eterna. Considerad, por tanto, si es razonable creer una mentira para engañar a vuestras propias almas diciéndoos: "Paz, paz" cuando no hay paz. En el desarrollo normal de los acontecimientos, a no tardar habréis de partir del mundo de los vivos; debéis ser unidos a vuestros padres y entonces cuanto os he expuesto tendrá cumplimiento. ¿Creéis que habéis de alegraros ? Hallándoos como os halláis al borde del infierno, ¿os mantenéis viviendo sin oración y sin Cristo, distrayéndos en vanidades, ocupándoos en chistes inmorales que recordáis de la mocedad? ¡Ay de vosotros! Cuán profundo significado tiene la palabra de Salomón. "A la risa dije: Enloqueceos; y al placer: ¿De qué sirve esto?" "Aún en la risa tendrá dolor el corazón, y el término de la alegría es congoja".

2. Permitidme hablar a los jóvenes. Bien puede haber aquí muchos oyentes en los que se dan estas tres características. Son jóvenes, están lejos de Cristo y están llenos de alegría. Ahora, mis amigos, yo os ruego que consideréis si vuestra alegría es razonable. La espada está afilada para una gran matanza, ¿habéis de alegraros?

Objeción 1. - La juventud es el tiempo de la alegría.

Respuesta. - Bien sé que es el tiempo de la alegría. El corderito ¡es tan feliz brincando sobre el verde pasto! El cabritillo salta de roca en roca con viva ligereza. El potrino se yergue orgulloso sobre sus patas traseras, lleno de vida y de actividad. Pero, he aquí que ellos no tienen pecado y tú sí lo tienes; para ellos no hay infierno, pero para ti sí. Si vosotros acudís ahora a Cristo y sois librados de la ira ¡ah! entonces sí que podréis con razón encontrar que la juventud es el tiempo de la alegría, que la juventud es el tiempo del regocijo, de la dulce paz y de la más alta esperanza de gloria y la más sublime comunión con Dios.

Objeción 2. - Tú quieres que nosotros nos entristezcamos y amarguemos la vida.

Respuesta. - En modo alguno. Todo cuanto de veras mantengo es que, en tanto no os hayáis refugiado en Cristo,, vuestra alegría es necia e irrazonable. Si venis a Cristo, entonces sí, sed tan felices y alegraos tanto como queráis, entonces no "habrá ataduras para vuestro gozo" porque vuestro gozo será un gozo basado en Dios. Y cuando muráis entraréis a la plenitud del gozo de su presencia, en cuya diestra "hay hartura de alegrías y deleites para siempre".

Objeción 3. - Estando como estoy, sin Cristo, el entristecerme no me va a hacer cristiano; y por esto lo mejor es que me alegre.

Respuesta. - Ciertamente el hecho de ponerte triste no te llevará a Cristo, pero, desde luego, si hubieras sido realmente Despertado, clamarías a Él si quizá oiría tu clamor. Si estuvieses llamando para entrar, encontrarías entrada. Si estuvieses "haciendo fuerza" al reino de los cielos para entrar, lo tomarlas por la violencia. Buscad la mansedumbre, buscad la justicia. Quizá escaparéis del castigo del día de la ira del Señor. ¡Oh, almas! escapad ahora, antes no sea tarde y oí; sorprenda la condenación ya aparejada. Si permanecéis donde estáis, es bien cierto que os perderéis. Si vivís sobre la base de una seguridad carnal y humana, en medio de alegrías y deleites, estáis fuera de Cristo, estáis completamente perdidos con toda seguridad. "Alégrate, en tu mocedad y tome placer tu corazón en los. días de tu juventud, y anda en los "caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos: mas sabe que sobre todas estas cosas te traerá Dios a juicio."